jueves, 31 de marzo de 2011

REFORMAR LA ENSEÑANZA DE LA MEDICINA EN MEXICO

A principios de los setentas, del siglo pasado, existió una corriente nacional de médicos, académicos y científicos dirigida a motivar y lograr la reforma de la enseñanza de la medicina en México, que en ese tiempo estaba determinada curricularmente, tanto por el formal como el oculto, con planes y programas de estudio que hacían énfasis en la preparación del estudiante en el conocimiento de los aspectos biológicos y sus enfermedades, desdeñando el paradigma de la integración biopsicosocial y la inherente visión holística de los procesos de la salud y la enfermedad que entonces era promovida por la OMS. Eran los tiempos de gran influencia académica de la escuela americana de medicina que desde los años treinta, resultado del informe Flexner (1), se proponía fortalecer la enseñanza tanto de las ciencias básicas, como de la clínica y las especialidades, en tanto, otro conjunto de sus recomendaciones fueron limitadas en su implementación como los objetivos del aprendizaje activo y el desarrollo del pensamiento crítico y la habilidad de resolver problemas de los médicos; se desplazaba así la influencia de la escuela europea con sus contextos filosóficos, sociales y humanistas de la practica médica. La Medicina Social y sus vertientes de la medicina preventiva, epidemiología y la salud pública, así como los ámbitos del conocimiento sociológico, psicológico y antropológico del ser humano apenas eran objeto temático como materias de relleno o complementarios de temas sobre la salud y la enfermedad, incapaces de integrarse sistemáticamente como objetivo de aprendizaje y como determinantes de ese bienestar biopsicosocial que definía el prevaleciente concepto de salud. Los problemas políticos, sociales y económicos inmersos de los mexicanos en ese bienestar humano brillaban por su ausencia en los contenidos de la enseñanza y eran reducidos en el proceso de enseñanza al marco motivacional para ejercer el “apostolado” inherente a las funciones del ser médico, que reforzaban una y otra vez, en sus contextos formadores, promoviendo los afanes de lograr glorificarse como compensación a los conflictos mediante actos, heroicos, caritativos y asistencialistas; sin faltar el reforzamiento del pragmatismo del éxito profesional mediante el enriquecimiento derivado del perverso mercantilismo prevaleciente de la medicina. Faltaban en México miles de médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, promotores de salud y una gran cantidad de personal técnico médico y paramédico para la atención de la salud de la población en nuestro país que estaba con un incipiente desarrollo de su infraestructura hospitalaria, clínicas y centros de salud y con altas tasas de prevalencia de enfermedades infecciosas y parasitarias derivadas del modelo de atención que hacía énfasis en la curación y no en la prevención como eje central así como de los graves problemas socioeconómicos con sus lacras de injusticia, pobreza y marginación en las zonas urbanas y rurales que provocaba que mas del 50% de la población no tuviera acceso a la seguridad social y era considerada como población abierta que debería ser objeto de atención de la entonces Secretaría de Salubridad y Asistencia. Las políticas sanitarias tenían además de poca inversión del estado una amplia brecha de financiamiento entre la SSA y las instituciones de seguridad social que integraban el sector salud y navegan entre el asistencialismo y la atención curativa de las enfermedades. En tanto las Escuelas y Facultades de Medicina públicas aplicaban rigurosos exámenes de selección que sólo servían para justificar el rechazo de miles de aspirantes, mantener el elitismo profesional y fortalecer los cotos de poder de grupos médicos conservadores inmersos en intereses mercantilistas asociados a las empresas trasnacionales de la industria farmacéutica y de la tecnología biomédica, quienes discrecionalmente les apoyaban como fundaciones “humanistas” en sus proyectos educativos y de investigación al margen de la ley y la ética médica que en sus países no cumplían con sus marcos jurídicos regulatorios, algunos como los de Nuevo León llegaron a convertirse en un grupo de poder político que fue capaz de mantener su poder autoritario en la Universidad Autónoma de Nuevo León, poniendo y quitando rectores, durante mas de 15 años, y que desde entonces define las políticas de salud publica en el estado. Algo semejante sucedió en las Escuelas Nacionales de Medicina de la UNAM, del IPN y en la mayor parte de los estados más importantes como Jalisco, Puebla, Sinaloa y Veracruz. En este contexto iniciamos un grupo de estudiantes y maestros en Nuevo León, en 1971, una lucha por la reforma de la enseñanza de la medicina que se inicio con la exigencia del acceso a la educación médica eliminando los obstáculos elitistas que representaban los exámenes de admisión. Ante la negativa de la Facultad de Medicina de la UANL de acatar ese acuerdo de las máximas autoridades erigidas en el Consejo Universitario se crearon instalaciones y se doto de infraestructura minima para el funcionamiento de las Aulas Anexas de esa Facultad que luego en 1973 integraría los “Fundamentos y Bases Programáticas para una Reforma en la Educación Medica” que modificaría radicalmente los objetivos y contenidos de la enseñanza de la Medicina en México. Esta reforma buscaba transformar el ejercicio de la medicina para convertirla en un elemento promotor del desarrollo comunitario, donde el médico lograría un cambio de mentalidad, con una formación integral que abarcaría todos los ámbitos del conocimiento biopsicosocial haciendo énfasis en la Medicina Social, como fundamento primordial para el ejercicio de la medicina en cualquiera de sus áreas. Teníamos la convicción que el elemento humanista formaba con el técnico y científico una triada indisoluble para el ejercicio de la medicina, donde los elementos sociales constituyen el cimiento más importante para la formación del futuro médico(2). Resulta que en el marco de la guerra sucia que la derecha conservadora hacía contra todo lo que significaban “fantasmas del comunismo”, donde su fanatismo le llevaba a combatir todo aquello que según ellos se asociaba con ideas sociales, comunitarias o socialistas y siendo nuestro eje central la enseñanza de la medicina social no tardamos en convertirnos en sus victimas, así nos retiraron el financiamiento, el reconocimiento legal de los estudios y el inmueble que ocupábamos. La férrea convicción de nuestras ideas, principios y valores nos llevo a asumir los riesgos inherentes a esta situación iniciando un proceso autogestionario que nos permitiera lograr los objetivos institucionales que pretendíamos para la formación de médicos en el contexto de la deshumanización y el mercantilismo prevaleciente del ejercicio profesional de la medicina. Fue vital el apoyo de directivos y maestros, muchos de ellos con un gran reconocimiento profesional y social en nuestro estado, quienes no cobraron un solo peso para el desempeño de sus funciones, su solidaridad fue inédita en la historia moderna de la enseñanza de la medicina no sólo en nuestro estado sino en todo el país, asumieron riesgos hasta de represión laboral en sus instituciones por este apoyo que nos brindaban. El hecho es que nuestro plan de estudios innovador luego se convirtió en un pretexto para obstaculizar el reconocimiento legal de nuestros estudios y luego de una larga lucha política de ocho años, dos años después de egresada la primera generación, logramos el reconocimiento necesario, condicionado a no admitir mas generaciones, lo que nos permitió a los egresados ejercer legalmente la profesión y continuar con los estudios de postgrado en todas las instituciones del país, con la excepción de la misma Universidad Autónoma de Nuevo León, donde al detectarse algún egresado de nuestra escuela era inmediatamente expulsado arbitrariamente por la barbarie de sus autoridades. Finalmente logramos la formación de siete generaciones, egresando un total de 223 médicos que lograron integrarse al sector público de la salud, una gran mayoría a la SSA, que iniciaba el Programa Nacional de Atención a Áreas Marginadas, otros al IMSS y el ISSSTE en el marco de la medicina familiar, donde se proporciono un excelente espacio para el ejercicio de nuestros egresados que les distinguía además de su formación integral competitiva, el humanismo de la medicina social, producto de su formación. En esa misma decada, el mes de mayo de 1974, un grupo de médicos de la UNAM iniciaron las actividades docentes del Programa piloto de Medicina General Integral Plan A-36 de su Facultad de Medicina donde “el problema de la educación médica se focalizó en el hecho de que los egresados no estaban adquiriendo la capacidad para actuar como médicos generales, definidos como los profesionales orientados a la solución de los problemas de salud más frecuentes como la prevención, diagnóstico, tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de los pacientes mediante los recursos del contacto primario que no requieren del concurso de personal o equipo especializado”. En 1991, se inició en la Facultad de Medicina el análisis de la pertinencia y viabilidad de fusionar los dos planes de estudio vigentes: el Programa de Medicina General Integral Plan A- 36 (que se mantenía como un proyecto piloto con los mismos objetivos, examen profesional y título que el Plan 85) y el Plan de Estudios 85, concluyendo en El Plan Único de Estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se aprobó en el año de 1993 (3). Así finalizaba el Plan A-36 como intento de reformar a fondo la enseñanza de la medicina en la UNAM. Luego se sumarian en el país las reformas realizadas a los planes de estudios de las Facultades de Medicina de la Universidad Autónoma de Puebla, el Plan del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud (CICS), Unidad Milpa Alta, del Instituto Politécnico Nacional, Universidad de Veracruz y La Universidad Autónoma Metropolitana, entre otras, donde se intentaría que el plan de estudios contemplara a la comunidad como un escenario educativo desde los primeros semestres de la enseñanza en el marco de la organización para la enseñanza de módulos articulados a sistemas y con ejes curriculares verticales con objetivos de aprendizaje para fortalecer la presencia del conocimiento científico en los diferentes ámbitos biopsicosociales de los procesos de la salud y la enfermedad. La mayor parte de las escuelas y facultades de medicina seguirían con