sábado, 29 de junio de 2013

EL MUGRERO EN LA POLITICA


Esta expresión muy mexicana, que expresa la suciedad de las conductas mas ignominiosas de las personas, era referida por mi padre cuando el observaba o era informado de las conductas inmorales de las personas, mas de los políticos y los funcionarios gobernantes, políticamente el fue orgullosamente un hombre de izquierda, dirigente sindical y desde que iniciamos a bregar con Andrés Manuel López Obrador, desde aquel movimiento del 2005, contra su desafuero para eliminarlo políticamente de su participación como candidato a la presidencia, se sumo a la lucha de nuestro movimiento hasta su ultimo día de vida en el mes de noviembre de 2008.
Pues bien este domingo 23 de junio que nos proponíamos celebrar la asamblea municipal para constituir el comité municipal de MORENA en el Municipio de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, haciendo la elección correspondiente de los dirigentes y recibir, además a nuestro presidente nacional del consejo de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, fue la expresión que mas escuche de ciudadanos, algunos de ellos maestros, otros médicos, psicólogos, pequeños empresarios, obreros, estudiantes, que por primera vez asistían a un evento político de esta naturaleza, todos motivados por el liderazgo y carisma de AMLO, deseando contribuir con nuestra organización.
Los organizadores, como era un evento de participación democrática, sujeto a normas derivadas de una convocatoria y a un estatuto, habíamos desarrollado un proceso organizacional, incluyente, motivador y alejado de las conductas perversas y desviadas de los grupos facciosos que han infestado a MORENA en Nuevo León, desde febrero de este año, estuvimos convocando sobre todo a los responsables de las tareas políticas, que en este municipio corresponden a los 9 consejeros distritales electos en el congreso distrital del mes de octubre del año pasado, para coordinar y consensar  responsablemente las acciones que lograran las difíciles metas, de estos nueve sólo participamos 5, lo que nos llevo a decidir construir una coordinación ampliada con compañeros protagonistas de MORENA del municipio que logró integrarse por 12 personas, incluyendo los 5 consejeros. Resulta que desde entonces se acordó por unanimidad  nombrar a uno de los consejeros como el enlace con el Comité Ejecutivo Estatal, quien sería el responsable de informar y recibir información y los apoyos para el desarrollo de las tareas políticas para el desarrollo de la Asamblea Municipal, nadie en el seno de ese Comité manifestó algún desacuerdo con nuestras decisiones colegiadas. Como no hay recursos económicos en MORENA, nosotros sufragamos los gastos mediante cooperaciones voluntarias para las actividades de afiliación, reuniones proselitistas, brigadeos, impresos, comunicación telefónica, hasta los gastos de renta del salón, sonido y los servicios de café, refrescos como una minima atención al bienestar de los asistentes.
A un mes y medio de la fecha para el desarrollo de esta Asamblea, resulta que una de las integrantes del Comité Ejecutivo propone que se integren dos de sus miembros: Anylu Bendición Hernandez  e Irgla Guzman como responsables para apoyar y contribuir al desarrollo exitoso de esta Asamblea, quienes viven además en este municipio y ya la referida comisión coordinadora, desde febrero las había invitado a que se incorporaran a estas actividades. Resulta que sólo se integró Anylu, desplegando un estilo vertical, autoritario, según ella reforzado por empoderados integrantes del comité ejecutivo estatal y hasta nacional, para su mala fortuna sus circunstancias le impidieron asistir a las últimas reuniones semanales donde se hicieron acciones, acuerdos y tareas consensadas para lograr el éxito en estas tareas; Irgla, quien ya había sido cuestionada por sus faltas recurrentes a las sesiones del Comité Ejecutivo Estatal y el pésimo vacio en sus tareas como responsable de la secretaría de mujeres, jamás asisitio ni realizó acciones políticas que contribuyeran al desarrollo exitoso de la asamblea muncipal de este municipio. Finalmente previo a la asamblea, el miércoles 18 de junio conforme a la convocatoria, el comité ejecutivo Estatal de MORENA en una sesión ordinaria designa a Ricardo Aguilar Hernández, se molesta Anylu, amenaza con imponer sus intereses y del grupo faccioso de jóvenes que han estado entorpeciendo las actividades del Comité Ejecutivo Estatal, sigue  sin contribuir en la organización final de esa asamblea.
 
