En el marco de las elecciones que realizaremos el próximo 5 de julio en México para elegir los nuevos diputados del congreso federal y en nuestro estado de Nuevo León donde elegiremos además gobernador y alcaldes, donde las campañas electorales han estado inmersas en la denominada guerra sucia y en comportamientos políticos llenos de promesas, carentes de integridad ideológica y ética, con dispendio económico, pragmatismos ramplones con sus clientelas y corporativismos, el cínico apoyo de los funcionarios públicos con los programas sociales a los candidatos, y el apoyo oscuro de los recursos financieros privados de empresarios y de las presuntas redes de la delincuencia organizada con la complacencia de las autoridades electorales.
Así gane el PRI o el PAN nada trascendente pasara en nuestra sociedad que permita satisfacer el anhelado desarrollo social y humano a la altura de los países mas desarrollados, una vez más estará soportando los estilos de gobierno autoritarios y verticales que han estado desempeñado un papel inhibitorio en la construcción de este desarrollo de nuestra población. Los funcionarios, intelectuales, políticos, académicos, educadores, empresarios, periodistas, líderes de opinión y agentes de cambio seguirán sus roles alienantes en el contexto de sus ámbitos de su función social y profesional con nuestra sociedad anteponiendo su bienestar personal ante lo que significa el riesgo de transformar ese rol y el demérito de sus satisfactores materiales.
Sí, porque lamentablemente su bienestar personal hedonista, materialista y deshumanizado ha prevalecido sobre lo que debiera de ser su función trascendente en el desarrollo social participando en la evasión de la triste realidad que como sociedad tenemos, donde el desarrollo económico de nuestro estado sigue basándose sobre el deterioro del bienestar de las mayorías, prevaleciendo los bajos salarios, el subempleo, el desempleo y la perdida del poder adquisitivo de la mayoría de las familias nuevoleonesas; el ejercicio de la legalidad en la procuración de justicia sigue siendo discrecional y de uso faccioso en beneficio de grupos relacionados directamente con el poder económico y político en nuestro estado, donde las políticas públicas del desarrollo urbano siguen privilegiando los beneficios de verdaderas mafias en la industria de la construcción y de inmobiliarias favoritas, con una infraestructura pública insuficiente en edificios públicos, avenidas, calles, carreteras, escuelas, clínicas, hospitales, vías férreas, luz eléctrica, vivienda, drenaje, agua potable, gas, telecomunicaciones y demás obras de infraestructura necesarias; una sociedad incapaz de satisfacer plenamente sus necesidades de salud, donde no se otorga la prioridad a la prevención y subsisten carencias para atender las enfermedades ni que decir de la educación con la baja escolaridad formal educativa, el analfabetismo funcional de los educados y la baja competencia profesional de los graduados, una sociedad pasiva ante el deterioro ecológico, la violencia social, la mediocridad en la política, la corrupción galopante en la esfera publica y privada y el manejo dispendioso, sin transparencia ni austeridad de la administración pública.
Seguiremos lejos del anhelado desarrollo económico, social y humano de nuestra sociedad con índices bajos de infraestructura tecnológica, de innovación técnica y científica, con un progresivo envejecimiento de la población; con el decrecimiento económico y sus lacras de desigualdad y pobreza patrimonial, el desempleo juvenil galopante, el estancamiento en las expectativas de vida, los deficientes niveles de educación y de salud de nuestra población y ni que decir de la persistente prevalencia de los estresores sociales, la violencia social en todas sus manifestaciones, la persistente corrupción y las libertades civiles acotadas por la crónica insatisfacción de los derechos políticos y sociales que padecemos
Lejos estaremos de constituirnos en la pregonada sociedad plural, humanista y del conocimiento que los gobernantes neoliberales promueven enmascarando sus verdaderos intereses feudales en tanto prevalezcan los intereses económicos sobre la cultura de la democracia en todas las redes del entramado de las instituciones que juegan un papel determinante en la construcción de una sociedad del conocimiento que no será posible y solo se convertirá en una ilusión o simulación en tanto se siga desdeñando la importancia de lograr el anhelado desarrollo humano y social que nuestra población merece después de mas de un siglo de resistencia al feudalismo que las oligarquías empoderadas han mantenido en nuestro estado.
