Estamos sumidos en la más profunda crisis social por la inseguridad, violencia y corrupción que impera en nuestra sociedad, sin parangón con otras crisis sociales que hemos padecido en nuestra historia contemporánea y que me produce gran frustración por la ausente decisión de los diferentes responsables integrantes de las redes del poder económico y político y una ciudadanía pasiva, temerosa, fácilmente manipulada, que siguen entrampados, unos en los intereses de sus partidos, otros sobreviviendo de sus penurias económicas, intelectuales y existenciales, evadiendo las decisiones trascendentes de fondo que pudieran no sólo acabar con estas lacras sino además iniciar el proceso de construcción de un estado con una sociedad que recupere los valores del humanismo, la democracia, la tolerancia, el respeto a la pluralidad, a la diversidad, las leyes, pero sobre todo amante de la libertad del ser humano que le permita lograr los máximos niveles de su desarrollo personal reintegrando la ética en su ser como estilo de vida en el desempeño de los roles sociales que nos corresponden a todos y todas en nuestro estado.
Observe como los políticos se desagarran las vestiduras, hacen pleitos personales, niegan realidades evidentes, la corrupción ahí esta, no se puede aceptar sólo si es mucha, si es poca, el hecho es que ahí esta. En sociedades de países europeos, por menos se han llevado a alcaldes, gobernadores o primeros ministros ante los tribunales y no se aferran al poder, por decoro han renunciado; la renuncia de los funcionarios es los de menos, sujetarse a la aplicación de la justicia debería ser lo mas importante, enfrentando sus responsabilidades que están muy claras en el marco de su irresponsable y su desempeño que han contribuido a la podredumbre social y el estado delincuentil que prevalece en México y en nuestro estado.
Observe como los poderosos empresarios y comerciantes siguen ejerciendo sus presiones por acabar con la violencia, la inseguridad y el poder delincuencial con los gobernantes de acuerdo con sus intereses económicos, sin decisión para limpiar su sistema financiero de los lavados de dinero derivado de los recursos económicos de los negocios ilícitos o de sus prósperos negocios que dejan de lado el respeto a las leyes fiscales, aduanales o de comercio y se sustentan en los tráficos de influencia sobre los políticos gobernantes al amparo de las transgresiones éticas y legales correspondientes.
No se diga el poder mediático y su ejercito de comunicadores inhibidores de la libertad de expresión, de la información, sujetos a la censura inmediata de sus jefes, que insisten en manejar con sus contenidos manipuladores, distractores de los contenidos de fondo que subyacen a los graves problemas sociales que padecemos; o sus contenidos frívolos, propios para retrazados mentales, con sus representaciones promotoras de la misoginia, homofobia y de la violencia misma.
Bastaría que tan sólo se aplicaran los mandatos de las leyes existentes en nuestro estado soberano y tendríamos no sólo a los delincuentes responsables de los hechos violentos mas atroces que han trascendido en nuestra estado como el mortal ataque del casino Royale, sino a los funcionarios de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal que por omisiones o complicidades en sus desempeños son también responsables y debe de aplicarse la ley sin distinciones. El problema no es solamente si renuncia o no el gobernador o el alcalde de Monterrey, basta ya de sus manipulaciones distractoras de los problemas de fondo que constituyen las raíces de estos problemas, con sus estrategias mediáticas orquestando espectáculos frívolos al servicio del bipartidismo político que gobierna Nuevo León que sólo logran obstaculizar las soluciones integrales que se requieren para salir de la podredumbre social que nos agobia en nuestro estado. Quisera ver cuando menos a los celebres periodistas comunicadores de la localidad saliendose de las frivolidades, del manejo espectacular de las tragedias, hablando sin temores de los temas de fondo, sin someterse a la censura de sus jefes, en suma pereseverando en el respeto a su dignidad e integridad profesional.
Ellos saben que el constructor mas eficaz para el desarrollo humano y social de nuestro estado es la educación, sí la buena educación, a la que siempre se han opuesto de los ciudadanos, en todo el siglo pasado se oponían sistemáticamente a toda política educativa que el estado trataba de lograr para solucionar cuando menos los graves problemas del analfabetismo, la baja escolaridad y el aumento de cobertura de la educación superior, luego han estado apoyando la mala educación que no ha resuelto ni siquiera el analfabetismo de los adultos y han generado el analfabetismo funcional que lastimosamente se observa en la mayoría de las personas que han logrado hasta cursar algún nivel superior de educación y que menoscaba las necesarias funciones cognoscitivas para el desarrollo de procesos de pensamiento mas reflexivos, mas analíticos y creativos que si prevalecieran lograrían impactar positivamente las conductas sociales necesarias para lograr buenos gobernantes y el desarrollo de una cultura amante de la democracia, la libertad y la justicia, disminuyendo las victimas de los políticos corruptos y los medios de comunicación manipuladores, a su servicio. Una buena educación llevaría a que los ciudadanos sientan la necesidad de conocer, de estar bien informados, sobre todo de sus derechos y sus responsabilidades, de exigirlos, de no permitir sus transgresiones, de ser sensibles ante la injusticia, de denunciar toda conducta corrupta, de no tolerar en suma a los los trangresores a la ley.
