viernes, 30 de octubre de 2015

LAS AMENAZAS DE MORENA


A pesar de todos los obstáculos y ataques, que el régimen pripanperredista nos ha impuesto, en MORENA hemos logrado fortalecernos como un gran partido-movimiento de oposición en todo México, aun en estados como el nuestro, Nuevo León, donde logramos resistir la embestida de las deslealtades y traiciones de políticos, empresarios y “ciudadanos sin partido”, que no cesaron en sus conductas y posturas políticas, oportunistas, pragmáticas y demagógicas, solicitando nuestra integración a sus usos del poder, muy lejos de asumir nuestro imperativo de la ética política, donde la congruencia e integridad con los principios y valores por los que luchamos, constituyen nuestra máxima fortaleza.
Hoy somos el único partido de real oposición al régimen de gobierno, corrupto, autoritario, represor, asesino, criminal y generador de las grandes desigualdades y sus lacras de pobreza en nuestro pueblo, siguen los políticos del PRI, PAN Y PRD en su abominable pacto político impulsando sus políticas reformistas contra México, en tanto sus partidos paleros PANAL, PVEM y MC, no cesan en vivir de su oportunismo político, dejándose usar conforme a los intereses de la mafia en el poder que nos gobierna; también hay que señalar la integración de los políticos autodenominados “independientes”, como el “Bronco”, que cabalgando con la “ciudadanización del gobierno”, se han integrado a una de las estrategias de los oligarcas, hijos del salinismo, contra MORENA y nuestro dirigente Andrés Manuel López Obrador, alarmados por las encuestas que nos posicionan como la opción más viable para la presidencia de México en el 2018.  
Somos el principal objetivo del gobierno y sus partidos pactistas y paleros, todos sus funcionarios, testaferros, dirigentes, militantes, activistas, comunicadores, intelectuales, politólogos, periodistas y empresarios, a su servicio, seguirán difamando, calumniando, desvirtuando y en el extremo de sus infamias, reprimiendo y corrompiendo a los militantes de nuestro partido movimiento, como lo hacen todas las oligarquías, para detener los movimientos políticos opositores, que como MORENA avanza con un gran apoyo de la mayoría de la población.
A nivel nacional, ya iniciaron sus estrategias de infiltración en MORENA, principalmente con perredistas que abandonaron sus tribus, por ser marginados, sin beneficios de los usos del poder (como candidaturas, cargos, ni beneficios económicos), de sus grupos clientelares y corporativos, que han pervertido en ese partido. Ni que decir de los militantes vividores del Partido del Trabajo, que quedaron desempleados de sus estructuras burocráticas, una vez que han perdido el registro, algunos de ellos, sacaran sin escrúpulos, su oportunismo para hacerse del poder al interior de MORENA, como ya ha sido detectado en diferentes estados (Durango, Chihuahua, Guerrero, Nuevo León) de nuestra patria, donde aprovechándose de nuestra incipiente y generosa organización democrática, han logrado incrustarse en cargos ejecutivos, jamás alcanzados  en sus partidos de origen, menos en sus circunstancias, de apenas haber sido afiliados como militantes de MORENA, semanas antes de las elecciones internas para la renovación de las dirigencias en todos los niveles de nuestro partido movimiento.
Por fortuna son pocos, siguen identificados por la mayoría de la población y de quienes militamos en la izquierda, desde hace décadas, y en este movimiento progresista, desde la lucha contra el desafuero de AMLO, las campañas presidenciales,  el Movimiento de Regeneración Nacional y luego en la construcción de MORENA para lograr su registro nacional como partido político, sin faltar las tareas en las luchas contra las reformas estructurales de Peña Nieto, además de las tareas político-electorales en las pasadas elecciones, donde estos compañeros infiltradas hicieron campaña contra MORENA, haciendo gala de sus conductas facciosas, oportunistas, clientelares y corporativas del quehacer político, muy lejos de nuestra cultura política, con nuestro imperativo ético.
En MORENA, los infiltrados,  sólo serán una amenaza, porque la mayor fortaleza, que tenemos, es la férrea convicción, de la mayoría de los que militamos en este movimiento, en seguir construyendo la organización política más poderosa e incorruptible, en toda la historia de México. En todos los territorios, desde los distritos, municipios y estados, enfrentaremos a estos “izquierdistas”, distinguidos por sus activismos que buscan mantener sus “privilegios” y prebendas con los gobiernos a los que sirven, llegando a sumarse hasta con las tácticas y estrategias de la derecha, como algunos lo hicieron sumándose a la campaña electoral del BRONCO en Nuevo León.
 