Es domingo 23 de Junio, son las siete de la mañana, el presidente de la mesa directiva designado, en compañía del Secretario de Organización del CEE, instalan las mesas receptoras para el registro de los asambleístas, aparecen personajes activistas de los partidos del trabajo y de la revolución democrática, de pasados deshonrosos, actores violentos, oportunistas, integrantes de grupos facciosos, de buena fe se les admite el acceso a la asamblea, envueltos en la esperanza del cambio en las personas. Resulta que son las nueve de la mañana y apenas inicia el Secretario de Organización, Gustavo Mendoza a instalar la asamblea para iniciar la asamblea, informa del nombramiento del presidente de la mesa directiva para esta asamblea, cuando irrumpe otro personaje de los jóvenes, Tadeo Rodriguez, quien no vive en ese municipio, ni es asambleísta, se posesiona del micrófono, del presídium e incita a la rebeldía a este grupo muy bien identificado, sus conductas son a todas luces transgresoras del estatuto y la convocatoria, le hago el llamado a modificar sus conductas, continúan enardecidos y violentando el ambiente, los invoco a comportarse pacifica y racionalmente, les propongo una mesa de diálogo, la rechazan, les propongo finalmente no desarrollar elección para  nombrar el comité directivo municipal y que se posponga para otra fecha, en tanto se resuelven desinformaciones, ignorancias y se concilian intereses de todos, en tanto sólo recibiéramos el mensaje de AMLO, también lo rechazan, siguen desaforados en reventar esta asamblea , empieza a amenazar la violencia; el secretario de organización del CEE, de conformidad con su responsabilidad, declara la suspensión de esta asamblea. Procede a recoger todos los materiales documentales y electorales, se le informa a AMLO, decide no asistir a este escenario abominable.
Los ignominiosos personajes siguen su actuación, según ellos democráticamente nombran una directiva de comisión municipal, cuyos personajes son representativos de pasados deshonrosos, transgresores de las normas, persistiendo en conductas contrarias a la ética y los principios y valores que enarbolamos en MORENA.
Con cinismo y desvergüenza, todavía se atrevieron a acudir con AMLO, nuestro presidente nacional del consejo, quien estaba en la asamblea municipal de Monterrey, para que les tomara protesta al comité municipal espurio que eligieron y desde luego AMLO los mando al carajo, sus paradójicas exigencias de intervención democrática se toparon con el férreo rechazo a sus conductas oportunistas, violentas y simuladoras, que en estado inmersas en el suciedad de su comportamientos políticos, en el mugrero  de la politica.
 

 

viernes, 21 de junio de 2013

LA PSIQUIATRÍA EN EL MEXICO ACTUAL

Ante el grave crecimiento de la prevalencia de trastornos de salud mental, de los comportamientos poco saludables para mejorar nuestro desarrollo humano y la violencia integrada sistemáticamente en el seno de nuestras instituciones, el papel de la psiquiatría y su responsabilidad social no se ha manifestado con claridad en estas circunstancias críticas que vivimos en México.

El modelo de desarrollo social, económico y político que impera, desde hace cuarenta años, ha fomentado estilos de vida poco saludables, sustentados en el fondo del individualismo, el consumismo y la depreciación de los valores éticos fundamentales, emergiendo las nuevas presentaciones sintomáticas: desde la violencia, como la familiar, el estrés postraumático, el bullying, el acoso laboral, el burn-out profesional, hasta las adicciones y su amplio abanico de expresiones desde el tabaquismo, el alcoholismo, el consumo de drogas ilegales hasta la ludopatía, los trastornos alimentarios (obesidad, anorexia, bulimia) además de los trastornos disruptivos de la conducta, con sus fatales incrementos de los homicidios y suicidios.

