Cuando nos enteramos de la injusticia, con sus estrategias y
acciones perversas, destinadas, a evitar que el proceso de elección de los
diputados locales plurinominales para el Congreso de Nuevo León, fuera para los
militantes, Juan Carlos Aguilar y Sandra Moreno, electos e insaculados en los
eventos correspondientes, de conformidad con nuestro estatuto y convocatoria y que
así habían sido registrados por nuestro partido ante la Comisión Estatal
Electoral el 5 de abril del presente año.
Resulta que al hacer gestión política y jurídica, fuimos
objeto de la deshonestidad, que se encuentra inmersa en honrar la palabra,
haciendo lo que se expresa y se ofrece hacer, ser sincero y hablar con la
verdad, algunas de compañeros y compañeras dirigentes de MORENA, otros
integrantes cercanos a AMLO, quienes empoderados política y jurídicamente, nos
mintieron. Algunos podían, simplemente expresar su inacción, otros cuando menos transmitir la infamia política, otros exigir
justicia, ya que nunca les solicitamos la lacra del influyentismo corrupto, en
congruencia con el deseo de mantener nuestra integridad con nuestros valore y principios
de MORENA.
El primero en mentirme, fue Cesar Cravioto, diputado
integrante de la legislatura de la ciudad de México, comisionado político en
nuestro estado, para ayudar en la solución, entre otras cosas, de conflictos
relacionados con las candidaturas de MORENA, quien me aseguro, primero que la
Comisión Nacional de Honestidad, no haría resolutivo que afectara la primera insaculación,
donde fue electo Juan Carlos, luego cuando resulto electo en la segunda insaculación
y fue registrado por el partido, otra vez me aseguro, que la Comisión Nacional
de Elecciones, no lo quitaría. Luego cuando esta actúa, en el mes de mayo, para
tratar de quitarlo, al requerirlo simple y llanamente se negó a responder mis
comunicaciones, aunque no dejo de mentir con otros dirigentes, que eso no iba a
proceder. Ante otros compañeros dirigentes, que si lograban comunicarse, siguió
mintiendo, reiterando que no se iba a proceder la sustitución de los diputados
electos y registrados ante la Comisión Estatal Electoral.
Una vez que la Comisión Nacional Electoral, intenta ingresar
la solicitud de sustitución de los compañeros registrados, acudo personalmente ante
Jesús Salazar, otro comisionado nacional de MORENA en Nuevo León, a quien le
solicitó su gestión para evitar esa infamia, queda de comunicarse
personalmente, no lo hace y cuando logro comunicarme telefónicamente, me da su
postura, refrendando que nos asiste la razón política y jurídica, que no me
preocupara, que así lo haría saber ante la Comisión Nacional de Elecciones,
comunicando luego el resultado de su gestión, al darle seguimiento ya no respondió
a mis intentos de comunicación con su persona.
Luego, este mismo personaje, con mentiras, abusando de la
confianza de Horacio Duarte, representante de MORENA ante el Instituto Nacional
Electoral, aprovecha una hoja que Horacio había dejado firmada, para hacer un
nombramiento de uno de sus testaferros, como representante suplente de MORENA,
ante la Comisión Estatal Electoral y así lograr que le hicieran recepción legal
de la solicitud de cambio de los compañeros ya registrados como diputados
plurinominales.
La lista sería muy larga, en este momento no tiene caso, luego
de que al enterarse de este proceso infame, contra Juan Carlos y Sandra, la mayoría
de dirigentes y activistas, estatales y nacionales de nuestro partido, hasta
algunos candidatos a diputados y al senado, así como integrantes del equipo de
campaña de AMLO, manifestaron su rechazo a esta infamia, nos ofrecieron su
solidaridad y el apoyo en el desarrollo de acciones políticas y jurídicas que lograrían
acabar con esta injusticia, todos solicitándome prudencia, de no hacer protesta
pública que dañara a nuestro partido ni la campaña de Andrés Manuel López
Obrador, estuve de acuerdo, cumplimos nuestra palabra, suspendimos conferencias
de prensas, actos de protesta y demás estrategias dirigidas contra esta
injusticia, la mayoría de ellos no honro su palabra, desarrollando las acciones
que habían ofrecido para apoyar nuestra lucha contra esta infamia. Los más
empoderados ni una gestión ante los Tribunales, mostrando su interés de que se
hiciera justicia sin la lacra del influyentismo.
Después de la elección del pasado 1 de julio, con la euforia
de la victoria contundente de Andrés Manuel López Obrador como nuestro
presidente y de MORENA a nivel nacional con una mayoría de diputados y
senadores, nosotros seguimos la lucha contra esta infamia, ellos siguen
brillando por su ausencia en las acciones que honren su palabra. Algunos con su
llamado a que desistamos, como si la lucha por la dignidad y los principios
tuvieran límites en los tiempos electoreros.
Me niego a reconocer que en la política, al menos en MORENA, predomina
el reino de la mentira, como algunos politólogos,
escritores y ensayistas lo han venido refrendando, las últimas décadas, sobre
todo durante los comportamientos de líderes, dirigentes y candidatos en tiempos
electorales. Es la mentira política, que daña la fe pública y que deteriora la
confianza que debe existir entre los compañeros y compañeras que comparten ideales,
valores y principios en una organización, así como entre gobernantes y
gobernados.
Es cierto que la mentira cunde por todos lados, mas en la política,
debemos tomar en cuenta que la verdad se impone siempre, que ningún engaño
puede sostenerse por mucho tiempo; tarde o temprano llega el momento en que una
falsa verdad se muestra tal como es el timo, el fraude, la estafa, la
demagogia.
Por eso una de nuestras máximas consignas en MORENA es “La
Verdad nos Hará Libres”
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