viernes, 29 de mayo de 2015

DEMAGOGIA Y LAS ELECCIONES "DEMOCRATICAS"


Seguimos vivenciando en México, principalmente en mi estado de Nuevo León, las estrategias de campaña de los candidatos de los diferentes partidos y los denominados independientes, muy lejos de la ética, prevaleciendo la demagogia, sus guerras sucias, manipulando, engañando y mintiendo. Los políticos y grupos empresariales que apoyan a los candidatos mejor posicionados en los habitantes cumplen con rigor la máxima de que ”para lograr el éxito en las campañas electorales se requieren medios de propaganda y recursos financieros considerables”, ya que su victoria depende cada vez menos de argumentos racionales en sus posturas, para la decisión reflexiva de los votantes, necesitando cada vez más del apoyo de los medios de comunicación y de los grupos que financian las campañas.
Esta máxima, que como lastre se ha inoculado por los países más desarrollados del capitalismo,  en nuestras sociedades en vías de desarrollo se facilita por la ignorancia y la pobreza de la mayoría de la población, que los convierte en presa fácil de la compra del voto y de la manipulación de los demagogos y publicistas.

Desde el siglo IV A.C.,  el filósofo griego Aristóteles afirmaba que “la ética desemboca en la política” y que el hombre como “zoon politikon” desarrolla sus fines en el seno de la comunidad, siendo la felicidad el bien supremo que buscaba en su vida.
De acuerdo a Wikipedia, “En la historia de las doctrinas políticas se considera que fue Aristóteles quien individualizó y definió por primera vez la demagogia, definiéndola como la “forma corrupta o degenerada de la Democracia, que lleva a la institución de un gobierno tiránico de unos pocos que gobiernan en nombre del pueblo."

Aristóteles, definía a la demagogia como la corrupción de la república, decía que los demagogos halagan a los ciudadanos, dan máxima importancia a sus sentimientos y orientan la acción política en función de los mismos. Así las oligarquías podían instaurar sus regímenes autoritarios, arrogándose el derecho e interpretar los intereses de las masas, como intérpretes de toda la nación, confiscan todo el poder y la representación del pueblo e instauran su tiranía.
Los demagogos utilizaban desde entonces la oratoria, atrayendo las decisiones de los demás mediante falacias, con pseudoargumentos, aparentemente válidos, manipulando las ambiciones y sentimientos de la población, estrategia que desde entonces suelen realizar los políticos durante las campañas electorales, integrándose como sistemas demagógicos en la modernidad actual de los estados, adicionando las técnicas publicitarias del marketing político, que incluye desde la personalización de la imagen de los candidatos hasta la manipulación de los medios de comunicación dirigidos a las masas, desde el radio, la televisión, prensa escrita, hasta las tecnologías de la información inmersas en el internet,  postergando el análisis político escrito; se trata de evitar al máximo el uso del razonamiento, del análisis político y de los juicios comparativos de los ciudadanos, para lograr imponer sus gobernantes, evitando los cambios de fondo en la transformación necesaria de nuestras sociedades.
Los sociólogos y politilogos han observado que los demagogos, se caracterizan por manejar con gran destreza las falacias, que son  argumentos que equivocan las relaciones lógicas entre elementos, o bien adoptan premisas evidentemente inaceptables. También recurren a presentar realidades falseadas, información incompleta, evitando incurrir en la mentira, eliminan palabras que menoscaben su posición, recurren a sus tácticas de desviación de las polémicas discusiones, no responden directamente a los desafíos, recurren a estadísticas fuera de contextos, que no reflejen realidades, asocian a sus oponentes con valores negativos, demonizando y recurren sin faltar a sus falsos dilemas haciendo referencia a alternativas de solución como únicas, cerrando a los problemas , finalmente suponen una definición simplista de la realidad y de esa forma se consigue evitar la toma en consideración de las demás posibilidades.

