jueves, 30 de junio de 2016

SER MEDICO O MAESTRO NO ES UN TRABAJO, ES UNA VOCACION


A propósito de las luchas dignas, de los maestros y médicos que siguen prevaleciendo en nuestro país, contra las reformas espurias del régimen de los pripanistas, dirigido por Enrique Peña Nieto, que tienen por objetivo, privatizar los servicios públicos educativos y de salud, que son obligación del estado, y que transgreden los derechos laborales de los trabajadores, es  necesario insistir que no se trata solo de la defensa de intereses laborales, sino de la dignificación del ser profesional, de la salud o de la educación, en nuestras sociedades inmersas en la deshumanización mercantilista de los gobiernos neoliberales que padecemos.

Desde los tiempos del político Maquiavelo, prevalecía la concepción de que el mundo estaba dividido entre las personas que saben y las que no saben; las primeras son las que tienen el poder, las segundas son sus esclavos, desde entonces, usando otros eufemismos siguen persistiendo. En el desarrollo histórico de nuestras sociedades, las enseñanzas de los maestros y los médicos, ha sido uno de los grandes factores, impulsores de los más altos niveles de desarrollo humano y social de sus habitantes. Las acciones dirigidas, en unos a la prevención, fomento y rehabilitación de la salud, otros a la educación para la enseñanza y el aprendizaje de las habilidades sociales, cognitivas, intelectuales, afectivas y psicomotoras, han sido necesarias para el bienestar y la felicidad del ser humano, pero sobre todo a lograr que las personas logren sabiduría y conciencia para que razonen de manera autónoma y logren cultivar el saber transformador y creativo que los haga agentes activos de los cambios necesarios en nuestras sociedades.

Es por eso que ser Médico o Maestro, más que un trabajo, es una vocación de servicio al pueblo, es esta mística, que nos mantiene en el ejercicio de nuestras profesiones, luchamos frontalmente contra la ignorancia, que mantiene proclives a la manipulación y explotación de los ciudadanos por quienes estén el poder. Es por eso que quienes están en el poder, lo que menos les interesa es generar los más altos niveles de educación y salud de sus habitantes, no desean que las personas razonen de manera autónoma, pues una sociedad de gente saludable, consciente e informada aumenta la posibilidad de criticar al poder, de exigir un cambio.

La gran corrupción de nuestros tiempos es hacer creer a las nuevas generaciones que la dignidad del hombre es la cantidad de dinero y cosas patrimoniales que tengan en sus familias. Eso no es cierto, lo que dignifica a un hombre son los grandes valores que podamos abrazar y su orientación que como dijo Albert Einstein “sólo una vida vivida por los demás merece la pena ser vivida”; eso es lo más importante que podemos aprender, que estamos ligados a la humanidad. Los pequeños intereses personales no son nada. No somos hombres si pensamos de manera individual. Sólo soy un hombre si mi vida puede ser útil a otros.

Así cuando decidimos ser Médicos o Maestros sólo nos impulso el ser útil a los otros, vivir para los otros, estando al servicio permanente de los demás, luchando contra toda forma de deshumanización de nuestra sociedad, evitando todo proceso de mercantilización de nuestros ejercicios profesionales, que atentan contra nuestra esencial vocación, algunos no lo lograron, son grandes en sus riquezas financieras y patrimoniales, que hoy ostentan, fueron y son víctimas del neoliberalismo atroz que les aniquilo el amor fraternal y solidario hacia sus semejantes  

Hoy necesitamos enseñar, promover y fomentar la esencial solidaridad humana, en todos los ámbitos culturales, artísticos, escuelas, unidades de salud, clínicas y hospitales, hacer sentir que somos una pequeña parte del todo, que es lo más bello que se puede comprender como lo refiere el filosofo de Nuccio Ordine, en su ensayo, manifiesto: "La utilidad de lo inútil”, que dirige contra el hiperconsumo de nuestras sociedades atrapadas por el mercantilismo neoliberal.


