sábado, 17 de octubre de 2015

LA REFORMA DE SALUD EN MEXICO

Asistí como expositor a una mesa redonda sobre Política Social de Salud y su Reforma en México, invitado por la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León; conjuntamente con otras tres compañeras, trabajadoras sociales, integradas en instituciones de nuestro sistema estatal de salud, expresamos nuestras reflexiones y propuestas sobre este tema y las problemáticas graves que sobre salud, nos siguen afectando a las y los mexicanos, donde el rol de la trabajadora social es muy trascendente en la gestión para solucionar estos problemas. De entrada, exprese que en el marco de los problemas económicos y políticos que el gobierno de Peña Nieto ha generado, por seguir inmerso en la corrupción, logrando crisis financieras y gran desconfianza e incredulidad política en la mayoría de la población, hace que su Reforma de Salud, anunciada y plasmada en su Plan Nacional de Desarrollo, pretendiendo lograr la cobertura universal de los servicios médicos, simplemente es inviable, no se realizara, sus funcionarios han iniciado su comunicación de la incapacidad para su financiamiento, por la crisis económica que vivimos. Así las reformas a la constitución y a las leyes seguirán esperando y con ello los graves problemas de cobertura, inequidad y calidad de los servicios de salud para nuestros habitantes. Una vez más el derecho a la salud, promovido y fomentado por la OMS, como uno de los derechos fundamentales del ser humano, desde la década de los sesentas del siglo pasado, seguirá esperando ser disfrutado cabalmente en nuestro país, aun seguirá inscrito como un derecho en nuestra constitución en el Artículo 4º., tímidamente, como el derecho a la Protección de la Salud, incorporado desde 1984 y que dio origen a la primera gran reforma de la nuestra Ley general de Salud, que sustituyó al viejo código sanitario que normaba las responsabilidades del estado en materia de salud pública. Resulta que desde entonces, la Ley General de Salud sólo ha tenido una reforma trascendente, dirigida al cumplimiento del estado para lograr incrementar la cobertura, fue en el 2003 cuando se integró el Sistema de Protección de Salud, que dio origen al Seguro Popular, ofreciendo un reducido paquete de 285 acciones en la prestación de servicios médicos, de las familias afiliadas a este sistema, dejando de lado la atención integral de todas las enfermedades. El resto de las reformas, que año tras año, los legisladores y funcionarios han hecho, ha sido para fortalecer derechos y acciones específicas sobre las finalidades de este derecho, en el marco de los programas de salud existentes en los diferentes planes sexenales de salud de los gobiernos, como en la atención a la salud mental, la salud sexual y reproductiva, la prevención de accidentes, la atención y prevención de las enfermedades transmisibles, el control sanitario, los medicamentos genéricos y la última en el mes de marzo de este año, que fue hecha para fortalecer la regulación del ejercicio de actividades profesionales en las ciencias y técnicas medicas y paramédicas. Con firmeza exprese que la “crisis financieras”, que los gobernantes han generados en sus pésimos desempeños, no han sido la causa real, para lograr la anhelada cobertura universal en salud en México, reitere que han sido sus modelos económico, políticos y del desarrollo social que les ha guiado en sus decisiones, sobre la salud de los mexicanos, son los modelos impuestos por el neoliberalismo que por décadas mi generación ha padecido, han sido políticos que simple y llanamente no les ha interesado cumplir con este derecho fundamental para todos los mexicanos. Señale que los principales problemas en las políticas de salud de los gobernantes, es que en primer término sus inversiones en salud, han sido raquíticas, desde los años sesentas del siglo pasado la inversión no ha pasado del 7% del PIB, actualmente el gasto total en salud del PIB del estado es de 3.1%, en tanto la inversión privada es de 3.3%, juntos apenas suman el 6.4%, muy por debajo de los EUA, Canadá y Cuba que invierten más del 10% de su PIB. Luego el modelo de atención a la salud, que prevalece es el de la medicina curativa, que es muy costoso y poco eficiente en la reducción de las cargas de morbilidad y mortalidad de la población; el modelo que debería prevalecer es el de la medicina preventiva donde las ciencias de la salud pública han demostrado una y otra vez su eficacia y eficiencia en el bienestar de las sociedades. Por si fuera poco los diferentes niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, y las instituciones públicas prestadoras de servicios de salud como la SSA, el IMSS, ISSSTE, DIF, SEDENA, PEMEX, Hospitales Universitarios no logran integrarse en un sistema único, abonando a la fragmentación, inequidad y desigualdad con derechos diferenciados y servicios de salud con niveles heterogéneos para sus usuarios, donde además prevalecen los grupos de poder, que subordinan sus intereses económicos y de control político, que por décadas han usufructuado usando las instituciones públicas para sus fines. Finalmente señale el grave problema de la corrupción que los funcionarios del sector salud persisten en que prevalezca, elevando los costos de inversión en la obra pública y las adquisiciones de medicamentos, equipos e insumos necesarios para la atención medica en los hospitales, clínicas y centros de salud. La lucha sigue, llame a los trabajadores sociales a seguir siendo gestores del cambio, para que logremos hacer realidad el derecho a la salud y logremos su universalidad, es decir que abarque a todas las personas, independientemente de su condición social, se ejerza en equidad, sin discriminación por motivos de raza, color, genero, religión, posición económica, ideología política y sin pago de cuotas por los usuarios; y finalmente con calidad y calidez en los servicios que se brinden a toda la población.

No hay comentarios:

Publicar un comentario