Es muy buena la reflexión de uno de los compañeros protagonistas del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Tomas Armas Solís, que en el marco del primer congreso estatal expresó, haciendo un llamado a que los antiguos militantes de la izquierda estén dispuestos a desaprender, dejando atrás los vicios de la política y a los jóvenes a aprender de ellos, sin integrar las malas conductas que han denigrado a los movimientos, organizaciones y partidos políticos en México. Este llamado tiene mas vigencia, hoy que los jóvenes están exigiendo mas participación y respeto a sus derechos que les han sido obstaculizados por los gobernantes y oligarcas con sus estrategias de manipulación mediática y la mala educación prevaleciente en todo el sistema educativo nacional, que lamentablemente incluye desde los niveles básicos hasta el nivel profesional y de postgrados en universidades e institutos tecnológicos públicos y privados, entrampadas en las redes de intereses mercantilistas del sistema neoliberal imperante, que Noam Chomsky ha investigado y descrito magistralmente en sus obras sobre estos temas, donde el costo de los títulos y grados esta favorecido al ser alienado, acrítico y la satisfacción de los intereses económicos y administrativos de sus elites directivas, devaluando calidades académicas y científicas en sus constancias.
Sobre estos aprendizajes y desaprendizajes ya había escuchado, este llamado, de varios escritores y ensayistas como Eduardo Galeano, Pablo González Casanova y hasta de Mario Benedetti y Carlos Monsivais, que hoy cobra mas importancia en lo que se ha venido denominando el relevo generacional de los jóvenes, necesario para fortalecer la lucha por la transformación de nuestra patria y lograr el cambio verdadero construyendo una sociedad mas equitativa, justa, libre y democrática, que logre los mas altos niveles de desarrollo humano y social que se correspondan con sus grandes recursos económicos, culturales y patrimoniales que tenemos.
No se trata de desplazar ni negar a ultranza las experiencias, el conocimiento, las vivencias y las propuestas que los adultos mayores (60 años y mas) o en plenitud (los que estamos en la década de los cincuentas) sino enriquecerlas en el debate con la fortaleza juvenil, de la frescura del ejercicio del conocimiento actualizado, creativo, de la rebeldía impetuosa, lejos de la alineación, vitalizada por los sueños posibles, que los adultos imposibilitamos con nuestras limitaciones y fracasos. Tampoco se trata que retrocedamos en el desarrollo humano sumergiéndonos en lo que el politólogo Giovanni Sartori ha descrito como males de la conducta política en su libro denominado Homo Videns, donde el pensar esta aniquilado por el predominio de las imágenes y el cerebro primitivo, que disminuyen las capacidades cognoscitivas del cerebro y con ello nos convertimos mas fácil en victimas de la manipulación mediática, que hoy son la base de las guerras psicológicas, que sustituyen con gran eficiencia las guerras armamentistas en los procesos de colonización dominante de los países imperialistas.
De acuerdo a las neurociencias y ciencias de la conducta humana la conciencia, el ser y el saber, no sólo en la política, son producto de un proceso que se integra multifactorialmente, desde la genética, luego con el desarrollo biológico, psicológico, social, cultural, económico y ecológico, inmerso en las vivencias educativas, sociales, existenciales, espirituales y de salud; en el caso de la política se agrega el cultivo de las virtudes de la moral, la justicia y la búsqueda del mayor bien común como piedras angulares de la sociedad civil, parafraseando a los filósofos clásicos griegos (Sócrates, Aristóteles y Platón) y desde luego integrando el saber de los pensadores J.J. Rousseau, Edmund Burke y Carlos Marx, con sus propuestas revolucionarias sobre el estado moderno y el estado socialista. Es necesario además el conocimiento del pensamiento político de todos los tiempos que ha existido dominado por dos grandes antitesis: opresión-libertad y la anarquía- unidad, superando las visiones helénico centristas como lo refiere el Dr. Enrique Dussell en su libro Política de la Liberación, Historia mundial y critica. Por último debemos conocer la historia que ha inspirado la lucha de nuestro pueblo mexicano, con las tres principales transformaciones que ha habido en nuestro país: la Independencia, la Reforma y la Revolución.
Si a esto sumamos el bregar cotidiano en las luchas contra la injusticia y las libertades humanas, desde la toma de conciencia combativa, en cualquier escenario, tenemos entonces conductas políticas congruentes con el ser y no sólo derivadas de las desbordadas pasiones emotivas reactivas en la búsqueda de satisfacer ambiciones personales o en el marco del sufrimiento de las tragedias cuando somos victimas de alguna injusticia, que sin duda pueden hacer emerger rebeldías generadoras de movimientos de resistencia que pueden lograr la insurgencia popular pero difícilmente la anhelada transformación revolucionaria. La conciencia, el ser y el saber en la política cobra importancia no sólo para mejorar la cultura política sino en el marco del funcionamiento mental y psicosocial que son los determinantes de la conducta individual y social del ser humano; por eso conceptualizamos la salud mental como la capacidad del individuo, el grupo y el ambiente de interactuar el uno con el otro de forma tal, que se promueva el bienestar subjetivo, el óptimo desarrollo y el uso de las habilidades mentales ( cognitivas, afectiva y relacionales), la adquisición de las metas individuales y colectivas en forma congruente con la justicia y la adquisición y preservación de las condiciones de equidad fundamental”.
Para el caso de la formación e integración de la conciencia política con MORENA, se requiere además, mínimamente incorporar el conocimiento sobre lo que nos da la identidad ideológica y los principios y valores que nos cohesionan las convicciones de pertenencia a este movimiento y su organización política, luego tenemos que procesarlo en el análisis, la reflexión y mediante la acción saludablemente construir nuestro aprendizaje reflexivo que sustentara los manantiales de la sabiduría que alimentaran nuestra fortaleza combativa en las luchas políticas de nuestro movimiento que no pretende lograr el poder, solo por el poder sino para transformarnos y transformar a México. Todos necesitamos no solo estar abiertos al aprendizaje continuo, en la inmensidad del conocimiento de las ciencias políticas y del legado cotidiano que las luchas de todos los pueblos del mundo libran contra las injusticias de las tiranías. En este momento, quienes bregamos con MORENA, necesitamos profundizar en el conocimiento y el análisis de los documentos básicos que se nos han propuesto: Estatuto, Programa Político y Declaración de Principios, sólo así estaremos preparados para participar en el próximo Congreso Nacional y refrendar nuestra libre voluntad de continuar en la lucha por el cambio verdadero de nuestra patria que incluye acabar con el régimen de corrupción, antidemocracia, injusticia e ilegalidad que sostiene la oligarquía neoliberal dominante.
Para cambiar la cultura política anquilosada de los partidos políticos actuales, inmersos en las lacras del dogmatismo, el pragmatismo, el sectarismo, el oportunismo, el clientelismo y las conductas corruptas al servicio de estas oligarquías se requiere no sólo desaprender sino también estar dispuestos al aprendizaje.
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