viernes, 31 de julio de 2015

PRIVATIZACION Y CRISIS EN EL SISTEMA DE SALUD MEXICANO


En la semana pasada uno de los temas centrales de preocupación para los mexicanos, que circuló por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales de internet, fue acerca de la privatización de los servicios médicos que prestan las principales instituciones de seguridad social en México, me refiero al IMSS con sus coberturas de más de sesenta millones de derechohabientes y al ISSSTE con sus doce millones de afiliados. Tanta preocupación provoco, que los principales políticos del partido en el poder, PRI, y sus funcionarios de las diferentes instituciones, tuvieron que hacer una gran campaña, en estos mismos medios de comunicación, para negar rotundamente esa información, era muy necesario no sumar más problemas, al grave deterioro de las políticas del gobierno federal que dirige Enrique Peña Nieto, que en esa misma semana, sumaba uno más de sus fracasos, al informarse el incremento de la pobreza en nuestros habitantes. Los protagonismos exhibicionistas de su régimen de gobierno, exaltando sus virtudes políticas para mejorar nuestras condiciones económicas y sociales, sobre todo con sus reformas “estructurales” en su última gira por Francia, tenían un indicador más de su fracaso estrepitoso, como la carestía, la inflación, la devaluación del peso, ni que decir de los actos de las redes delincuenciales, como la fuga del Chapo, y la permanente violación de los derechos humanos de los militares y policías en nuestra sociedad.
Si existiera la revocación de mandato y se procesara la consulta ciudadana, en este momento, estoy seguro, que la mayoría absoluta de los mexicanos votaríamos porque se fuera Peña Nieto, no sólo por su incapacidad mostrada, sino por ser uno de los gobernantes más corruptos y serviles a las redes del poder que integran políticos, criminales y empresarios sin escrúpulos, prestos a satisfacer las políticas impuestas por los organismos financieros mundiales, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Por eso, el domingo pasado en una mesa de análisis sobre la crisis del sector salud que desarrollamos en el programa CAMBIOS, en Multimedios Televisión, con el Arquitecto Héctor Benavides, en tanto el resto de los panelistas, un delegado del ISSSTE, una diputada federal del partido en el poder (PRI) y un agente financiero, concluían con intentos de dar certeza incuestionable que no se privatizarían los servicios médicos, les expresaba mi desacuerdo informándoles que no dejaba de ser una de las posibilidades, que recordaran que estas “privatizaciones” de los servicios públicos que otorga el estado, son y serán propuestas recurrentes del neoliberalismo que rige las políticas económicas de nuestros países, y que convertir nuestra salud en mercancía sería lo más degradante para nuestra población, les ponía como ejemplo el caso de la propuesta de la privatización de los servicios médicos, que el gobierno de Madrid, del derechista y conservador Partido Popular, había intentado hace dos o tres años, ante el clamor popular tuvo que hacer consulta ciudadana y obtuvo un rotundo rechazo de más del 90% de los madrileños. Recordaba el excelente libro del colega Julián Tudor, sobre Economía de las Salud, donde analiza los efectos de las políticas neoliberales sobre los sistemas de salud y la precarización de los servicios, como le ha sucedido al Sistema de Salud Británico, uno de los mejores que ha existido en el mundo en materia de universalidad y calidad en la prestación de los servicios médicos para los habitantes de una nación.
Nuestros políticos y funcionarios mediocres, del PRI y el PAN, que nos han gobernado, ya saben muy bien, el camino para justificar la inoperancia de las instituciones y empresas del estado, para alienarse a las políticas del neoliberalismo capitalista que domina nuestro mundo, primero hacen la mala dirección y administración de las entidades públicas, por eso no es vital, en su designación, su experiencia en el área, ni el perfil profesional y ético para el desempeño, basta con sus contribuciones de apoyo político y financiero en sus campañas, sin faltar el amiguismo, compadrazgo y el nepotismo; luego fortalecer sus servicios que prestan al régimen, a las redes de corrupción, con sus infinitas formas priorizando el servilismo al jefe mayor, luego saber mantener lealtades y reproducir las simulaciones y engaños con las manipulaciones informativas necesarias. El control absoluto se impone sobre la eficacia y eficiencia de las tareas directivas y programáticas de las dependencias, si no cumplen las metas siempre tienen sus buenas justificaciones.