Las instituciones y los profesionales de la psiquiatría no hemos logrado ni siquiera el desarrollo de políticas nacionales de salud mental, por los gobernantes, que logren las anheladas transformaciones que revolucionaron la atención del enfermo mental, desde el siglo pasado, que logren acabar con los ignominiosos modelos manicomiales y carcelarios en la atención hospitalaria de los enfermos mentales; mucho menos se ha logrado articular un sistema nacional de atención a la salud mental que proporcione cobertura universal, con un modelo de atención integral que haga énfasis en la prevención y fomento de la salud mental en los diferentes niveles de atención; en el marco de los problemas emergentes por la violencia social hemos sido reactivos empleando sólo la atención psiquiátrica desde un modelo médico a las victimas.

El ejercicio de la psiquiatría sigue sustentadose en los modernos conceptos, clasificaciones, y tratamientos generados en las sociedades con más altos niveles de desarrollo humano y social, que parten de su propia realidad e intereses, sobre todo los de la industria farmacéutica, sin lograr integrar la influencia de los factores socio-culturales que nos remite a la pertenencia del paciente a su tiempo histórico y a su realidad social. La diversidad étnica y cultural, existente en nuestro país no ha influido en las investigaciones y su aplicación en nuestra disciplina, aun cuando estudios recientes, denuncian que “solo el 6% de las publicaciones internacionales en psiquiatría proceden de países no euro-americanos o asiáticos occidentalizados, cuando en ellos se concentra el noventa por ciento de los habitantes del planeta.”

Una de las manifestaciones de estas dificultades culturales son las asociadas a las psicopatologías y la violencia social que se presentan en los inmigrantes, en los últimos años han representado un reto que exige soluciones no sólo del activismo de las organizaciones sociales por su bienestar donde se acabe el abuso, la explotación y la injusticia, sino de la atención a su salud mental, derivado de los problemas de adaptación con sus reacciones de perdida, depresiones y angustias.

Los avances en ciencia y tecnología y sus posibles aplicaciones a la biomedicina, en las últimas décadas, han sido con espectaculares logros y con fantásticas promesas de la biología y genética moleculares, simplemente el genoma se ha convertido en la tabla periódica de la biología sobre la cual insisten los científicos “vamos a conocer cómo funcionamos, qué riesgos tenemos para desarrollar enfermedades y cómo desarrollar las herramientas terapéuticas para combatirlas" y ya se han publicado obras que incluyen un "enfoque molecular" para la comprensión del comportamiento humano.

Sin embargo, hay que mantener un saludable escepticismo, los modelos mecanicistas siguen siendo limitados en los abordajes de nuestra vida psíquica, que como expresión máxima de función compleja en lo biológico, donde las bases neuroquímicas son fundamentales, pero finalmente esta es la resultante de la interacción de fuerzas causales múltiples y débilmente determinantes, lo que dificulta su estudio y comprensión. Actualmente en psiquiatría, hay científicos que perseveran en la construcción de modelos fisiopatológicos que expliquen las enfermedades mentales como lo hacen en las enfermedades físicas, luego los avances de la investigación genética en psiquiatría han logrado identificar genes en las grandes enfermedades psiquiátricas (esquizofrenia, trastornos bipolar, depresión, demencias , etc..) sin embargo faltan estudios con nuevas metodologías que enfoquen sobre la influencia que el ambiente ejerce sobre las bases fisiológicas del funcionamiento mental y la expresión de los genes. En las grandes enfermedades psiquiátricas los genes nos aportan “susceptibilidad”, demostrado está, que son los factores ambientales, que incluye desde la nutrición, la calidad de los aportes afectivos, conductuales, el estilo de comunicación familiar, pasando por traumas físicos y enfermedades infecciosas, donde debemos buscar los factores patogénicos que desencadenan y mantienen estos trastornos. En los avances de la genética, no hay que olvidar los abusos cometidos en el pasado basándose en una pretendida eugenesia (eufemísticamente llamada entonces "eutanasia"), que llevaron en la Alemania nazi a la esterilización y exterminio de muchos enfermos mentales.

