El 20 de noviembre del 2016,
decía AMLO en su presentación de los Lineamientos del Proyecto Alternativo de Nación ante el
Congreso Nacional de MORENA: “No se logrará ningún cambio si los Poderes de la
Unión y las instituciones públicas continúan al servicio de unos cuantos.
Reitero mi idea esencial de que el Estado se encuentra secuestrado por una
minoría y que esta es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país
existe una República aparente, simulada, falsa. Hay poderes constitucionales,
pero, en los hechos, están confiscados por un grupo. Por eso lo primero que
debemos hacer es recuperar democráticamente al Estado y convertirlo en el
promotor del desarrollo político, económico y social del país.”
Nuevo León, como Estado no se la
excepción, desde hace decadas, seguimos padeciendo un gobierno, que con sus
poderes e instituciones, continúa al servicio de unos cuantos, secuestrado por
minorías, con sus desastres en todos los ámbitos de las políticas públicas, inmersos
en esa soberanía democrática, aparente, simulada, falsa, donde los poderes
están confiscados por grupos, que amasan grandes fortunas, apoyados en la
ilegalidad, el influyentismo y a la sombra del poder público, inmersos en la
corrupción, fortaleciendo la gran vigencia de la tarea de recuperar democráticamente
al Estado y lograr los más altos niveles de desarrollo político, económico y
social como sociedad, en México.
Parafraseando a AMLO, Nuevo León
requiere de un gobierno plenamente democrático, que garantice las libertades, la
impartición de justicia, nadie fuera ni por encima de la ley, donde
erradiquemos el influyentismo, corrupción, la impunidad, donde el presupuesto
sea realmente público, se de preferencia a los pobres; se cuiden los recursos
naturales, donde la riqueza del estado y los frutos del trabajo de los
nuevoleoneses se distribuyan con justicia; y nunca más se permita que los
privilegios de pocos se sustenten en la opresión, la inseguridad y la miseria
de miles de nuevoleoneses.
Todos los gobernantes tienen como
objetivo principal, lograr los más altos niveles de desarrollo social y humano
de sus sociedades, en los países democráticos, el Estado debe privilegiar
políticas económicas, culturales y sociales que incrementen la calidad de vida
que se traduzca en mayor bienestar, prosperidad y la felicidad de sus
habitantes. Los últimos sexenios gubernamentales de Nuevo León, integrados por
el PRIPANISMO, hoy con un ex priista, simulando ser “independiente”, Jaime
Heliodoro Rodríguez Calderón, siguen distinguiéndose por sus regímenes inmersos
en la corrupción, el despotismo, autoritarismo, la violación de los derechos
humanos, los delitos electorales, malversación de fondos federales y estatales,
la ineficacia administrativa, el abandono de funciones y su narcisismo patológico,
desdeñando este interés, como objetivo supremo de los gobernantes, alejándose
del cabal cumplimiento de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales
de las y los nuevoleoneses.
En MORENA estamos convencidos que
para lograr el cambio verdadero en la Cuarta Transformación, que exige nuestra
sociedad y que se manifestó mediante su hartazgo, rechazando el régimen de
oprobio de los gobernantes pripanistas, en el ejercicio de su derecho
democrático, durante la elección pasada, se deben no sólo integrar, sino hacer
realidad, las políticas revolucionarias del nuevo gobierno, que hemos iniciado a
nivel federal, derogando sus mal llamadas reformas estructurales, desmantelando
su modelo neoliberal de las políticas públicas, que permitan que impere en
nuestra sociedad: el Bienestar generador de la vida digna con pleno ejercicio de
los derechos sociales, inmersos en la democracia participativa, donde
prevalezca la Justicia y el Estado de Derecho, que nos devuelva la paz, la
seguridad, el disfrute de las libertades, así como el Desarrollo Económico que
acabe con las lacras de la pobreza de nuestra población.
Son propuestas que se están asumiendo
en el proceso de conformación del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, que
esperamos se construya y este inmerso cabalmente en la anhelada participación
democrática de todas y todos los mexicanos, lejos de la cultura
antidemocrática, el autoritarismo y la exclusión que ha prevalecido en los
sexenios anteriores, donde se ha llegado a exentar hasta los trabajadores de
las instituciones del gobierno, sólo así lograremos fortalecer la planeación
democrática de nuestro desarrollo integral como sociedad.
Es urgente que logremos los
cambios que se requieren en Nuevo León, requerimos la participación democrática de todos y todas las
ciudadanas, más de los militantes y simpatizantes de nuestro
movimiento-partido, todavía más de los dirigentes y líderes no sólo de MORENA,
sino de aquellos que han bregado por las luchas democráticas, libertarias y
contra las injusticias en nuestro estado. Propongamos los lineamientos básicos, fundamentales para contribuir desde Nuevo León a la
Cuarta Transformación de nuestra patria.