domingo, 30 de julio de 2017

JUSTICIA DIGNA


Hacer que impere el respeto por las leyes, que son el eje central fundamental de la convivencia armónica y pacífica, para el bienestar y la felicidad de las personas, es sin duda, uno de los grandes pendientes en la integración de las políticas procuradoras de justicia, seguridad y prevención del delito de los poderes del estado, no sólo en México sino en todo el mundo.

El gran daño del sistema capitalista neoliberal, que nos domina en el mundo, ha  sido en los usos políticos del poder en el ejercicio de la ley, por los gobernantes y funcionarios, que siguen subordinándose a los intereses económicos y políticos personales y de grupos, más que a sus obligaciones que protestaron cumplir y hacer cumplir en sus mandatos. Enarbolando ideologías, enmascaran sus perversos y mezquinos intereses, donde desbordan sus voraces ambiciones sin escrúpulos dirigidos a la explotación, la dominación, la depredación y el enriquecimiento económico y patrimonial de sus familias.

En México, tenemos un presidente como ejemplo de este paradigma, no sólo ha sido evidenciado en sus corrupciones, despojos, robos, tráfico de influencias, abusos del poder, malversación de fondos, desviación de recursos a las campañas de su partido, sino en sus permanentes mentiras y negación de realidades que reproducen fielmente sus funcionarios de los más altos niveles, que con cinismo y gozosa impunidad vivencian.

Pero no sólo es el poder presidencial, lo más lamentable es que este mismo paradigma esta enraizado en los poderes legislativo y judicial, federal y estatales, donde las posturas y decisiones se someten a los intereses dominantes de las plutocracias, a las que sirven y que gracias al imperio de su influyentísimo les permitió su integración a desempeñarse como figuras de autoridad formal, en las diferentes instituciones de sus poderes.

Luego lo más lamentable es la integración en el ejercicio del poder de los intereses de las organizaciones criminales, que prevalecen con sus dominios territoriales nacionales y estatales de nuestro país, que paradójicamente intervienen no sólo en los sistemas de impartición de justicia y seguridad, sino en el sistema financiero del estado, configurando las redes delincuenciales del poder un Estado fallido, donde es evidente el fracaso social, político, y económico, con su gobierno débil o ineficaz, con altos niveles de corrupción, criminalidad, con poco control en muchas de las regiones, incapaz de proveer los derechos sociales básicos.

En su afán de lograr su redención, la mafia del poder que nos gobierna está simulando, desde hace más de un año, ejercer todo el peso de las leyes contra ex gobernadores, van más de diez, antes enaltecidos como las nuevas generaciones de políticos pripanistas honestos y responsables al servicio, por el presidente y los presidentes anteriores, obviamente no se ejercerá todo el peso de la ley sino el que corresponde para su estrategia simuladora. Ni que decir de los funcionarios, como los secretarios de estado que han incurrido en graves fallas u omisiones y han estado inmersos en denuncias de corrupción, como el Secretario de Comunicaciones y su paradigmático socavón del recién inaugurado libramiento autopista de Cuernavaca, donde murieron dos personas.

En tanto vemos que en otros países, como Guatemala, Perú, Argentina, Brasil, que se atreven a procesar judicialmente por corruptos a sus presidentes, ex presidentes y funcionarios llegando a encarcelarlos, como sucedió esta semana a Aldemir Bendine, quien fue presidente del Banco de Brasil y de Petrobras, la petrolera estatal de ese país, no perdemos la esperanza de lograr que prevalezca en nuestra patria el ejercicio pleno de las leyes, que nos garantice la anhelada justicia, paz y seguridad que logre acabar con la corrupción que nos agobia en nuestra sociedad.

sábado, 22 de julio de 2017

SOBRE EL DEBATE Y LOS CONSENSOS EN MORENA


Un partido moderno debe de integrar el debate como eje central de su existencia  y de su cultura política, si no lo hace, simple y llanamente está sometido al despotismo autoritario con sus imposiciones letales al principio democrático y libertario, que enarbolamos en nuestras propuestas políticas, dirigidas a lograr la transformación de la sociedad. Sus actores políticos, son los que persisten en sus posturas de obedecer y callar, o del que mandata la estúpida expresión: “el que paga manda”, de los señores anclados al feudalismo, proclives a al servilismo utilitario del ser político, que mantiene los regímenes de oprobio, como el que tenemos en México.

En MORENA los dirigentes y militantes tenemos la obligación de fomentar el debate, partiendo del principio de que el único acuerdo posible duradero es aquel que se logra, cuando es posible expresar el desacuerdo y luego dialogarlo, debatirlo, conforme a nuestras ideas políticas, normas y principios que nos enaltecen en nuestro partido movimiento, evitando las posturas rígidas, inflexibles, derivadas del prejuicio sobre las personas, de dogmas y fundamentalismos filosóficos, políticos y religiosos, para esto se requiere dominar el arte de dirimir, inmerso en el respeto a la diversidad, a la prudencia, la bondad y el amor fraternal, hacía los compañeros, con inteligencia emocional, aun con los que son proclives a pervertir el orden y la disciplina en los debates.