Saben también que necesitamos buenos gobernantes y funcionarios que utilicen en forma eficaz y eficiente los recursos financieros y el patrimonio del estado, con honestidad y responsabilidad, sin la integración a las famosas redes de corrupción prevalecientes que hacen que una gran cantidad de estos recursos sean desviados y no se apliquen en las políticas del bienestar de la población, tan sólo los expertos sobre corrupción nos dicen que con los recursos financieros que los corruptos se han robado en los últimos cincuenta años serian suficientes para que nuestro estado ya tuviera integrado toda la infraestructura pública de modernas carreteras, escuelas, centros de salud y hospitales públicos capaces de brindar cobertura universal en sus servicios de acuerdo a los diferentes niveles educativos y de salud.
Se necesita también el mejoramiento de las condiciones económicas de las familias proporcionándole empleos bien remunerados que garanticen realmente una vida digna, lo que implica cambiar los modelos económicos sustentados sólo para satisfacer la codicia y saciar sus vocaciones explotadoras, no tienen que venir personajes internacionales a dictarles conferencias magistrales y decirles que es necesario que sean justos, que no sean explotadores, que tiene que acabar con la corrupción, recuperar los valores del humanismo y hasta exterminar esa imagen que según algunos de ellos tienen de los mexicanos en el mundo de que para avanzar es necesario transar
Hace muchos años, luchamos por una sociedad libre, justa y democrática, estamos muy alejados de los fantasmas del comunismo, que provocaban satanizaciones, por estos grupos en el poder. Uno entiende que siguen sus resistencias de conformidad con estos fantasmas del pasado cuando además todas las formas de pensamiento y conducta que no se correspondían con sus formas de ser llegaban a provocar sus deseos criminales de exterminio a toda forma de disidencia así estuviera sólo enmarcada en la lucha por la congruencia con los valores cristianos básicos o los elementales conocimientos científicos que sustentan los mejores niveles de desarrollo humano y social que otros países han alcanzado desde el siglo pasado, con menos riquezas naturales, patrimonios históricos y sin las capacidades productivas de nuestro pueblo que ha luchado heroicamente por sobrevivir en las condiciones mas graves de exterminio desde la conquista de los españoles, las invasiones de los países imperialistas hasta soportar las lacras de la miseria, pobreza y violencia que hoy padecemos, es el momento de que cambiemos todos por el bien de nuestra amada patria y nuestro gran estado de Nuevo León.
Observe como los políticos se desagarran las vestiduras, hacen pleitos personales, niegan realidades evidentes, la corrupción ahí esta, no se puede aceptar sólo si es mucha, si es poca, el hecho es que ahí esta. En sociedades de países europeos, por menos se han llevado a alcaldes, gobernadores o primeros ministros ante los tribunales y no se aferran al poder, por decoro han renunciado; la renuncia de los funcionarios es los de menos, sujetarse a la aplicación de la justicia debería ser lo mas importante, enfrentando sus responsabilidades que están muy claras en el marco de su irresponsable y su desempeño que han contribuido a la podredumbre social y el estado delincuentil que prevalece en México y en nuestro estado.
Observe como los poderosos empresarios y comerciantes siguen ejerciendo sus presiones por acabar con la violencia, la inseguridad y el poder delincuencial con los gobernantes de acuerdo con sus intereses económicos, sin decisión para limpiar su sistema financiero de los lavados de dinero derivado de los recursos económicos de los negocios ilícitos o de sus prósperos negocios que dejan de lado el respeto a las leyes fiscales, aduanales o de comercio y se sustentan en los tráficos de influencia sobre los políticos gobernantes al amparo de las transgresiones éticas y legales correspondientes.
No se diga el poder mediático y su ejercito de comunicadores inhibidores de la libertad de expresión, de la información, sujetos a la censura inmediata de sus jefes, que insisten en manejar con sus contenidos manipuladores, distractores de los contenidos de fondo que subyacen a los graves problemas sociales que padecemos; o sus contenidos frívolos, propios para retrazados mentales, con sus representaciones promotoras de la misoginia, homofobia y de la violencia misma.
