sábado, 26 de noviembre de 2011

LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

Otra celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres fue desarrollada a nivel mundial el pasado 25 de noviembre para recordar el tema de la ignominiosa violencia contra las mujeres. Por razones laborales acudí a su conmemoración en nuestro estado que era la sede nacional de nuestro país para realizar este evento institucional representativo donde convergen las instituciones de salud y de todas las que atienden a las mujeres victimas de violencia en nuestro país.
Los discursos oficiales y oficiosos de los funcionarios no dejan de estar enmarcados con la zalamería hacia sus jefes políticos, desbordando cifras estadísticas en torno al tema, vanagloriándose de haber logrado metas importantes por sus estrategias y acciones dirigidas a la solución de este problema, sin mínimos asomos de criticas a los insuficientes apoyos económicos, jurídicos y políticos que existen para dar cobertura a los problemas derivados de la violencia contra las mujeres. El gobernador Rodrigo Medina remató con simpleza discursiva el supuesto conocimiento sobre el tema, la importancia de sus decisiones políticas y desde luego sus trascendentes esfuerzos que superan a todos los políticos que han gobernando en nuestra sociedad.

Sin duda más de lo mismo, la podredumbre del sistema ya no da más, muy lejos estamos de superar las parafernalias y frivolidades que ahogan estos eventos que sin duda harían trastornar a las tres hermanas Mirabal de la Republica Dominicana victimas del régimen opresor del dictador Leonidas Trujillo, en cuyo honor la ONU determino que en este día se hiciera esta celebración a nivel mundial, no porque fueran férreas defensoras de los derechos humanos, como algunos discursores oficiales funcionarios de estos eventos lo comunican, sino porque enarbolaron y ofrendaron su vida en la lucha contra la injusticia, la desigualdad y la antidemocracia tirana de la familia dictadora facistoide que gobernaba su país en esa época de los sesentas del siglo pasado.
Es el sistema político que tenemos donde en tanto siga prevaleciendo la desigualdad lacerante, la injusticia rampante y la ausente cultura democrática en nuestras instituciones y en el seno de la sociedad, el generador, el causante de que prevalezcan las lacras más vergonzosas que derivan de la violencia cotidiana que el sistema cultiva y reproduce contra las mujeres como son los feminicidios, la prostitución y el trafico de mujeres, el acoso y el abuso sexual ignominioso en las instituciones contra las mujeres, la penalización del aborto, su inmersión en el subempleo, el desempleo y las graves desigualdades de genero en la atención a las garantías y los derechos sociales establecidos para todos los seres humanos en nuestras leyes, que siguen siendo letra muerta para el cabal cumplimiento.
Vergonzosamente ha prevalecido en los novedosos “Institutos de la Mujer”, que desde hace mas de una década fueron impulsados en nuestro país como estrategia central de organismos promotores y fortalecedores de la lucha contra la no violencia de las mujeres, en entes contenedoras de las fuerzas transformadoras de la lucha feminista, dosificando burocráticamente las demandas políticas, legales y financieras de fondo que logren trascender los objetivos de la lucha por la igualdad de genero, sustentadas desde el siglo pasado en sus históricas demandas. En algunos casos se han convertido en estructuras antidemocráticas, homofobicas y cómplices de los gobernantes en turno con sus silencios decadentes, ya no se diga de la su ausente critica en los graves actos de omisión de los funcionarios en sus diferentes responsabilidades sobre las inherentes necesidades jurídicas, sanitarias, educativas o de seguridad de las victimas de este fenómeno.
Y es que ¿como se puede lograr avanzar en la lucha contra la desigualdad de genero si prevalece la resistencia a integrar el comportamiento democrático en el seno de nuestra cultura? Sería democrático que en el marco de la libertad de expresión en estos discursos se le señalara al gobernador no sólo la inconformidad de la minima presencia de las mujeres que han tenido acceso a los puestos públicos en su aparato de gobierno. Actualmente, pocas son las mujeres en posiciones de decisión dentro del Gabinete del Gobierno del Estado de Nuevo León. Juana Aurora Cavazos es la única representante del sexo femenino en un puesto de primer nivel, al ocupar la cartera de Desarrollo Social. Además de María Elena Chapa en el Instituto Estatal de las Mujeres, contadas son las damas que encabezan organismos. Sería trascendente expresarle la conmoción y la vergüenza que debería de darnos que entre enero y noviembre han sido asesinadas 201 mujeres por los delitos de violencia familiar y violencia social, correspondiendo al primer rubro unas 25 y al segundo 23, mientras que a los grupos del narcotráfico se les ha adjudicado el resto. Tan solo a un mes y siete días de que termine el 2011, los grupos del crimen organizado han cobrado la vida de 153 mujeres, de las cuales, al menos una tercera parte no ha tenido vínculos o relación con alguno de los cárteles y se les considera víctimas inocentes y de que estas cifras son alarmantes si se considera que las féminas muertas en el presente representan 4.1 veces más que los homicidios del mismo tipo ocurridos durante el 2010, que fueron 37. En el año en curso se ha alcanzado la cifra de mil 670 personas muertas a manos de la delincuencia organizada o en enfrentamientos contra las Fuerzas Armadas, con lo cual se puede deducir que el 9.4 por ciento de estas muertes han sido del sexo femenino.

