sábado, 26 de noviembre de 2011

LA LUCHA CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES

Otra celebración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres fue desarrollada a nivel mundial el pasado 25 de noviembre para recordar el tema de la ignominiosa violencia contra las mujeres. Por razones laborales acudí a su conmemoración en nuestro estado que era la sede nacional de nuestro país para realizar este evento institucional representativo donde convergen las instituciones de salud y de todas las que atienden a las mujeres victimas de violencia en nuestro país.
Los discursos oficiales y oficiosos de los funcionarios no dejan de estar enmarcados con la zalamería hacia sus jefes políticos, desbordando cifras estadísticas en torno al tema, vanagloriándose de haber logrado metas importantes por sus estrategias y acciones dirigidas a la solución de este problema, sin mínimos asomos de criticas a los insuficientes apoyos económicos, jurídicos y políticos que existen para dar cobertura a los problemas derivados de la violencia contra las mujeres. El gobernador Rodrigo Medina remató con simpleza discursiva el supuesto conocimiento sobre el tema, la importancia de sus decisiones políticas y desde luego sus trascendentes esfuerzos que superan a todos los políticos que han gobernando en nuestra sociedad.

Sin duda más de lo mismo, la podredumbre del sistema ya no da más, muy lejos estamos de superar las parafernalias y frivolidades que ahogan estos eventos que sin duda harían trastornar a las tres hermanas Mirabal de la Republica Dominicana victimas del régimen opresor del dictador Leonidas Trujillo, en cuyo honor la ONU determino que en este día se hiciera esta celebración a nivel mundial, no porque fueran férreas defensoras de los derechos humanos, como algunos discursores oficiales funcionarios de estos eventos lo comunican, sino porque enarbolaron y ofrendaron su vida en la lucha contra la injusticia, la desigualdad y la antidemocracia tirana de la familia dictadora facistoide que gobernaba su país en esa época de los sesentas del siglo pasado.
Es el sistema político que tenemos donde en tanto siga prevaleciendo la desigualdad lacerante, la injusticia rampante y la ausente cultura democrática en nuestras instituciones y en el seno de la sociedad, el generador, el causante de que prevalezcan las lacras más vergonzosas que derivan de la violencia cotidiana que el sistema cultiva y reproduce contra las mujeres como son los feminicidios, la prostitución y el trafico de mujeres, el acoso y el abuso sexual ignominioso en las instituciones contra las mujeres, la penalización del aborto, su inmersión en el subempleo, el desempleo y las graves desigualdades de genero en la atención a las garantías y los derechos sociales establecidos para todos los seres humanos en nuestras leyes, que siguen siendo letra muerta para el cabal cumplimiento.
Vergonzosamente ha prevalecido en los novedosos “Institutos de la Mujer”, que desde hace mas de una década fueron impulsados en nuestro país como estrategia central de organismos promotores y fortalecedores de la lucha contra la no violencia de las mujeres, en entes contenedoras de las fuerzas transformadoras de la lucha feminista, dosificando burocráticamente las demandas políticas, legales y financieras de fondo que logren trascender los objetivos de la lucha por la igualdad de genero, sustentadas desde el siglo pasado en sus históricas demandas. En algunos casos se han convertido en estructuras antidemocráticas, homofobicas y cómplices de los gobernantes en turno con sus silencios decadentes, ya no se diga de la su ausente critica en los graves actos de omisión de los funcionarios en sus diferentes responsabilidades sobre las inherentes necesidades jurídicas, sanitarias, educativas o de seguridad de las victimas de este fenómeno.
Y es que ¿como se puede lograr avanzar en la lucha contra la desigualdad de genero si prevalece la resistencia a integrar el comportamiento democrático en el seno de nuestra cultura? Sería democrático que en el marco de la libertad de expresión en estos discursos se le señalara al gobernador no sólo la inconformidad de la minima presencia de las mujeres que han tenido acceso a los puestos públicos en su aparato de gobierno. Actualmente, pocas son las mujeres en posiciones de decisión dentro del Gabinete del Gobierno del Estado de Nuevo León. Juana Aurora Cavazos es la única representante del sexo femenino en un puesto de primer nivel, al ocupar la cartera de Desarrollo Social. Además de María Elena Chapa en el Instituto Estatal de las Mujeres, contadas son las damas que encabezan organismos. Sería trascendente expresarle la conmoción y la vergüenza que debería de darnos que entre enero y noviembre han sido asesinadas 201 mujeres por los delitos de violencia familiar y violencia social, correspondiendo al primer rubro unas 25 y al segundo 23, mientras que a los grupos del narcotráfico se les ha adjudicado el resto. Tan solo a un mes y siete días de que termine el 2011, los grupos del crimen organizado han cobrado la vida de 153 mujeres, de las cuales, al menos una tercera parte no ha tenido vínculos o relación con alguno de los cárteles y se les considera víctimas inocentes y de que estas cifras son alarmantes si se considera que las féminas muertas en el presente representan 4.1 veces más que los homicidios del mismo tipo ocurridos durante el 2010, que fueron 37. En el año en curso se ha alcanzado la cifra de mil 670 personas muertas a manos de la delincuencia organizada o en enfrentamientos contra las Fuerzas Armadas, con lo cual se puede deducir que el 9.4 por ciento de estas muertes han sido del sexo femenino.

Por último nada se dice de la impunidad que prevalece de los medios de comunicación y algunas instituciones educativas que persisten en fomentar la violencia contra la mujer en sus programas aduladores del machismo, llenos de misoginia, discriminación y de cultura de la violencia que a nadie parece importar y donde los políticos gobernantes asumen el silencio cómplice obstaculizando los cambios jurídicos indispensables que eviten estos abusos para lograr avances importantes en la construcción de la sociedad de la no violencia que anhelamos para tener las mejoras sustanciales en nuestro desarrollo humano y social de nuestra patria y así ofrendar la celebración de días mundiales, como este, no sólo con los acostumbrados actos intrascendentes como al que tuve que asistir en nuestro estado.

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