planes y programas de estudio que hacían énfasis en la enseñanza tradicional de las denominadas ciencias básicas y clínicas, con algunas incorporaciones de asignaturas correspondientes a la salud pública como medicina preventiva, epidemiología y del área de la sociología, la antropología e historia de la medicina que les fundamentaban supuestas reformas académicas consecuentes con los anhelos y propuestas que prevalecían en esa década de los setentas; la praxis pedagógica de las teorías innovadoras como el constructivismo y el cognoscitivismo y las teorías asociacionistas conductuales estaba además muy lejos de integrarse en los procesos de aprendizaje, prevaleciendo las técnicas didácticas tradicionales de la enseñanza que asumían la pasividad del educando donde destacaba la memorización libresca de los contenidos de la enseñanza. Luego en la década de los noventa, cuando la enseñanza médica fue influida por la Declaración de Edimburgo de 1988 de la Federación Mundial de Educación Médica (World Federation of Medical Education)(4), destacaba el hecho de que la formación clínica adquirida por los estudiantes de medicina en los grandes hospitales universitarios parece ser responsable de su preferencia por la tecnología y los conocimientos biomédicos o científicos más recientes; de la pérdida de su atención e interés por los aspectos sociales de la medicina como la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad; y de una cierta obsesión por la curación de las enfermedades más que de una clara disposición hacia la atención integral de la persona sana y enferma. Los cambios a los programas y planes de estudio fueron incorporando objetivos de aprendizaje relacionados con las ciencias de la comunicación, la tecnología de la informática, la ética, la medicina basada en evidencias, la epidemiología clínica; continuando la definición curricular las asignaturas básicas de corte tradicional como la anatomía, fisiología, embriología, farmacología y las denominadas clínicas y quirúrgicas de las diferentes especialidades prevalecientes de la medicina. El boom de las teorías de calidad empresariales, del neoliberalismo, iniciaron su influencia en las escuelas y facultades de medicina y sus conceptos fueron asimilados en la denominada filosofía de calidad que se integraba como estrategia fundamental para lograr la excelencia en la función educativa para la formación de los médicos. La pedagogía de la enseñanza médica, incluyendo el diseño curricular es influida en el contexto de la tecnología educativa vinculada con la psicología conductista, la filosofía pragmática y la sociología empresarial con sus esquemas deterministas sustentadores de las competencias profesionales, surgen así las acreditaciones que se integraron además como estrategia de regulación para legitimar el funcionamiento de las escuelas y facultades dedicadas a la enseñanza de la medicina y la regulación del ejercicio profesional de los médicos. El crecimiento vertiginoso de escuelas de medicina, generalmente privadas, que no reunían los requisitos mínimos para sus funciones académicas, fortalecía esa necesidad regulatoria. Actualmente, según la Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades de Medicina de México (Comaem) existen 108 escuelas de medicina de las cuales poco más de 30% se han sometido voluntariamente a procesos de acreditación. En la actualidad, el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica reporta sólo el 60% de programas de educación médica acreditados en el país; persiste la falta de una regulación al respecto y se sigue permitiendo abrir escuelas de medicina que no reúnen los requisitos mínimos de calidad académica. Era escasa además la influencia de la escuela americana de educación médica encabezada por La Medical School de la Universidad de Harvard que a finales de los ochenta había logrado un innovador nuevo plan de estudios denominado “New Pathway in Medical Education” (5), que hacía énfasis en una fuerte formación en medicina social, el dominio metodológico de la epidemiología clínica y los aspectos de la salud global así como el desarrollo de las capacidades de comunicación con el paciente y el profesionalismo, promoviendo el desarrollo de la capacidad analítica, habilidades de adaptación y actitudes flexibles para promover individuos capaces de cambiar y aprender a lo largo de su vida profesional y no sólo el persistente dominio del núcleo de conocimientos de las ciencias biomédicas básicas y la buena formación clínica que prevalecía en los médicos egresados. Las exitosas experiencias de la educación médica cubana, después de su revolución, donde el eje central curricular se articulaba en la medicina social y la formación integral del médico solidario con su comunidad, fue y ha sido marginada por razones estrictamente políticas en el marco de los análisis y discusiones para la integración de propuestas de reformas de la enseñanza médica en nuestro país y sigue vedado tan siquiera como referente internacional de estos analisis, como sucedió en el marco del documento del plan de estudios 2010 que la facultad de medicina de la UNAM elaboró como propuesta. En fin a principios de este siglo XXI, nuevamente se iniciaron o retomaron planteamientos de reforma a los planes y programa de estudios, como el referido de la de la UNAM, en cuyo propuesta se destacan como referentes internacionales las experiencias de la Gran Bretaña donde la educación médica se enfoca de conformidad con los lineamientos establecidos por el General Medical Council para el ejercicio profesional contenidos en el documento denominado Tomorrow’s Doctors (6), que insiste en la formación integral del estudiante y articular la evidencia en forma critica, el desarrollo de habilidades de aprendizaje y comunicación donde los sistemas de enseñanza y aprendizaje deben tomar en cuenta la teoría moderna de investigación en educación médica y emplear los avances de la tecnología cuando la evidencia demuestre que es efectiva. Otro referente fue la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, de la cual surgió el modelo propuesto como el estándar de oro por Abraham Flexner en 1910 y que propone un programa de estudios que pretende superar la polarización entre las ciencias básicas y la problemática social para generar una sólida formación científica a la vez que pone el acento en la prevención y combate a la enfermedad en el seno de la comunidad. Nuevamente se ausentan experiencias docentes latinoamericanas en el marco de las experiencias brasileña, cubana, venezolana, chilena y argentina que han estado inmersas en las transformaciones políticas y sociales, algunos en desde finales del siglo pasado. La realidad prevaleciente, mediante la revisión de la mayoría de los planes de estudio de las escuelas de medicina del país, es que sigue siendo vigente la propuesta de Flexner de principios del siglo pasado: una educación que hace énfasis en la enseñaza de las ciencias básicas, la clínica y las especialidades, donde se desdeña a la medicina social, prevalece la insuficiente articulación transversal en el curriculum del paradigma biopsicosocial como fundamento de la salud y los procesos de atención en la medicina lo que provoca que las ciencias biomédicas, sociomédicas y de la conducta no sean integradas de manera armónica en tiempos y contenidos ya sea de manera modular o por asignaturas y provocan que se vinculen de manera deficiente con la práctica clínica en la promoción, preservación y recuperación eficaz y eficiente de la salud en individuos y poblaciones. Además se dificulta el pensamiento crítico, la práctica reflexiva y la educación continua en la solución de problemas de salud así como la aplicación de la mejor evidencia científica en la toma de decisiones clínicas y al integración del conocimiento científico-humanista amplio, profundo y actualizado que le permita brindar lo mejor de la cultura y la ciencia y emplearlo adecuadamente en la investigación para provecho de la población misma. Resulta así un medico con deficientes capacidades para atender integralmente mediante el denominado enfoque clínico-epidemiológico y social, de promoción a la salud y preventivo, sin una cosmovisión que incluya un nueva mentalidad médica donde se haga patente el compromiso con el inalienable derecho a la salud de la comunidad, el abandono del afán pragmático del éxito, orientado por los valores colectivos y no por el afán de lucro, que entienda que en la sanidad cuando el dinero se convierte en objetivo principal todo el mundo acaba perdiendo y que su acción profesional trasciende por la inherente solidaridad muy distante del acto caritativo. Esto requiere como lo refiere Julian Tudor “abandonar la cultura tradicional, profundamente arraigada, del dominio de los médicos y la sumisión de los enfermos, que se expresa de la mejor manera a través del paternalismo y de la peor por medio del comercio que, de manera sistemática, ignora, minimiza y malversa la siempre necesaria, pero habitualmente invisible, contribución de los enfermos al diagnóstico y al tratamiento” (7) La evolución de la educación médica en México debe estar en congruencia no sólo con el desarrollo de la ciencia, la tecnología, la informática y especialmente de la pedagogía sino además con el anhelado desarrollo social, económico, político y de la democracia participativa por la que luchamos. Con el advenimiento de nuevas formas sociales y la intervención de la vida democrática en el quehacer cotidiano, la salud ha pasado a ser un derecho del hombre, entre otros, con la consecuente necesidad de que los médicos superen su apatía para la participación solidaria y fraternal contra todas las conductas que obstaculizan el ejercicio de estos derechos y contra toda forma de explotación que deshumanizan nuestra sociedad y obstaculizan el bienestar humano. Contribuyamos a superar el analfabetismo político que prevalece en la mayoría de los médicos, sobre todo los que están inmersos en la cultura de los negocios y del consumismo en los diferentes ámbitos de la medicina, algunos como docentes, otros como directivos, de las escuelas de medicina publicas de nuestra país que siguen entrampados en sus redes de intereses políticos y económicos de grupo y muchos en las escuelas privadas funcionando fraudulentamente, con sus intereses claramente mercantilistas, sin capacidades en su infraestructura material y docente, con planes y programas de estudios desfasados de las necesidades actuales y de las innovaciones necesarias para lograr la formación de médicos que nuestra patria requiere.


