jueves, 26 de agosto de 2010

SANACIONES Y CHARLATANERIA

Somos una sociedad agobiada por los problemas socioeconómicos y sus lacras de pobreza, miseria, marginación, desempleo, con altos niveles de inseguridad y violencia en todas sus manifestaciones, sumadas al incremento de las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, hipertensión y los canceres de mama, del útero en la mujer y del pulmón, próstata y estomago en los hombres. Tenemos un sistema de salud incapaz de proporcionar una atención médica de calidad que genere la rehabilitación y el bienestar de sus enfermos, con un ejercicio médico carente de un modelo de atención integral, que logre superar las relaciones deshumanizadas con sus pacientes y las visiones reduccionistas sobre la salud, inmersos en el mercantilismo atroz de la visión económica sobre la salud, perdidos en la enfermedad, sin saber que hacer con el enfermo y con un sistema público de salud donde se suman además las carencias crónicas del desbasto de medicamentos e insumos para el adecuado proceso de atención a su salud, donde las burocracias tienen que alargar los tiempos en las citas de acceso a las consultas de especialidad, exámenes de laboratorio, de gabinete (Rayos X, TAC y otros estudio gráficos y de imagen corporal), intervenciones quirúrgicas reparadoras o exploradoras. Una sociedad donde se han incrementado las conductas adictivas, a las drogas, a los juegos, a la alimentación inadecuada, donde mas del 70% de los adultos mayores de 18 años ha integrado el consumo de alcohol como forma de convivencia y de estos mas del 40% abusa en su consumo deteriorando su calidad de vida integrándose a las cifras de las problemáticas de salud pública vinculadas al alcoholismo: cirrosis hepática, lesiones y muertes por accidentes, homicidios y suicidio; donde cerca del 25% cursa con algún trastorno de salud mental con las prevalecientes depresiones, estados de ansiedad y toda la gama de manifestaciones del estrés agudo y postraumático tan de moda por el individualismo y los sucesos cotidianos de la violencia. Una sociedad con el persistente analfabetismo en la población adulta mayor, con bajos niveles de escolaridad que en general no llega ni siquiera a completar la secundaria y los que tienen educación técnica y universitaria con limitaciones cognoscitivas y apáticos para integrar el conocimiento científico elemental y cultural que se genera constantemente pasando a integrarse al denominado analfabetismo funcional Una sociedad donde la corrupción se ha integrado como necesaria para lograr el éxito y donde los principios y valores esenciales se han deteriorado tan gravemente que sólo sirven para actos de mercadeo y frivolidades de los comerciantes y políticos fomentando el individualismo, obstaculizando la elemental solidaridad con sus afluentes de amor y esperanza fundamentales para vivir en paz y armonía no sólo consigo mismo sino con los demás, que demostrado esta son la base del bienestar y la prosperidad del desarrollo humano y social.

En suma, tenemos una sociedad con condiciones inmejorables para que sanadores, videntes y charlatanes vengan a ejercer estos oficios en México y que han estado presentes en toda la historia de la humanidad. El pasado sábado y domingo mas de diez mil regiomontanos agobiados por enfermedades, problemas económicos y de violencia, acudieron a recibir la sanción de un “humanista francés, René Mey”, quien vestido con una túnica gris y una capucha recorría una fila y pedía a los asistentes estar de pie, en silencio, cerrar los ojos y levantar para luego poner una o dos manos sobre mujeres y hombres para lograr su sanación, según su técnica con sólo imponer las manos sobre la gente ofrece curarla, su supuesta filosofía se basa en que las células sanan si en una persona hay fe y amor, así relataban los periódicos locales. Gente enferma, con mascadas cubriendo calvicies, propias de los enfermos que están quimioterapia, con ulceraciones visibles, amputados, en sillas de ruedas, con muletas, bastones, algunos en ambulancias, desahuciados por la medicina tradicional, otros victimas de los denominados levantones y secuestros en el marco de la violencia social que padecemos, en fin todos buscando quizá, la última esperanza. René Mey se autoproclama como “sanador, humanista y vidente”, y los medios que han cubierto sus actividades en nuestro país repiten esos tres sustantivos sin detenerse por un momento a averiguar si es que merece esos títulos. Según su pagina WEB de este sanador francés, él promueve la salud y la meditación, basa su teoría en no juzgar, escuchar para comprender mejor, vivir como un hombre simple y dar sin esperar nada a cambio, obviamente su pagina no informa de sus métodos terapéuticos, hace énfasis en sus cualidades videntes y poderes divinos, sus capacidades en la meditación y de algunas teorías: “Su objetivo es ayudar a despertar una nueva inteligencia, con todas las capacidades que vienen con ella y lograr contribuir en este crítico período de la historia de la humanidad en donde terminamos e iniciamos un “Nuevo Ciclo Cósmico”. La clave para despertar esta “Nueva Inteligencia”; la combinación de dos cosas: actos desinteresados de amor que nos den la experiencia viva de unidad, una nueva visión de compartir y un tiempo diario de meditación, oración o interiorización profunda. Poco a poco aprender: Cómo uno puede curarse y curar o ayudar a sanar a otros. Cómo podemos influir en la materia, en los átomos, en la naturaleza. Cómo se puede estar en diferentes lugares al mismo tiempo. Cómo uno logra "ver" a través de las personas. Cómo uno puede cambiar de frecuencia, que a la vista normal parece desaparecer y volver a aparecer. Cómo uno se puede conectar a larga distancia con otro. Cómo se logra la comunicación a distancia. Cómo tener armonía y éxito en la vida. Estas son algunas de las capacidades que cualquier ser humano puede desarrollar”.
Como se puede observar son algunos conceptos derivados de la filosofía hindú aderezados con lenguaje científico que va desde el uso de algunos conceptos básicos de la biología molecular y de la mecánica quántica integrando algunas de las idesas de las psicoterapias humanistas en sus fines sanadores, descontextualizadas del conocimiento científico original. Rene hace referencias en sus entrevistas a Masaru Emoto, autor japonés conocido por sus controvertidas afirmaciones de que las palabras y pensamientos dirigidos hacia un volumen de agua a punto de congelar influirían sobre la forma de los cristales de hielo resultantes. Según Emoto, la apariencia estética de los cristales dependería de si las palabras o pensamientos sean positivos o negativos. Estas afirmaciones han sido duramente criticadas como absurdas y pseudocientíficas.

Según sus promotores: "Desde niño René, tiene recuerdos de su vida anterior, puede ver y sentir la presencia de Seres de Luz que siempre lo acompañan. Logra ver a través de las personas. Siendo adolescente aprendió mucho de los misterios y secretos de la vida a partir de matemáticas que se le revelaron desde “Allá-Arriba“. Se mantuvo en meditación profunda durante ocho años continuos con la asesoría de Seres de Luz, sin que su cuerpo físico sintiera las necesidades normales de (dormir, comer, beber etc.). y desde muy joven empezó a ayudar a la gente a través de la videncia y la sanación. Él tiene el poder de curar con las manos, ha logrado recordar episodios acontecidos cuando estaba en el vientre materno y de vidas anteriores; puede ver a través de las personas y transportar su presencia a lugares lejanos donde otros lo ven y platican con él. Sus poderes solucionan desde encontrar un trabajo, recuperar al esposo, resolver todo tipo de problemas amorosos hasta curar adicciones, depresiones, angustias, y enfermedades como: cánceres, parálisis, leucemias diabetes, problemas en la columna, el colon, hipertensión arterial, isquemia cerebral, epilepsias, enfermedades del hígado y riñón, que si no se curan cuando menos se estabilizan. Ha despertado a pacientes de comas profundos, ha sido visto en diferentes lugares al mismo tiempo y puede mandar sanción a distancia a través de otra persona o medios de comunicación como la radio o la televisión". Inicio hace 25 años y en el caso de nuestro país actualmente él y su equipo de “terapeutas” en dos años han abierto 400 Centros de Salud Gratuitos, alrededor de toda la República Mexicana donde según ellos atienden mensualmente a alrededor de 17 mil personas al mes, en ellas laboran un médico con su cédula profesional quien esté atendiendo la consulta médica apoyada por una enfermera, y un grupo de más de sanadores y sanadoras que según ellos prestan el servicio de terapia integral de salud, a través del contacto permanente con René Mey. Gracias a un negocio de bienes raíces que desarrolla exitosamente tiene recursos para viajar y construir dispensarios en lugares de extrema pobreza donde procura se dé atención gratuita a quien lo requiera. No cobran, pero aceptan “donaciones de amor” que pueden ser en efectivo en billetes de cualquier denominación, hasta terrenos, viviendas cedidos en patrimonio o comodatos y desde luego los beneficios economitos del marketing: videos, dvds , cds , playeras, velas sanadoras, cristales sanadores, y una película hecha en México que se está promocionando: Him: Más allá de la Luz. "Por primera vez en el mundo, la película que sana", reza el eslogan. Aunque su propaganda afirma que sus poderes provienen de una nueva forma de conocimiento, la realidad es que René Mey no es más que parte de una práctica tan antigua como la humanidad: la curación por medio de la fé.

La curación por medio de la fé es una forma cooperativa de pensamiento mágico que involucra a un sanador y un paciente, y en la que tanto el sanador como el paciente mantienen una creencia en el poder curativo de espíritus o algún otro misterioso mecanismo de sanación; el sanador, consciente o inconscientemente, manipula al paciente para hacerlo creer que su dolencia se ha curado por medio de la oración, movimientos con las manos (para desbloquear, remover, restaurar, etc. alguna forma intangible de “energía”), o por medio de algún otro producto o ritual no convencional; y luego el paciente valida la sanación al dar señales de que ha funcionado, tales como el caminar sin muletas por un corto periodo de tiempo, respirar libremente, manifestar alivio del dolor, o simplemente al agradecer al sanador por la “cura milagrosa”. Además, la curación por medio de la fé puede llevarse a cabo a distancia. No es necesario que el paciente y el sanador se reúnan, ya que los procesos que ocurren, suele afirmarse, trascienden las limitaciones usuales que imponen el tiempo y el espacio. Si por alguna razón llega a conocerse que no hubo una mejoría real, siempre se tiene el cruel recurso de afirmar que el paciente “no tiene suficiente fé”. Un sanador o curador es quien ayuda a alguien a recuperar su salud, incluyendo la curación a través de la fe. Los cristianos usan la palabra ministro de sanación o sanidad, para referirse a quienes usan medios espirituales, en este caso, carismas, para hacer recobrar la salud a los enfermos, que corresponde a uno de los dones del Espíritu Santo, son frecuentes sus rituales de sanacion en sus iglesias de todo el mundo a veces con toda un parafernalia publicitaria que ha llegado a conformar acciones escandalosas de fraudes llevando a sus ministros a la cárcel sobre todo en Estados Unidos.

