Los que nacimos a mediados del siglo pasado, vivimos tiempos
de deficientes oportunidades para tener acceso a la educación y la atención a
la salud, sin ninguna garantía del estado para que cumpliera con esta
obligación, sustentadas luego, desde la década de los ochentas, como
obligaciones integradas al derecho constitucional, que han seguido muy
limitadas en su cumplimiento, por la escaza inversión financiera de los
gobiernos y la prevaleciente corrupción de sus instituciones. Los resultados han sido desastrosos, hoy nos
ha sumergido con graves problemas, donde el gobierno ha propuesto presuntas
reformas que son mas de los mismo, manipulaciones y engaños, que no van en la
dirección de solucionar los problemas ancestrales, de estos dos ámbitos de las políticas
públicas de los gobiernos, que insisten en imponer, para además, obstaculizar el
necesario desarrollo social y humano, que los mexicanos nos merecemos de acuerdo
a nuestra historia, cultura, riquezas naturales y patrimoniales de nuestra
patria.
Por eso esta semana los maestros y los trabajadores de la
salud de México nos manifestamos en las calles, contra estas reformas, que el
gobierno en forma autoritaria trata de imponer, utilizando todo su aparato
represor militarizado contra esta oposición, como lo acaba de hacer contra los
compañeros maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), en los municipios y ciudades
del centro y sur del país, llegando a privar de la libertad, encarcelando a sus
dirigentes y luego asesinando a
manifestantes como sucedió en los hechos abominables, del pasado domingo, en Nochixtlán, Oaxaca, resultando ocho muertos,
21 desparecidos y 94 heridos. En las posturas del gobierno y sus funcionarios
lacayos, a persistido su negativa al dialogo, a la participación democrática de
los maestros y trabajadores de la salud, en la integración de estas propuestas
simuladoras y engañabobos, porque no pueden considerarse reformas, sino cambios
administrativos, que atentan contra derechos laborales básicos, menos asumen
sus diagnósticos de los problemas con la participación activa de sus trabajadores, quienes
conocemos las instituciones y hemos vivenciado sus políticas públicas,
integradas en los planes nacionales de desarrollo y sus programas sectoriales,
que una y otra vez, sexenio, tras sexenio, han impuesto en forma vertical
simulando consultas, para simular a su vez lo exigido en la ley, para la elaboración de
estos planes y programas.
Sólo les ha interesado cumplir con
los mandones del neoliberalismo, integrantes de los poderes facticos de los
gobiernos imperialistas y sus organismos administrativos: el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) y la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que con sus modelos económicos y
paradigmas de solución a los problemas sociales, limitan a los Estados sus
inversiones, dándole prioridad al desarrollo de sus capitales financieros y no
a sus propias peroratas sobre la importancia de invertir en el capital humano,
que han reconocido como la mejor inversión para el crecimiento y desarrollo humano
de nuestras sociedades. Así han sumergido a nuestras sociedades en el
mercantilismo atroz, individualista, deshumanizado, con si dios mercado y las lacras
del hiperconsumismo, tratan de convertir todo en mercancía, donde los costos económicos,
determinan la calidad de lo vendido, así las ganancia económicas son el objeto,
enriquecerse patrimonialmente son sus metas del éxito en la vida, nada les
importa disminuir las desigualdades sociales, eliminando el hambre y la pobreza,
menos les ha importado ejercer sus valores humanistas judeocristianos, inmersos en el
original amor inmanente, integrado en sus textos religiosos, dirigido al prójimo
con la inherente solidaridad fraternal hacia sus semejantes. Sus voracidades
ambiciosas, sin escrúpulos, cínicamente llegan a procesar en sus mentalidades,
el referente necesario de no permitir avanzar el nivel de educación y salud,
pilares del desarrollo humano de nuestra población, para así seguir
garantizando su explotación y manipulación mediática, que ha sido garante de la
pasividad tolerante de las masas ante sus injusticias.
Enriquecerse económicamente, acumular
los más grandes capitales, es el sentido, es su visión y su misión en este mundo,
no les importan los métodos, siempre encontraran en países, como el nuestro,
personajes sin escrúpulos en las esferas del poder económico y político, como
Enrique Peña Nieto y su gabinete, dispuestos a ser serviles, entre más
corruptos mejor para otorgarles la impunidad, desde sus reinos, como prebenda a
sus servicios. Han sido las políticas neoliberales y la prevaleciente corrupción de los políticos gobernantes,
con sus injusticias e impunidades, las que son en el fondo, causantes, de que
en las últimas décadas, no se haya logrado construir la solides institucional
que se requiere para lograr proporcional la universalidad de los servicios
educativos y de salud a nuestra población.
Son estos modelos mercantilistas,
que el régimen pripanista, quiere integrarlos en sus reformas al sistema
educativo y de salud nacional, con sus visiones de calidad en la enseñanza y la
salud, como si fuera mercancía, muy lejos de lograr el anhelado derecho
garantizado por nuestra constitución, donde simple y llanamente, todos y todas
las mexicanas tengan acceso para satisfacer sus necesidades educativas y de
salud sin ningún gasto económico, gratuitos y con acceso a servicios con su
pregonada calidad y calidez, brindados en instituciones equipadas y con personal
e insumos suficientes para lograr eficazmente operar sus programas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario