Como protagonista del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y en el marco del proceso de su fortalecimiento y organización, que incluye el desarrollo de Congresos distritales, estatales y nacionales para definir las nuevas dirigencias, la aprobación de sus documentos básicos y finalmente la decisión de continuar como asociación civil o partido político nacional; he tomado la decisión de renunciar a mi militancia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido en el que he invertido mas de diez años de mis tiempos, capacidades y recursos tratando de contribuir a su desarrollo institucional y organizacional que lamentablemente no logramos por los abusos, las desviaciones y perversiones políticas de las diferentes dirigencias y tribus, que siguen transgrediendo impunemente estatutos, principios y el programa político, que en forma irreversible hoy lo degrada.
Así como no fue fácil mi decisión, de integrarme como militante partidista, cuando algunos compañeros, fundadores y militantes de ese partido, me invitaron, no ha sido fácil decidir renunciar a este partido, que me llevó a vivenciar el trabajo político desde sus bases, hasta los interiores de los órganos directivos y la intimidad de los manejos del poder por los dirigentes políticos nacionales y estatales, donde en el marco de mis diferentes funciones, como consejero e integrante de la comisión política estatal, siempre rechace y combatí sus conductas ignominiosas, las mas durante los procesos electorales internos y externos, donde la militancia era y es degradada al valor de cambio, al trueque, al clientelismo, en ese pragmatismo electorero absurdo de buscar el poder por el poder, mandando al diablo ideologías y la ética.
Digo que no fue fácil, decidir el ingreso, tanto por las experiencias partidistas que ya había vivenciado en el PT, en el cual no sólo fui uno de los militantes fundadores e integrante de sus órganos de dirección, sino además por que desde los setentas del siglo pasado había rechazado y me opuse tenazmente a el régimen antidemocrático, autoritario y represor del PRI que había incrementado sus estrategias reformistas electorales, inmersas en los fraudes, las compras y cooptación de votantes así como la corrupción de políticos y dirigentes de la oposición. En toda mi juventud había rechazado integrarme a la militancia partidista, invitaciones sobraban, consideraba inviable la vía electoral para que la izquierda llegara al poder. Mi ingreso a la construcción del PT, fue mas por motivaciones ideológicas, existenciales y emocionales que había estado compartiendo con los compañeros del Frente Popular Tierra y Libertad, desde que bregamos con ellos, primero como estudiantes, luego como profesionistas en el movimiento urbano desde la fundación de Tierra y Libertad. La metamorfosis de movimiento a partido, de esta organización, es un claro ejemplo de las estrategias de alineación de los “movimientos revolucionarios” que los oligarcas del sistema manejan a la perfección para mantener al margen las amenazas a su poder. En fin mi renuncia en el PT, fue en el marco de la responsabilidad que yo enfrentaba como integrante de la Comisión Nacional de Garantías y el silencio con la simulación cómplice que se me exigía en las transgresiones elementales de los normatividad, los derechos partidistas y las conductas ideológicas desviadas y perversas de algunos lideres, sin faltar las propuestas y compensaciones indecorosas que se estilan a las mal entendidas lealtades de los políticos inmersos en la corrupción. Mucho de esta experiencia esta contenida en un libro que elaboré, inmediatamente después de mi renuncia en el año del 2001 y que se intitula: “Mis vivencias Partidistas”, que relatan mis andares en todo el proceso de construcción del PT y las relaciones torturantes con sus principales dirigentes, que de la pobreza franciscana que nos enaltecía en el pasado hoy están integrados a las elites del poder político y económico, en el estado, logrando algunos de los satisfactores propios del hedonismo burgués que combatían.
El caso es que ingrese al PRD motivado por un grupo de compañeros, y desde el inicio rechazamos alinearnos con tribus o grupos de interés en el estado, teníamos un objetivo muy claro: trabajar políticamente para renovar y fortalecer el partido con una estrategia centrada tan sólo en lograr que todos los militantes y dirigentes subsumieran y cumplieran cabalmente con el respeto de su estatuto, sus principios éticos, políticos y su programa, cuyos contenidos coincidían con mis convicciones por luchar por la transformación democrática y socialista de nuestra sociedad, alejados de dogmas y fundamentalismos ideológicos, clientelismos, sectarismos y las conductas centralistas autoritarias y patrimonialistas de militantes y dirigentes partidistas. En este activismo político para el PRD, tuve la fortuna de interactuar con activistas y dirigentes de todos los orígenes, en la historicidad de las luchas de la izquierda, desde los antiguos militantes del Partido Comunista, el Partido Socialista Unificado de México, el Partido Socialista de los Trabajadores, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, o en el marco de los movimientos estudiantiles, urbanos, sindicales y campesinos de nuestro estado. Tuvimos cientos de reuniones y decenas de documentos que elaboramos conteniendo propuestas, manifiestos, protestas y denuncias dirigidas a lograr el objetivo de nuestra lucha, nuestro grupo logro el poder a nivel estatal, con una dirigencia que lamentablemente no tardo en integrarse a los estilos de dirección que combatíamos y finalizó haciendo lo mismo: simulando, mintiendo, engañando, transgrediendo estatutos, principios, cultivando la opacidad en la información y ejerciendo el pragmatismo y el clientelismo político, este grupo terminó formando parte de una de las tribus nacionales. La paradoja es que el grupo de dirigentes actuales son los que logramos desplazar y volvieron fortalecidos, por las políticas de este grupo, ejerciendo las mismas conductas, el círculo vicioso de sus conductas políticas parece ser que nunca se acabara.