La demagogia es letal para lograr una sociedad plenamente democrática, vivimos otra elección más donde los políticos y sus oligarcas sumaran a sus antecedentes históricos una contribución más a la degradación no sólo de la democracia sino del anhelado desarrollo humano y social inmerso en esa búsqueda de la felicidad que ya había  sido señalada por Aristóteles hace más de dos mil trecientos años.
 
Sólo nuestro partido MORENA, en México ha subsumido la ética como detrminante de nuestro ser politico y la felicidad como virtud a alcanzar en todos los mexicanos, donde la demagogia de los politicos es una aberracion que combatimos.

sábado, 23 de mayo de 2015

MORENA NO HARA ALIANZAS ELECTORALES INDIGNAS

En las elecciones para el gobierno de nuestro estado de Nuevo León, nuestro partido Movimiento de Regeneración Nacional, (MORENA) ha sido acosado, para ser integrado a los vicios de las conductas políticas, como el pragmatismo oportunista, con sus perversiones y desviaciones, transgresoras de principios y valores elementales de la ética,  que prevalecen en los comportamientos, no sólo en el seno de los partidos políticos, sino en los denominados ciudadanos independientes, algunos integrados en  organizaciones de la sociedad civil, ligados a apoyos gubernamentales y de grupos empresariales, que con sus estrategias anti partidos y la supuesta ciudadanización del poder gubernamental, pretenden seguir subordinando sus intereses políticos y económicos sobre los intereses  supremos de nuestra sociedad, que nos permitan lograr los más altos niveles de desarrollo humano y social.

Una y otra vez, desde que iniciamos las actividades político-electorales, sus principales actores, algunos ex priìstas, ex panistas, ex perredistas, empresarios y ciudadanos independientes, fueron y seguirán siendo rechazados, por MORENA, en sus intentos de cabalgar en nuestro partido, en la búsqueda de su empoderamiento político en un proyecto personal, atado a los intereses de las oligarquías y las redes delincuenciales del poder, que nos tienen inmersos en la crisis económica, política y social, más cruenta en la historia que hemos vivido, generando una sociedad corrupta, violenta, desintegrada y “patológica”, como dirían los sociólogos, por su incapacidad de lograr desarrollar las potencialidades humanas de sus habitantes, conforme a los recursos generados.

En este contexto, rechazamos las propuestas, desde el año pasado, de Fernando Elizondo Barragán, Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco” y otras “personalidades” políticas, empresariales y ciudadanos independientes, que buscaban usar nuestro partido en sus proyectos políticos, posicionándose como candidatos a los principales puestos de elección popular en disputa en Nuevo León, principalmente en la gubernatura y algunas alcaldías. Luego al iniciar las campañas, siguieron prevaleciendo en sus propuestas, intentando declinaciones, con los ofrecimientos correspondientes de apoyos, no sólo para el desarrollo de nuestras actividades electorales, sino además en sus usos acostumbrados del poder una vez institucionalizados como gobernantes y funcionarios. El rechazo particular a Elizondo y a Jaime Rodriguez, simple y llanamente ha sido por ser personajes políticos de dudosa honestidad, probidad y con un pasado de integración como funcionarios públicos inmersos en actos de corrupción, más como integrantes de los partidos que nos han gobernado en Nuevo León (PRI-PAN) en este régimen de oprobio, que nuestro movimiento combate.

Esta semana que Fernando Elizondo Barragan, ha declinado en su candidatura al gobierno de nuestro estado de Nuevo León, sumándose a una alianza con Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco”, en su calidad de candidato independiente, sus estrategas incrementaron sus ofrecimientos políticos para que decline nuestro candidato a la gubernatura, Rogelio González Ramírez, prevaleciendo con esta información, sus trascendidos en la prensa, de la posible declinación de nuestro candidato; reforzados además por el poco posicionamiento en todas las encuestas electorales que se han publicado, por nuestra falta de recursos económicos, que no permitieron invertir en una estrategia mediática adecuada.