Cuanta razón tenían los diferentes funcionarios educativos del régimen que nos gobernaba en el periodo de la década de los setentas y ochentas del siglo pasado cuando nos decían, en el marco de nuestra lucha por la reforma de la educación medica en las Aulas Anexas de Medicina, que nuestra propuesta de la Medicina Social como fundamental en la formación del médico no podía entenderse porque estaba adelantada a la época, sí a su época de retroceso y obstáculos que continúan ejerciendo dañando a nuestra sociedad impunemente.


Referencias Bibliograficas

1.- Vicedo Tomey Agustín “Abraham Flexner, pionero de la Educación Médica” Rev. Cubana Educ. Med. Sup. 2002; 16(2):156-63. En Internet: http://bvs.sld.cu/revistas/ems/vol16_2_02/ems10202.htm.

2.- Instituto de Ciencias de la Salud. “Fundamentos y Bases Programáticas para una Reforma en la Educación Medica. 1973. Impreso en Monterrey, N. L. México.

3.- UNAM. Plan de Estudios 2010 y Programas Académicos de la Licenciatura de Médico Cirujano. En Internet: http://www.facmed.unam.mx/marco/index.php?dir_ver=16

4. W F M E. Federación Mundial de Educación Médica en Internet:



5.- The New Pathway MD Program en: http://hms.harvard.edu/pme/newpathways.asp.

6.- Tomorrow's Doctors (2003) en internet:


7.-Tudor, Julian. La Economía Política de la Sanidad, Una Perspectiva Clínica. Ediciones GPS Madrid. Febrero del 2009.

viernes, 25 de marzo de 2011

PRD, IZQUIERDA Y PARTIDOS POLITICOS EN MEXICO

A propósito de la indignación y vergüenza que provocaron los comportamientos de la mayoría los lideres integrantes del Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática, en el proceso de elección del nuevo Presidente y de su Secretario General el pasado fin de semana, así como de los entronados lideres morales y dirigentes sociales de las diferentes corrientes existentes al interior; algunos por su silencio cómplice, otros por prostituir su libertad, los mas por asumir posturas muy distantes de sus principios e ideologías revolucionarias que en este momento contribuyen no solo a la degradación del quehacer político partidista sino además de alejarse de las necesidades exigentes de la profunda transformación política, social y económica que requiere nuestra patria. Sus intereses personales mezquinos de conservarse con el “podercito” privilegiando ser socios minoritarios como lo dijo Octavio Rodríguez Araujo en su columna de esta semana en el periódico La Jornada, están muy alejados del activismo político revolucionario que el país necesita. Estúpidamente siguen peleando sus posiciones en el aparato del partido, luchando rabiosamente por las diferentes secretarias, para posicionarse y extender la lucha para las siguientes candidaturas, obtención de puestos y demás prebendas, que con un mínimo de congruencia envilecerían a cualquier militante y mucho mas a estos dirigentes que tienen un historial de grandes disfrutes y mejorías en su bienestar económico y patrimonial viviendo de la política a costa del erario público. Hubiera sido mas digno discutir y consensar el programa político del PRD en la coyuntura actual y no dar un solo paso atrás en el respeto incondicional a sus estatutos y documentos básicos, en un ejercicio plenamente democrático, libre, sin las lacras de la sumisión ordenada por los lideres de las tribus y luego que los candidatos fueran evaluados racionalmente por los consejeros en el marco de sus propuestas trasformadoras del partido para posteriormente mediante el voto incondicionalmente libre y secreto se expresara su decisión, lejos de los prevalecientes intereses de los cuestionados dirigentes y funcionarios públicos que como Marcelo Ebrard están acostumbrados a la cultura del oportunismo priísta. Mas digno hubiera sido el retiro total de este proceso de los compañeros “antichuchistas”, sacrificando los costes políticos de esos “podercillos”, e iniciar un gran movimiento nacional de rescate del partido, y salirse del circulo perverso de la legitimación de esa izquierda enquistada con sus practicas políticas satelitales del gobernante en turno.