Los nuevos conocimientos nos exigen ejercer una ética que logre cumplir socialmente, que salvaguarde los valores y defina principios y obligaciones. La bioética debe entenderse como una reflexión sobre el ethos, entendido como el conjunto de creencias, valores y modos de actuar, en el contexto de la ciencia, las profesiones y la tecnología. Es una ética práctica pero también un discurso moral que fomenta el dialogo en una sociedad plural cuyos miembros no tienen una moral común y que para articular las discrepancias, se deben construir consensos en la búsqueda de las normas éticamente apropiadas, guiados con los principios éticos clásicos (beneficencia, no maleficencia y justicia). Esto evita los usos perversos de la psiquiatría por políticos, religiosos u otras razones ideológicas, económicas y en los intereses inmersos en procesos jurídicos, penales, civiles y mercantiles que involucran al enfermo mental.

En México no hemos logrado cumplir cabalmente, con las normas éticas que deben regir la conducta de los psiquiatras de todo el mundo, aprobados El 25 de agosto de 1996, en la Asamblea General de la Asociación Mundial de Psiquiatría, reunida en Madrid con ocasión del Congreso Mundial. Además de la declaración, propiamente dicha, en ella, se especifican normas concretas sobre actuación para lograr el respeto de los derechos humanos, civiles y sociales de los enfermos mentales, para evitar su discriminación, marginación, combatir su estigmatización y actuar profesionalmente ante situaciones como la eutanasia, tortura, pena de muerte, selección de sexo o trasplantes.

Estamos muy lejos de lograr, como lo ha conceptualizado el Comité de Salud Mental de la OMS, que “La Salud Mental sea el goce del grado máximo de salud que se puede lograr, como uno de los derechos fundamentales e inalienables del ser humano, sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica y social”. Necesitamos que el ejercicio psiquiátrico en México logre integrar un modelo de relación personal más auténtica y verdadera, que transforme la relación médico-paciente y de lugar a una epistemología y actividad profesional novedosa, de compromiso social extraordinariamente exigentes, enfrentando las realidades y retos de este siglo XXI.













viernes, 14 de junio de 2013

MORENA y LA POLITICA FACCIOSA

Mantener la integridad y congruencia con los principios y valores de nuestras luchas, son el mejor legado con el que debemos honrar a los miles de compañeros luchadores de izquierda y liberales progresistas que han sido victimas de la represión feroz de gobernantes y funcionarios, policías y militares, a propósito de los ignominiosos hechos históricos como el del 10 de junio de 1971, La Masacre del Jueves de Corpus o La Masacre de Corpus Christi, donde el gobierno opresor asesinó, secuestró, lesionó y encarceló a cientos de compañeros estudiantes que se manifestaban solidariamente en el Distrito Federal, entre otras cosas en defensa de la autonomía universitaria que apenas habíamos logrado en la Universidad de Nuevo León y que el gobierno estatal amenazaba con eliminarla. Luego se extendería su guerra sucia del régimen contra toda expresión libertaria demandante de justicia y democracia, con sus lacras de violencia y barbarie contra todos los activistas de movimientos opositores a sus nefastas políticas obstaculizantes del anhelado desarrollo social y humano de nuestra sociedad. Su guerra sucia se complementaría eficazmente con las estrategias de cooptación de activistas, dispersoras de unidades y fortalezas de las organizaciones y movimientos y los partidos políticos emergentes de izquierda, hasta llegar a sus expresiones mas decadentes, de integrarse los lideres, otrora “revolucionarios”, que hasta sostenían posturas radicales contra los gobiernos del pripanismo, al que hoy se han sometido como políticos serviles y funcionarios instrumentadores de las políticas sociales y económicas del poder que antes combatían.