 
 

viernes, 23 de octubre de 2015

LA DEFORMACION DE LA POLITICA

Los políticos en el poder persisten en asumir conductas y posturas, que deformen el significado de esta actividad para seguir promoviendo y fomentando el rechazo y la confusión de nuestra sociedad, contra sus principales actores en los diferentes espectros ideológicos del quehacer político, no llegan ni a discriminar las diferencias entre el ser político y la militancia partidista.
Son conductas y posturas que están inmersas en la mentira, engañando, transgrediendo los principios y valores básicos, para el desarrollo saludable de los seres humanos, ya no digamos de sus propias ideologías, llegan al extremo de reconocer sus mentiras, sin inmutarse, vanagloriándose de sus “sinceridades”, como ha sido público en Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de nuestro estado de Nuevo León, en sus posturas, al afrontarlo con sus promesas de cambio, durante su campaña electoral, en sus ofrecimientos de eliminar impuestos, como la tenencia de vehículos o su lucha contra la corrupción, empezando con acciones trascendentes con el gobernador y sus funcionarios salientes, que no sólo fueron “ladrones”, sino endeudaron las finanzas estatales, con máximos históricos que serán un problema para la inversión financiera de esta administración pública, pero principalmente para el desarrollo de la política social en nuestro estado, en materia educativa, salud y combate a la pobreza.
El máximo político en el poder, Enrique Peña Nieto, sin el mínimo rubor, una y otra vez dice mentiras, sobre los beneficios para nuestra sociedad de sus ignominiosas reformas: energética, educativa, telecomunicaciones, financiera, política electoral, hacendaria, penal, que sólo han logrado incrementar la desigualdad, la lacerante pobreza, la prevalencia de la corrupción y la criminalidad, obstaculizando el desarrollo económico y social de nuestra patria. Sus mentiras como las de la tragedia de Ayotzinapa son derrumbadas, con la evidencia de la verdad, como la que acaba de informar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONU sobre la situación real del estado que guarda el respeto a los derechos humanos en nuestro país. Aun más la OCDE ha venido a decirle que sus realidades sobre el mejoramiento económico de los mexicanos, son mentiras, en tanto como país somos, de todos lo que la integran, el país como mas desigualdad y pobreza.
Asumo que, en este tipo de políticos, sus capacidades ideológicas, están limitadas por sus escasos niveles de desarrollo intelectual, político, académico y cultural, que sólo fue impactado por los conocimientos de sus profesiones, sin integrar los mínimos de las artes y la literatura, menos de las ciencias políticas, incapaces de recordar en público libros y autores que les hayan trascendido, y con una experiencia política limitada a los usos y costumbres del régimen autoritario del PRI, donde está su origen, sobre todo donde la moral en sus conductas, sigue siendo, como en los caciques, “un árbol que da moras”, donde el imperativo ético en la política se les ausenta.
Desconocen el significado de la política, sabrán que Aristóteles uso ese término en su obra, titulada justamente “Política” en el siglo V A.C, que esa palabra viene del griego politika, que es una derivación del término polis, que significa “civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos del ciudadano”; desconocen que desde entonces las concepciones, sobre este término han evolucionado, tratando de superar paradigmas reduccionistas del saber, sobre esta actividad, que en la historia de la humanidad se había manifestado en las luchas por el poder y la dominación territorial imperial en las culturas milenarias de los persas y los chinos.
 