En nuestro sistema de salud, sobre todo las instituciones de seguridad social, a pesar de las políticas de calidad, impuestas por el Banco mundial, para recibir los apoyos financieros en este rubro, han pasado las pruebas de certificaciones, sin lograr trascender en la calidad de la atención médica que se ofrece a los usuarios. Nuestras instituciones de salud siguen con tres problemas principales: El modelo que prevalece para la prestación de los servicios sigue siendo curativo, se desdeña la prevención con sus estrategias de fomento y protección de la salud, que las ciencias de la salud pública han enriquecido en las últimas décadas, así se invierte más en procesos curativos, que más satisfacen los intereses de la industria farmacéutica y proveeduría clínica hospitalaria. Segundo: son modelos de atención que no integran la interdisciplinaridad de las ciencias de la salud en sus procesos, resultando percepciones diagnósticas y terapéuticas reduccionistas de las enfermedades, con sus inevitables iatrogenias en los procesos de atención, los más ignominiosos: hacer intervenciones quirúrgicas innecesarias o extraer órganos sanos. Finalmente los servicios de las unidades están muy fragmentados, son dispersos, incapaces de lograr el acceso inmediato a cualquiera de las necesidades de atención, en cualquier nivel, desde la atención primaria en las unidades (medicina familiar, centros de salud, clínicas) hasta las especialidades (segundo y tercer nivel).
Ni que hablar, que el estado dedica muy poco dinero para el financiamiento de nuestra salud, menos del 3.1% del PIB, en comparación a países con buena inversión como Cuba (9.3%) o Canadá con el 10%, el poco dinero se mal administrado y víctima de la corrupción, genera las persistentes y cíclicas aberrantes faltas de medicamentos en sus farmacias, tiempos de espera prolongados para atención especializada, exámenes de diagnóstico, de laboratorio, radiológicos, de imagen, electrónicos, ya no se diga los especializados inmunológicos, de medicina molecular y genotípica, no se diga a los procesos especiales de tratamiento contra el cáncer, o los trastornos metabólicos que requieren diálisis peritoneal. Sin faltar los medios ambientes dantescos, insalubres, que ordinariamente tienen que vivir los pacientes y familiares que acuden a los hospitales, hasta en sus áreas de urgencias, como me ha tocado vivenciar en hospitales del IMSS de especialidad en nuestro estado, dantescas, porque he llagado a observar pacientes en camillas en el piso, en sillas de ruedas,  en  áreas de urgencias, esperando desocuparse camas para ser atendidos, con el obvio sufrimiento de sus tragedias.

Así los nefastos funcionarios de salud, hacen alharaca de las crisis financieras, justificando el estado de crisis permanente en que se encuentran, sin dejar de simular que hacen su mayor esfuerzo, engañando, mintiendo, simulando, manipulando, siguiendo con la precarización de los servicios de atención a la salud, obstaculizando el cabal cumplimiento del derecho a la salud, que constitucionalmente tenemos los mexicanos, derecho que seguirá esperando, como lo expresé en junio del 2103, al presentar Enrique Peña Nieto, su Plan Nacional de desarrollo, que en materia de salud sigue con las políticas públicas a tono del neoliberalismo, donde inclusive integra como área de oportunidad la inversión privada para la prestación de servicios de salud, dándole extensión a las asociaciones público-privadas, que el panista Felipe Calderón, ya había hecho durante su sexenio presidencial 2006-2012, en algunos hospitales estatales de la SSA, que hoy son un fiasco en los objetivos que se impusieron. 
Para concluir en esta mesa, exprese firmemente que lo que falta es VOLUNTAD POLITICA, para cambiar verdaderamente, sobre todo en el nuevo gobierno de Nuevo León, voluntad que si existiera, empezaría por lograr realidad la anhelada cobertura universal de los servicios de salud para todos los nuevoleoneses independientemente de su condición social y laboral, tenemos una infraestructura de unidades y hospitales públicos del sector salud, con capacidad de solución a las necesidades de todos los habitantes, sin esquemas privatizadores, con modelos de atención integral, pero sobre todo exterminando los actos deshumanizantes en todos los procesos de atención médica.
 