Este señor Mey no tiene ningún tipo de poder para curar enfermedades. Sus métodos son los mismos que los charlatanes que prometen curas milagrosas, medrando con la ignorancia y desesperanza de la gente durante muchos siglos. La explicación “científica” que ofrece para explicar sus supuestos poderes es completamente absurda. Las sanaciones por medios espirituales parecen ser tan exitosas por que las expectativas y percepciones del ser humano agobiado y desesperado tienen mayor peso que los hechos. Por las mismas razones que otras prácticas fraudulentas, que videntes y charlatanes hacen por la radio y la televisión o como las medicinas milagrosas que curan todos los males, los anillos y los tenis que hacen bajar de peso, las hierbas y brebajes curativos de todo tipo de enfermedades, los detectores moleculares, la astrología, los objetos magnéticos, cristales de cuarzo y demás chapucerías que sin ningún tipo de control se venden y publicitan. Las personas que recurren a sanadores son firmes creyentes y tienen un fuerte deseo de que la sanación funcione, deseo que obedece a la gran desesperación que puede causar una enfermedad. Alrededor del acto de sanación hay muchas cosas: una imagen idealizada del sanador que a veces puede llegar al fanatismo. Si a una persona que padece de una enfermedad terminal le haces creer que tienes poderes que la pueden curar, no importa cuántas palabras bonitas utilices y no importa que la hagas sentir bien por un momento, no la estás ayudando. Sólo la estás engañando. Y si le cobras (aunque se llame “donación”), además la estás explotando, y alguien que engaña y explota a las personas no se merece el título de humanista, especialmente si lo hace con cientos o miles de personas. Inteligentemente trata de no ser considerado charlatán, que es el termino que se aplica a una persona que practica algún tipo de estafa con el fin de conseguir beneficio económico o alguna otra ventaja mediante el engaño o la superchería, ofreciendo sus servicios gratuitos; sin embargo la mayoría de los charlatanes se presentan como astrólogos, adivinos, numerólogos, médicos, curanderos, líderes espirituales y vendedores de remedios milagrosos y en general maestros de cualquier ciencia de la época. El charlatán debe mantener sus procedimientos para evitar que otras personas ajenas a su práctica se percaten del fraude. De este modo, la charlatanería no permite la apertura a críticas, puesto que su cuestionamiento y análisis demostrarían que se trata de prácticas fraudulentas. El charlatán debe tener la habilidad especial del don de la palabra, mediante la que logra embaucar a su audiencia, por lo general inculta en la temática que el charlatán postula, es habilidoso en el uso de las manos y el manejo de las emociones sinérgicas con sus actos, son grandes actores teatrales, dramatizadotes, seductores y encantadores de sus audiencias.

Han existido numerosos casos de sanadores defraudadores que en la cumbre de sus éxitos después de llevar a cabo sus supuestos milagrosos actos de curación, solicitaban donaciones que los hicieron millonarios. Charlatanes que, eventualmente, fueron desenmascarados como tales y han sido penalizados por la justicia, sobre todo en los países desarrollados; difícil de lograr en países como el nuestro donde a este tipo de defraudadores pueden impunemente ejercer y hasta convertirse en seres divinos para los ciudadanos desesperanzados, para beneplácito de los gobernantes incapaces de lograr el bienestar y la prosperidad de sus gobernados.

viernes, 20 de agosto de 2010

LA TRAGEDIA EN LOS JÓVENES DE MÉXICO (II)

Continuando con el análisis y la reflexión acerca de la situación de los jóvenes mexicanos en el marco de las áreas prioritarias comprendidas en el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas seguimos con el tema de la educación donde las oportunidades educativas para los jóvenes siguen siendo obstaculizadas por pésimas coberturas educativas del gobierno que no ha logrado pasar del 30% en cobertura para la educación superior en México como recientemente lo declaro El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, estamos cuatro puntos por debajo del promedio en América Latina y el Caribe, y alrededor de 20 puntos por debajo de Islas Vírgenes, Argentina, Chile, Uruguay o Venezuela. Con base en el último reporte de la UNESCO sobre tasas de cobertura seguimos lejos de la República de Corea que tiene a 95 por ciento de su población juvenil con estudios universitarios, seguida de Finlandia con 94; Grecia, “que con todos sus problemas económicos” tiene 91; Estados Unidos con 82, y Dinamarca y Nueva Zelanda con 80. En el caso de México, Narro Robles desglosó que el Distrito Federal tiene más de 55 por ciento de cobertura en educación superior, la más grande del país, cerca de 20 puntos arriba de Nuevo León y tres veces y media más que las entidades que tienen el mayor rezago, como pueden ser Chiapas y Quintana Roo. Por otra parte de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el país hay 2.4 millones de jóvenes en edad de cursar el bachillerato pero no lo hacen, y 7.5 millones no siguen estudios profesionales, la Subsecretaría de Educación Superior, de esa misma dependencia, establece que en 2009 egresaron 430 mil, de los cuales 14 por ciento, esto es, más de 60 mil, están sin empleo. En el nivel medio superior, subraya por su parte el subsecretario de ese ramo Miguel Székely, hay 900 mil egresados al año, de los cuales sólo 50 por ciento continúan la enseñanza superior. Otro 25 por ciento ingresan al mercado laboral, y el restante 25 por ciento no estudia ni trabajan. Frente a ello, dice Aurora Loyo Brambila, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, las perspectivas de los jóvenes han cambiado necesariamente. Muchos “saben que van a vivir con precariedad, que no van a tener empleo fijo, una fuente de trabajo con garantías sociales y, por ello, estabilidad y recursos para acceder a ciertos satisfactores”, añade. Según los datos del Consejo Nacional de Población (Conapo), en México hay 30, 500,189 jóvenes de entre 15 y 29 años. 14 millones de jóvenes de entre 13 y los 24 años no van a la escuela.En cuanto a la escolaridad de los jóvenes de 15 a 24 años, se estima que sólo 6.3 por ciento no ha concluido la primaria y prácticamente uno de cada tres declaró no haber terminado la secundaria. Entre los adolescentes (15 a 19 años) el 94.5 por ciento ha concluido la escuela primaria, mientras que para el siguiente grupo de edades (jóvenes de 20 a 24 años) este porcentaje disminuye a 92.7. Para muchos jóvenes la educación no tiene sentido, pues no les garantiza acceder a mínimos de bienestar. Siete millones de ellos, conocidos como ninis porque “ni estudian ni trabajan”, son blanco potencial de la ilegalidad. Ante ese panorama, se ha gestado entre la juventud un fenómeno de desesperanza y frustración, pero también de malestar social, que de acuerdo con expertos ya deja sentir sus efectos. La gravedad de la repercusión de las pésimas políticas educativas del gobierno hacen que cerca de 1.5 millones de analfabetos mayores de 30 años viven en zonas urbanas del país, lo que representa 25 por ciento de los 5.8 millones de mexicanos que no saben leer ni escribir, reconoció Juan de Dios Castro Muñoz, director del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos. Indicó que ciudades como Guadalajara, el DF y Tijuana, así como diversos municipios del estado de México y Baja California Sur, concentran “una parte considerable de esta población”. Afirmando cínicamente que los habitantes de localidades urbanas con más de 30 años de edad que no saben leer ni escribir son “resultado de un proceso de migración doméstica, es decir, se trata de población que por razones socioeconómicas abandona sus lugares de origen como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, y más tarde se asienta en las principales ciudades del país”; cuando la realidad es contundente: son producto del fracaso educativo del gobierno en los niños y jóvenes. A lo largo de tres décadas, la tecnocracia neoliberal imperante ha llevado el sistema de educación pública a grados de desastre, lo prueba el mal desempeño de la gran mayoría de los aspirantes a ingresar en los centros de educación superior del Estado, y ha construido un país en el que los jóvenes pobres no tienen otros horizontes de desarrollo personal que la economía informal, la emigración, la delincuencia o, en el mejor de los casos, la incorporación a trabajos mal pagados, inciertos, inseguros, insalubres y carentes de perspectivas de superación. Como parte de la implantación deliberada del modelo político-económico que impera, la convivencia social ha sido suplantada por la ley de la selva de la competencia feroz, los derechos han sido sustituidos por “oportunidades” y la beneficencia privada ha remplazado a casi todas las instituciones de solidaridad y de redistribución de la riqueza.