Hoy la política es una actividad orientada en forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo para alcanzar ciertos objetivos, donde el ejercicio del poder busca un fin trascendente, que debería ser alcanzar los máximos niveles de desarrollo humano y social de las personas. Por eso es fundamental integrar a la política como una ciencia, para gobernar, para estudiar el poder público, sustraído de la convivencia pública, del Estado o de sus instituciones, donde es fundamental la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad. Gramsci, expresó que el primer elemento, el pilar de la política, "es el que existen realmente gobernados y gobernantes, dirigentes y dirigidos. Toda la ciencia y el arte político se basa en este hecho primordial, irreductible”.
Pero también es necesario que la política integre el imperativo ético, como una disposición a obrar en una sociedad utilizando el poder público organizado para lograr objetivos provechosos para el grupo, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Finalmente, para conciliar intereses, se impone que en la política se domine el arte de la negociación con la intención de resolver o minimizar el choque entre los intereses encontrados que se producen dentro de una sociedad, subordinando el interés supremo del bienestar y la prosperidad de los habitantes en una nación.
 
Los políticos necesitamos no seguir deformando estos conceptos fundamentales.

sábado, 17 de octubre de 2015

LA REFORMA DE SALUD EN MEXICO

Asistí como expositor a una mesa redonda sobre Política Social de Salud y su Reforma en México, invitado por la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León; conjuntamente con otras tres compañeras, trabajadoras sociales, integradas en instituciones de nuestro sistema estatal de salud, expresamos nuestras reflexiones y propuestas sobre este tema y las problemáticas graves que sobre salud, nos siguen afectando a las y los mexicanos, donde el rol de la trabajadora social es muy trascendente en la gestión para solucionar estos problemas. De entrada, exprese que en el marco de los problemas económicos y políticos que el gobierno de Peña Nieto ha generado, por seguir inmerso en la corrupción, logrando crisis financieras y gran desconfianza e incredulidad política en la mayoría de la población, hace que su Reforma de Salud, anunciada y plasmada en su Plan Nacional de Desarrollo, pretendiendo lograr la cobertura universal de los servicios médicos, simplemente es inviable, no se realizara, sus funcionarios han iniciado su comunicación de la incapacidad para su financiamiento, por la crisis económica que vivimos. Así las reformas a la constitución y a las leyes seguirán esperando y con ello los graves problemas de cobertura, inequidad y calidad de los servicios de salud para nuestros habitantes. Una vez más el derecho a la salud, promovido y fomentado por la OMS, como uno de los derechos fundamentales del ser humano, desde la década de los sesentas del siglo pasado, seguirá esperando ser disfrutado cabalmente en nuestro país, aun seguirá inscrito como un derecho en nuestra constitución en el Artículo 4º., tímidamente, como el derecho a la Protección de la Salud, incorporado desde 1984 y que dio origen a la primera gran reforma de la nuestra Ley general de Salud, que sustituyó al viejo código sanitario que normaba las responsabilidades del estado en materia de salud pública. Resulta que desde entonces, la Ley General de Salud sólo ha tenido una reforma trascendente, dirigida al cumplimiento del estado para lograr incrementar la cobertura, fue en el 2003 cuando se integró el Sistema de Protección de Salud, que dio origen al Seguro Popular, ofreciendo un reducido paquete de 285 acciones en la prestación de servicios médicos, de las familias afiliadas a este sistema, dejando de lado la atención integral de todas las enfermedades. El resto de las reformas, que año tras año, los legisladores y funcionarios han hecho, ha sido para fortalecer derechos y acciones específicas sobre las finalidades de este derecho, en el marco de los programas de salud existentes en los diferentes planes sexenales de salud de los gobiernos, como en la atención a la salud mental, la salud sexual y reproductiva, la prevención de accidentes, la atención y prevención de las enfermedades transmisibles, el control sanitario, los medicamentos genéricos y la última en el mes de marzo de este año, que fue hecha para fortalecer la regulación del ejercicio de actividades profesionales en las ciencias y técnicas medicas y paramédicas. Con firmeza exprese que la “crisis financieras”, que los gobernantes han generados en sus pésimos desempeños, no han sido la causa real, para lograr la anhelada cobertura universal en salud en México, reitere que han sido sus modelos económico, políticos y del desarrollo social que les ha guiado en sus decisiones, sobre la salud de los mexicanos, son los modelos impuestos por el neoliberalismo que por décadas mi generación ha padecido, han sido políticos que simple y llanamente no les ha interesado cumplir con este derecho fundamental para todos los mexicanos. Señale que los principales problemas en las políticas de salud de los gobernantes, es que en primer término sus inversiones en salud, han sido raquíticas, desde los años sesentas del siglo pasado la inversión no ha pasado del 7% del PIB, actualmente el gasto total en salud del PIB del estado es de 3.1%, en tanto la inversión privada es de 3.3%, juntos apenas suman el 6.4%, muy por debajo de los EUA, Canadá y Cuba que invierten más del 10% de su PIB. Luego el modelo de atención a la salud, que prevalece es el de la medicina curativa, que es muy costoso y poco eficiente en la reducción de las cargas de morbilidad y mortalidad de la población; el modelo que debería prevalecer es el de la medicina preventiva donde las ciencias de la salud pública han demostrado una y otra vez su eficacia y eficiencia en el bienestar de las sociedades. Por si fuera poco los diferentes niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y las instituciones públicas prestadoras de servicios de salud como la SSA, el IMSS, ISSSTE, DIF, SEDENA, PEMEX, Hospitales Universitarios no logran integrarse en un sistema único, abonando a la fragmentación, inequidad y desigualdad con derechos diferenciados y servicios de salud con niveles heterogéneos para sus usuarios, donde además prevalecen los grupos de poder, que subordinan sus intereses económicos y de control político, que por décadas han usufructuado usando las instituciones públicas para sus fines. Finalmente señale el grave problema de la corrupción que los funcionarios del sector salud persisten en que prevalezca, elevando los costos de inversión en la obra pública y las adquisiciones de medicamentos, equipos e insumos necesarios para la atención medica en los hospitales, clínicas y centros de salud. La lucha sigue, llame a los trabajadores sociales a seguir siendo gestores del cambio, para que logremos hacer realidad el derecho a la salud y logremos su universalidad, es decir que abarque a todas las personas, independientemente de su condición social, se ejerza en equidad, sin discriminación por motivos de raza, color, genero, religión, posición económica, ideología política y sin pago de cuotas por los usuarios; y finalmente con calidad y calidez en los servicios que se brinden a toda la población.

lunes, 12 de octubre de 2015

DIGNIFICAR LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL

Celebramos, el pasado 10 de octubre, otro día mundial de la salud mental, que nuevamente fue desatendido por políticos y comunicadores sociales en nuestro país y en nuestro estado, tal vez porque era sábado, para algunos su día de descanso, otros inmersos en sus rituales sabáticos religiosos, que les impide integrase en las actividades mundanas. En esta ocasión el lema escogido por la OMS fue “Dignidad en Salud Mental”, que según sus expertos “tiene por objetivo hacer conciencia de lo que puede hacerse para asegurar que personas con problemas de salud mental puedan seguir viviendo con dignidad, a través de la política de derechos humanos orientados y el derecho, la formación de profesionales de la salud, el respeto por el consentimiento informado al tratamiento, inclusión en procesos de toma de decisiones y campañas de información pública”.

Hoy, invertir en salud mental por los gobiernos se ha vuelto una de las prioridades, tan sólo los trastornos mentales y los trastornos ligados al consumo de sustancias son la causa de cerca del 23% de los años perdidos por discapacidad en toda la población mundial. En México tenemos adicionalmente, el gran problema de la violencia social y familiar, además  de la corrupción generalizada que prevalece en toda las sociedad, destruyendo los valores básicos en las interacciones humanas y con ello contribuyendo a menoscabar la salud mental de las personas.