Desde entonces hemos bregado en los movimientos opositores a este régimen de oprobio que padecemos y hoy que nos toca la tarea organizacional para construir el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se hace necesario exigirnos mantener esa férrea congruencia e integridad con los principios y valores que nos han cohesionado para lograr formar el partido político que nos lleve a lograr la transformación trascendente de nuestra nación. Andrés Manuel López Obrador ha estado en nuestro estado, en las últimas semanas y ha venido a tomar la protesta de la constitución de Comités Municipales en las principales ciudades, Linares, Cadereyta, Santa Catarina, Escobedo, Guadalupe y Apodaca, logró además protestar a los integrantes del comité municipal del municipio mas rico de Latinoamérica, San Pedro Garza García, cuna además de las oligarquías mas conservadoras; próximamente vendrá a lo mismo en el municipio de Monterrey y el de San Nicolás de los Garza, y tenemos como meta que al finalizar este año tengamos esta organización en los 51 municipios de Nuevo León. Siendo autocriticos nuestro avance en las tareas politicas ha sido malo, muy lejos de las metas acordes a nuestras necesidades organizacionales, rumbo a la conformacion de MORENA como partido politico, todos somos responsables.

El trabajo político organizativo no ha sido fácil, las metas que se habían impuesto centralmente, desde el plan de acción, aprobado por el Consejo Nacional, han estado desfasadas de la realidad sociopolítica y cultural, no sólo que prevalece en la mayoría de los habitantes de nuestra sociedad, sino además de los activistas progresistas y de los movimientos de izquierda, que por décadas han estado subsumidas, unos en la lógica de la cultura política perversa del pripanismo, otros en los usos y costumbres de grupos doctrinarios, con sus fundamentalismos ideológicos y maneras del ser y hacer política, que integraron en el bregar de sus vivencias en las diferentes partidos políticos, organizaciones y movimientos políticos que militaron; ambos han infestado las actividades organizativas de MORENA en Nuevo León con el virus mas letal de la unidad y fortaleza de cualquier organización política que es el faccionalismo, esa ha sido una de a las causas mas prevaleciente de que en nuestro estado la izquierda permanezca dispersa, lejos de la unidad que se ha requerido para avanzar trascendentemente en las luchas por la transformación política, económica y social de nuestra sociedad.

El faccionalismo en política, se integra por personas que actúan privilegiando un interés grupal, donde los objetivos que persiguen se distinguen de los de la organización más grande a la que pertenece y pueden incluir un conjunto separado de políticas, la promoción de una estrategia política para empoderar su grupo en posiciones claves internas, o a nivel electoral; dicen tener una posición ideológica distintiva, obstaculizan, son diestros en el desarrollo de acciones dirigidas a extraviarse de lo central en las tareas políticas; unos pueden desaforarse en sus procederes y llegar hasta la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. La política faccional es la que ha pervertido a los partidos, mas a los de izquierda, con sus expresiones de sectarismo y las agrupaciones de carácter informal, desde las “familias” políticas, las denominadas corrientes, tendencias, camarillas, con sus fenómenos similares del clientelismo, corporativismo y caciquismo político. Los actores del faccionalismo utilizan magistralmente el victimismo, son teatrales, dramatizadores, recurren a la retórica de alteración y desinformación de hechos y descripciones, destinada a demonizar y satanizar la realidad, de conformidad con sus intereses, son protagónicos, incapaces de integrar la critica, blindados a la autocrítica

El sectarismo político es la intolerancia, discriminación y el odio que surgen de dar importancia a las diferencias “ideológicas” percibidas entre diferentes facciones, algunos se sumergen en el doctrinarismo, sus pugnas derivan de las competencias por los recursos escasos y la expansión de su poder en el seno de las organizaciones en que se desempeñan, llegando a exigir que los opositores sean purgados, expulsados o a aquellos que no se suman a sus posturas y no son compatibles con sus definiciones políticas.
En fin el faccionalismo genera cauces espurios, obstaculiza y llega a suprimir el libre intercambio de ideas, las iniciativas políticas y los deseos de cambio, vaciando el ejercicio de la política de contenido ideológico y ético, desde el punto de vista psicoanalítico anhelan la derrota y se pierden en el limbo de las míseras victorias políticas que como migajas el régimen otorga, y que sólo les ha permitido satisfacer narcisismos y el hedonismo conflictuado por sus problemas económicos, que no logran solucionar con oficios dignos.