Por eso se explica la pobreza extrema que prevalece en el país: 14.9 millones de hombres y mujeres jóvenes se encuentran en pobreza, 3.3 millones en pobreza extrema y 12.1 millones son vulnerables por carencias sociales, 3.3 millones de jóvenes, de acuerdo a las investigaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Las entidades con mayor porcentaje de jóvenes en condición de pobreza multidimensional son Chiapas con 75.8%, Guerrero con 67.4% y Puebla con un 61.6%. Este organismo subrayó que de 12.1 millones de jóvenes, 1.5 millones son vulnerables por ingreso y 6.2 millones no son considerados pobres multidimensionales ni vulnerables por ingreso o carencias sociales. Esa información se estima con base en la metodología oficial para la medición multidimensional de la pobreza en México, con información obtenida hasta el año 2008 de la población joven considerada entre los 12 y 29 años de edad. Los jóvenes en pobreza tienen en promedio 1.9 carencias sociales, de las cuales 18.1% tenían rezago educativo; 44.7 no contaban con acceso a los servicios de salud; 68% no tenían acceso a la seguridad social; 18.1 presentaban carencia en la calidad y en los espacios en la vivienda. Mientras que 19.1 por ciento no tenían acceso a los servicios básicos en la vivienda, y 22 por ciento por acceso a la alimentación.

Por otra parte de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) los jóvenes mexicanos no dejan de incrementar su presencia en las filas del desempleo y los trabajos peor pagados. Para este año ya representan 53 por ciento de la población desocupada y cuatro de cada diez con fuente laboral ganan menos de dos salarios mínimos. 7 millones de hombres y mujeres de entre 14 y 29 años, la cuarta parte de la población joven del país, están desempleados o tienen sueldos por debajo de los 115 pesos diarios. De este grupo, uno de cada cinco cuenta con estudios de bachillerato y universitarios. Los jóvenes desocupados ascienden a 1.3 millones, mientras aquellos con empleos donde se les paga de menos de un salario mínimo hasta dos ascienden a 5.7 millones, precisa la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). De ellos, la tercera parte percibe “hasta un salario mínimo”, es decir 57 pesos o menos. La desocupación en dicho sector se ha disparado 26.8 por ciento en lo que va del sexenio, ya que en el primer trimestre del gobierno de Felipe Calderón los adolescentes y jóvenes sin trabajo sumaban un millón 41 mil 258, pero para el mismo periodo de 2010 llegaron a un millón 320 mil 564, lo que implica que en los tres últimos años perdieron 279 mil puestos de trabajo, 93 mil por año en promedio Según el INEGI la población desocupada en el país ascendió a 2 millones 458 mil 701 a principios de este año, lo que significa que más de la mitad son adolescentes y jóvenes: 378 mil menores de 20 años y 942 mil de entre 20 y 29. En cuanto a los jóvenes con empleo, las cifras oficiales contabilizan 14 millones 86 mil 294, casi la tercera parte de los 43.6 millones de mexicanos que laboran.