Desde hace mas de tres años, me sentía avergonzando de los dirigentes nacionales y estatales, a quienes sin la menor pena veía como se transmutaban no sólo de tribus al interior, sino hasta de partido, con tal de ser candidatos, hacían alianzas lo mismo con el PAN que con personajes siniestros del PRI otros alcanzaban el poder y gobernaban como los caciques del PRI, otros de menos altura, como los de nuestro estado, hacian alianzas con funcionarios del pripanismo para sus clientelas, medrando con los programas sociales de sus gobiernos. Todo con impunidad, no puedo decir que sentía pena ajena, era mi partido, hoy, estos dirigentes, se han consolidado como unos ambiciosos vulgares de la política, sin escrúpulos, infestados con la cultura política pripanista que los ha subsumido en el quehacer político con sus pragmatismos ramplones, inmersos en la corrupción que ya ni siquiera necesitan de sus dogmas para medrar en la política; por cierto uno de los dirigentes del grupo actual nunca dejo de ubicarme como pequeño burgués según el, por no saber “como esta el tamal de la política”, su excelsa formación política y su trayectoria exitosa en el marco de su fundamentalismo, con las lacras del dogmatismo, el sectarismo, el oportunismo (lo mismo ha apoyado al PRI que al PAN, que a las tribus que lo han solapado), así como el autoritarismo, dispuesto a usar la violencia física para imponerse, es el claro ejemplo de la barbarie política en que han subsumido al Partido de la Revolución Democrática.
En síntesis al PRD intente darle lo mejor de mi, en forma desinteresada, honesta, responsable, tratando de ser congruente, fraternal, solidario, sin integrarme a las tribus, alejado de todo tipo de cooptaciones, y evitando los apoyos económicos de los raquíticos ingresos financieros del partido para el desarrollo de las actividades políticas, siempre privilegie el gasto con costo a mis modestos recursos económicos y familiares que provienen de mi ejercicio profesional como médico; tuve la fortuna de que por nuestro consultorio transitaran, en todo este tiempo compañeros militantes, simpatizantes y dirigentes del PRD, de todas las corrientes y grupos, la mayoría fue testigo de nuestra perseverancia, manteniendo la congruencia, pero sobre todo de que algunos de los militantes y lideres, hoy encumbrados, nunca encontraron terreno fértil en nuestro espacio que cultivara las perversiones y desviaciones que alimentaran sus pragmatismos electoreros que denigra y degrada actualmente al PRD.
No dudo que los compañeros militantes, que coincidimos, en esta lucha por la renovación y el fortalecimiento del PRD, comprenderán mi decisión y espero que conjuntamente sigamos luchando en todas las trincheras contra el autoritarismo, la injusticia, la desigualdad y sus lacras de pobreza y corrupción que son los grandes obstáculos para que nuestra patria logre ser una sociedad plenamente libre, democrática, justa y con los mas altos niveles de desarrollo social y humano.
Estimado Ricardo; la descripcion y narracion de lo acontecido en el PRD, es muy real como bien lo señalas es un circulo vicioso,realizando un analisis detallado: No crees que va ha pasar lo mismo con MORENA, YA DESDE EL INICIO SE MANEJA EL SECTARISMO, DIVISIONISMO, IMPOSICION DE DIRIGENTES O COORDINADORES FORANEOS, aunado a esto en el caso de Armando Barreiro, sin capacidad para cumplir con esta tarea, por su caracter de tecnocrata, sinverguenza, corrupto, comprobado en su desempeño como coordinador estatal de MORENA, con este tipo de personas sera muy dificil participar en una organizacion como lo plantea AMLO, de todas formas aqui estamos de nuevo esperando la forma de organizacion que realmente beneficie a las mayorias a mejorar las condiciones de vida; pero en los partidos politicos lo unico que buscan sus cupulas es su beneficio particular y familiar, en el caso de Barreiro, creo que como esta relegado en el DF, busca figurar en un Estado como N:L. a como plantean la convocatoria como integrante del Comite Nacional en forma automatica, sin embargo esperamos que esta situacion se rectifique y sean personas con honestidad, lealtad, capacidad, que inspiren confianza los que tengan la gran responsabilidad de ayudar a un cambio democratico dejando a un lado la simulacion, que se constituya la organizacion con personas reales de carne y hueso y no sea un partido de emebrete electorero y clientelar, como son todos los partidos, Saludos.
ResponderEliminar