viernes, 24 de junio de 2016

EDUCACION Y SALUD, PILARES DEL DESARROLLO HUMANO


Los que nacimos a mediados del siglo pasado, vivimos tiempos de deficientes oportunidades para tener acceso a la educación y la atención a la salud, sin ninguna garantía del estado para que cumpliera con esta obligación, sustentadas luego, desde la década de los ochentas, como obligaciones integradas al derecho constitucional, que han seguido muy limitadas en su cumplimiento, por la escaza inversión financiera de los gobiernos y la prevaleciente corrupción de sus instituciones.  Los resultados han sido desastrosos, hoy nos ha sumergido con graves problemas, donde el gobierno ha propuesto presuntas reformas que son mas de los mismo, manipulaciones y engaños, que no van en la dirección de solucionar los problemas ancestrales, de estos dos ámbitos de las políticas públicas de los gobiernos, que insisten en imponer, para además, obstaculizar el necesario desarrollo social y humano, que los mexicanos nos merecemos de acuerdo a nuestra historia, cultura, riquezas naturales y patrimoniales de nuestra patria.

Por eso esta semana los maestros y los trabajadores de la salud de México nos manifestamos en las calles, contra estas reformas, que el gobierno en forma autoritaria trata de imponer, utilizando todo su aparato represor militarizado contra esta oposición, como lo acaba de hacer contra los compañeros maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de  la Educación (CNTE), en los municipios y ciudades del centro y sur del país, llegando a privar de la libertad, encarcelando a sus dirigentes y luego  asesinando a manifestantes como sucedió en los hechos abominables, del pasado domingo, en Nochixtlán, Oaxaca, resultando ocho muertos, 21 desparecidos y 94 heridos. En las posturas del gobierno y sus funcionarios lacayos, a persistido su negativa al dialogo, a la participación democrática de los maestros y trabajadores de la salud, en la integración de estas propuestas simuladoras y engañabobos, porque no pueden considerarse reformas, sino cambios administrativos, que atentan contra derechos laborales básicos, menos asumen sus diagnósticos de los problemas con la participación activa de sus trabajadores, quienes conocemos las instituciones y hemos vivenciado sus políticas públicas, integradas en los planes nacionales de desarrollo y sus programas sectoriales, que una y otra vez, sexenio, tras sexenio, han impuesto en forma vertical simulando consultas, para simular a su vez  lo exigido en la ley, para la elaboración de estos planes y programas.

Sólo les ha interesado cumplir con los mandones del neoliberalismo, integrantes de los poderes facticos de los gobiernos imperialistas y sus organismos administrativos: el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que con sus modelos económicos y paradigmas de solución a los problemas sociales, limitan a los Estados sus inversiones, dándole prioridad al desarrollo de sus capitales financieros y no a sus propias peroratas sobre la importancia de invertir en el capital humano, que han reconocido como la mejor inversión para el crecimiento y desarrollo humano de nuestras sociedades. Así han sumergido a nuestras sociedades en el mercantilismo atroz, individualista, deshumanizado, con si dios mercado y las lacras del hiperconsumismo, tratan de convertir todo en mercancía, donde los costos económicos, determinan la calidad de lo vendido, así las ganancia económicas son el objeto, enriquecerse patrimonialmente son sus metas del éxito en la vida, nada les importa disminuir las desigualdades sociales, eliminando el hambre y la pobreza, menos les ha importado ejercer sus valores  humanistas judeocristianos, inmersos en el original amor inmanente, integrado en sus textos religiosos, dirigido al prójimo con la inherente solidaridad fraternal hacia sus semejantes. Sus voracidades ambiciosas, sin escrúpulos, cínicamente llegan a procesar en sus mentalidades, el referente necesario de no permitir avanzar el nivel de educación y salud, pilares del desarrollo humano de nuestra población, para así seguir garantizando su explotación y manipulación mediática, que ha sido garante de la pasividad tolerante de las masas ante sus injusticias.  

Enriquecerse económicamente, acumular los más grandes capitales, es el sentido, es su visión y su misión en este mundo, no les importan los métodos, siempre encontraran en países, como el nuestro, personajes sin escrúpulos en las esferas del poder económico y político, como Enrique Peña Nieto y su gabinete, dispuestos a ser serviles, entre más corruptos mejor para otorgarles la impunidad, desde sus reinos, como prebenda a sus servicios. Han sido las políticas neoliberales y la prevaleciente corrupción de los políticos gobernantes, con sus injusticias e impunidades, las que son en el fondo, causantes, de que en las últimas décadas, no se haya logrado construir la solides institucional que se requiere para lograr proporcional la universalidad de los servicios educativos y de salud a nuestra población.