Desde luego, el gran obstáculo seguirán siendo las vocaciones y servilismos de nuestros gobernantes al neoliberalismo, que inhiben esa voluntad política, del cambio verdadero en las políticas públicas, para lograr los mas altos niveles de desarrollo humano y social de nuestros habitantes.

viernes, 24 de julio de 2015

ONG´S Y LA CIUDADANIZACIÓN DEL PODER


Enarbolando la  lucha por empoderar a los ciudadanos, sin los “nefastos políticos” de los partidos y sus “partiranías”, de estas organizaciones políticas reconocidas por el Estado, como lo reiteran en sus perorata; asumiéndose, además como independientes del gobierno, algunas de ellos preparados para disfrutar los puestos públicos, con sus candidatos independientes, que les proporcionaron sus campañas electorales, no dejaran de seguir cabalgando protagónicamente sus líderes, en sus asociaciones denominadas como Organizaciones No gubernamentales (ONG´s), cuestionables en su autonomía, libertad e independencia que dicen tener, no sólo de los oligarcas gobernantes sino de los mismos partidos políticos existentes.
Las ONG´s, que supuestamente emergieron y proliferaron desde la década de los setentas, del siglo pasado en México, considerados como los “nuevos movimientos sociales”, por algunos politólogos y sociólogos, constituyen una gran diversidad de agrupaciones y asociaciones de la sociedad civil que se identifican como no dependientes del gobierno directa o indirectamente y porque no tienen fines de lucro. Existen de diferentes tipos, según se dediquen a un objetivo de lucha o de acción: usuarios de servicios, ecologistas, feministas, movimiento lésbico-gay, liberación sexual, defensa de consumidores, derechos humanos, minorías étnicas, movimientos contra cultura, salud y educación con sus cientos de ejes temáticos, movimientos pacifistas, estudiantiles, académicos, científicos, hasta empresariales, con cuestiones laborales y para hacer frentes a los grupos políticos, religiosos, etc.,etc..

Considerados como nuevos movimientos sociales, constituyeron una nueva red de interacciones y relaciones sociales, en los estados contemporáneos que se distinguían por no contar con canales institucionales de captación de sus propuestas y demandas, así como sus marcadas tendencias a provocar una ruptura de los limites de compatibilidad del sistema establecido, ya sea en sus normas de procedimientos, programas, distribución y apropiación de recursos en su sistema organizativo.
Para su funcionamiento, en sus inicios, se caracterizaban por la ausencia de mediaciones políticas partidarias, de consignas ideológicas, inexistencia de alianzas cooptadoras, rechazan las estructuras jerárquicas, su emergencia es bajo el status de “ciudadanos” frente a las estructuras estatales, escapando de los mecanismos y exigencias de rendición de cuentas del Estado.

En México, lamentablemente el ya basta de sus dirigentes, en sus objetivos de lucha, ha sido una vez que fueron desplazados o excluidos de los procesos administrativos, económicos y políticos de los partidos en que militaban o simpatizaban; retoman, irónicamente, lo que no pudieron lograr al interior de esas organizaciones. En su mayoría promueven los valores de lucha tradicionales, la libertad, la defensa de la dignidad y autonomía de la persona, su autenticidad, el respeto a la identidad individual y colectiva, la búsqueda de igualdad económica, de género, la paz, la seguridad, la sustentabilidad del desarrollo y la defensa de la soberanía.
Más lamentable ha sido que las ONG’s toman el lugar de lo que deberían pertenecer a los movimientos populares, que luchan contra la explotación, la desigualdad y la lacerante pobreza de nuestras sociedades, peor que asuman dirigencias políticas de movimientos electorales, simulando propuestas de cambios revolucionarios, ocultándose ser origen del paradigma de dominación y control que el neoliberalismo impuso para hegemonizar sus políticas imperialistas, dispersando a los activistas y políticos opositores a los regímenes de oprobio.