Por último nada se dice de la impunidad que prevalece de los medios de comunicación y algunas instituciones educativas que persisten en fomentar la violencia contra la mujer en sus programas aduladores del machismo, llenos de misoginia, discriminación y de cultura de la violencia que a nadie parece importar y donde los políticos gobernantes asumen el silencio cómplice obstaculizando los cambios jurídicos indispensables que eviten estos abusos para lograr avances importantes en la construcción de la sociedad de la no violencia que anhelamos para tener las mejoras sustanciales en nuestro desarrollo humano y social de nuestra patria y así ofrendar la celebración de días mundiales, como este, no sólo con los acostumbrados actos intrascendentes como al que tuve que asistir en nuestro estado.

domingo, 20 de noviembre de 2011

HONRAR LA PALABRA Y NO OLVIDAR

En nuestras sociedades deshumanizadas por el neoliberalismo se han pervertido los valores a grado tal que impunemente se miente sin ninguna consecuencia dejando sin honor a las palabras que antes enaltecían a nuestros padres y abuelos. Bastaba dar su palabra en los acuerdos porque era el valor del honor lo que estaba en juego, la palabra representaba el respeto a la dignidad y los principios sobre cualquiera de los intereses materialistas o personales que hoy socavan nuestras relaciones fraternales y solidarias como seres humanos.
En la izquierda, cuando éramos oposición, no electorera, era un valor supremo honrar hasta con la vida los acuerdos a la palabra, que se consensaban para lograr la unidad en la acción hasta que las perversiones de la cultura política del régimen priista se fueron integrando a las conductas políticas de algunos líderes y activistas de izquierda que empezaron a privilegiar sus intereses sectarios, personales, económicos y patrimoniales sustentándose algunos en interpretaciones doctrinarias que integraban en sus tesis políticas para justificar sus posturas transgresoras de la palabra que algunas veces en privado y otras veces en público habían expresado honrarla.
Asì la mentira, la simulación y el engaño empezaron a prevalecer como táctica y estrategia de sus lideres en las actividades políticas de las organizaciones y partidos de izquierda emergiendo el protagonismo, el oportunismo y el pragmatismo como expresiones de las desviaciones y perversiones del quehacer político, aniquilando la ética política que honrosamente nos distinguía en nuestras interacciones humanas.