Son estos modelos mercantilistas, que el régimen pripanista, quiere integrarlos en sus reformas al sistema educativo y de salud nacional, con sus visiones de calidad en la enseñanza y la salud, como si fuera mercancía, muy lejos de lograr el anhelado derecho garantizado por nuestra constitución, donde simple y llanamente, todos y todas las mexicanas tengan acceso para satisfacer sus necesidades educativas y de salud sin ningún gasto económico, gratuitos y con acceso a servicios con su pregonada calidad y calidez, brindados en instituciones equipadas y con personal e insumos suficientes para lograr eficazmente operar sus programas.

viernes, 17 de junio de 2016

A UN AÑO DE LA ELECCION DE JAIME RODRIGUEZ CALDERON, GOBERNADOR DE NUEVO LEÓN

Como ya había opinado sobre Jaime Rodríguez Calderón, alias “el bronco”, sobre su mal perfil político, con sus deficientes capacidades administrativas, organizativas, intelectuales y de probidad, como ex militante priísta y funcionario gris, que referí desde que quiso el apoyo de MORENA para su candidatura, luego cuando solicitó que nuestro candidato de MORENA a la gubernatura, se retirara de la elección, y se sumara a su campaña, luego cuando ganó las elecciones, finalmente cuando informó sobre sus integrantes de su gabinete y últimamente al presentar su Plan Estatal de Desarrollo para Nuevo León. Hoy a a un año de su elección refrendo, esta percepción, reforzada por la suma de sus evidenciadas deficiencias, en sus desempeños y sus discursos, como gobernador de nuestro estado, uno de los más importantes económica y políticamente de México.

Su organización y operación administrativa para gobernar Nuevo León, primero se caracterizó por integrar en los mandos altos y medios, personajes del pripanismo  y de los grupos empresariales, que han definido las políticas públicas de los mismos gobernantes, que hemos tenido en las últimas décadas, incluyendo los autodenominados ciudadanos independientes, sin partido, donde sus perfiles de capacidad para el desempeño, y sobre todo la prevalencia de la anhelada honestidad en sus personas, no fueron el eje central para su nombramiento. En segundo lugar se ausento la austeridad en su propuesta de egresos y con incrementos en dependencias, algunas duplicando funciones, con percepciones salariales, prestaciones y presupuestos altos, de estos funcionarios; eso si los más afectados, en su pregonada lucha por ahorrar en este rubro, han sido los servidores públicos ordinarios, los que a diario sacan las tareas operativas en todas las dependencias gubernamentales, con sus recortes de personal, decrementos en sus salarios y prestaciones. De tal forma que sigue imperando el modelo económico administrativo, de su gobierno con los mismos moldes de los sexenios pasados, generadores de ineficiencia, ineficacia, dispendio y sobre todo extensivos del endeudamiento económico agobiante, que padece crónicamente nuestro estado, limitando el financiamiento, dirigido a solucionar los principales problemas que obstaculizan el desarrollo social y humano de nuestra sociedad.

Su pregonada lucha contra la corrupción de las administraciones anteriores y en su administración actual, sigue en espera de acciones contundentes, congruentes con sus peroratas de “mandar a la cárcel” a los funcionarios responsables, tan sólo ha hecho denuncias de litigios, que presagian impunidades futuras y en su administración sólo ha hecho renunciar a sus propios funcionarios, como sucedió con su subsecretario de Administración,  Rogelio Benavides Pintos, en el llamado “cobijagate”, aun mas ante las mentiras de sus funcionarios, como lo sucedido a su Procurador de Justicia  y el Fiscal Anticorrupción, al ser evidenciados por los medios de comunicación, hace defensas a ultranza sin ejercer medidas legales, administrativas, menos morales.
JRC ha sido incapaz de proporcionar la principal responsabilidad de un gobernante en un estado, garantizando las libertades con seguridad en la convivencia pacífica y el patrimonio de sus habitantes, extendiendo la inseguridad y violencia que nos ha venido agobiando en los últimos lustros, así lo evidencian las cifras de homicidios, desparecidos, secuestros, robos y los persistentes cotos de poder territorial, que a nombre de los grupos delincuenciales siguen controlando, exigiendo sometimientos con sus nefastas cuotas de protección, de la cual no se han escapado ni los penales, con sus tragedias como las del Topo Chico. Sus respuestas de militarizar los mandos encargados de la seguridad en el estado y los municipios sólo han generado más limitación de las libertades, abusos en los derechos humanos fundamentales del ciudadano y mayor temor en su seguridad y sus patrimonios.