Las luchas sociales por lograr transformaciones trascendentes de nuestras sociedades inmersas en niveles de desarrollo social y humano incongruentes con sus recursos naturales, económicos, patrimoniales, históricos, políticos y culturales siempre ha requerido que los personajes libertadores y emancipadores mantengan una férrea congruencia e integridad con los principios y valores que dan sustento a sus objetivos de lucha. La tragedia de la izquierda de Nuevo León es que ha estado infestada por el faccionalismo, desde el siglo pasado, el tratamiento consiste en lograr esa férrea congruencia e integridad política, de los militantes de MORENA pero principalmente en los liderazgos de los diferentes niveles de nuestra organización.

El faccionalismo está y será nutrido en MORENA por nuestras conductas y los comportamientos políticos en todos los ámbitos, desde el activismo para integrar militantes y afiliarlos, o la participación en la organización de los comités municipales y seccionales, hasta nuestras reuniones en los órganos de dirección política, donde se ausente la necesaria congruencia e integridad con los principios y valores que dan sustento a nuestra organización política: MORENA.



jueves, 6 de junio de 2013

LA SALUD EN EL FUTURO DE LOS MEXICANOS y EL PND 2013-2015.

Cuando menos los próximos seis años, la atención a la salud de los mexicanos, no será garantizada por el estado y seguirán las políticas públicas inmersas en sus modelos enfocados en la medicina curativa, atrapados en las redes de intereses mercantilistas de los grupos médicos, laboratorios farmacéuticos y las empresas, como las de insumos y equipos de diagnostico y tratamiento de las enfermedades infecciosas, crónicas y degenerativas, que con sus grandes costos económicos, limitan el precario financiamiento que el gobierno destina y que no ha pasado del 3.1 del PIB, muy lejos de países con mas alto niveles de desarrollo humano, como Canadá, USA, Suecia y Cuba que llegan a destinar hasta el 9% de ese ingreso. Tan sólo, el costo de la atención médica a la obesidad, en nuestro país, fue de 67,000 millones de pesos en 2008, de acuerdo con estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ese recurso si se destinara sólo a la prevención de enfermedades, tendría un impacto mayor en la salud de los mexicanos. La medicina preventiva y los grandes avances de las ciencias de la salud pública seguirán sin impactar en las políticas de salud del régimen priísta.

El Artículo Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece el derecho de toda persona a la protección de la salud, seguirá sin poder cumplir la anhelada garantía de que toda la población tenga acceso, sin condiciones, a servicios médicos de calidad articulados en un sistema de salud pública nacional que logre con eficacia y eficiencia, resolver las necesidades de los usuarios no sólo en materia de atención de enfermedades sino de prevención y fomento de su salud. El sistema de salud seguirá con problemas de financiamiento, dificultades en su sustentabilidad, fragmentado en múltiples subsistemas, grupos de población con derechos distintos, sin lograr las acciones interdisciplinarias e interinstitucionales que se requieren para la solución de los problemas en los diferentes niveles de atención a la salud de los mexicanos.

Mi reflexión se basa en el documento del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2015, que Enrique Peña Nieto (EPN) hace, sobre la salud, integrada en una de sus grandes metas nacionales de las políticas públicas del actual gobierno, denominado como “México Incluyente”, donde desde la introducción y visión general refiere que “La presente administración pondrá especial énfasis en proveer una red de protección social que garantice el acceso al derecho a la salud a todos los mexicanos y evite que problemas inesperados de salud o movimientos de la economía, sean un factor determinante en su desarrollo”. Luego en el diagnostico y el plan de acción general para lograr los objetivos de ese “México incluyente” reconoce los problemas que enfrentamos como “en 2012, aproximadamente uno de cada cuatro mexicanos no contaba con acceso en algún esquema de salud”, a pesar de la alharaca que el gobierno panista de su antecesor Fecal, había hecho de haber logrado cobertura universal de salud de todos los mexicanos, con su obra insignia del seguro popular cuyo “paquete de servicios es limitado en comparación con la cobertura que ofrecen actualmente el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) a sus derechohabientes”, según se reconoce en este mismo diagnóstico. En este ámbito se reconoce que se requiere incrementar el gasto nacional de acuerdo al PIB y que “para mejorar el Sistema de Salud también se requiere un fortalecimiento de los modelos de atención de entidades federativas y municipios, así como una regulación adecuada en diversos ámbitos, se hace referencia también a los “logros sustantivos en diversos indicadores como el aumento en la esperanza de vida y la disminución de la mortalidad infantil en el país”, “queda pendiente avanzar en algunos indicadores clave por ejemplo, la mortalidad materna, indicador que se encuentra lejos de alcanzar la meta de 22 defunciones propuesta para 2015, como parte de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que fueron pactados con países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)”. Se insiste en que “la fecundidad, las tasas de mortalidad y la migración suponen una demanda más elevada de servicios, especialmente asociada al mayor número de adultos mayores, así como en “la alta incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, las enfermedades isquémicas del corazón y los tumores malignos; el alto número de personas lesionadas por accidentes, además del “sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la hipertensión que han llegado a niveles muy elevados en todos los grupos de la población”. Se señalan además las “situaciones que atentan contra la salud, como la pobreza y los estilos de vida poco saludables y de riesgo. Por ejemplo, la falta de actividad física, la nutrición inadecuada, sexo inseguro, consumo de tabaco, alcohol y drogas ilícitas, así como la falta de educación vial repercuten de manera significativa en la salud de la población”.