En este 2010 los jóvenes mexicanos están muy lejos de alcanzar los objetivos y metas del Programa de Acción en el ámbito de su bienestar que permita lograr la cobertura de atención universal de sus necesidades de salud, minimizar la prevalencía de la morbilidad y la mortalidad en materia de accidentes, suicidios, homicidios y la salud reproductiva, incluidas las infecciones de transmisión sexual entre los jóvenes, reducir a la mitad los casos de VIH/SIDA y comenzar a invertir la propagación del VIH/SIDA entre los jóvenes, reducir en un 50% la proporción de los jóvenes, especialmente de las jóvenes, que viven en la pobreza y se enfrentan a otras formas de vulnerabilidad social y económica. También será difícil eliminar el uso indebido de estupefacientes por los jóvenes, asegurando que los jóvenes tengan acceso oportuno a los programas de tratamiento del uso indebido de estupefacientes y de su rehabilitación; aplicación de las medidas dirigidas a interrumpir el abastecimiento de drogas a los jóvenes, reducir en dos tercios la proporción de jóvenes que consumen alcohol, tabaco u otras sustancias nocivas, formular y aplicar legislación a fin de eliminar la comercialización de alcohol y tabaco a los menores de 21 años. La situación socioeconómica, cultural y política que vivimos haran difícil que en el ámbito de la justicia juvenil se reduzca la participación de los jóvenes en actividades delictivas, que reciben además más enseñanzas y capacitación profesional como parte de su rehabilitación, asegurar que el cumplimiento de la ley, los sistemas judiciales y los servicios de rehabilitación sean seguros, justos y promuevan el bienestar de los jóvenes. La sociedad insegura y violenta que padecemos impedirán avanzar en la promoción de la igualdad entre los géneros que logre eliminar la violencia contra las niñas y las jóvenes, será necesario fomentar una cultura y un entorno de paz entre los jóvenes con actividades de esparcimiento de fácil acceso, proteger los derechos de todos los jóvenes, especialmente las jóvenes, al esparcimiento y mejorar las oportunidades para que ejerzan ese derecho de forma constructiva y segura acabar con todas las formas de explotación de los jóvenes a través del trabajo. La ausente inversión eficaz del estado hará difícil promover el reconocimiento nacional del valor del acceso de los jóvenes al entretenimiento, el arte, la cultura y los deportes para 2015, asegurar que todas las escuelas incorporen el arte, la cultura y las actividades deportivas en sus programas de estudios y dediquen como mínimo tres horas por semana a esas actividades. Si seguimos obstaculizando la construcción de una sociedad democrática no lograremos la participación plena y efectiva de los jóvenes en la vida de la sociedad y en los procesos de adopción de decisiones para el 2015 donde los jóvenes tengan oportunidades formales a través de sus organizaciones, y de esta forma contribuyan a todo el proceso de adopción de decisiones a nivel local, municipal y nacional. Por último sin superación de la pobreza y el financiamiento adecuado no estaremos en posibilidad de lograr el acceso universal de los jóvenes a un nivel básico de las Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), mucho menos asegurar que para 2015 todos los jóvenes, incluidos los que viven en zonas rurales, los que viven en la pobreza, los indígenas, los discapacitados y otros jóvenes marginados tengan acceso a Internet en un radio de 1,5 kilómetros de su lugar de residencia como se establecido una de las metas de este programa.

Es vergonzoso que en nuestra juventud mexicana prevalezcan las tragedias de la pobreza, drogas, alcoholismo, malnutrición, desempleo, falta de fuentes seguras de trabajo, empleos mal pagados, las actitudes criminalizadoras, la mala salud sexual y reproductiva, su alta mortandad por accidentes, homicidios y suicidios, las dificultades en el acceso al sistema de salud, así como a la educación, actividades artísticas, culturales, deportivas y de esparcimiento. Más que foros y frivolidades de los festejos oficiales necesitamos que los políticos y los gobernantes dirijan sus esfuerzos a lograr el financiamiento necesario para la solución de estas tragedias.

jueves, 12 de agosto de 2010

LA TRAGEDIA EN LOS JÓVENES DE MÉXICO (I)

Hoy 12 de agosto se celebra el día internacional de la Juventud que ha tenido por objetivo promover una mayor toma de conciencia del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes hasta el año 2000 y años subsiguientes. Este programa fue aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1995 y su contenido integra reconocimiento de la importancia de los jóvenes en nuestro futuro, los problemas más importantes por los que cursa así como las recomendaciones de estrategias concretas para actuar cooperando en los diferentes ámbitos nacionales, regionales e internacionales. Fue hasta a finales de 1999 que cuando la asamblea general aprobó que este día fuera declarado día internacional de la juventud, iniciándose en el 2000 la primera celebración mundial y desde entonces cada año aparte de promover la toma de conciencia sobre la problemática de los jóvenes se estimulan acciones concretas en el marco de uno de los ejes temáticos que para este año La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado como el Año Internacional de la Juventud: diálogo y comprensión mutua a realizar del mes de Agosto 2010 a ese mismo mes del 2011 que tendrá como objetivo promover los ideales de paz, respeto de los derechos humanos y solidaridad entre las generaciones, las culturas, las religiones y las civilizaciones.

Al revisar los progresos que la juventud mexicana ha logrado en 11 de las esferas prioritarias comprendidas en el Programa de Acción Mundial para los Jóvenes como son el grupo de cuestiones relativas a la juventud y su bienestar que abarca la salud, el VIH/SIDA, el consumo de drogas, la delincuencia juvenil, las niñas y las jóvenes y los conflictos armados, y la juventud en la sociedad civil que abarca el medio ambiente, las actividades de esparcimiento, la participación plena y efectiva de los jóvenes en la vida de la sociedad y en la adopción de decisiones, las cuestiones intergeneracionales y las tecnologías de la información y las comunicaciones; los avances en nuestro país no han sido como se esperaba y han existido retrocesos tan lamentables como el incremento de las adicciones, la victimización criminal, el suicido en un marco de falta de oportunidades educativas, de pobreza generalizada, el desempleo y el subempleo que convierten a los jóvenes en el principal objetivo de los traficantes y la delincuencia que hacen conformar tragedias que lamentablemente son objeto de reacción sólo cuando se les usa mediaticamente para incrementar le marketing o bien políticamente para el simulado conocimiento de los problemas y el interés por el bienestar y la prosperidad de los jóvenes que usualmente se encuentran en los últimos lugares de las agendas y los programas de gobierno de los políticos, generalmente en los denominados “Institutos de la Juventud” con presencia casi testimonial de ese interés por los jóvenes por parte del gobierno.

