Parafraseando a Karl Marx, un fantasma recorre el mundo, pero
no es el fantasma del comunismo, sino la amenaza de un gran capitalista que ha
llegado al poder en Estados Unidos de América, el país más poderosos del mundo,
cosechando la construcción social de la democracia burguesa del neoliberalismo,
que a nivel mundial ha logrado desarrollarse en todas las sociedades con sus
espejismos libertarios, justicieros, de riqueza económica, equidad, enarbolando
la defensa de los derechos humanos fundamentales y exaltando el individualismo,
el consumismo, con su dios mercado y
desde luego logrando no sólo la despolitización de hombres y mujeres, sino la
politifobia con el desprestigio de las organizaciones partidistas, fomentando
la partidofobia en las masas, convenciéndolas de la ciudadanización del poder,
donde oligarcas y plutócratas como Donald Trump, se encumbran y amenazan la
paz, el desarrollo social y humano, así como la estabilidad no sólo de sus
sociedades sino del mundo.
Ya había señalado, en este blog, http://drricardoaguilar.blogspot.mx/2016/03/politicos-entre-narcisistas-paranoides.html,
sobre el narcisismo patológico que ha
prevaleciendo en algunas personalidades de la política que encumbrándose en al
poder, como gobernantes o funcionarios, se exacerba, con los riesgos de incrementar
sus trastornos de las emociones y conductas, sobre todo las antisociales, esas
que caracterizan al psicópata, con la radicalización de sus ideologías y
creencias que han llegado hasta la destrucción violenta de la humanidad, como
sucedió con los regímenes fascistas y dictatoriales del siglo pasado, desde Stalin,
pasando por Hitler, Franco, Mussolini, Pol Pot, Videla, Pinochet, hasta Kim
Jong, así como los encumbrados a la presidencia de países, como Berlusconi en
Italia, Abdalá Bucaram en Ecuador, Rodrigo Duterte en Filipinas, Mauricio Macri de
Argentina, por
hablar de los casos más distinguidos por historiadores.
Resulta que el colega psicoterapeuta estadounidense John D. Gartner, hace unos
días, expresos públicamente su opinión del estado mental de Donald Trump “…está
peligrosamente enfermo mentalmente y es temperamentalmente incapaz de funcionar
como presidente, porque presenta síntomas de comportamiento antisocial,
agresividad, paranoia, grandiosidad, manipulación, egocentrismo y especialmente
de narcisismo maligno.”, agregando la incapacidad para gobernar el país mas poderoso del mundo.
El narcisismo maligno es un trastorno psiquiátrico descubierta
por el Dr. Otto Kernberg en 1984 y se caracteriza por un deseo patológico de
grandiosidad y búsqueda del poder, gozo sádico y una ausencia de conciencia, va
más allá de la categoría tradicional del narcisismo patológico tradicional,
donde sólo prevalecen sentimientos exagerados de grandiosidad, falta de
empatía, sentimiento personal a tener derecho y envidia permanente, encubierta
con una apariencia déspota y devaluadora de los otros, provocando incapacidades
en la vida afectiva y social de las personas; cuando este se asocia a
comportamientos altamente sádicos con episodios paranoides, auto destructividad
crónica, deshonestidad, grandiosidad maligna, conductas antisociales, grave
impulsividad, baja tolerancia a la frustración, e
incapacidad para aplazar la gratificación, se diferencia en esta entidad
denominada Narcisismo Maligno.
El narcisismo puede derivar en hipomanías y psicosis en
general, es ese estado hipomaniaco, que se observa en las conductas de Trump,
evidenciadas en sus aceleradas y eufóricas declaraciones sobre posturas y
decisiones ejecutivas sobre políticas internas de su país y hacia el exterior, como
la cancelación de los derechos de seguridad y salud de la mayoría de los
estadunidenses, las dirigidas hacia los inmigrantes y refugiados, contra los
mexicanos, contra los musulmanes, los negros, la construcción del ignominioso
muro en nuestra frontera, sus posturas a favor de la tortura, en contra del
TLC, contra la libertad de prensa, contra la ciencia, el desarrollo industrial,
la negación del calentamiento global y
el cambio climático, contra los derechos humanos fundamentales, contra la
equidad de género, violentando a las mujeres opositoras, donde son evidentes las alteraciones del
juicio de la realidad, de sus yo grandioso que se acercan al delirio con sus
amenazantes conductas destructivas.
Sin duda Donald Trump, requiere atender su salud mental, más
allá de etiquetarlo con el estigma de un trastorno psiquiátrico, sin duda debe
ser un problema de seguridad nacional y mundial, han sido los políticos
inmersos en sus locuras, las que ha largo de la historia han sido autores de
las grandes tragedias de la humanidad, en tanto tenemos que proteger y defender
nuestras sociedades de las conductas destructivas y violentas de tipos como
Trump, que con sus narcisismos patológicos que han padecido como Salinas,
Zedillo, Vicente Fox, Calderón y Peña Nieto, han ejercido su poder,
obstaculizando los más altos niveles de desarrollo humano y social que nos
merecemos, por nuestras riquezas ecológicas, culturales, patrimoniales,
económicas y de nuestra patria: México.
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