Muchos olvidan, como con el advenimiento de la ideología neoliberal de la globalización, que se consolido con la caída de los principales gobiernos socialistas en el mundo, en el siglo pasado, los imperios, impusieron su discurso de modernización, que debería transformarse en nombre de la economía de mercado, así las relaciones sociales, económicas, la política, la familia, la moral, la religión y la cultura debían adaptarse. Uno de sus principales ejes fue  lograr la desarticulación del estado de bienestar en las políticas de los gobiernos, donde integraron  sus estrategias para despolitizar, atacar y desprestigiar las organizaciones políticas partidistas, sindicales, reducir los espacios de acciones colectivas, restar derechos sociales, asumir el individualismo como motor de cambio, sustituyendo su virulento discurso anticomunista, por el de contra el colectivismo, sobre todo de los movimientos sociales organizados en la lucha por justicia y contra las desigualdades.
La conciencia social del nosotros y sus identidades regionales, nacionales y culturales, fue sustituida por el yo del individualismo extremo, con su extremismo de la figura del consumidor, dirigidas al hiperconsumo con las lacras del mercantilismo atroz, del valor del tener, no del ser, donde todo puede consumirse desde la política, el sexo, amor, educación, sanidad, cultura, ocio y dinero. Los gobernantes saben como integrarlas y hacerlas dependientes, financiándolas, cooptando a sus dirigentes, usando sus membretes, proporcionándoles cargos públicos y para dar esa imagen de ciudadanización del poder público contra los políticos de los partidos.  

Así las políticas económicas y sociales de los gobernantes y las oligarquías financieras en el poder abonaron por las ONG´s, su aumento repentino son parte de un paradigma neoliberal más que de motivaciones altruistas puras. Tan solo en México, actualmente, de acuerdo al directorio de organizaciones inscritas en el registro federal de organizaciones de la sociedad civil existen 16, 249, lo cual es una cifra elevada, si consideramos que en los años noventa, del siglo pasado la Secretaría de Gobernación sólo registraba en este mismo rubro 1300 organizaciones; sin embargo puede ser una cifra baja si consideremos El número de ONG que operan en los Estados Unidos,  se estima que alcanza los 1,5 millones. Rusia cuenta con 277 000 ONG. India con 2 millones de ONG
Estas organizaciones no gubernamentales lo mismo adquieren personalidades jurídicas como asociaciones civiles (AC), asociaciones de Beneficencia Privada (ABP), hasta Fundaciones, fideicomisos y organismos empresariales. La mayoría enarbola a las ciencias, para legitimarse, como la única herramienta para tomar decisiones, donde el “conocimiento científico” es utilizado para encubrir sus intereses políticos y comerciales, se blindan muy bien para la rendición de sus cuentas y mantener la secrecía de los orígenes de su financiación y algunas con gran poder económico.
 
Algunas han sido  factores fundamentales en los cambios de gobiernos, por la vía electoral, como ha sucedido en nuestro estado de Nuevo León, México, donde finalmente veremos que nada cambiara de fondo, con su deslumbrante ciudadanización del poder, acabando con la partiranía como insisten en denominar a los dirigentes de los partidos políticos.

jueves, 16 de julio de 2015

ATRAPADOS EN LAS REDES SOCIALES DE INTERNET

El desarrollo científico y tecnológico de la era digital, actual, ha generado las facilidades para tener comunicación, acceso a la información y el conocimiento de manera inmediata, modificando además la calidad de nuestras interacciones humanas y en algunos casos colocarse como factor determinante de trastornos emocionales y de conducta que afectan la salud mental de los usuarios.

Pareciera ser una gran paradoja, que en tanto, existen estas facilidades para incrementar nuestras funciones cognoscitivas del cerebro, mejorando las capacidades de comunicarnos, del conocer, el pensar y del razonamiento, es visible su disminución en la mayoría de quienes usan estas redes sociales de internet, resultando atrapados por las redes en formas de comunicación, sustentadas en la desinformación, las mentiras y las relaciones afectivas superficiales, que rayan en el mantenimiento de grandes  tiempos de vida, usados  en estas redes, prevaleciendo frivolidades, en sus comunicaciones, sobre las vivencias cotidianas de la existencia humana ligadas más al tener y no la ser, en el contexto del individualismo y del hiperconsumo mercantilista, dañando la sociabilidad e incrementando la deshumanización de nuestras sociedades.   