Desde que las reformas electorales se integraron en el siglo pasado como posibilidad de acceso al poder en nuestro país y con ello legalizar y financiar las actividades políticas de las organizaciones, partidos y los dirigentes políticos, se deterioro el activismo honroso sustentado en ideologías, principios y valores que enarbolaban con orgullo los luchadores de izquierda en sus diferentes corrientes liberales, socialistas o comunistas. Los activistas acostumbrados no sólo a sobrevivir en medio de las carencias materiales y económicas sino además a financiar precariamente las acciones de sus movimientos empezaron a vivenciar los satisfactores hedonistas de la buena vida materialista de los estilos burgueses que odiosamente combatían. En tanto el estado complementaba estrategias para fortalecer este control de los opositores y sus bases integrándolos a sus acostumbradas redes clientelares y corporativas, simulando respetar su organización y sus ideologías, gustosamente financiadas con sus programas de las dependencias de gobierno correspondientes, sobre todo los derivados de la Secretaría de Desarrollo Social, la Secretaría de Gobernación, los Gobernadores de los Estados en turno con quien hasta se podía negociar políticamente el ejercicio de la justicia de conformidad con los intereses del Estado. Esta estrategia se complemento con la integración de dirigentes e intelectuales en plazas de maestros, investigadores, académicos, directivos, como funcionarios, asesores y/o el suministro de apoyos financieros en sus proyectos empresariales o sociales.

El bienestar y crecimiento patrimonial de la mayoría llegó a niveles muy alejados de su realidad, si este fuera producto del ejercicio honesto de sus profesiones y oficios y si se tuvieran que invertir en los gastos para el activismo político. Por otra parte se sumaba el poder asumido en el enaltecido trato de los aparatos burocráticos del poder, desde una simple regiduría, diputado local, diputado federal, senador de la república hasta el simple trato de señor secretario o las adulaciones banales derivadas de sus liderazgos y el suministro de las prebendas y favores derivadas de sus gestorías y las graciosas concesiones de los funcionarios y gobernantes terminaron por menoscabar sus integridades y los valores básicos de la humildad, la congruencia, honestidad y humildad, supliendo la generosidad por las dadivas y el glorioso sentimiento de sus actos caritativos derivados de su empoderamiento que les ha permitido mantener sus incondicionales apoyos de sus seguidores en una lealtad que pervierte el valor de la solidaridad humana. Así como le neoliberalismo ha degradado este valor fundamental para el desarrollo humano mediante el mercantilismo deshumanizante del dios mercado, ellos han contribuido al retroceso del desarrollo humano con sus conductas degradantes del quehacer político integrando el valor del uso de las personas de conformidad con sus mezquinos intereses. La educación política integrada en sus procesos de adoctrinamiento sólo les ha servido para tratar de justificar sus desviaciones y perversiones de sus conductas políticas, evitando la critica, evadiendo la autocrítica, fomentando la autocomplacencia que extienden a sus militantes de sus organizaciones para quienes el pensar y actuar en libertad y democráticamente esta vedado de sus personas so pena de perder los privilegios beneficiarios de su sumisión a la línea política de su grupo, organización o partido político.

El resultado ha sido la prevalencia de partidos y organizaciones políticas de la izquierda sin congruencia ni integridad política, inmersas en las conductas ignominiosas del clientelismo, el corporativismo, el pragmatismo ramplón, simuladores de la democracia, represores de la libertad, desdeñadores de la ley, del respeto a las normas internas y externas, sin ética política, desideologizados, con fundamentalismos y dogmatismos que al interior de sus instituciones provocan un primitivo funcionamiento orgánico, sectario, alejados del profesionalismo y de la calidad técnica en el desempeño de las funciones inherentes a las tareas políticas y administrativas de sus órganos directivos, con sus militantes, pero sobre todo con los problemas de los ciudadanos y los movimientos sociales, mas allá de las actividades con sus bases o sus organizaciones sociales que cabalgan en su seno.

Observemos como los principales partidos políticos de izquierda en nuestro país: el Partido del Trabajo (PT), el mismo Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el autodenominado de centro izquierda Partido Convergencia (PC) han sido victimas de las estrategias reformistas de los gobiernos emanado del conservadurismo primero encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y ahora por el derechista Partido Accion Nacional (PAN) que han logrado anquilosar los estilos de trabajo de sus dirigentes acotando los limites de su intervención en la lucha por el poder así como su funcionamiento libre, independiente y autónomo pero sobre todo congruente con sus ideologías políticas plasmadas en sus documentos básicos: estatutos, sus programas políticos, y los principios y valores políticos; además cuando han logrado victorias electorales sus gobiernos, con honrosas excepciones han siquiera intentado programas políticos de gobierno congruentes con sus contenidos de sus programas políticos.

Los partidos de izquierda continúan con su deficiente estructuración y operatividad permanente de sus máximas instancias de dirección y organización en todos los niveles, sin funcionamiento óptimo conforme a sus estatutos, reglamentos, su línea política y declaración de principios, lo que facilita liderazgos con direcciones centralizadas, autoritarias, sin democracia participativa, deliberativa; la perorata común, de sus lideres, es practicar la democracia con el funcionamiento colegiado que en los hechos es destruida por el nefasto pragmatismo. Su sólida construcción básica a partir de los denominados comités de base, secciones territoriales, la colonia, el barrio y las denominadas sectoriales han quedado como sueños guajiros producto de esta disfuncionalidad. Si a esto sumamos las debilidades de las capacidades ideológicas y organizativas de los dirigentes y militantes por la ausente formación política, el desconocimiento de sus documentos básicos y la inexistencia de escenarios de discusión y reflexión sobre los problemas del partido y de las políticas públicas, no es sorprendente el deficiente desempeño de los dirigentes y funcionarios en las actividades fundamentales de su partido y del ejercicio de las funciones legislativas y de los diferentes niveles de gobierno, a los que acceden, con sus capacidades disminuidas en sus propuestas y en la participación en escenarios de debate sobre los problemas políticos coyunturales en el contexto de la gobernabilidad. Son partidos donde las transgresiones son constantes con sus normas principios, valores e ideales del partido, derivando en las desviaciones del quehacer partidista: pragmatismo, clientelismo, autoritarismos y dogmatismos. Por eso en sus manejos financieros prevalece la deficiente austeridad, transparencia y rendición de cuentas; a sus dirigentes poco les importa el manejo profesional, con equipo técnico calificado, de las operaciones administrativas, contables y financieras del partido, no publican periódicamente y de manera abierta a todos los militantes la información del manejo financiero y patrimonial del partido; mucho menos el ejercicio eficiente de la fiscalización del gasto, salvo cuando esta en peligro por las auditorias del IFE o de los organismos electorales estatales.

El funcionamiento institucional de los partidos es obstaculizado además por su red de comunicación institucional interna y externa limitadas para las tareas partidistas, el primitivismo comunicacional en el que operan no ha incorporado eficientemente los avances de la tecnología de la informática manteniendo la deficiente comunicación entre sus militantes y órganos de dirección; acuerdos, tareas y la socialización de la información política partidista brilla por su ausencia; ni que decir de su red deficiente de relaciones y comunicación permanente entre ellos, organizaciones afines, ONG,s, sindicatos y su deficiente relación institucional del partido con todos los medios de comunicación del estado. Han sido tantos los años inmersos de los partidos de izquierda en la lucha electoral que paradójicamente no han podido lograr una sólida estructura electoral de sus partidos que garantice mínimamente que a su interior este bien elaborado su padrón de militantes que garantice elecciones internas limpias y democráticas; han sido continuos sus fracaso de sus campañas de afiliación permanente. Al momento de las elecciones han sido incapaces de lograr la cobertura con sus militantes de los funcionarios electorales que garanticen la defensa del voto, desde el representante de casilla hasta los representantes electorales del partido ante los órganos distritales y municipales, ni siquiera los resultados traumáticos del fraude electoral del 2006 motivaron para la solución de este problema que sigue vigente para las próximas elecciones del 2012.