Viene al caso, esta reflexión, porque ante el inicio del proceso de elecciones son estos antivalores los que nuevamente amenazan prevalecer con sus nefastas consecuencias en la anhelada unidad que deberíamos tener todos y todas las integrantes de la izquierda en nuestro país para alcanzar la victoria que nos permita gobernar para hacer los cambios que logren la transformación y acaben con las graves injusticias, la inseguridad, la desigualdad y sus lacras de pobreza y corrupción que nos laceran.
La mayoría de los activistas de la izquierda tenemos que estar a la altura de las necesidades de nuestra patria y no perderse en las mezquinidades que representan las oportunidades protagónicas de las candidaturas, aferrándonos a ser candidatos no importa como, en los diferentes niveles de gobierno, estar a la caza de las posiciones plurinominales o peor aun cuando nos motiva el poder integrarse a algún puesto público o recibir algún otro tipo de prebenda a cambio de nuestra participación en las tareas políticas durante el proceso eleccionario.
Desde el movimiento contra el desafuero de AMLO, han transcurrido 2 elecciones donde hemos visto como se han transformado leales compañeros a traidores, sin mas han transgredido el respeto a los principios y el honor a la palabra empeñada sobre cualquier interés personal, algunos han corregido desviaciones, han vuelto y luego nuevamente han trangredido su lelatad y hoy dicen estar nuevamente con nosotros tanto en MORENA como en el apoyo incondcional a AMLO como nuestro candidato a la presidencia de Mèxico. Hoy que ya ha sido ratificado por el acuerdo derivado del resultado de las encuestas que se desarrollaron la semana pasada, donde a propósito de honrar la palabra estuvo la declaración de Marcelo Ebrard de que acepta el resultado de las encuestas y reconoce que hoy Andrés Manuel López Obrador es el mejor posicionado, renunciando a contender por la candidatura del PRD. Es digno de elogio que Marcelo honre su palabra en este aspecto, pero no hay que olvidar sus otras conductas deshonrosas con los oligarcas prianistas con las que nos agravio en su desaforada búsqueda para posicionarse como candidato presidencial, ni que decir de sus alianzas con los chuchos y sus nefastas consecuencias en el PRD.

Asì que hoy que Dirigentes nacionales de PRD, PT y los movimientos Ciudadano (antes Convergencia) y Regeneración Nacional (Morena) que acordaron sustituir al frente Diálogo por la Reconstrucción de México (Dia), por uno que ahora llevará el nombre del Movimiento Progresista para conformar la coalicion que apoyara a AMLO como candidato a la presdiencia, la tarea mas difícil será lograr la unidad de las fuerzas de izquierda, progresistas, con respeto a su diversidad, para superar actitudes facciosas y conflictos surgidos de personalismos y de la intolerancia, pero sobre todo de dejar de deshonrar la palabra que prevalece en algunos dirigentes políticos que hoy nuevamente nos ofrecen su apoyo, que no debemos rechazar, pero no debemos olvidar su proclividad a transgredir lealtades y principios.