Sin darse cuenta, los usuarios han sido absorbidos por los intereses del neoliberalismo, imponiendo sus estrategias publicitarias, en sus propios estilos de vida y comunicación en las redes, pasan a ser mercancía que es cuantificada por el consumo que hacen y  de la conversión en publicidad de que son objeto en sus links de sus servidores, algunos de ellos con gran capacidad de investigación de neuromarketing para seguir manteniendo sus millonarias ganancias en sus corporativos, que hoy los han integrado a la lista de los grandes millonarios del mundo.
El desbordado narcisismo lleva  a los usuarios a verse a sí  mismo y mostrarse a los otros, como lo que no se es, promoviéndose atracción, como los anuncios publicitarios, donde se trata de manipular y engañar para atrapar en el consumo a las personas, los diálogos refrendan la superficialidad de la interacción, buscan el valor de si o el otro, que enaltezca el estatus, el nivel de clase social, de conformidad con sus hedonismos y fetichismos, los más avanzados convierten a las redes, en la utopía del gran poder, que tienen certeza de que la tecnología tiene un gran potencial para el cambio social, capaz de  revolucionar a las sociedades, desdeñando los factores económicos, sociales, culturales y políticos de sus logros victoriosos.

Encerrados en la soledad de sus actos impersonales, sin el calor de las interacciones humanas, inmersos en sus imaginarios actos, ideando soluciones, sin debatir, sin lograr consensos, pensando que sólo con acudir a Internet, la solución vendrá sola. Algunos  llegan a pensar que las tecnologías de la comunicación darán solución  la mayor parte de los problemas de nuestra humanidad, disminuyendo realidades sociales, obstaculizando la generación de los cambios políticos y sociales, fantaseando que estas tecnologías nos conducirán al bienestar general de toda la población.
Las redes de internet se convierten sólo en extensiones de la realidad que las personas intentan vivir, se han convertido en estrategias de dominación de la ideología neoliberal del mercado, que generan una distracción frente a retos muy cotidianos como la desigualdad social y económica o el sometimiento al mercado de trabajo y al sistema político.

Las redes seguirán siendo un imaginario colectivo de simulacros de libertad, autonomía y sociabilidad, contribuyendo a la deshumanización,  reduciendo el amor fraternal y solidario, inhibiendo la asociación de las personas, generando seudolibertad, porque pueden hacer sentir el poder del usuario para apropiarse, cuando en realidad se convierte en un objeto publicitario, dándose a conocer;  han logrado colonizarnos, al igual que las otras formas de colonización que en la historia de la humanidad hemos tenido, el reto es lograr nuestra emancipación.  

miércoles, 8 de julio de 2015

ENTRE LA IGNORANCIA Y LA POBREZA


Los bajos niveles de escolaridad, derivados de la educación formal que ofrece el estado, sumados a los niveles bajos de calidad académica en sus escuelas, con modelos de enseñanza, verticales y autoritarios, generadores del analfabetismo funcional operativo, aun de los mas educados, que impacta el desarrollo de las funciones cognitivas del cerebro, sobre todo el aprendizaje sustentado en el razonamiento, el pensar creativo; luego sumemos la desmotivación por el autoaprendizaje, de los educandos, buscando la información, cultivando el saber, sobre todo la relacionada con las ciencias, las artes y la cultura, en el infinito mundo del conocimiento existente, que hoy como nunca, esta al acceso inmediato en las redes de internet. Esa mala educación, generadora del no saber, sigue siendo el gran obstáculo en la mayoría de las personas, para lograr los más altos niveles de desarrollo social y humano de los habitantes de nuestras sociedades, sobre todo en países como el nuestro, México, considerados en vías de desarrollo, desde el siglo pasado.
Luego tenemos, la existencia de grandes desigualdades, que generan las políticas económicas de los gobiernos, subsumiendo a la mayoría de nuestra población en la lacerante pobreza que va desde los extremos donde prevalece el hambre, donde se da la  insatisfacción de los nutrientes básicos para el desarrollo de las funciones corporales, hasta la insatisfacción de integrar mínimos de bienestar en insumos para su hogar, que coadyuven a la salud y el bienestar necesario para su desarrollo personal y familiar, en eso que los economistas han denominado como pobreza patrimonial.