Ha sido clara la ineficiencia como instituciones políticas de los principales partidos de izquierda en México por su inoperatividad cotidiana para su posicionamiento político ante la mayoría de la sociedad y el Estado, su escasa influencia en la formación de las políticas públicas, sus pobres resultados electorales, entrampados en las redes del poder de la oligarquía y sus gobernantes y con ello contribuyendo a obstaculizar el desarrollo social y democrático de nuestra patria. Los lideres siguen entrampados en las redes del poder, con sus vulgares ambiciones, sucumbiendo a la corrupción del enemigo político, temerosos de perder sus posiciones y "podercillos" en el reparto de sus puestos de las burocracias partidistas, la búsqueda de las candidaturas de mayoría y de representación proporcional en las elecciones y el control clientelar y corporativista de sus organizaciones y bases populares.

martes, 15 de marzo de 2011

LA CORRUPCION EN LOS POLITICOS.

La semana pasada se desarrollo en nuestro páis la cuarta Conferencia Mundial de Parlamentarios contra la Corrupción (GOPAC) que preside en México el panista Ricardo García Cervantes, en su acto inaugural los funcionarios públicos y legisladores asistentes de todo el mundo se pronunciaron por cerrar filas contra la corrupción en un plan de “cero tolerancia”, García Cervantes explico “toda vez que este mal “desgasta poco a poco el régimen institucional y sólo con acciones decididas se erradicará su presencia, dejó en claro que la corrupción es la principal causa de la pobreza que a su vez propicia el tráfico de personas, la inseguridad y la delincuencia”.

El secretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, hizo ver que “la corrupción es uno de los mayores obstáculos para el funcionamiento participativo de la democracia y señalo además que este mal no está vinculado a un sistema de gobierno, a una región o mucho menos a una forma de pensamiento, es global y requiere de estrategias coordinadas e innovadoras para atacarlo y que sin lugar a dudas, la mejor forma de combatirla es siendo intolerantes a los actos corruptos”. En esta misma reunión el priísta Manlio Fabio Beltrones dijo que “los legisladores están obligados a ser más receptivos a la demanda social y estar más atentos a la función legislativa de fiscalización y control de las cuentas públicas y que una importante lección de los actuales acontecimientos es que ninguna estabilidad es duradera y justa si se funda en la transgresión de los derechos humanos y tampoco sirve de mucho hacer nuevas legislaciones si el entramado jurídico acabado no se acompaña de la voluntad política de los gobernantes para atacar en serio a la corrupción”, sentenció. Por otra parte el coordinador de los senadores del PRD, Carlos Navarrete, sostuvo que el origen de la corrupción data del régimen priísta “por el sistema de gobierno y el estilo personal de gobernar”. Remachó: “Tanta concentración de poder en un solo hombre y con un solo partido gobernando por tanto tiempo, propició que a lo largo de siete décadas se generaran prácticas en la clase política y burocrática que favorecieron prácticas de corrupción extremas inmemorables”.

Tres opiniones representativas de personajes políticos mexicanos, de los principales partidos que nos gobiernan, que intentan asumirse como paladines anticorrupción y con todo un historial de participación en conductas corruptas que tal parece que por estar enmarcadas en sus vidas políticas donde destaca la inexistente sumisión a la ética, los exenta de responsabilidad y los enaltece para estar en posición de denunciar, criticar y proponer sobre este tema que con facilidad disocian de su integración en el seno de su personalidad y de sus trascendentes poderes que ostentan y/o han ostentado para haberla promovido en el seno de las organizaciones, grupos y sociedades donde han tenido esa oportunidad para influir en contra de la cultura de la corrupción.

En la lucha contra la corrupción, se es o no se es corrupto, no hay poca o mucha acción corrupta transgresora de la honestidad y responsabilidad que los funcionarios protestan cumplir ritualmente proyectando cumplir con las leyes que les enmarcan los códigos de conducta inherentes para su buen desempeño y que luego cualquier alteración, contagio, perversión, un vicio o mala costumbre, que se manifieste con la burla reiterada y generalizada de las leyes reguladoras de la administración del Estado teniendo como fin principal, obtener beneficios para ellos mismos o para terceros se define como corrupción. Son conductas que pueden ser coercionadas por medio del chantaje, soborno y el enriquecimiento ilícito; se apartan de los deberes formales de un cargo público, en busca de beneficios pecuniarios o de posición (camarilla, personal, familiar o privada) que conciernen al interés privado o que viola las normas que coartan ciertos tipos de conductas tendientes al interés privado. La definición general que prevalece en los diccionarios la enmarca en la inducción a un funcionario político por medio de prestaciones impropias a cometer una violación de su deber, cambiando la naturaleza de una cosa volviéndola mala, privándola de la naturaleza que le es propia pervirtiéndola.

La corrupción en los gobiernos es solapada por los partidos y las denominadas organizaciones no gubernamentales con el afán de conseguir permanencia en posiciones de poder y/o seguir siendo beneficiarios de las prebendas que los acotan en sus libertades, esta ha sido la estrategia de los oligarcas en el poder para reciclarse en los gobiernos desde las etapas posrevolucionarias hasta la fecha. Entre las conductas corruptas mas prevalecientes han estado: el uso los dineros ilícitos provenientes del narcotráfico, de personas de dudosa reputación; vinculados a la delincuencia organizada, empresas ilegales, o interesadas en monopolios o evasión de impuestos quienes promovieron, financiaron y aportaron para que sus candidatos llegaran a obtener la posiciones mas importrantes, entre ellos la presidencia y gubernaturas de los estados, gracias a los esfuerzos económicos suministrados por ellos. El nombramiento de funcionarios en los cargos de importancias de su gobierno o en posiciones claves dentro del manejo económico, o de poder a personas de reconocida o dudosa reputación y a quienes la opinión pública señala por sus amplias ejecutorias delictivas y corruptas. El ejercicio asiduo del clientelismo político, para favorecer intereses de quienes haciendo parte de los congresos salieron favorecidos con las mismas tesis políticas o grupistas. que en términos generales, este clientelismo consiste en intercambiar favores y cargos entre electores y elegidos, que son los clientes o entre nominadores y nombrados en los cargos con contra prestaciones mutuas que se pretende son inherentes al negocio de la política. El "Nepotismo" o favorecimiento de familiares o allegados para ejercer cargos dentro de sus ámbitos de poder en cualquier dependencia financiada del gobierno. El desvío de dineros provenientes del erario público, los peculados por destinación de los auxilios disfrazados, y los traslados presupuestales o de cuentas secretas los cuales engrosaron sus cuentas personales; La manipulación de los medios de comunicación para frenar publicaciones de hechos irregulares o la contraposición a los mismos asignándole jugosas sumas de dinero por publicidad necesaria o en cifras superiores a las tarifas establecidas; asesores de imagen etc. Transacciones de orden internacional con otros gobiernos o con empresas particulares de gran influencia y capacidad económica con oscuros intereses, sobornos y favorecimiento o parcialización en la adjudicación de contratos. Ejercer presión, conceder beneficios o intervenir por cualquier mecanismo sobre determinaciones de orden judicial para presionar una condena exagerada, ocultar o rebajar penas de acuerdo a los intereses personales o grupistas. Utilización de dineros del erario público para cubrir gastos personales, encubriéndose en viajes supuestos de trabajo para disfrutar el turismo. La destinación y desvió de partidas presupuestales en favor de fundaciones ficticias o de amigos y parientes cercanos. El engaño generalizado sobre sus electores que esperanzados en las tesis políticas expuestas durante las campañas veían en el personaje la luz de esperanza a sus problemas y necesidades más sentidas, siendo incumplidas en su mayoría. La carrera administrativa que supuestamente es un filtro para evitar el ingreso de mediocres e inmorales, para prever cargos con personas especializadas o idóneas, es frecuentemente una fuerza en la que se imponen las recomendaciones. Por el contrario, entre una buena gama de funcionarios dignos y capaces se ha colocado una variada fauna de expertos en toda clase de triquiñuelas que las saben utilizar muy bien para alzarse con los bienes públicos y para sostener la maligna influencia de los políticos inescrupulosos. Los políticos en el poder se reparten las entidades del estado como si fueran propias a nivel nacional; y en la misma proporción a nivel regional y local.