En el marco del bienestar de la juventud mexicana es lamentable que no exista el acceso universal y oportuno a servicios de salud de calidad y que las instituciones de seguridad social obstaculicen con trabas burocráticas el servicio a los estudiantes, hijos de familias derechohabientes del servicio y que no se integren plenamente los servicios de salud en las escuelas con personal y recursos profesionales que permitan dar plena cobertura. Según el Programa Nacional de la Juventud 2002-2006, 23.5 millones de adolescentes se encuentran sin acceso al sistema de salud. Es más lamentable que cada vez sean más los jóvenes profesionistas que tengan que aceptar empleos sin prestaciones, en contratos por honorarios, sin la seguridad social. El programa de salud escolar sigue rezagado, desvinculado y sólo retomado en casos de crisis como sucedió en la supuesta epidemia provocada por el virus de la gripa A (H1N1)que tuvimos el año pasado. Por otra parte no se brinda la seguridad alimentaría para la buena nutrición en las escuelas, extendiéndose el problema de la malnutrición infantil con sus lacras de obesidad y desnutrición que obstaculizan gravemente los procesos de aprendizaje. La educación para la salud sigue sin integrarse sistemáticamente en el modelo educativo imperante, los jóvenes siguen egresando, incluyendo de las universidades, sin conocer los ámbitos básicos de la salud y las enfermedades y sin las habilidades y destrezas básicas que le permitan realizar acciones preventivas o de atención a la salud urgente.

A pesar de de que los jóvenes figuran entre los más vulnerables a los riesgos relacionados con la salud reproductiva los gobiernos siguen obstaculizando estrategias y acciones para reducir los embarazos no deseados, tan sólo en Nuevo León el 30% del total de embarazos sigue siendo en mujeres de menos de 19 años de edad. A pesar de la alharaca oficial de una cobertura de más del 90% en los métodos y técnicas de planificación familiar en mujeres con vida sexual activa. En tanto gobiernos conservadores como el de Guanajuato criminaliza a las mujeres que rechazan el embarazo no deseado y en regiones de mayor pobreza siguen muriendo muchas jóvenes madres por la ausente atención médica. La educación y la salud sexual siguen ausentadas de las políticas prioritarias de salud en las y los jóvenes mexicanos. De nada sirve fijarse metas informativas si no son complementadas con estrategias formativas que logren modificar hábitos y conductas de riesgo. Hoy en día hay más jóvenes de ambos sexos pueden estar bien informados y saben cómo evitar las enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA sin embargo la realidad es que su grupo de edad es donde mas prevalece esta enfermedad. A pesar de los progresos contra esta enfermedad, la mayor proporción de nuevos contagios se da entre los jóvenes. El 45% de los nuevos contagios a nivel mundial corresponde a personas de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. En México de acuerdo al IMSS, tres de cada 10 jóvenes de entre 18 y 30 años ha padecido alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS), y tan sólo en los hospitales del IMSS se atiende cada día a 15 por ciento de dichos pacientes, que padecen, principalmente, gonorrea, herpes, clamidia y VIH/sida. Los jóvenes se enfrentan con problemas especialmente graves por lo que respecta al acceso al tratamiento, habida cuenta de que suelen carecer de capacidad para tomar decisiones y de recursos financieros, pueden ser los últimos en recibir tratamiento en caso de contagio La primera Encuesta Nacional Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior aplicada en el 2008 concluyo que Los adolescentes mexicanos tienen relaciones sexuales antes de cumplir los 15 y 16 años de edad, y lo hacen en condiciones de alto riesgo, ya que no utilizan ningún método anticonceptivo. El fracaso ha sido evidente en ayudar a los jóvenes a posponer las relaciones sexuales hasta que hayan desarrollado las aptitudes personales y sociales necesarias para protegerse.