La suma de Ignorancia y pobreza que prevalece en nuestras sociedades, han permitido que las oligarquías financieras y sus políticos serviles, logren magistralmente la manipulación de las conductas en sus posturas políticas, sobre todo las que requieren su participación democrática en las decisiones,  de la mayoría de los ciudadanos, con sus estrategias mediáticas, mercantilistas, perversas y corruptas, orientadas a seguir explotando y obstaculizando el desarrollo humano integral de nuestros habitantes. Extienda la suma, al rol educativo mediocre, que subsume a la subcultura a las mayorías en el seno de sus familias, de las televisoras y la radio con sus barras de entretenimiento, telenovelas y espacios informativos que viven de los abusos de las notas rojas, envileciéndose con las víctimas de las tragedias y desviando la atención de los problemas de fondo, que generen el pensar y las libertades.
Son perversas, porque están conscientes de la pobreza e ignorancia que mantienen a contentillo, con sus voraces ambiciones en el mantenimiento del poder económico y político que usufructúan impunemente, alejados del amor fraternal y solidario en sus peroratas del “bien común”, donde no cabe el pleno goce de las libertades y la justicia para todos los habitantes, dados a compensarse en sus alabanzas cristianas mediante la “caridad” en sus amores limitados al prójimo; se suma además su persistencia en reproducir las lacras del clientelismo, el asistencialismo y el corporativismo en la política para los “jodidos” y sus empleados, derivada de la pobreza en que mantienen a las comunidades y sus familias.

Son corruptas porque transgreden letalmente los valores elementales de la honestidad, la integridad, congruencia, lejos de enaltecer la verdad, prefieren seguir inmersos en la mentira, el engaño y la manipulación para seguir siendo beneficiarios de los regímenes de gobierno, corruptos, atrapándolos en sus redes de intereses económicos, sin escrúpulos e impunemente, en esa corrupción en la que sólo ellos, han sido los beneficiarios en sus negocios y no han sido dañados, en tanto la mayoría de los que vivimos de nuestro trabajo,  pagamos su costo, que según los expertos equivaldría en los últimos treinta años, a un total de recursos económicos suficientes, para haber logrado acabar, no sólo con la lacerante  pobreza y disminuir la ignorancia, sino gozar de una infraestructura de servicios públicos como la vialidad, el transporte público, escuelas dignas, hospitales y unidades de salud suficientes que garantice el derecho a la educación y a la salud de todos los habitantes, proporcionando servicios de calidad a toda la población actual de nuestras sociedades.

Esta reflexión se generó cuando una compañera activista, adulta mayor, fundadora de la colonia Tierra y Libertad, me consultó por cursar con depresión y me preguntaba: ¿Estaría mal si voy con el “Bronco”, a la vecina le dio mil pesos  por su apoyo y le aseguraron dos mil pesos mensuales, por el apoyo político que le dieron?, expresando luego su coraje porque los dirigentes del PT (Partido del Trabajo), les echaban la culpa de sus malos resultados electorales y del riesgo que tenían si perdían el registro, empezar a pagar, impuestos, la luz , el agua, los apoyos para mejorar sus viviendas, medicinas, entregas de despensas y demás apoyos de los programas sociales que los regímenes han utilizado para usarlos electoralmente.
Replicaba en mi mente, la frase reiterada de su dirigente Beto Anaya, cuando a finales del siglo pasado, me enfrentaba a sus mediocres estrategias clientelares de la política revolucionaria, línea de masas, que pregonaban, me decía: “tu quieres resolverles todas sus necesidades, y luego con que los movemos”, replicaba yo “con su conciencia política, Beto”, contestaba Beto, eso está bien para el año tres mil, ahorita no. No tarde en renunciar a sus organizaciones políticas clientelares y a su revolucionario partido.
 
Por eso es imperativo acabar con la ignorancia y la pobreza que prevalece en nuestras sociedades, sólo cambiando los regímenes de gobierno lo lograremos, este es el cambio verdadero, así lo haremos en MORENA,  lo demás es cambiar personas en los gobiernos, como ha sucedido con los candidatos independientes que novedosamente han logrado imponer los empresarios y políticos pripanistas en algunas sociedades, como la de nuestro estado de Nuevo León, donde tenemos la certeza de que nada va a cambiar de fondo.