Estamos por celebrar los 200 años de la gesta heroica de nuestra independencia nacional motivadas por los ideales de la ilustración y el liberalismo europeo y a 100 años de celebrar el aniversario de nuestra revolución mexicana que remotivadas por esta ideología, con algunas impregnaciones de las ideas del anarquismo y el socialismo buscaban la instauración de una sociedad democrática que garantizara reformas y derechos liberales (civiles y políticas) y sociales (reforma agraria y legislación laboral progresista) contra la dictadura y los oligarcas beneficiarios del porfiriato.
El movimiento revolucionario liderado por Francisco I. Madero que con su lema "sufragio efectivo, no reelección" cristalizó el descontento alrededor del país en contra del dictador Porfirio Díaz, hasta culminar con la instauración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, que desde entonces se ha convertido en el instrumento que logre el ideal de la revolución para crear una ciudadanía moderna con derechos plenos. Posteriormente durante todo el siglo pasado la revolución institucionalizada obstaculizaría el ejercicio pleno de la democracia y de los derechos constitucionales integrados, reformando una y otra vez el marco jurídico electoral hasta llegar a la última reforma del año pasado pretendiendo elecciones mas libres, justas, transparentes y equitativas después del fraude de las elecciones celebradas en el 2006 implementada por los mismos oligarcas que se resisten a la plena democratización del país.
Nuevo León fue uno de los pocos estados que se resistió a realizar las reformas electorales en su constitución y en las leyes correspondientes, Tanto el PAN como el PRI se han opuesto sin argumentos lógicos desde finales del siglo pasado a incorporar, a la Constitución del Estado y a la Ley Estatal Electoral, los cambios trascendentales como el principio de que el dinero público debe prevalecer sobre el dinero privado para el financiamiento de las actividades electorales de los partidos; condiciones claras de equidad en el acceso a la difusión de sus candidatos y propuestas en los diferentes medios de comunicación, así como la penalización eficaz contra funcionarios públicos que desvían recursos hacía candidatos o partidos y los clásicos comportamientos de cooptación del voto a través de sus dadivas y el uso de los programas públicos, prevaleciendo el clientelismo, los corporativismos y la trasgresión facciosa del poder oligárquico de las leyes prefigurando perversas elecciones de estado, propias de las dictaduras.
Como lo ha referido el jurista y político Roberto Benavides: La violación al artículo 41 de la Constitución General de la República es reiterada y sistemática que en el numeral II expresamente establece: “La ley garantizará que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con elementos para llevar a cabo sus actividades y señalará las reglas a que se sujetará el financiamiento de los propios partidos y sus campañas electorales, debiendo garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado”. Sólo el PRI y el PAN se estima gastaran más de 70 millones provenientes de aportaciones privadas, obscuras y que representan intereses de los grupos de poder que serán beneficiarios de su gobierno. En tanto los partidos opositores no podrán ni siquiera juntos lograr un gasto de 5 millones de pesos. Ni que decir del numeral II, de este mismo artículo de nuestra ley magna, que tiene por objeto evitar el uso abusivo de los medios de comunicación social para apoyar a candidatos o partidos favoritos por empresas o personas que impunemente transgreden los dueños de los medios como fue en el debate “organizado” por los empresarios de la radio y televisión del estado sólo con los candidatos a la gubernatura del PRI y del PAN si a esto agregamos la exclusión y marginación persistente que hacen de los partidos políticos de oposición en sus medios donde más del 90% lo destinan a estos mismos partidos y el restante se distribuye entre los partidos de oposición según el propio monitoreo que las autoridades electorales hacen mensualmente; refortalece la clara inequidad que persisten los antidemocratas en apoyar y así consolidar cuando menos una de las aspiraciones de quienes nos dieron patria buscando una sociedad libre y justa.
Sin justicia, libertad y democracia, el desarrollo humano se obstaculiza y con ello el desarrollo sustentable de una sociedad. Es lamentable que a casi 200 años de la lucha por la independencia y ha 100 años del inicio de las luchas revolucionarias estos ideales que fueron enarbolados con una demandante exigencia de nuestros héroes nacionales sean negados persistentemente por los grupos de interés en el poder y se aferren a sus comportamientos perversos, si perversos, por que persisten en dañar obstaculizando el desarrollo de la sociedad.
La consigna de los poderosos es a los partidos o candidatos de la izquierda nada, quienes sin recursos, si acaso llegaran a gastar juntos menos de 5 millones en toda la campaña, con una pobre organización, ausente estrategia que logre la unidad en la acción para posesionarse y que se suma a la mísera aspiración de sus dirigentes en la obtención de las consoladas posiciones plurinominales en el congreso y los ayuntamientos los resultados lograran satisfacer nuevamente al grupo en el poder para quien el desarrollo sustentable de nuestra sociedad y con el desarrollo humano de nuestra sociedad parece integran como una grave amenaza a sus intereses.
En donde esta la pregonada sociedad democrática, humanista y plural que discursean, más allá de las interpretaciones filosófico-políticas que derivan de sus modelos de gobierno? La realidad es contundente el actual proceso electoral es una simulación más de su concepción de la democracia donde las dadivas y el dinero compran los votos de los ciudadanos que mantienen en la pobreza no sólo patrimonial sino educativa.
Como si no fuera poca la simulación, observe como a los debates se reducen a una formal exposición de propuestas proyectando sus incapacidades para coloquiar y por lo tanto la ausente pluralidad que permea nuestra vida cotidiana donde no debe haber disensos y se da paso al autoritarismo obstaculizante del desarrollo democrático de nuestra sociedad
Despierten de su letargo, libertadores y luchadores democráticos de nuestra sociedad, las grandes ideas revolucionarias no sirven de nada si no se acompañan de acciones a propósito de los próximos natalicios de la Independencia y la Revolución Mexicana.