Jaime Rodríguez, Ingeniero Agrónomo de profesión, orgullosamente lector asiduo del pasquín, el  “Libro Vaquero”, inmerso en la soberbia que el poder le ha engrandecido, formado ideológica y políticamente en el mas abyecto priísmo, sin el cultivo intelectual de los pensadores de la era moderna, en las artes, las ciencias y la literatura, menos de los textos básicos de las y los politólogos, los teóricos de las ciencias políticas, sociales y corrientes filosóficas, generados desde los albores de los clásicos del helenismo, hasta los liberales de la ilustración y  los revolucionarios socialistas. Abusa del lenguaje campirano sin la humildad de reconocer no saber, creyendo que lo sabe todo, generando discursos inmersos en ocurrencias, elucubraciones, con lenguaje florido, silvestre, sexista, machista, misógino, discriminatorio, homofóbico, insultante, mordaz e irónico; al abordar públicamente los problemas políticos y sociales, que vivimos, por ejemplo ante los feminicidios y secuestros, responde:  “Nosotros no tenemos alguna denuncia de secuestro de ninguna mujer… quizá se van con el novio. Puede ser que el novio se las lleve, sin permiso de los papás, quizá el novio las convenza… no es un tema de la delincuencia organizada”, ante el tema de las personas desparecidas, dice, criminalizando, prejuzgando: “los desaparecidos tienen o tuvieron alguna razón para estar desaparecidos”, ante el incremento de la delincuencia juvenil, hace su llamado a los padres y sus familias para que los “crien bien”; ante el tema de la diversidad sexual, aclara “que no tiene mayate”; ante la legalización del consumo de la marihuana, expresa sus prejuicios de “locura y criminalidad” en sus consumidores; ante los hechos trágicos del penal de Topo Chico, lo absurdo “yo no puedo mandar en las conductas de los internos”; ante el problema de los miles de baches de las calles y avenidas de nuestro estado, tuvo la ocurrencia de pedir a “los vecinos que se organicen, compren cemento y tapen los baches”; ante la demandas de solución persiste su perorata “no hay dinero”; ante el problema de la alta prevalencia de la obesidad y/ los embarazos en adolescentes, su insultante discriminación: “a las niñas gordas nadie las quiere”; ante las observaciones de sus errores discursivos, sus disculpas porque le dijeron “había regado feo el tepache”; a los que ejercen su sexualidad, sin presunta responsabilidad, “calenturientos”; ante las posturas críticas hacía sus actos de gobierno, “son los mismos resentidos de los partidos”.

Jaime Heliodoro es tan folclórico que se cree un héroe de su pregonada “Nueva Independencia”, con la que intitula el sello de su gobierno, nada que ver con los movimientos insurgentes revolucionarios de nuestros héroes nacionales que dirigidos por don Miguel Hidalgo y José María Morelos, lograron darnos la primera transformación independiente, libertaria y soberana de nuestra nación; mas lejos está de los héroes de la segunda gran transformación de nuestra patria, que encabezada por Benito Juárez, nos dieron las Leyes de  Reforma. Ni que decir de los héroes revolucionarios del movimiento insurgente de 1910, Madero, Villa, Zapata, los hermanos Flores Magon, que nos legaron las libertades y los derechos fundamentales sociales y humanos que han sido la base del desarrollo económico, cultural, social y político en nuestra nación, obstaculizados persistentemente de su goce pleno, por políticos y los poderes facticos que integran la mafia del poder que nos gobierna en México y en Nuevo León.  
JRC está muy lejos de cumplir y hacer cumplir con lo que protestó, al asumir el cargo de gobernador, respetar cuando menos las leyes vigentes de nuestra sociedad, mas lejos está de cumplir sus principales promesas de campaña y dignificar la investidura como personaje gobernante de nuestro estado ejemplar de Nuevo León, empezando por estructurar sus discursos con declaraciones inmersas en conocimientos que exhiban su comprensión de los problemas, con humildad ante el “no saber”, con disposición a investigar, para “el saber”, con sensibilidad humana, para solidarizarse fraternalmente ante las víctimas de la injusticia y la violencia, que padecemos en nuestra sociedad, pero sobre todo con honestidad, eficiencia y eficacia en los desempeños de su gobierno, dejando atrás las mentiras, la simulación y las lacras de la corrupción que nos agobian a los mexicanos y mexicanas.

viernes, 10 de junio de 2016

NO OLVIDEMOS EL 10 DE JUNIO EN MEXICO.