Magistralmente concluyen, en su diagnostico “Existen tres factores que inciden negativamente en la capacidad del Estado para dar plena vigencia al derecho a la salud y que, por tanto, requieren atención. Primero, el modelo con que fueron concebidas las instituciones del sector ha estado enfocado hacia lo curativo y no a la prevención. En segundo lugar, no han permeado políticas con enfoque multidisciplinario e interinstitucionales hacia el mejoramiento de la calidad de los servicios de salud. En este sentido, destaca como un reto a enfrentar la diversidad de hábitos y costumbres de la población en materia de conocimiento y cuidado de la salud. Tercero, en la rectoría y arreglo organizacional vigentes, donde prevalece la participación de instituciones verticalmente integradas y fragmentadas, que limitan la capacidad operativa y la eficiencia del gasto en el Sistema de Salud Pública”.

Sin embargo cuando se definen Objetivos, estrategias y líneas de acción para lograr la meta del “México Incluyente”, la salud es integrada en el “Objetivo 2.3. Asegurar el acceso a los servicios de salud y el “Objetivo 2.4. Ampliar el acceso a la seguridad social”. Que tímidamente, en su texto propone en el objetivo 2.3, la “Estrategia 2.3.1, “Avanzar en la construcción de un Sistema Nacional de Salud Universal”. Sí, no se propone, al menos al finalizar este sexenio, lograr, terminar o concluir ese anhelado sistema que logre la operatividad y eficiencia que garantice “el acceso y la calidad de los servicios de salud a los mexicanos, con independencia de su condición social o laboral” que en sus líneas de acción contemplan como lo fundamental y que luego tratan de complementar con otras , incluidas en los últimos planes sexenales como “ Fortalecer la rectoría de la autoridad sanitaria”, “Desarrollar los instrumentos necesarios para lograr una integración funcional y efectiva de las distintas instituciones que integran el Sistema Nacional de Salud”; Fomentar el proceso de planeación estratégica interinstitucional, e implantar un proceso de información y evaluación acorde con ésta”; y “Contribuir a la consolidación de los instrumentos y políticas necesarias para una integración efectiva del Sistema Nacional de Salud”.