En el marco del funcionamiento de los congresos, el clientelismo y el corporativismo son las dos grandes lacras que fomentan los oligarcas en sus conductas corruptas, Constituyen tan eficaces instrumentos de la clase política para mantener su poder y sus prebendas, que para muchos de sus miembros se han convertido en la clínica o principal herramienta de su labor política. Adjudicación de pensiones y asignaciones de retiro a funcionarios de los congresos sin el cumplimiento del tiempo y edades exigidas. El turismo parlamentario de moda, el pago de nominas inexistentes, el abuso con los gajes del oficio, pasajes viáticos, teléfonos, vehículos oficiales, seguros de gastos médicos, reembolsos de la gestión, son sólo ejemplos del dispendio y abuso en la función de los senadores, diputados federales, locales y hasta regidores de los municipios de nuestro país. El gobierno negocia con los congresistas privilegios, cargos,las leyes y en otras oportunidades para que estos delincan y abusen a cambio de que en las cámaras le aprueben sin muchos cambios los proyectos de ley que aquel les presenta y para que no lo fiscalicen en exceso.

Por algo remata Porfirio Muñoz Ledo en declaraciones, esta semana, al periódico Universal: aunque refiere que el no ha hecho ninguna tranza, sin exentarse de otras forma de corrupción, afirma con contundencia: “México ha dado las más grandes camadas de políticos millonarios de los últimos 70 años. La gran tara de la acción política es la corrupción la acción política está anclada a la corrupción. Se perdió la dignidad y se perdió también el contacto con la gente”. Para luego calificar a la clase política mexicana como dirigentes de “inmorales”, “descarados”, “pillos”, “ladrones”, “cleptócratas”, “bestialmente corruptores” y “raterillos vulgares”

Combatir el cáncer de la corrupción persistente de los políticos en México, no sólo debe quedar en el reconocimiento de esta enfermedad sino de la atención agresiva, con cero tolerancia a los comportamientos deshonestos, empezando con estos políticos que nos proyectan con cinismo sus declaraciones, sin ningún rubor de quienes han sido actores asiduos de la corrupción, beneficiarios de la existencia de esta enfermedad en el sistema político mexicano que ha obstaculizado el desarrollo democrático, humano y social de nuestro país.

viernes, 11 de marzo de 2011

A CIEN AÑOS DEL DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER EN MEXICO

Hace cien años la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres de carácter internacional y como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer, además para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. En el siguiente año en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza y EU, además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, se exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral y durante 1913 y 1914 en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial. Las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913, en el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres y de ahí siguió en todo el mundo esta fecha vigente para recordar, promover y fomentar esta lucha por la igualdad de las mujeres en el mundo. Es un día convocado históricamente por la izquierda y las fuerzas progresistas de todo el mundo, que algunos lideres y lideresas de derecha han tenido que asumir y sumarse al concierto mundial de las demandas de respeto a los derechos de la mujer y a sus condiciones de equidad de genero en todos los ámbitos de la vida humana desde la política, la cultura, la economía, el trabajo hasta la salud y la educación que ellos mismos con su conservadurismo promovieron y fomentaron con políticas legislativas que derivaron en modelos de explotación patriarcal con sus lacras de cultura machista y misógina que lamentablemente sigue presente en las interacciones necesarias de la diaria convivencia y con mas vergüenza e impotencia cuando emanan de actos de autoridad de funcionarios y gobernantes: por ejemplo en torno a las múltiples victimas de los feminicidios en nuestro país, a la constante explotación laboral y acoso de las trabajadoras y el lento burocratismo con el que aplican las leyes existentes para la protección de sus derechos y el de sus familias.

Así sin el menor rubor, con cinismo y desvergüenza los lideres políticos, sindicales, los gobiernos y sus funcionarios responsables de las políticas de genero nuevamente nos inundaran con su conocimiento del problema, harán gala de sus discursos sobre los problemas prevalecientes en nuestro país y en nuestro estado sobre la desigualdad, la violencia familiar, laboral y la persistente discriminación; llegaran al extremo como Fecal, el presidente espurio que nos gobierna, de reconocer la verdad, según el innegable al informar ante los medios “en México aún vivimos en una sociedad machista, persisten prejuicios y actitudes que frenan el desarrollo de las mujeres. Por desgracia aún hay muchas mujeres ignoradas, discriminadas, golpeadas y asesinadas; siguen siendo objeto de agresiones físicas, verbales, sicológicas y sexuales, y continúan prácticas de acoso y ofensa”. Sus corifeos como la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres: Rocío García Gaytán reforzaran con aderezos soflameros “la violencia femenina sigue siendo un tema lastimoso que nos avergüenza”. En fin, mas de 100 años de gobiernos priístas y panistas cuyas políticas de genero apenas iniciaron a finales del siglo pasado a desmantelar los marcos jurídicos patriarcales protectores de la impunidad de los machos y los misóginos, obstaculizadores del ejercicio de la justicia tanto en el marco de los derechos humanos de la mujer como en el acceso a los programas de atención a causa de la violencia del hombre y sus instituciones contra la mujer.

Es esa misma derecha conservadora que nos gobierna en México que sigue protegiendo los intereses de la oligarquía mediática que ostenta los monopolios de la televisión, la radio y la industria del entretenimiento y que no deja de estar produciendo sus contenidos llenos de estereotipos de la mujer ideal como objeto de uso, abnegada y martirizada que con sus necesarios sufrimientos del trato patriarcal y masculino alcanzara sus glorias del éxito encumbrándose a los niveles altos de sus metas donde lograra satisfacer el hedonismo placentero de sus satisfactores materiales no importando las condiciones ignominiosas de los costos. Los guiones que una y otra vez se presentan en sus estúpidas telenovelas, sus barras de entretenimiento, sus talk shows, sus comerciales, sus películas y en sus noticiarios siguen explotando sus tragedias en manera obscena e impune, su moral sigue subsumida al dios dinero que les otorga el rating. Son explotadores de la feminidad vulgarizando y degradando el erotismo con sus expresiones alburescas, sarcásticas e irónicas que complementan con expresiones sentimentales cariñosas que pretenden reforzar la supuesta inferioridad y su debilidad como mujer. En fin estos medios siguen siendo uno de los grandes obstáculos en la formación de los ciudadanos necesarios para que prevalezca la anhelada equidad de genero en nuestras sociedades, han llegado a empoderarse tanto que logran humillar a los políticos, gobernantes y funcionarios haciéndolos depender de sus favores mediáticos e impedir las reformas jurídicas necesarias en el marco de las telecomunicaciones y particularmente de las leyes de radio y televisión que permitan su funcionamiento en marco de competencias saludables que contribuyan al mejor desarrollo humano y social de nuestro país, donde la cultura de la equidad y la no violencia contra la mujer es uno de las aspectos fundamentales.

Luego en relación a la educación persisten en sus políticas con sus procesos pedagógicos insuficientes de integración del conocimiento para lograr la formación indispensable del alumno en la equidad de genero en sus materiales didácticos y además es reforzada porque los docentes no tienen la formación adecuada, derivada de sus formaciones inmersas en sus curriculums de sus carreras de origen, y con ello las habilidades y destrezas para lograr los objetivos de aprendizaje. Por si fuera poco se suman los modelos administrativos del tutelaje patriarcal que prevalecen autoritariamente ante la ausente democracia en sus escuelas, instituciones y el desastre caciquil provocado por los oligarcas del SNTE y los grupos de poder de las universidades públicas en complicidad con el gobierno que prevalece en el sistema educativo nacional. Si a esto agregamos la prevaleciente desintegración de la formación de los educandos en las áreas de humanidades, el panorama se vuelve sombrío en este aspecto del desarrollo humano, necesario para lograr las condiciones de igualdad y respeto a los derechos de las mujeres en nuestro país. La formación educativa para lograr la equidad de género será resultante de su integración transversal en los diseños y contenidos de los programas y planes de estudios, no como algo aislado, como un complemento, sino como un ámbito de la enseñanza que debe estar presente en la vida diaria del educando.