A propósito de las remembranzas de las luchas que los universitarios en todo el país, desarrollábamos en los setentas, del siglo pasado, contra las injusticias, por las libertades y el desarrollo democrático de nuestra patria, que  llevó a él régimen priista a una mayor represión violenta, con los hechos trágicos del 10 de junio de 1971, donde asesinaron impunemente a los compañeros estudiantes, durante la manifestación del jueves de corpus, que entre otras demandas manifestaban su apoyo a nuestra lucha por la autonomía universitaria y la reforma académica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde el eje central era acabar con la deshumanización imperante en los gobernantes e instituciones educativas que deformaban su función educativa, generando profesionistas inmersos en el mercantilismo que  prevalecía en nuestra sociedad, muy lejos de la elemental solidaridad humana.
 
Resulta que la prevaleciente deshumanización del neoliberalismo imperante sigue desbordándose como un cáncer, diseminándose hasta en los principios y valores básicos, que deben prevalecer en la elemental solidaridad de quienes como personas deberían ser ejemplos de humildad, por la mística inherente del servidor público y en los actos de filantropía de los empresarios. Así cada vez que observo a un funcionario, político o a los supuestos humanistas de las instituciones caritativas de beneficencia social abusando de las imágenes de sus actos solidarios como aparecer con los niños con cáncer, regalando sus pelucas, con los pobres otorgando sus dadivas contra el hambre, con los ancianos proporcionando lentes, con los enfermos atendidos en sus consultas brigadistas, se me exacerba la indignación por el abominable abuso que sin el más mínimo valor ético moral desarrollan con cinismo y desvergüenza con sus facies de alegría, regocijo y enaltecidos en su soberbia por la glorificación de sus actos muy alejados hasta de sus creencias y valores cristianos que pregonan.

Si son funcionarios, vergüenza debería de darles, la paradoja de que siendo responsables de alguno de los sectores, como salud o seguridad social, sus imágenes sean una muestra de sus incompetencias para lograr consagrar el derecho a la salud, otorgándolo como lo que es, un derecho inalienable de las personas; más vergüenza debería de darles aparecer entregando alimentos como muestra de combate a la pobreza, en tanto mantienen sus gobiernos con programas y modelos económicos, generadores de las lacerantes desigualdades sociales, con sus lacras de pobreza y miseria que afectan a las mayorías de nuestras poblaciones. Ni que decir de los funcionarios de la educación, que insisten en aparecer en las escuelas públicas, anunciando soluciones a problemas ancestrales como carencias de baños y bebedores de agua potable en condicione sanitarias para los niños, aprovechándose de la inocencia infantil con sus naturales alegrías, para la foto. 
Si son fundaciones o instituciones filantrópicas, como les gusta más que se les designe, donde imperan sus fundamentalismos religiosos cristianos, como motor de su altruismo, como el Teletón de Televisa, Tv-Azteca, , Caritas, Cruz Roja, etc., .simple y llanamente deberían ejercer ese valor cristiano con la humildad caritativa, que implica el dar sin vanagloriarse de lo otorgado, sin nada de publicidad sobre sus actos, menos de exponer el sufrimiento y las tragedias de los beneficiarios, del cual abusan para incrementar sus recursos económicos, que incrementen sus finanzas y ganancias que no sólo les permite el apoyo a los discapacitados sino a mantener sus burocracias internas y los vividores de estas tragedias humanas.
Los que conocemos de las estrategias de manipulación de los regímenes de oprobio, sabemos muy bien que estos actores, cumplen muy bien con sus amos, en esta tarea ingrata de usar las imágenes para seguir estimulando el cerebro emocional de los ciudadanos, opacando la racionalidad de las realidades, del saber, del conocer, lo  que sostiene de fondo las atrocidades de los oligarcas gobernantes, sobre los derechos fundamentales humanos y sociales,  que con sus decisiones han obstaculizado el desarrollo social y humano, que los mexicanos y mexicanas, nos merecemos de conformidad con nuestra historia, nuestro patrimonio cultural, económico, de la naturaleza,  y desde luego de  los movimientos libertarios y reprimidos brutalmente, como el del 10 de junio.
10 de junio no se olvida, la lucha sigue, en tanto las injusticias, la explotación y las desigualdades sociales y económicas persistan.