Parece que no han entendido, lo que ya Andrés Manuel López Obrador, nuestro dirigente nacional de MORENA, una y otra vez ha reiterado, decir no a las alianzas ignominiosas, sustentadas en un pragmatismo oportunista ramplón, donde la lucha es sólo por el poder, donde nada cambia de fondo, generando gobernantes incompetentes, mediocres, insensibles y autoritarios, subordinados a los poderes facticos y no al poder supremo de nuestro pueblo.

Como integrantes de MORENA, cultivamos la verdad, es la que nos hará libres, es un honor que en estos momentos de nuestra supuesta debilidad electoral, donde nos ofenden y minimizan los testaferros de estos poderes facticos con sus agentes mediáticos, políticos y pseudointelectuales, mantengamos nuestra congruencia con nuestros valores y principios, subsumidos en nuestra ética política, rechazando estas alianzas bizarras de candidatos de derecha y de izquierda, o de conservadores y liberales, que siguen hundiendo la política en el pragmatismo y el oportunismo.

Parafraseando a Emanuel Kant “la Honestidad es la mejor política, está sobre toda objeción y es también la condición indispensable de la verdadera política”. En MORENA es uno de nuestros valores supremos. Por eso hoy y siempre nuestra postura será contundente: decimos no a las alianzas ignominiosas, que fortalecen sólo al mayor deterioro de la política y los usos nefastos del poder en beneficio de las oligarquías dominantes, que persisten en obstaculizar la democracia, fundamentada en el principio de la igualdad entre los seres humanos.



miércoles, 13 de mayo de 2015

LOS BANQUEROS Y EL DESARROLLO HUMANO


Por siglos, los banqueros se han enriquecido sin límites, apoyados por políticas de Estado inmersas en modelos económicos que privilegian sus ganancias, multiplicando el dinero, esquilmando sin escrúpulos a los gobernantes y en gran medida a la gran mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, aun en las crisis financieras que ellos han provocado en su dominante sistema capitalista, hoy cabalgando en el neoliberalismo, con sus economistas que, como alguna vez referí, saben multiplicar y restar muy bien, pero siguen sin dominar ejemplarmente la suma y la división de las ganancias económicas para acabar con las graves desigualdades de nuestras poblaciones.
Su objetivo principal de sólo multiplicar sus ganancias, lleva integrado el germen fatal anti solidario, para el desarrollo humano y social, que aniquila los principios y valores trascendentales del humanismo, necesarios en nuestras interacciones, sus peroratas de productividad y competitividad, en todos los ámbitos de sus negocios se ciñen al beneficio económico que se obtendrá, nada les importan las condiciones de explotación y los abusos sobre los derechos laborales, sociales y humanos, pero sobre todo la salud de las y los ciudadanos, inmersos en sus procesos mercantilistas.

Las ganancias económicas se multiplican fomentando el hiperconsumismo en nuestras sociedades, en su endiosado mercado libre, sometiendo a los seres humanos al salvajismo del tener y no del ser, desvirtuando los principios y valores más elementales de la convivencia humana, como la honestidad y el amor fraternal y solidario. Su histórica voracidad por multiplicar sus fortunas, siglo tras siglo se fortalece, importándoles un bledo las lacras de la pobreza, con sus hambrunas y cíclicas epidemias de enfermedades que han llegado a diezmar a nuestras sociedades en vías de desarrollo, en nuestro continente americano, ni que decir de las sociedades africanas y asiáticas.