viernes, 11 de noviembre de 2011

LO MEJOR QUE PUDIERA SUCEDERLE AL PRD

El PRD esta infestado por los virus del pragmatismo y el sectarismo con sus lacras de conductas políticas clientelares, corruptas y el oportunismo de sus principales dirigentes que cínicamente desdeñan la ética y la legalidad del quehacer político, justificándose en el mas abyecto discurso con contenidos doctrinarios dogmáticos. Tiene además una mayoría de militantes desideologizados de los referentes programáticos políticos integrados en sus documentos básicos y el estatuto, que deberían enmarcar la lucha ideológica transformadora y revolucionaria de nuestra patria que la mayoría de la izquierda militante decidimos enarbolar desde mediados del siglo pasado para lograr la construcción de una sociedad plenamente democrática, humanista, con libertad, justicia en condiciones de equidad, tolerante y plural.
La mayoría de los dirigentes están en la lógica de la corrupta cultura política que heredaron los partidos de los regimenes priíanistas, del tener no del ser, del servirse de su función no del servir con su función, de vivir de la política y no del vivir para la política, del rechazar el enriquecimiento ignominioso para vivir en la medianía, rechazando ademas los placeres dispendiosos de la burguesía que decían combatir al aceptar prebendas miserables para satisfacer sus mezquinos intereses personales; sumemos los aberrantes dogmatismos y sectarismos que los partidos de izquierda portaban y tenemos las raíces de la mayor parte de las desviaciones y perversiones que padecemos. Esos dirigentes han abandonado su dignidad siendo incongruentes con la riqueza ideológica y los valores y principios que los grandes luchadores de la izquierda en el mundo y en nuestra patria nos han heredado en sus bregar revolucionario, que para mi están muy bien ejemplificados en America por Ernesto “Che” Guevara y Salvador Allende, no sólo por que fueron colegas médicos sino porque tuvieron esa ejemplar conducta revolucionaria que trascendió por su honestidad, su congruencia, su integridad y su gran lealtad a los ideales y principios políticos que enarbolaron para acabar con los gobiernos déspotas, autoritarios, antidemocráticos, corruptos, injustos y explotadores del ser humano. En México, esta congruencia e integridad estuvo muy bien representada por políticos, de los mas recientes, como Valentín Campa y Heberto Castillo, que nunca se doblegaron en sus bregar en las luchas de los movimientos sociales y electorales y no fueron corrompidos u acotados por el empoderamiento político, ni mucho menos sus intereses personales o familiares los llevaron a integrar un patrimonio ostentoso y el uso de recursos dispendiosos, que hoy algunos destacados dirigentes de nuestros partidos “revolucionarios de izquierda”, como el nuestro el PRD, hacen gala y siguen con voracidad tratando de incrementar estos perversos satisfactores, cuyas desviaciones nos han costado la dispersión de la unidad política necesaria para que la izquierda llegue al poder y sea capaz de gobernar con el proyecto político que sea capaz de transformar a nuestra patria. Sí, porqué finalmente eso es lo que buscan cuando tratándose de elecciones, sus intereses mezquinos giran en torno a quedarse con las miserables posiciones plurinominales, los puestos como funcionarios públicos, aun al interior del partido, no perder la prebendas, seguir con sus nefastas capacidades de gestoría con las redes de funcionarios públicos que los corrompen, mantener sus clientelas en sus territorios, reproducir los estilos de gobierno a modo del régimen, integrarse a sus redes de corrupción, reduciendo su trabajo político el circulo virtuoso de la cooptación-desideologización de sus grupos y de sus personas, al modo que a las oligarquías les satisface para seguir disfrutando de la depredación de nuestra sociedad. Más lastimoso es verlos desaforadamente luchando por no menoscabar sus patrimonios e ingresos financieros que les ha dado el disfrute de un nivel de vida incapaz de mantener con ingresos dignos derivados de sus oficios, como cualquier mexicano. No les interesa ni en lo mas mínimo ser o construir la democracia participativa al interior ni al exterior del partido, porque se inocularía el antídoto que vigorosamente acabaría con los virus que he señalado como infestador de la política partidista, no sólo en el PRD sino en todos los partidos que existen en México.