Tenemos que ser críticos, pero también autocríticos, no interpretar la crítica como una afrenta, ni toda impugnación como un llamado a la confrontación, convencer cultivando la verdad, evitando la mentira y sus lacras de engañar, estas posturas y comportamientos enaltecen y proyectan la madurez política y de personalidad de los militantes participantes, es la mejor estrategia para prevenir los conflictos crónicos que generan guerrillas pueriles internas, que atentan contra la fortaleza institucional de cualquier partido, que hemos venido padeciendo, no sólo en MORENA, sino en las organizaciones y partidos de izquierda que han existido en Nuevo León.

Se trata de lograr la unidad, no como sinónimo de lealtad, interpretada como sometimiento, como por años se ha integrado en la pervertida cultura política pripanista, que combatimos y que pretendemos revolucionar en el quehacer político moderno. Oponerse no es colocarse como enemigo al que se le debe obligar a claudicar o rendirse, es simplemente una postura adversa que debe generar el debate inmerso en el discurso y el proceso del pensar, con fundamentos bien informados, analíticos, racionales, con evidencias que respalden su posición y propuestas en relación a los temas y asuntos que se debaten.

Hoy que en MORENA tenemos que construir consensos, sobre los militantes que serán nuestros candidatos en las próximas elecciones, primero tenemos que debatir sobre el perfil necesario que deben tener, de acuerdo a cada nivel (Senador, Diputado Federal, Local, Alcalde), luego promover el debate interno entre los propuestos y la militancia, valorando sus capacidades para el desempeño del encargo, para luego seleccionar democráticamente los mejores compañeros y compañeras que nos representaran en esas tareas, quienes no lo logren, enfrentaran el dilema del ser o no ser morenistas, los que decidan no ser, estarán proyectando sus ambiciones vulgares de estar subordinando sus intereses personales o de grupo, sobre los de nuestro partido-movimiento, padeciendo lo que yo he llamado el Síndrome de Irgla, que vivimos en la elección pasada en nuestro partido-movimiento en Nuevo León, que llevó a algunos a postularse por otros partidos y a destacados militantes de nuestro partido, según ellos bien bregados y formados en la izquierda, a colaborar y votar por el  Bronco  y sus secuaces, comportamiento que hoy algunos, reconocen como su grave error, afortunadamente.   

No tengamos miedo al debate, es el máximo valor en la fortaleza de un partido democrático moderno, si MORENA en Nuevo León no llega con esa fortaleza, estaremos con mucha anticipación prefigurando nuestro fracaso, en posesionarnos en el primer lugar de preferencias electorales en Nuevo León, además de no cumplir con el apoyo necesario hacia la victoria electoral  de la presidencia con Andrés Manuel López Obrador.

Los que rechazan el debate, no sólo no son demócratas, sino son los que tienen miedo a la verdad, son los que viven de la mentira, como refirió George Orwell, "en tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”.

Son mentiras, que lamentablemente prevalecen hasta en algunos dirigentes, como los trascendidos que escuche esta semana, sobre sus aseguramientos de ser los actores déspotas designados, empoderados, para decidir las próximas candidaturas de MORENA en Nuevo León.




viernes, 14 de julio de 2017

MEDICINA DESHUMANIZANTE Y MERCANTILISTA


En México, no tan sólo no sido garantizado el derecho a la salud, que desde 1983 quedo plasmada en nuestra constitución, sino que los gobernantes pripanistas con sus políticas públicas reformistas, sexenio tras sexenio, han estado precarizando los servicios de salud que ofrecen sus instituciones, inmersas en la ineptitud y la corrupción, siguen incapaces de otorgar un modelo integral de atención médica, muy alejados de la cobertura universal para el ejercicio pleno, de ese derecho de todos y todas los mexicanos.

El modelo de atención médica que sigue prevaleciendo en las diferentes unidades de atención del sistema de salud pública, tanto en la Secretaría de Salud y sus organismos en los estados, así como las existentes del régimen de seguridad social (IMSS-ISSSTE), es reduccionista, curativo, desdeña la prevención y pervierte los valores esenciales de la ética, deshumanizando la relación, cosificando a las personas con sus lacras de iatrogenia, que llevan a la cronicidad de las enfermedades y en algunos casos a la muerte. En tanto la medicina privada subsumida en su mercantilismo, con sus negocios, hacen de las suyas en contubernio con las empresas dedicadas a la venta de seguros médicos privados, donde se observa en todo su esplendor las deshumanizantes conductas de sus modelos de atención médica, guiados por los afanes de lucro, muy alejados del juramento hipocrático, más alejados de la mística de servicio que enaltece el ejercicio médico.