Bastaría que tan sólo se aplicaran los mandatos de las leyes existentes en nuestro estado soberano y tendríamos no sólo a los delincuentes responsables de los hechos violentos mas atroces que han trascendido en nuestra estado como el mortal ataque del casino Royale, sino a los funcionarios de los tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal que por omisiones o complicidades en sus desempeños son también responsables y debe de aplicarse la ley sin distinciones. El problema no es solamente si renuncia o no el gobernador o el alcalde de Monterrey, basta ya de sus manipulaciones distractoras de los problemas de fondo que constituyen las raíces de estos problemas, con sus estrategias mediáticas orquestando espectáculos frívolos al servicio del bipartidismo político que gobierna Nuevo León que sólo logran obstaculizar las soluciones integrales que se requieren para salir de la podredumbre social que nos agobia en nuestro estado. Quisera ver cuando menos a los celebres periodistas comunicadores de la localidad saliendose de las frivolidades, del manejo espectacular de las tragedias, hablando sin temores de los temas de fondo, sin someterse a la censura de sus jefes, en suma pereseverando en el respeto a su dignidad e integridad profesional.
Ellos saben que el constructor mas eficaz para el desarrollo humano y social de nuestro estado es la educación, sí la buena educación, a la que siempre se han opuesto de los ciudadanos, en todo el siglo pasado se oponían sistemáticamente a toda política educativa que el estado trataba de lograr para solucionar cuando menos los graves problemas del analfabetismo, la baja escolaridad y el aumento de cobertura de la educación superior, luego han estado apoyando la mala educación que no ha resuelto ni siquiera el analfabetismo de los adultos y han generado el analfabetismo funcional que lastimosamente se observa en la mayoría de las personas que han logrado hasta cursar algún nivel superior de educación y que menoscaba las necesarias funciones cognoscitivas para el desarrollo de procesos de pensamiento mas reflexivos, mas analíticos y creativos que si prevalecieran lograrían impactar positivamente las conductas sociales necesarias para lograr buenos gobernantes y el desarrollo de una cultura amante de la democracia, la libertad y la justicia, disminuyendo las victimas de los políticos corruptos y los medios de comunicación manipuladores, a su servicio. Una buena educación llevaría a que los ciudadanos sientan la necesidad de conocer, de estar bien informados, sobre todo de sus derechos y sus responsabilidades, de exigirlos, de no permitir sus transgresiones, de ser sensibles ante la injusticia, de denunciar toda conducta corrupta, de no tolerar en suma a los los trangresores a la ley.
Saben también que necesitamos buenos gobernantes y funcionarios que utilicen en forma eficaz y eficiente los recursos financieros y el patrimonio del estado, con honestidad y responsabilidad, sin la integración a las famosas redes de corrupción prevalecientes que hacen que una gran cantidad de estos recursos sean desviados y no se apliquen en las políticas del bienestar de la población, tan sólo los expertos sobre corrupción nos dicen que con los recursos financieros que los corruptos se han robado en los últimos cincuenta años serian suficientes para que nuestro estado ya tuviera integrado toda la infraestructura pública de modernas carreteras, escuelas, centros de salud y hospitales públicos capaces de brindar cobertura universal en sus servicios de acuerdo a los diferentes niveles educativos y de salud.
Se necesita también el mejoramiento de las condiciones económicas de las familias proporcionándole empleos bien remunerados que garanticen realmente una vida digna, lo que implica cambiar los modelos económicos sustentados sólo para satisfacer la codicia y saciar sus vocaciones explotadoras, no tienen que venir personajes internacionales a dictarles conferencias magistrales y decirles que es necesario que sean justos, que no sean explotadores, que tiene que acabar con la corrupción, recuperar los valores del humanismo y hasta exterminar esa imagen que según algunos de ellos tienen de los mexicanos en el mundo de que para avanzar es necesario transar
Hace muchos años, luchamos por una sociedad libre, justa y democrática, estamos muy alejados de los fantasmas del comunismo, que provocaban satanizaciones, por estos grupos en el poder. Uno entiende que siguen sus resistencias de conformidad con estos fantasmas del pasado cuando además todas las formas de pensamiento y conducta que no se correspondían con sus formas de ser llegaban a provocar sus deseos criminales de exterminio a toda forma de disidencia así estuviera sólo enmarcada en la lucha por la congruencia con los valores cristianos básicos o los elementales conocimientos científicos que sustentan los mejores niveles de desarrollo humano y social que otros países han alcanzado desde el siglo pasado, con menos riquezas naturales, patrimonios históricos y sin las capacidades productivas de nuestro pueblo que ha luchado heroicamente por sobrevivir en las condiciones mas graves de exterminio desde la conquista de los españoles, las invasiones de los países imperialistas hasta soportar las lacras de la miseria, pobreza y violencia que hoy padecemos, es el momento de que cambiemos todos por el bien de nuestra amada patria y nuestro gran estado de Nuevo León.
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