Así que después del 5 de julio, no esperes mas que cambios de las personas que nos gobernaran, mantengamos no sólo la esperanza sino la decisión de seguir luchando por lograr el cambio estructural y funcional de la sociedad a la que aspiramos donde justicia, democracia, libertad y humanismo no sean palabras huecas.
Así gane el PRI o el PAN nada trascendente pasara en nuestra sociedad que permita satisfacer el anhelado desarrollo social y humano a la altura de los países mas desarrollados, una vez más estará soportando los estilos de gobierno autoritarios y verticales que han estado desempeñado un papel inhibitorio en la construcción de este desarrollo de nuestra población. Los funcionarios, intelectuales, políticos, académicos, educadores, empresarios, periodistas, líderes de opinión y agentes de cambio seguirán sus roles alienantes en el contexto de sus ámbitos de su función social y profesional con nuestra sociedad anteponiendo su bienestar personal ante lo que significa el riesgo de transformar ese rol y el demérito de sus satisfactores materiales.
Sí, porque lamentablemente su bienestar personal hedonista, materialista y deshumanizado ha prevalecido sobre lo que debiera de ser su función trascendente en el desarrollo social participando en la evasión de la triste realidad que como sociedad tenemos, donde el desarrollo económico de nuestro estado sigue basándose sobre el deterioro del bienestar de las mayorías, prevaleciendo los bajos salarios, el subempleo, el desempleo y la perdida del poder adquisitivo de la mayoría de las familias nuevoleonesas; el ejercicio de la legalidad en la procuración de justicia sigue siendo discrecional y de uso faccioso en beneficio de grupos relacionados directamente con el poder económico y político en nuestro estado, donde las políticas públicas del desarrollo urbano siguen privilegiando los beneficios de verdaderas mafias en la industria de la construcción y de inmobiliarias favoritas, con una infraestructura pública insuficiente en edificios públicos, avenidas, calles, carreteras, escuelas, clínicas, hospitales, vías férreas, luz eléctrica, vivienda, drenaje, agua potable, gas, telecomunicaciones y demás obras de infraestructura necesarias; una sociedad incapaz de satisfacer plenamente sus necesidades de salud, donde no se otorga la prioridad a la prevención y subsisten carencias para atender las enfermedades ni que decir de la educación con la baja escolaridad formal educativa, el analfabetismo funcional de los educados y la baja competencia profesional de los graduados, una sociedad pasiva ante el deterioro ecológico, la violencia social, la mediocridad en la política, la corrupción galopante en la esfera publica y privada y el manejo dispendioso, sin transparencia ni austeridad de la administración pública.
Seguiremos lejos del anhelado desarrollo económico, social y humano de nuestra sociedad con índices bajos de infraestructura tecnológica, de innovación técnica y científica, con un progresivo envejecimiento de la población; con el decrecimiento económico y sus lacras de desigualdad y pobreza patrimonial, el desempleo juvenil galopante, el estancamiento en las expectativas de vida, los deficientes niveles de educación y de salud de nuestra población y ni que decir de la persistente prevalencia de los estresores sociales, la violencia social en todas sus manifestaciones, la persistente corrupción y las libertades civiles acotadas por la crónica insatisfacción de los derechos políticos y sociales que padecemos
Lejos estaremos de constituirnos en la pregonada sociedad plural, humanista y del conocimiento que los gobernantes neoliberales promueven enmascarando sus verdaderos intereses feudales en tanto prevalezcan los intereses económicos sobre la cultura de la democracia en todas las redes del entramado de las instituciones que juegan un papel determinante en la construcción de una sociedad del conocimiento que no será posible y solo se convertirá en una ilusión o simulación en tanto se siga desdeñando la importancia de lograr el anhelado desarrollo humano y social que nuestra población merece después de mas de un siglo de resistencia al feudalismo que las oligarquías empoderadas han mantenido en nuestro estado.
Así que después del 5 de julio, no esperes mas que cambios de las personas que nos gobernaran, mantengamos no sólo la esperanza sino la decisión de seguir luchando por lograr el cambio estructural y funcional de la sociedad a la que aspiramos donde justicia, democracia, libertad y humanismo no sean palabras huecas.
Estoy de acuerdo con tu reflexion, sólo que me parece que habría que analizar más el problema del hedonismo.
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