Luego en su Estrategia 2.3.2., proponen “Hacer de las acciones de protección, promoción y prevención un eje prioritario para el mejoramiento de la salud”, donde integran líneas de acción centradas en la prevención y control de las enfermedades y problemas de salud pública como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades de transmisión sexual, alcoholismo, tabaquismo, drogas ilícitas, cáncer de mama, cérvico- uterino, cáncer de próstata, promoción de la salud sexual y reproductiva; acciones que han estado priorizadas en los tres últimos sexenios en los PND correspondientes, lamentablemente sin lograr programas de atención integral donde la prevención garantice disminuir prevalencia de estas enfermedades y el control de los factores de riesgo que las provocan. Destaca además la ausencia de acciones transversales preventivas en el marco de la salud mental, que constituye el fondo sobre el cual se construyen las conductas saludables para el bienestar y la felicidad de las personas, y que sus acciones no deberían contemplarse sólo hacía las adicciones sino a la disminución del incremento constante de la prevalencia de los trastornos psiquiátricos que hoy se estima que están presentes en el 30% de la población, como el trastorno depresivo, bipolar, la ansiedad, el estrés postraumático, entre otros. En fin no se siente que se le esta otorgando el peso que se necesita de la medicina preventiva para modificar el panorama epidemiológico que nos agobia, su dispersión se extiende a la Estrategia 2.3.3. “Mejorar la atención de la salud a la población en situación de vulnerabilidad” donde sus líneas de acción, con una visión holística, podrían articularse con las de la estrategia anterior.

La Estrategia 2.3.4., de este PND, que se dice destinada a “Garantizar el acceso efectivo a servicios de salud de calidad”, sigue estando destinada a cumplir con esos mandatos de los organismos financieros internacionales de sus exigencias de políticas de calidad para otorgar los apoyos financieros a esta responsabilidad del estado, sus líneas de acción siguen reproduciendo los contenidos de las necesidades inmersas en los últimos planes de desarrollo de los gobernantes, reiterando buscar calidades en los servicios, mejoría de competencias, garantías de resolver los problemas cíclicos en la existencia y suministro de medicamentos, elevar la satisfacción de usuarios y fortalecer la infraestructura de los sistemas de salud, la novedad es que según ellos “prepararan el sistema para que el usuario seleccione a su prestador de servicios de salud”.
Finalmente la anhelada cobertura universal de salud de todos los mexicanos se ve limitada en el Objetivo 2.4. Ampliar el acceso a la seguridad social con su Estrategia 2.4.2. Promover la cobertura universal de servicios de seguridad social en la población, no se definen a utilizar el verbo “lograr” para así definir acciones contundentes no paliativas o evasivas de sus propuestas de campaña, como EPN lo hizo, lo mas trascendente, en este ámbito es que trataran de “Facilitar la portabilidad de derechos entre los diversos subsistemas que existen tanto a nivel federal como en las entidades federativas y municipios.

Para rematar con la anhelada construcción de un Sistema Nacional de Salud Universal en la definición de sus innovadores “indicadores”, que según ellos por primera vez se integran en un PND, el indicador de salud lo integran en el Indicador “VII.2.1. Carencias promedio de la población en pobreza extrema donde la salud y la seguridad social son variables asociadas a los derechos sociales que medidos en su capacidad de cobertura sirven sólo para evaluar su correlación con esta lacra de la pobreza y no en el papel fundamental que juega en el desarrollo humano y social de las poblaciones. Este indicador cuantifica el número de carencias sociales promedio de la población en pobreza multidimensional extrema.

Luego la salud es integrada en los indicadores del México Próspero (VII.2) como parte del Indicador: Índice de Competitividad Global. Este indicador hace una valoración que indica los mayores niveles de competitividad de un país, donde la salud y la educación comparten como variables que otorgan un peso sumatorio conjuntamente con otras 11 variables conforme a una encuesta del Fondo Económico Mundial.

Esperaba que, cuando menos, al hacer alharaca sobre sus innovadores “Indicadores”, hicieran el compromiso de incrementar sustancialmente el precario financiamiento sobre salud y lograr que el gobierno dedique el 6% del P.I.B, lo cual sin duda lograría la capacidad del Estado para dar plena vigencia al derecho a la salud con un sistema nacional de salud donde impere la medicina preventiva con sus modelos de atención integral a los problemas de salud.

Los gobernantes siguen sin atender, en materia de políticas de salud, cuando menos las recomendaciones de los expertos de Salud Pública, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y ni que decir de sus constantes aberraciones al incluir los derechos sociales como el de la salud de los ciudadanos subordinados a los modelos económicos del desarrollo que el neoliberalismo impone incrementando la deshumanización y la pobreza, obstaculizando el anhelado desarrollo humano y social al que aspiramos los países en desarrollo como el nuestro: México.