En el ámbito de la procuración de justicia siguen prevaleciendo jueces y magistrados ausentes de la formación de las teorías de genero, algunos claramente proactivos del machismo sin esconder su misoginia y que lamentablemente lesiona los derechos de la mujer, nuevamente asoma la ausente transversalidad del derecho con equidad de genero en la impartición de la justicia que se proyecta paradójicamente hasta en los centros de atención especializada para las víctimas femeninas creados por el estado para la adecuada impartición de injusticia para las mujeres. Los cambios legislativos han sido insuficientes, entre otros cambios sigue pendiente la integración del feminicidio en los códigos penales, la integración clara y concreta de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, además de facilitar los procesos de separación conyugal con la protección de la mujer. Los gobiernos siguen sin invertir los recursos financieros necesarios para brindar las condiciones de equidad necesarias en los procesos jurídicos donde están involucradas las mujeres y cuando han sido victimas de la violencia de los hombres sigue prevaleciendo modelos de atención reduccionistas desarticulados de la necesaria interdisciplinaridad que se requiere. Para ser una utopia la aplicación de las leyes que protegen a la mujer contra la violencia, siguen siendo trascendentes sólo cuando emergen tragedias que conmocionan a la sociedad y las autoridades reaccionan con sus discursos “esperanzadores” en la solución de estos problemas.

Y que decir de los Institutos de la Mujer que a nivel nacional y en los estados fueron creados como estrategia fundamental para la construcción de la cultura de la equidad de género en nuestras sociedades, su problema central ah sido su dependencia económica, política y administrativa de los gobernantes quienes les modulan sus acciones en la lógica de sus intereses políticos por lo cual no pueden realizar acciones trascendentes ni siquiera de denuncia o descalificación sobre los comportamientos mas ignominiosos, promotores del mas primitivo machismo que ordinariamente prevalecen en políticos, sindicatos, empresas, medios de comunicación e instituciones educativas. Inmersos en la lucha contra la violencia que afecta a las mujeres, se han ausentado de la protesta trascendente en la discriminación política, laboral y profesional de la mujer en nuestra sociedad; mas criticable ha sido la integración de los modelos patriarcales autoritarios en su funcionamiento institucional que como en el caso de Nuevo León fue denunciado por destacadas intelectuales feministas que fueron violentadas en sus derechos por atreverse a afrontar el autoritarismo prevaleciente. El feminismo en sus instituciones parece estar reducido a las actividades académicas y científicas para la difusión y su discusión intelectual pero prohibida como estrategia de acción en el seno de la sociedad para lograr la anhelada transformación de la cultura machista y misógina prevaleciente. Son loables y trascendentes sus acciones y estrategias jurídicas y educativas que han integrado para la promoción y fomento de la igualdad de la mujer, logrando transformar leyes en nuestro estado, necesitan dinamizar su funcionamiento con la autonomía e independencia necesaria que les permita ser congruentes con los principios y valores inherentes a las políticas de genero que con justa razón defienden y promueven en los escenarios de discusión nacionales e internacionales

En los derechos políticos sigue prevaleciendo el abuso descarado e impune de todos los partidos políticos al simular cumplir con las leyes sobre la equidad de genero en las candidaturas, las registran y luego que toman protesta, las hacen renunciar para que un hombre sea el que ejerza la función del puesto político, lo deleznable es que algunas mujeres se presten a este tipo de maniobras. En la integración de los órganos directivos de los partidos y los puestos públicos de gobierno sigue pendiente lograr esta equidad de género en su integración. En los derechos laborales la mujer sigue siendo victima de la explotación, con menores salarios que el hombre, e integrada al desempeño de las tareas femeninas que patriarcalmente prevalecen en nuestra cultura empresarial. Esta sujeta a la exclusión por estados como el embarazo, lactancia, condiciones étnicas y de orientación sexual y debe integrarse al sometimiento patriarcal de sus directivos quienes persisten en ignorar el acoso en todas sus manifestaciones (sexual, psíquico, emocional, laboral) como abuso y transgresión de sus derechos elementales.

En fin, es obvio que como sociedad no tenemos mucho que celebrar por los lentos y escasos avances en la lucha por los derechos de las mujeres y en el desmantelamiento del sistema patriarcal machista que prevalece. En lo que tenemos que persistir es en reconocer y brindar homenaje a todas las mujeres y hombres del mundo que diariamente perseveran en sus acciones para lograr políticas de género fundamentales para nuestro desarrollo humano y social en nuestras sociedades.

viernes, 4 de marzo de 2011

INTELECTUALES HUMILLADOS

La semana pasada se informó que fue aprobado por una amplia mayoría de sus consejeros y vocales el proyecto de presupuesto del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte) al conseguir los vocales que sus respectivos gremios artísticos no sufrieran el recorte del 13 por ciento, anunciado a principios de año, logrando que las áreas de artes plásticas, cine, danza, fotografía, literatura, música y teatro mantuvieran el presupuesto del año pasado, que consiste en un millón 470 mil 300 pesos y que para este año se proponía que contaran con un millón 272 mil pesos, motivo por el cual habían iniciado un proceso de gestión ante el gobernador y el congreso del estado que concluyo en ese supuesto logro. Se destacaba además que persistía el recorte del 13 por ciento a los diferentes proyectos y áreas culturales y se mantiene así el aumento de 14 millones de pesos al gasto corriente (pago de nóminas e infraestructura del Conarte) según indicó Carmen Junco, presidenta del citado organismo. El presupuesto actual del Conarte quedará en 108 millones de pesos, de los cuales 64 se destinarán al gasto corriente, y los restantes 44 a difundir y apoyar las actividades culturales. Para el vocal de literatura, Armando Alanís, la situación no lo deja satisfecho pues a título personal consideró que los recursos siguen siendo insuficientes para los proyectos culturales que se deben ejecutar en el estado: “Las reducciones del 13 por ciento a los gremios ya no son tales y lo recuperamos. Estamos tranquilos pero inconformes porque ni el Gobernador ni el Tesorero nos han contestado”. Por su parte, el escritor Ricardo Díaz Vázquez refirió que la aprobación actual del Presupuesto “no se ve como una victoria” pues habrá que ir pensando “en un universo de tres años, cuales son las reformas y cual es el Consejo que se necesita ahora”. Por otra parte la poeta María Belmonte, directora de la Casa de la Cultura informo que el Centro de Escritores de Nuevo León tendrá que pasar un cumpleaños austero (en su cumpleaños 25) y con reajustes económicos debido a la disminución del presupuesto de la Casa de la Cultura y por no contar con un apoyo otorgado por la federación; al aprobarse el Presupuesto de Egresos 2011 del Conarte, el Centro de Escritores reajustará de cinco a dos el número de becas ofrecidas así como de 12 a 10 los meses de apoyo a los becarios. Al recorte Federal habrá que sumarle el reajuste del 13 por ciento en el presupuesto de la Casa de la Cultura, que pasó de un millón 118 mil pesos a 973 mil 774 mil pesos para este año.