En estas semanas, no sólo me han conmocionado. sino indignado algunos de los casos que han sido ejemplares de la mala medicina, mercantilista y deshumanizante. Uno de los casos fue durante el servicio que brindaba, de atención psiquiátrica, a un paciente masculino, de 56 años de edad, que acudió a nuestro centro de salud mental, aun siendo derechohabiente del IMSS, su médico familiar no quiso referirlo con los servicios de psiquiatría de esa institución, acudió con nosotros, cursa con una depresión, con síntomas somáticos, donde la principal molestia era una sensación de evacuación fecal imperiosa, que él médico familiar, considero propio de la depresión, al hacer la evaluación integral médica, en nuestra unidad, resulta que sospechamos de patología orgánica del Colon, asociada a la depresión, así lo referimos nuevamente a sus servicios médicos de su Clínica del IMSS, donde después de 2 meses de evaluación, le fue diagnosticado Cáncer de Colon en etapa terminal, con mal pronóstico para su vida.

En otro caso, más trágico, uno de los amigos de la infancia, con 62 años de edad, que cursaba con diabetes e hipertensión arterial, se complica presentando un infarto al miocardio, es atendido por el Hospital de Altas Especialidades del IMSS, especializado en Cardiología y Neumología, con grandes reconocimientos nacionales sobre todo por la calidad de sus servicios profesionales, donde prevalecen sus trasplantes de corazón, es hospitalizado, fue dado de alta con buen estado de salud y las prescripciones médicas básicas, que incluyó su asistencia a los ejercicios de rehabilitación cardiovascular a las que tendría que acudir en esa unidad, los familiares informaban que estaba llevando un vida casi normal, con los cuidados necesarios y resulta que haciendo los ejercicios físicos para su rehabilitación, en ese hospital, muere fulminantemente de otro infarto.

Un caso patético, fue el que le sucedió a un colega médico, mi agente de seguros, que necesitado de los servicios de urgencia por un lumbago agudo, muy dolorosa y limitante de sus movimientos, acudió a hacer uso de su seguro médico privado, que él mismo nos promueve y oferta, con alguna de las empresas de ese ramo, acude a uno de los hospitales privados, integrado en su cobertura, es valorado en urgencias, lo internan, le proporcionan los primeros cuidados médicos y son requeridos los especialistas, principalmente de Medicina Interna, Traumatología y Neurología, concluyen necesidad de cirugía de su columna vertebral, acude Neurocirujano y la principal preocupación es de la capacidad económica de la cobertura de su seguro, para brindarle la atención médica quirúrgica que según ellos es necesaria. Al informarme de su estado, le solicitamos apoyo a un colega especialista en columna, acude a valorarlo, concluye innecesaria la cirugía, indica medicamentos, reposo y terapia física rehabilitadora, lo da de alta y evoluciona bien sin necesidad de la cirugía, todavía molesto, dice por la “zopiloteada” que los otros médicos le hicieron, perseverando su insistente pregunta: cuál es el límite de pago por evento que te proporciona tu seguro?, sin olvidar sus caras de molestia, por el bajo limite que tenía, además de la negación a hacerse cargo de la atención.   

El caso más patético es él que nos sucedió el mes pasado, en el ISSSTE, resulta que mi esposa cursa con una laringitis crónica, con la discapacidad consecuente en la voz, al incrementarse, solicité a un amigo, colega, ex alumno de la escuela de medicina que dirigí, que mi hiciera el favor de evitar todo el proceso burocrático, desgastante en tiempo, por los grandes tiempos de espera existentes, en estas instituciones, que se hace para poder ser consultado por un especialista. Así fue referida y atendida por uno de los especialistas de otorrinolaringología, de uno de los hospitales, quien concluye que mi esposa tenía una parálisis de la cuerda vocal izquierda y que necesitaba un procedimiento terapéutico, que no se daba en el ISSSTE, el colega sin rubor, ausentándose la ética, ofrece sus servicios profesionales por fuera, en su consultorio, donde según el contaba con quirófano, ofreciendo cobrar modestamente ese servicio por una cantidad que no pasaría de unos cincuenta mil pesos. Indignado acudí con el compañero funcionario del ISSSTE, que paradójicamente es el responsable de los servicios médicos en esa institución, acepta la ilegalidad y la conducta antiética del ORL, deshaga conmigo, confidencialmente todas las perversiones corruptas que existen, reconoce las graves transgresiones a las normas y leyes vigentes en la atención a los derechohabientes, de que fue objeto mi esposa. En tanto nuestro interés es solucionar el problema médico, nos desistimos de iniciar un proceso que afectara al colega especialista, para el efecto nos canalizo a otra unidad, con otro especialista, con la sorpresa de que nuevamente, el ORL ofrecernos la solución terapéutica externa, eso sí, más matizada, enfatizando que su interés era ser solidario, que no era económico,  ofreciendo menos costo que él anterior. Ninguno de los dos especialistas, me conoce ni tenía antecedentes de mis relaciones en su institución.

Seguimos luchando contra la medicina mercantilista y deshumanizante, por el respeto a nuestros derechos fundamentales no sólo como trabajadores de la salud, sino además como usuarios, derechohabientes y como pacientes.