Por décadas los banqueros del capitalismo neoliberal, nos han impuesto su visión del desarrollo humano, subordinado a lograr la prosperidad económica, con sus modelos de políticas inmersas en el mercantilismo depredador de los factores del bienestar de nuestras poblaciones, generando desde los daños graves a nuestra ecología, hasta las elementales funciones de los Estados, para generar los óptimos niveles de salud, seguridad social, educación, empleo, alimentación, vivienda y el goce pleno de los más elementales derechos sociales y humanos. Sin escrúpulos han llegado al extremo de utilizar nuestros recursos financieros y patrimoniales, que administran los gobernantes, para ser rescatados de sus burdos comportamientos delincuenciales, inmersos en los fraudes y el tráfico de influencias de los denominados delitos de “cuello blanco”, ahí están los denominados rescates financieros presentes y del pasado, que nos suman para seguir endeudados los ciudadanos y ciudadanas ahora y en nuestro futuro. Tan sólo en este siglo, esos mecanismos han sido brutalmente reforzado con las “inyecciones” billonarias o trillonarias de dinero efectuadas por los bancos centrales, especialmente de EU, UE, y Japón, que en esta forma someten nuestras políticas económicas a sus salvajes intereses conformando ese capitalismo salvaje, que hasta el conservadurismo de los cardenales y papas del vaticano han  reconocido como uno de los grandes obstáculos para el desarrollo civilizado de nuestra humanidad.
Lo peor de todo es que el mundo del dinero de los banqueros, es un engaño, no hay tal dinero en efectivo, su gran capital es dinero fiduciario, es decir, dinero basado en una confianza que conlleva un atroz engaño. La confianza referida la otorga el Estado, que mantendrá la validez inscrita en un papel sin valor intrínseco. Nadie se negará a recibir los billetes del país con los que paga cualquier cosa un connacional, o los billetes reconocidos como divisas internacionales. La globalización neoliberal abrió las compuertas a la creación de dinero, como nunca en el pasado, con otra práctica común y cotidiana de los bancos: no requieren los depósitos de nadie, para otorgar créditos a diestra y siniestra, creando así dinero en montos inimaginables a partir de nada, de absolutamente de nada, y con eso ganan cifras indescriptibles.

Este mecanismo genera las conductas corruptas del mundo financiero, donde logran desde la  manipulación del crédito hasta la venta interbancaria de paquetes de créditos llamados incobrables, generando las graves burbujas financieras que cíclicamente nos dañan en todo el mundo, son sus crisis financieras, que luego los Estados intervienen con sus apoyos a través de los denominados rescates de sus rapiñas inescrupulosas.
Hasta que los Estados procedan a desmantelar estos procesos y quitar a los bancos, el poder de crear este tipo de dinero y retome su función de crear y garantizar el dinero necesario para la intermediación comercial y la inversión necesaria, logrando cumplir su objetivo la banca central pública, se lograra mejorar las economías, haciendo a un lado todas las “chapuzas” que cotidianamente cometen los banqueros, y quedándonos exclusivamente con las funciones de intermediación que requieren los mercados, debe ser creado un servicio público que cubra esa necesidad en todo el mundo.

La multiplicación del dinero es una práctica común y corriente de los banqueros privados, su mayor parte es dinero bancario que engaña, en los hechos sus billetes, son papeles de valor intrínseco insignificante, con valores fundamentados en otros papeles (acciones, bonos, hipotecas, créditos, etc.), donde sus ganancias llegan a alcanzar cifras indescriptibles, mas  con la globalización neoliberal que abrió las compuertas a la creación de dinero, como nunca en el pasado, con otra práctica común y cotidiana de los bancos, donde no requieren los depósitos de nadie, para otorgar créditos a diestra y siniestra, creando espejismos de riquezas patrimoniales y capacidades de hiperconsumo a los ciudadanos hasta en sus necesidades más fundamentales para su la alimentación y atención a sus enfermedades. Así, el crédito se ha convertido a su vez en una de las estrategias más modernas para someter a los estados y esclavizar a los humanos, convirtiéndolos en adictos a las deudas, haciéndolos dependientes de las cadenas de los banqueros organizados e integrados en sus organismos financieros internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, sus estrategias mediáticas dirigidas al hiperconsumismo y sus políticas militaristas complementan sus dominios imperialistas.
Es una rapiña sin fin, que sólo los Estados verdaderamente soberanos e independientes pueden intentar acabar, como ya han iniciado países como Venezuela, Bolivia, Brasil, China, Vietnam, Islandia, empezando por quitar a los bancos el poder de crear el dinero, la manipulación del crédito y sus voraces ganancias y asumiendo sus bancos públicos centrales la función necesaria de crear el dinero necesario para la inversión necesaria y la intermediación comercial, algo muy distante en nuestro México.