domingo, 29 de julio de 2018

MORENA Y SU FUTURO


Dice Andrés Manuel López Obrador, nuestro presidente electo de México, que él no se convertirá en el jefe político de Morena. “No voy a ser ni formal ni informalmente, ni de hecho ni de derecho, jefe de partido. Voy a ser el jefe de Estado y quiero incluso ser jefe de la nación. De cuidar a Morena se encargan los militantes, que se mantenga como partido honesto, que no se eche a perder ni caiga en los errores que llevaron al fracaso a otros partidos”. http://www.jornada.com.mx/2018/07/06/politica/003n1pol

Sin duda, dice bien, en congruencia con los principios que le han enaltecido en sus formas de hacer cambiar la cultura política, subsumiendo la Ética como eje central, que logre superar no sólo las lacras vergonzosas del quehacer político que impera en los partidos tradicionales, sino las fobias, que se han inoculado hacia todos los partidos políticos, que han llegado a integrarlos en un debate absurdo, sobre la necesidad de su desaparición, ya que desde que se instituyeron, constituyen uno de los pilares fundamentales de la democracia moderna.

Cuando fundamos MORENA, nos quedó muy clara su innovación como partido movimiento, nuestro objetivo es y será lograr la profunda transformación política, económica y social de México, instaurando un régimen plenamente democrático, inmerso en el disfrute pleno de las libertades y derechos sociales y humanos fundamentales, que logre eliminar las graves desigualdades económicas, con sus lacras de la pobreza, injusticia y corrupción que han sido  generadores, no sólo  de la violencia social y sus diferentes manifestaciones, sino de que no hayamos logrado los niveles de desarrollo humano y social que merecemos los mexicanos de conformidad, con nuestras riquezas culturales, naturales e históricas que hemos tenido.

En MORENA nuestra principal virtud, debe ser cultivar la honestidad, hoy muy dañada por el pragmatismo ramplón oportunista, en que nos subsumieron algunos dirigentes nacionales y estatales con sus mentiras, simulaciones, engaños y desempeños irresponsables, en su afán desmedido de sumar por sumar votos, integrando muchos personajes cuyas virtudes en su quehacer político han sido letales, en el marco de nuestros principios y valores, además de sus voracidades ambiciosas por los cargos, muy lejos de subsumir la ética política.

El primer paso, debe ser el saneamiento político, debemos empezar por la casa, para limpiar el cochinero que hicieron, tenemos que lograr imponer el respeto absoluto, incondicional a nuestros documentos básicos, sí, nuestro Estatuto que contiene las normas internas que nos rigen, los Principios, que constituyen los valores básicos que nos enaltecen como militantes y el Programa Político que contiene los elementos centrales de nuestras convicciones ideológicas y nuestros objetivos  del Proyecto Alternativo de Nación por el que luchamos.

Tenemos que acabar con la impunidad y esto solo lo lograremos siendo congruentes, íntegros, con cero tolerancia a cualquier conducta deshonesta, inmersa en la corrupción, en la mentira, que atente contra nuestras libertades y la democracia, por la que tanto hemos luchado.

  

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