Vivir con dignidad, ha sido uno de los grave problemas, no sólo de las personas que padecen alguno de los trastornos de salud mental, sino de los que por alguna razón acuden con alguno de los trabajadores de la salud mental, sin necesariamente padecer alguna enfermedad, en nuestras sociedades en desarrollo, ya que ha persistido el estigma promovido culturalmente de que para acudir con un psiquiatra o psicólogo se necesita estar “loco”, así las personas tienen que ocultar ante sus propios familiares y más en sus entornos laborales sus consultas con estos profesionistas.

Mas grave ha sido que miles de personas que padecen alguna de las enfermedades mentales, como la depresión, ansiedad, esquizofrenia, demencias, trastorno bipolar, sean transgredidos en sus derechos humanos. No sólo se les niega el derecho a la atención de su salud, con procesos de atención integral, de calidad, con personal calificado, sino además cotidianamente las sociedades persisten en discriminarlos, estigmatizarlos y marginarlos, llegando hasta el abuso físico y emocional en las unidades de atención, desde los centros de salud hasta los centros de internamiento y los hospitales.
En nuestro país, ha sido crónico el problema persistente de las instituciones de internamiento, donde siguen prevaleciendo los modelos manicomiales del siglo pasado, carcelarios, donde llegan a privar de la libertad hasta por intereses económicos a pacientes, que una y otra vez son fuente de denuncias y reportajes obscenos en los medios. Si bien han existido avances, en la mejoría de ese maltrato deshumanizante con sus crueldades, con violaciones que incluyen la coerción física, la reclusión y la privación de las necesidades básicas y la intimidad, nos falta mucho por llegar a eliminar ese trato indignante, porque a los políticos, que nos han gobernado, no les ha interesado legislar e invertir financieramente sobre la salud mental de toda la sociedad.  Somos uno de los muchos  países en el mundo, que no  contamos con un marco legal que proteja debidamente los derechos de las personas con trastornos mentales, menos contamos con la inversión financiera mínima, del estado, para dar cobertura de atención a la salud mental en toda la población.

Luchar por la dignificación de la atención a la salud mental, ha sido uno de nuestros principales propósitos de nuestra existencia, desde hace más de treinta años, no sólo hemos sido críticos sobre el desinterés y la desatención de estos problemas, hemos hecho llegar a los gobernantes de nuestro estado, cada sexenio, propuestas que incluyen los fundamentos, las estrategias y las acciones necesarias para lograr un sistema integral de atención a la salud mental, la violencia y las adicciones, con pocos resultados.
 
Lo mejor que hemos logrado es el proceso de gestión que concluyo en el desarrollo del primer Centro Comunitario de Salud Mental Comunitaria de la SSA,  de nuestro estado de Nuevo León, donde desde hace 12 años, hemos estado bregando en esta lucha por la dignificación del enfermo mental y la prevención y fomento de la salud mental, porque tenemos la plena conciencia que la salud mental es el fondo sobre la cual se integra la salud física, social y existencial de la humanidad y que debe ser uno de los derechos inalienables de todos los seres humanos.    

En el marco de estas deficiencias, debo reconocer, el avance programático que la atención a los problemas de salud mental que en Nuevo León, que se recibió en los últimos seis años, incrementándose las unidades de atención a la salud mental a través de los CAPAS, una Unidad Psicosocial en Cadereyta,  y que las 8 Jurisdicciones Sanitarias de la SSA,  tengan en algunos de sus Centros de Salud personal que otorga atención en Salud Mental, creando una infraestructura de servicios, que puede servir para logara el anhelado modelo de atención integral a la Salud Mental de toda la población, ojalá que con las nuevas autoridades lo logremos, en ellos esta acabar con la segmentación de los servicios, incrementar los precarios recursos financieros, innovar con legislación especifica para la atención en salud mental, pero sobre todo lograr un modelo de atención integral mas sustentado en la prevención, fomento y rehabilitación de la salud mental, que en el desfasado y costoso modelo curativo de las enfermedades mentales.