El Conarte fue creado en 1995 como organismo público descentralizado del Gobierno del Estado y tiene como objeto: “propiciar y estimular las expresiones artísticas, la cultura popular y las diversas manifestaciones que propendan a la preservación y enriquecimiento de la cultura en Nuevo León; proteger, conservar y difundir el patrimonio cultural del estado; y promover los valores culturales de la sociedad nuevoleonesa”, de acuerdo a su pagina de Internet. El hecho es que desde su creación se ha enfrentado a las políticas presupuestarias marginales de los gobernantes que han privilegiado las políticas del control de los integrantes de los gremios artísticos en Nuevo León que alimentan a los escritores y artistas como intelectuales orgánicos aduladores del régimen y pervierten a los opositores al acceder a los apoyos financieros, becas y demás prebendas que en los hechos cooptan su libertad de pensamiento inhibiendo sus potencialidades no sólo creativas y artísticas sino su influencia en el desarrollo humano y social de nuestra sociedad. Hace meses fuimos testigos pasivos de sus diferendos en los medios con sus vergonzantes denuncias de abusos, desvíos de recursos, trafico de influencias, simulaciones y mentiras en el cumplimiento de sus responsabilidades sin que trascendieran propuestas de sus consejeros y vocales de los gremios artísticos que fortalecieran estrategias transformadoras para lograr lo enunciado en el objetivo referido. El año pasado cuando se iniciaba la discusión de esa disminución de su presupuesto ni siquiera lograron posicionar su protesta en la comunidad cultural del estado con la respectiva humillación grave de su recorte presupuestal, en lo que representa una extensión de la políticas del gobierno federal que encabeza el espurio Felipe Calderón donde prevalece el hecho, ya señalado por otros intelectuales del D.F., de que ''el país esta gobernado con la fuerza y no con la inteligencia", debido a que los recursos que se han quitado a la cultura corresponden a los que se han aumentado en las áreas de seguridad nacional.

La creación de Conarte coincide con las políticas dirigidas al congelamiento de los intelectuales, como lo ha referido Hermann Bellinghausen en sus artículos periodísticos de la Jornada, fortalecidas desde el salinismo con estrategias de financiamiento que socavan la libertad, la autonomía y la independencia tanto de los esfuerzos de las instituciones públicas y no gubernamentales, así como de los esfuerzos individuales. De tal forma que para los críticos opositores al régimen se les da la marginación y la exclusión de los apoyos materiales y financieros necesarios para sus producciones academicas y culturales de los presupuestos públicos y a los personajes sumisos que se alienan con el silencio cómplice o sus posturas criticas aderezadas que guardan las formas de la rebeldía aparente. Desde el salinismo se crearon y multiplicaron los sistemas nacionales de apoyo a los escritores, artistas, académicos e investigadores, incrementando las becas a las jóvenes promesas con sus residencias en las universidades de los Estados Unidos, los Países Europeos y los famosos premios anuales que han permitido enmascarar la intrascendente vida cultural de las nuevas generaciones que sigue trascendiendo por la extensa obra de los adorables viejos intelectuales y artistas de nuestro México. Desde entonces una gran cantidad intelectuales sobre todo de los marxistas oportunos y ortodoxos fueron integrados como becarios del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), el Conaculta y como miembros del sistema nacional de investigadores (SIN), la inteligencia de los neoliberales les llevo a la promoción de estas estrategias para así disminuir la influencia que los intelectuales históricamente tenían en los asuntos políticos, de ahí que en la actualidad su posicionamiento como agentes de cambio ha disminuido importantemente. Sus penosas realidades los llevan a elegir entre desarrollar su vida con plena libertad en el desarrollo de sus obras luchando por la sobrevivencia, condenados a ser poetas y pintores bohemios o escritores, académicos e investigadores subempleados con sus penurias económicas viviendo en el marco de carencias elementales conjuntamente con sus familias para mantener niveles de bienestar básicos; o integrarse a las redes de los apoyos gubernamentales, mejorando su nivel de vida con la posibilidad de ser reciclado por el sistema transformándose en expertos tecnócratas y hasta celebridades integradas al mercado del consumo en el marco de la publicidad, información y entretenimiento donde por obra y gracia de la televisión comercial y la prensa escrita logran posicionarse como supuestos intelectuales críticos del poder que no dejan de ser meros comentaristas y aduladores condescendientes de los gobernantes y funcionarios, alimentadores de prejuicios, renunciando a construir valores y pensamientos distintos, o como Mario Benedetti señalaba sobre los escritores y los intelectuales y su influencia minima que deben tener en todo caso, en las personas, en el ciudadano de a pie, porque el poder nunca acepta ser influido por la cultura, todos los gobiernos la desprecian, porque es molesta. El hecho es que la mayoría de los académicos, artistas e intelectuales de nuestra sociedad se han doblegado a las premisas de la oligarquía gobernante, aceptando indignamente las miserias económicas de sus apoyos insertos en los presupuestos de sus instituciones como ha sucedido en Conarte, han sucumbido al poder económico, mediático y político de la derecha. Algunos intelectuales cínicos mantienen vigente la celebre frase del líder “charro” Fidel Velázquez: “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, otros como figuras parlantes “racionalizan” las políticas reaccionarias contra los movimientos sociales, la lucha por la democracia, la desigualdad, los indígenas, los sindicatos y hasta estúpidamente promueven las acciones militarizadas en el marco de la sociedad violenta que padecemos. El papel de los grupos mafiosos en la cultura ha tendido desde finales del siglo pasado a hacer prevalecer a unos cuantos mediocres con discutibles méritos por sobre muchos intelectuales y artistas a los que han buscado ningunear, y luego justificar acríticamente al poder político y económico. Lo más patético de lo que acontece en el México panista actual es que esto se haga desde los intereses de la ultraderecha empresarial e ideológica, y que esas minorías de presuntos artistas, escritores y académicos parezcan obsesionadas en pretender que el modelo neoliberal que desmantela a la nación y empobrece a los mexicanos es la única vía hacia una imaginaria modernidad.

En fin su función pensante, sí su pensamiento, como nunca antes, está en otra parte. En un país con graves desigualdades y un analfabetismo funcional a la alza como política de Estado, el pensamiento activo no está allí, los intelectuales aduladores se enriquecen y autohalagan, aislados del mundo real que tan afanosamente tratan de desmentir. Es inteligente y necesario que la sociedad fomente la creación, la investigación y el pensamiento, que poetas, escritores, académicos y pintores sigan produciendo, que como intelectuales sean protagonistas de los procesos de transformación social como lo han ejemplificado personajes como Pablo González Casanova, Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II, Carlos Montemayor, José María Pérez Gay, Octavio Rodríguez Araujo, Luis Villoro, José Emilio Pacheco, Gustavo Esteva, Juan Bañuelos, Adolfo Gilly y muchos mas de la izquierda. En el desierto prevaleciente de la función pensante de nuestra sociedad, aun los intelectuales útiles de la derecha son necesarios para el pensamiento activo como Carlos Fuentes Enrique Krauze, Daniel Cosio Villegas, Octavio Paz, Luis Gonzalez, Hector Aguilar, y Gabriel Zaid entre otros.

Es mucho pedir que los intelectuales de nuestra sociedad asuman la tradición francesa de los enciclopedistas franceses que promovían la relación y el enfrentamiento con el poder y que fue llevada a su apogeo por Voltaire con su influencia en la opinión pública y su desafío a los déspotas ilustrados, solo esperamos que el intelectual desafíe al poder con otro poder: el del pensamiento, y que hagan efectivo lo que el artículo sexto de la Constitución prohíbe: la “inquisición judicial o administrativa” contra la “manifestación de las ideas”. Esperamos que los intelectuales mexicanos superen el estigma de estar acostumbrados a pensar poco y a disfrutar de sus malas y buenas prebendas para abstenerse de ejercer el pensamiento y de que prefieren las dadivas de los gobiernos y funcionarios en turno para humillarse eternamente transformándose en cómplices de la explotación y desigualdad prevaleciente en nuestra sociedad.