Cuando el régimen priísta abrió la posibilidad de que la izquierda llegara al poder por la vía electoral, supo envenenar esta manzana con las pócimas del corrupto dinero, que les fluiría en sus instituciones públicas y sus “gestorías”, que sabía muy bien sedarían las pretensiones revolucionarias hasta de los lideres mas radicales, quienes no tardaron en transmutarse de la pobreza franciscana que ostentaban al elitismo burgués con sus glorias del placer dispendioso en los diferentes ámbitos de la vida (alimentos. bebidas, vinos, vestuario, vivienda, viajes, autos, joyas, entretenimiento, etc…), por mas que algunos trataron de simular no haberse transmutado, hoy es imposible de ocultarlas, mas si sus patrimonios derivan de ingresos que han sido “legalmente” otorgados a través de los presupuestos públicos que ellos han aprobado para su disfrute como alcaldes, gobernadores, diputados, senadores u otros puestos como funcionarios públicos y el de sus instituciones, en estas últimas donde ni se inmutan cuando se les cuestiona el prevaleciente nepotismo y la opacidad con que impunemente las administran.
Todo esto viene al caso por lo que nuevamente ha sucedido en nuestro principal partido de izquierda en México, el PRD, que ha sido incapaz de realizar un ejemplar proceso democrático para elegir sus principales organismos de dirección a nivel nacional y en los estados, donde sus principales dirigentes de todas las corrientes, por complicidad u omisión en todas las etapas de un proceso democrático de esta magnitud, son responsables del resultado: fueron un cochinero, prevalecieron la suciedad y la transgresión a la legalidad con sus conductas y anomalías hasta en el día de las votaciones, donde no pudieron superar las prácticas de otros años y otras votaciones, y en algunos casos terminaron por incurrir en la no instalación de casillas, el robo de papelería y quema de urnas, pago o cambio de votos por despensas, acarreo de militantes, hasta en vehículos oficiales, relleno de urnas, agresiones y rasurado del padrón.
Ha sido muy lamentable que ni siquiera como partido que enarbolamos la cultura democrática a 21 años de su fundacion, no logremos la plena democracia interna y continuemos infestados por la cultura de la política que el priísmo generó en su régimen autoritario, que el panismo le ha dado continuidad para la complacencia de las oligarquías que nos gobiernan. Han sido los grandes males que las denominadas corrientes han generado, y seguirán generando, en tanto no logren reducirse a su función ideológica y sigan comportándose como vulgares pragmáticos al acecho sólo de los votos y posiciones no importa como. La estrategia mas ignominiosa y nauseabunda es la que prevalece en los órganos de dirección masivos como el Congreso y el Consejo Nacional cuando se trata de votaciones para la selección de candidatos, donde los dirigentes llegan a exhibir a sus grupos como rebaños para lograr acuerdos mutuos, o en los arreglos que sus cúpulas negocian, suspendiendo y haciendo esperar a los asambleistas, importándoles un bledo y ya planchados los acuerdos que les de las anheladas posiciones, transmitiendo la línea a sus huestes perdiéndose todo dignidad como personas políticas.
Los órganos garantes de la ética y la legalidad que deberían ser autónomos y estar integrados por personalidades integras, profesionales, honestas y sin pertenencia a corrientes resulta que son consensados por las corrientes mayoritarias que en sus acuerdos cupulares los conforman derivando no sólo en organismos carentes de imparcialidad, equidad y justicia en sus actos sino del desempeño técnico profesional eficiente y eficaz de los procesos administrativos como debe ser el papel de la Comisión Nacional Electoral en estas elecciones internas o el de la impartición de justicia al interior de la Comisión Nacional de Garantías, de tal forma que todos los actos solicitados de justicia y de respeto por las normas estatutarias son negociados en los hechos por los dirigentes de las corrientes, manejando discrecionalmente las sanciones, que con cinismo adulan su frase “acuerdo mata estatuto”.
Por eso cuando se trata de elegir los candidatos para las elecciones internas o externas no prevalece el interés genuino del desarrollo institucional partidista donde arraigue el mejor desempeño político profesional para lograr que trascienda el partido, lo cual sólo será resultado de propuestas de candidatos donde estén representadas las mejores personalidades de militantes, con o sin corriente, de ciudadanos de diferentes procedencias sociales y pensamientos, trabajadores destacados, estudiantes destacados, maestros, académicos, trabajadores de las artes, dirigentes de sectores económicos, profesionales, educativos, culturales y no sólo de los dirigentes, activistas de base o sociales tradicionales pertenecientes a sus grupos donde no les interesa ni siquiera que superen el analfabetismo escolar o funcional que padecen, ni mucho menos la superación de las evidentes deficiencias en sus habilidades cognoscitivas que generan los malos procesos educativos y ni que decir la ausente o deficiente educación política que les mantiene como carencia el partido y sus corrientes.