En relación a las adicciones, el consumo de alcohol y tabaco, estas no sólo no han disminuido sino cada día se inician a más temprana edad en el consumo con los consecuentes daños a la salud. La Encuesta Nacional de Adicciones 2008 reveló que en sólo seis años creció 50% el número de personas adictas a las drogas ilegales y 30% la cifra de quienes alguna vez las han consumido, uno de los aspectos más preocupante que se reveló en dicha encuesta fue la alta disponibilidad de las drogas para los adolescentes. Hasta 43% de los jóvenes de entre 12 y 25 años de edad está expuesto a ellas. De éstos, la mitad llega a consumir la sustancia de manera experimental, 13% de manera frecuente y 2% de los hombres, y 1.2% de las mujeres llegan a niveles de dependencia. El número de consumidores de cocaína se duplicó en los últimos seis años al pasar de 1.23% a 2.5%. Asimismo, de 2002 a la fecha, el consumo de drogas legales como el alcohol y el tabaco se elevó de 5.03% a 6%. El resto de las drogas ilegales se usan con mucha menor frecuencia, tal es el caso de los alucinógenos, los inhalables y la heroína. Por otro lado, según la encuesta, las tasas detectadas en el consumo de marihuana se dispararon de 1.1 a 3.3 en mujeres y 4.5 a 8.3 en hombres; la de cocaína se multiplicó por 15, lo que también se refleja en los datos reportados por centros de tratamiento. Los jóvenes de 12 a 17 años representan la parte más vulnerable de la ampliación de los mercados de estimulantes en general (desde el cigarro hasta las metanfetaminas). En los últimos 10 años se ha incrementado la cantidad de adictos en general, y de adictos a drogas químicas en particular. el consumo del alcohol pasó del 27% en 1998 al 35% en 2008 entre los hombres adolescentes, y del 18% al 25% entre las mujeres, respectivamente, es decir, un total de 281,907 adolescentes y jóvenes entre los 12 y los 17 años ingieren alcohol. De Acuerdo a María Elena Medina Mora, directora General del Instituto Nacional de Psiquiatría los adolescentes y jóvenes se han convertido en un sector vulnerable para el desarrollo de enfermedades mentales de acuerdo con las recientes encuestas nacionales de epidemiología psiquiátrica, al destacar que en México aumentó 20 por ciento el desarrollo de estos males, refirió que alrededor de 37 por ciento de los jóvenes entre 12 y 17 años tuvo un episodio de algún trastorno psiquiátrico en los últimos 12 meses, tan solo en el 2008, 349 mil 987 jóvenes de entre 12 y 29 años intentaron suicidarse; casi la mitad de ellos habían cursado la secundaria. De dicha cifra, siete de cada 10 estaban sin trabajo. Hoy en pleno 2010 se suicidan, en promedio, 128% más jóvenes mexicanos que hace 20 años. Mil 924 personas de entre 15 y 29 años se quitaron la vida en 2008, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Mil 81 más que en 1990, cuando se registraron 843 suicidios. El suicido en jóvenes es la tercera causa de muerte violenta de jóvenes, después de los accidentes y los homicidios y representa 41% del total de los suicidios registrados en el país. De acuerdo con la primera Encuesta Nacional de Exclusión, Intolerancia y Violencia, realizada en bachilleratos públicos durante el 2008 en México, el 54.6 por ciento de los jóvenes estaban deprimidos, confesaron estar tristes permanentemente y creen que su vida es un fracaso, 13.3 por ciento atentaron contra su vida y 8.8 por ciento habían pensado en suicidarse. La Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo (Envinov) 2007, elaborada por el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ), detecto que el 15.5 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja ha sido víctima de violencia física; 75.8 por ciento ha sufrido agresiones psicológicas y 16.5 por ciento ha vivido al menos una experiencia de ataque sexual. Los accidentes son la principal causa de mortalidad entre los jóvenes, seguidos de cerca por los homicidios originados en la prevaleciente violencia interpersonal y en la denominada guerra contra la delincuencia organizada que el gobierno absurdamente realiza en nuestro país donde hasta el momento han generado más de 34,000 donde mas del 40% de las victimas son jóvenes. Por otra parte los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años de edad y la segunda entre los de 20 a 24 años.

Como podemos ver tan sólo en la salud de nuestros jóvenes mexicanos el panorama de su bienestar se ensombrece y el de nuestro futuro como sociedad, mas que seguir celebrando debemos actuar solidariamente en la solución de estos problemas. Seguiremos abordando este tema en la siguiente semana.

viernes, 6 de agosto de 2010

REVOLUCIONAR LA CULTURA POLITICA

Nuestro país se encuentra inmerso en una crisis social, económica, política y cultural amenazado en su integridad por la prevaleciente conducta violenta y delictiva y la corrupción rampante que permea todas las estructuras sociales, quienes no quieran percibir esta realidad critica es porque evaden la realidad en el marco de la significativa ganancia secundaria que obtienen formando parte de esa red tejida socialmente integrada a los círculos del poder para ser beneficiaria de las prebendas contenedoras de las conductas participativas que son la base de la cultura de la libertad y la democracia en nuestra sociedad.

Cada vez hay mas periodistas, intelectuales y agentes formadores de opinión pública que nos insisten en conformarnos y tranquilizarnos concluyendo que la violencia no es nueva, no es grave, que hay otras sociedades donde si es un problema, manipulan estadísticas y hasta afirman que el numero de homicidios ha disminuido, que vivimos en una sociedad democrática donde los mexicanos participamos principalmente en las elecciones y en la vida social conforme a nuestra historia del ancestral sometimiento ante los gobernantes desde las civilizaciones antiguas hasta el siglo pasado de la modernidad post revolucionaria con sus caudillos y el régimen presidencialista con el partido hegemónico que nos impuso su dictadura; que los mexicanos siempre hemos vivido crisis económicas, que vivimos mejor que en el siglo pasado, que hoy existen mas empleos y mejor pagados, que nos alimentamos tan bien que por eso existe tanto obeso, mas familias que gozan de viviendas propias, mejor educación y a la salud, las cuales nos brindan con su fantasiosa calidad en sus servicios; que la modernidad de las comunicaciones nos ha hecho prosperar con muchos teléfonos celulares, internet computadoras y ipods que cualquiera puede tener, entre muchos otros beneficios que gozamos.

En tanto los políticos nos insisten con sus discursos perseverantes, huecos, incongruentes de su interés en mejorar nuestro bienestar, luchando por la justicia, la libertad y la democracia, interés que se diluye cuando se amenazan los beneficios del poder que disfrutan integrados a las elites gobernantes que les ha transformado sus estilos de vida, dejando sus pobrezas materiales que al estilo franciscano vivían como virtud glorificando sus discursos ideológicos, con gran mejoría en sus patrimonios, estados financieros y los viajes gozos a cargo del erario; estados inimaginables de alcanzar si vivieran de sus profesiones u oficios y mucho menos si vivieran en el marco de la medianía que promovía el ex presidente Juárez a los funcionarios públicos y al que tanto recurren en sus discursos políticos no importan si sean de izquierdas o derechas.