El movimiento revolucionario liderado por Francisco I. Madero que con su lema "sufragio efectivo, no reelección" cristalizó el descontento alrededor del país en contra del dictador Porfirio Díaz, hasta culminar con la instauración de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, que desde entonces se ha convertido en el instrumento que logre el ideal de la revolución para crear una ciudadanía moderna con derechos plenos. Posteriormente durante todo el siglo pasado la revolución institucionalizada obstaculizaría el ejercicio pleno de la democracia y de los derechos constitucionales integrados, reformando una y otra vez el marco jurídico electoral hasta llegar a la última reforma del año pasado pretendiendo elecciones mas libres, justas, transparentes y equitativas después del fraude de las elecciones celebradas en el 2006 implementada por los mismos oligarcas que se resisten a la plena democratización del país.
Nuevo León fue uno de los pocos estados que se resistió a realizar las reformas electorales en su constitución y en las leyes correspondientes, Tanto el PAN como el PRI se han opuesto sin argumentos lógicos desde finales del siglo pasado a incorporar, a la Constitución del Estado y a la Ley Estatal Electoral, los cambios trascendentales como el principio de que el dinero público debe prevalecer sobre el dinero privado para el financiamiento de las actividades electorales de los partidos; condiciones claras de equidad en el acceso a la difusión de sus candidatos y propuestas en los diferentes medios de comunicación, así como la penalización eficaz contra funcionarios públicos que desvían recursos hacía candidatos o partidos y los clásicos comportamientos de cooptación del voto a través de sus dadivas y el uso de los programas públicos, prevaleciendo el clientelismo, los corporativismos y la trasgresión facciosa del poder oligárquico de las leyes prefigurando perversas elecciones de estado, propias de las dictaduras.
Como lo ha referido el jurista y político Roberto Benavides: La violación al artículo 41 de la Constitución General de la República es reiterada y sistemática que en el numeral II expresamente establece: “La ley garantizará que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con elementos para llevar a cabo sus actividades y señalará las reglas a que se sujetará el financiamiento de los propios partidos y sus campañas electorales, debiendo garantizar que los recursos públicos prevalezcan sobre los de origen privado”. Sólo el PRI y el PAN se estima gastaran más de 70 millones provenientes de aportaciones privadas, obscuras y que representan intereses de los grupos de poder que serán beneficiarios de su gobierno. En tanto los partidos opositores no podrán ni siquiera juntos lograr un gasto de 5 millones de pesos. Ni que decir del numeral II, de este mismo artículo de nuestra ley magna, que tiene por objeto evitar el uso abusivo de los medios de comunicación social para apoyar a candidatos o partidos favoritos por empresas o personas que impunemente transgreden los dueños de los medios como fue en el debate “organizado” por los empresarios de la radio y televisión del estado sólo con los candidatos a la gubernatura del PRI y del PAN si a esto agregamos la exclusión y marginación persistente que hacen de los partidos políticos de oposición en sus medios donde más del 90% lo destinan a estos mismos partidos y el restante se distribuye entre los partidos de oposición según el propio monitoreo que las autoridades electorales hacen mensualmente; refortalece la clara inequidad que persisten los antidemocratas en apoyar y así consolidar cuando menos una de las aspiraciones de quienes nos dieron patria buscando una sociedad libre y justa.
Sin justicia, libertad y democracia, el desarrollo humano se obstaculiza y con ello el desarrollo sustentable de una sociedad. Es lamentable que a casi 200 años de la lucha por la independencia y ha 100 años del inicio de las luchas revolucionarias estos ideales que fueron enarbolados con una demandante exigencia de nuestros héroes nacionales sean negados persistentemente por los grupos de interés en el poder y se aferren a sus comportamientos perversos, si perversos, por que persisten en dañar obstaculizando el desarrollo de la sociedad.
La consigna de los poderosos es a los partidos o candidatos de la izquierda nada, quienes sin recursos, si acaso llegaran a gastar juntos menos de 5 millones en toda la campaña, con una pobre organización, ausente estrategia que logre la unidad en la acción para posesionarse y que se suma a la mísera aspiración de sus dirigentes en la obtención de las consoladas posiciones plurinominales en el congreso y los ayuntamientos los resultados lograran satisfacer nuevamente al grupo en el poder para quien el desarrollo sustentable de nuestra sociedad y con el desarrollo humano de nuestra sociedad parece integran como una grave amenaza a sus intereses.
En donde esta la pregonada sociedad democrática, humanista y plural que discursean, más allá de las interpretaciones filosófico-políticas que derivan de sus modelos de gobierno? La realidad es contundente el actual proceso electoral es una simulación más de su concepción de la democracia donde las dadivas y el dinero compran los votos de los ciudadanos que mantienen en la pobreza no sólo patrimonial sino educativa.
Como si no fuera poca la simulación, observe como a los debates se reducen a una formal exposición de propuestas proyectando sus incapacidades para coloquiar y por lo tanto la ausente pluralidad que permea nuestra vida cotidiana donde no debe haber disensos y se da paso al autoritarismo obstaculizante del desarrollo democrático de nuestra sociedad
Despierten de su letargo, libertadores y luchadores democráticos de nuestra sociedad, las grandes ideas revolucionarias no sirven de nada si no se acompañan de acciones a propósito de los próximos natalicios de la Independencia y la Revolución Mexicana.
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