El PRD sin duda es un gran partido que no merece el comportamiento deshonroso de sus dirigentes y militantes lo menos que le debe suceder es que a sus grandes males tengamos grandes remedios y bien pudiera ser que de no lograr su anhelada refundación a mediano plazo, por los intereses nefastos que prevalecen en sus corrientes, se convierta en la base constitutiva del necesario partido frentista de izquierda que logre sumar a todas las organizaciones y partidos políticos de izquierda dispuestos a terminar con la anticultura de la política heredada de los regimenes priístas donde el eje central sea la democracia participativa con el respeto incondicional a la ética y la legalidad política como parte del programa político que logre la transformación social por la que hemos venido luchando desde el siglo pasado.

domingo, 6 de noviembre de 2011

DESARROLLO HUMANO Y EL RETROCESO EN MEXICO

Soy uno de los miles de indignados, que en el mundo exigimos que cuando menos cese la voracidad del capitalismo deshumanizante que persisten en los gobernantes en seguir solapando con sus modelos políticos y económicos depredadores que incrementan la desigualdad, con sus lacras de pobreza e injusticia que dañan gravemente la equidad y la sustentatibilidad que están vinculados y son fundamentales en el desarrollo humano.
Digo cuando menos, porque lo deseable es realizar una profunda transformación revolucionaria que provoque el anhelado desarrollo de toda la humanidad integrándola al círculo virtuoso de prosperidad y felicidad sin las grandes e ignominiosas brechas que separan los niveles de desarrollo humano y social entre las naciones con altos y bajos niveles de desarrollo. Imagino un mundo con sus múltiples culturas viviendo democráticamente, con libertad absoluta , con respeto a la pluralidad ideológica política, religiosa, sin violencia colectiva, donde las delincuencias no gobiernen, donde sus funcionarios sean honestos, incorruptibles, donde el trabajo en cualquiera de sus formas sea el instrumento generador de todos los satisfactores, no sólo los económicos, sino existenciales, donde la vida sea fuente plena de satisfactores, generadora de mas placeres que displaceres, amortiguadora de los inherentes tragedias del ser humano, un mundo donde las relaciones humanas sean dominadas por los sentimientos fraternales y solidarios obstaculizando la envidia, la ambición desmedida, la voracidad, la explotación infernal del otro, donde se acabe con el “ser usado” y sea remplazado por el ser mejor integrado, donde persista la congruencia y la integridad como pilares del amor hacia la humanidad, donde patria, como decía José Martí sea referente de nuestra humanidad y nuestro nacionalismo sólo sea lo que debe ser: referente de nuestra identidad cultural, de nuestro origen territorial, de nuestra historia.

El neoliberalismo de los voraces capitalistas ha enriquecido a unos cuantos y ha empobrecido a millones, sus personeros se han declarado en contra de las políticas del bienestar de los estados que tratan de brindar mejoras en la salud, la educación, vivienda y empleos bien remunerados, con prestaciones dignas a los trabajadores que incluyan un entorno laboral saludable, que incluya los buenos servicios de atención preventiva y curativa , jubilación y pensiones con ingresos que permitan una vida decorosa que logre el acceso a los mínimos de bienestar y prosperidad en nuestras sociedades.
No me sorprende, sino me indigna más, que de acuerdo a Magdy Martínez Solimán, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en sólo un año, México perdió 23 por ciento en su nivel de desarrollo humano, al retroceder 15 lugares en la distribución de la riqueza y que la desigualdad sigue siendo una constante, un gran reto y una gran cicatriz para México y América Latina y el Caribe. La región es una de las más desiguales del planeta y México no es la excepción a esa regla. La región pierde hasta 26 por ciento en su desarrollo debido a las diferencias en educación, salud e ingreso, y para México la cifra es de 23 por ciento”, al presentar el Informe Mundial de Desarrollo Humano 2011 a investigadores, representantes de organizaciones civiles y medios de comunicación.

Aunque luego Martínez Solimán aclaró que en el índice de desarrollo humano que mide salud, educación e ingreso, México no avanzó, pero tampoco retrocedió respecto del año pasado, ya que mantuvo el lugar 57 entre 187 países analizados y “con ello se ubica entre los países de alto nivel de desarrollo”. Sin embargo, acotó que si al IDH se agrega un cuarto elemento, “si se facturan sus niveles de desigualdad entre la gente muy rica y la muy pobre, México queda peor de lo que estaba, porque pasa del puesto 57 al 72. Esto claro, ese marco de su rol acotado, por las diplomacias de los organismos internacionales que les impide ser más claros y contundentes en los países que residen.