Nuestra cultura ha sido pervertida por la deshumanización integrada al modelo económico del libre mercado donde todo se compra, todo tiene un costo y las personas son cosificadas, tienen un valor de uso mercantil, donde los principios y valores esenciales del ser “humano” no tienen la importancia debida como guías internas de nuestras conductas y del proceso saludable de interacción con los otros. Para la mayoría lo importante es tener no el ser, no importa como, mintiendo, simulando, engañando, explotando, robando, el integrarse al consumismo irracional de las cosas, de los objetos sobre todo de aquellos que son ostentosos del patrimonio material que nos hace ver exitosos ante los demás fomentando un individualismo atroz incapaz de lograr la solidaridad que constituye la conducta mas expresiva del amor que las personas se tienen a si mismo y a los demás, de ahí que la envidia, el egoísmo y el rencor fomenten actos aberrantes ante las tragedias y los problemas de los demás constituyéndose en una de las causas de la pasividad y la escasa participación en la solución de los problemas sociales, que se jodan los otros, en tanto no me afecte a mi no es mi problema. La naturalidad con que se evaden responsabilidades como el pago de impuestos, el cuidado de los espacios públicos, la ecología, la ordinaria corrupción en todos los niveles y espacios públicos y privados, la transgresión constante de las garantías individuales y los derechos humanos y sociales constituyen algunos de los ejemplos de una sociedad donde la ilegalidad prevalece entendida como falta de respeto a las normas son una larga serie de conductas observables que nos hacen configuran un conjunto social anómico en nuestra sociedad. Estos rasgos de la anomia, establecidos conceptualmente por Émile Durkheim a finales del siglo XIX, que derivan de la falta de normas y la incapacidad de la estructura social de proveer a los individuos lo necesario para lograr las metas de la sociedad provocando que la regulación moral correspondiente sea obsoleta en su función de favorecer la solidaridad orgánica y produciendo una desinstitucionalización por la falta de valores normativos, en un abanico que va desde los usos y costumbres al extremo más grave de la falta de igualdad de oportunidades sociales para avanzar al siguiente escalón de nuevos bienes culturales, religiosos o societarios del progresivo estadio de desarrollo.

Por eso la denominada cultura política esta arraigada en el clientelismo, el corporativismo, el burocratismo, el pragmatismo y el individualismo pasivo conformista que han sido los generadores de castas de políticos que no quieren abandonar las prebendas y los beneficios que reciben de los gobernantes en turno y que cualquier amenaza a su estatus quo es reforzada por dogmas y fundamentalismos de sus ideologías revolucionarias o conservadoras por eso cualquier propuesta dirigida a la transformación de nuestra sociedad si no va acompañada de objetivos y estrategias claras dirigidas a modificar la cultura política prevaleciente estará destinada a seguir contribuyendo a la deshumanización, inhibiendo el desarrollo social y humano de nuestra cultura.

Imaginemos un proyecto político de nación que transforme la cultura política en nuestra sociedad, donde los políticos viven de sus oficios, de sus profesiones, de lo que hacen, de lo que tienen, donde su integración a cualquier puesto publico estará condicionado a cumplir rigurosamente con el perfil profesional y de experiencia en el área, limitado a un ingreso económico que le proporcione esa medianía juarista, el cual desarrollara en forma honorable, prevaleciendo el conocimiento científico sobre el interés político en sus decisiones, con el máximo desempeño profesional, creativos, innovadores, sin ningún tipo de abuso, erradicando la corrupción, con lealtad, sin autoritarismo, ejerciendo los principios y valores de la libertad y la democracia, eliminando las conductas clientelares, asistencialistas y corporativistas en el seno de su organización y de sus hábitos políticos, vigilantes de la legalidad, solidarios, sin dogmas ni oportunismos, congruentes y en donde su mayor aportación revolucionaria es el de no mentir y conformarse con las riquezas patrimoniales derivadas de su pasado abandonando las enfermizas codicias que prevalecen llevándolos a las incongruencias de sus pasados pragmáticos inherentes a la cultura perversa de la política eximida de la ética básica en sus comportamientos. Imaginemos que nuestra sociedad sale de la pasividad atroz, que todos somos participativos, solidarios, capaces de dialogar, exigir, proponer con tolerancia, respeto, prudencia, respetando la legalidad, rechazando la inmoralidad, la mentira, la simulación, toda forma de corrupción, dispuestos a competir en condiciones de equidad, enalteciendo a la política y fortaleciendo la libertad y la democracia que son los elementos esenciales para el desarrollo social.

Las sociedades que han logrado integrar una cultura política donde prevalece la libertad la democracia y la justicia social son las que actualmente tienen los mas elevados niveles de desarrollo humano, esto ha sido posible porque en su momento tuvieron que decidir iniciar el proceso histórico revolucionando sus culturas, algunas otras sociedades intentaron cambiar violentando los principios elementales de la libertad y la democracia sustentándose en dogmas, las promovieron como “revoluciones culturales” que contenían estrategias reeducativas y exterminadoras de la libertad critica que se pervirtieron provocando genocidios, luego tuvieron que ser modificadas por sus gobernantes mediante reformas mas integradas al desarrollo social y humano. También han existido dictaduras militares que han intentado exterminar la cultura del humanismo y del desarrollo democrático y libertario, que hoy enfrentan la justicia de sus pueblos y estas sociedades han decidido enfrentar el reto de lograr modificar su cultura del quehacer político, mejorando su desarrollo social. México requiere dar el paso trascendente y firme para superar la cultura política prevaleciente al servicio del poder, sus gobernantes y las elites de los partidos, sólo así serán viables los proyectos de nación transformadores y revolucionarios para nuestra patria.