El índice de desarrollo humano que utiliza el PNUD sigue siendo un instrumento limitado para valorar el real desarrollo humano de las sociedades en el mundo, no integran otros indicadores vitales para evaluar este estado, como el grado de violencia que prevalece en sus diferentes manifestaciones como la interpersonal y sus formas mas prevalecientes como la violencia intrafamiliar, infantil, laboral; o la violencia autoinfligida con los lamentables suicidios, o la grave violencia colectiva con sus lacras de las bandas delincuenciales asesinas, los grupos terroristas y los graves actos de genocidio. Según los expertos de la ONU no hay un impacto medido, aunque es evidente que el impacto existe. Recuerdo que haya por el año 2001, en uno de los viajes que logre hacer por Europa, me sorprendía la información que los principales diarios españoles difundían sobre un acuerdo que los países integrantes de de la Organización Mundial del Comercio (OMC) habían realizado para integrar en la evolución del grado de desarrollo de los países, no sólo el grado de exposición de la sociedad a esta violencia, sino el grado de estresores que prevalecía, proporcionadole un valor agregado a los otros estándares que median educación, salud, ingreso y el acceso de sus habitantes a las emergentes tecnologías de la informática, así como el numero de patentes generadas por cada país, lo cual se acercaba con mas realismo a esta medición del desarrollo humano de las sociedades en el mundo.

En fin tenemos decenios donde se avanzado en cobertura educativa, sobre todo de la educación básica, pero seguimos teniendo una realidad insoslayable la mala educación que genera deficiencia graves en el logro de habilidades básicas para la lectura, la escritura, las operaciones matemáticas elementales y el conocimiento elemental de las ciencias, el arte y las culturas de los educandos. Aun no hemos resuelto el problema del analfabetismo básico y hoy estamos enfrentando el analfabetismo funcional que lamentablemente prevalece en un gran porcentaje de nuestra población, aun en quienes han tenido la formación educativa universitaria con sus grados y títulos correspondientes. Ni que decir de los avances en salud, donde no hemos alcanzado la cobertura universal que evita que los gastos catastróficos de salud lleven a una familia de clase media a la pobreza o una pobre a la pobreza severa, y donde la calidad de los servicios sigue siendo la asignatura pendiente en el sistema nacional de salud, otros rezagos que acumula México son en materia de igualdad de género, ya sea en tasas de mortalidad de género y fertilidad entre adolescentes y su salud reproductiva. Los indicadores económicos que nos ubican como uno de los países con mayor pobreza en Latinoamérica y que consecuentemente incrementan la desigualdad, que al excluirlo en esta evaluación nos siguen colocando como un país en el lugar 57 calificado como un nivel de desarrollo humano catalogado como alto, muy por debajo de Chile (44), Argentina (45) y Barbados (47), los únicos países de la región que tienen un “muy alto nivel de desarrollo humano”, así como de Uruguay (48) y Cuba (51); muy lejos de Noruega que es el país mejor calificado en el IDH, seguido de Australia, Países Bajos, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania, Suecia y Suiza. La paradoja es que la desigualdad que prevalece en nuestro país coloca a algunos municipios, como el de San Pedro Garza García, con estos simples indicadores en niveles mas altos de este IDH, en tanto otros de lo estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas pueden tener niveles de este desarrollo comparables a países africanos como Guinea, República Centroafricana, Sierra Leona, Burkina Faso y Liberia que ocupan los últimos lugares.
México tiene los recursos económicos, culturales, intelectuales, naturales y patrimoniales capaces de generar un nivel de desarrollo humano y social de sus habitantes capaz de competir con las sociedades que hoy ostentan los mas altos niveles de desarrollo en el mundo, mas allá de indicadores básicos como los que se utilizan por el PNUD, donde el bienestar y la prosperidad armonicen con ese sentimiento de felicidad que hoy prevalece subjetivamente como mecanismo de defensa ante la realidad critica que enfrentamos por el estado delincuencial que padecemos con sus lacras de corrupción, violencia e impunidad que los gobernantes se resisten a liquidar para transitar a la anhelada transformación revolucionaria de nuestra patria que requerimos.

No basta indignarnos, hay que exigir y luchar por los cambios.