Hace días recibí un e-mail mas de compañeros maestros de la Preparatoria Emiliano Zapata con el siguiente contenido: “liquidaron a el sindicato en diciembre pasado, su propio representante sindical hizo su suicidio y acabó con el STEPEZ. El Dr. Eduardo Enrique Tapia convoco a una asamblea y en fast track terminó con el sindicato fundado en1996. Los trabajadores de la escuela que demandamos a Secretaria de Educación y ganamos un laudo en 2009 tenemos que seguir en la lucha. Las demandas por la antigüedad y ISSSTELEON para todos, son personales, no eran del STEPEZ (Sindicato blanco, charro?) La Profa. Lupita Rodríguez quería un sindicatote con CENDIS, dijo que para mayoritear”. Este e- mail que refiere la posible disolución de su sindicato se suma a las diferentes denuncias de la injusticia laboral en esta escuela además del acoso persistente de los maestros y especialmente a uno de sus dirigentes el profesor Pedro Huerta, activista de uno de los movimientos, a pesar de sus problemas de salud, contra el autoritarismo y victima de la injusticia que ha distinguido a los funcionarios de esa preparatoria dirigidos por Guadalupe Rodríguez Martínez, ex regidor plurinominal de Monterrey y de San Nicolás, hermano de la Profa. Lupita Rodríguez, dos veces diputada local plurinominal del PT, directora general vitalicia de los CENDIS en el estado y esposa del senador y dirigente nacional de ese partido: Alberto Anaya.
Resulta que los maestros de la Preparatoria “Gral. Emiliano Zapata” desde hace años están viviendo las injusticias laborales derivadas de las conductas autoritarias de sus directivos integrantes de la elite dirigente del Partido del Trabajo, organización que paradójicamente enarbola la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores pregonando la libertad sindical que en esencia debe garantizar a los trabajadores el derecho a elegir libremente a sus representantes a través del voto secreto y universal, la plena transparencia, rendición de cuentas, la sanción a los actos de corrupción por parte de los líderes gremiales y la lucha contra toda forma de autoritarismo; y no se diga de la feroz lucha perseverante de antaño, contra los sindicatos charros de nuestra sociedad inmersos en el caciquil corporativismo clientelar y pragmático para sus beneficios políticos.
Pues bien parodiando la pelicula de “Los Gritos del Silencio”, titulo en español de “The Killing Fields”, hecha en1984 basada en las experiencias de tres periodistas durante el régimen de los Jemeres Rojos de Camboya protagonizada por Sam Waterston, Haing S. Ngor y John Malkovich, cuya producción logro ganar tres Oscars y con un guión basado en la fuerza del vinculo de los valores inherentes a la amistad y que nos muestra las conductas fanáticas derivadas de los fundamentalismos ideológicos de la revolución camboyana con sus lacras genocidas bajo el gobierno de Pol Pot (Saloth Sar) en los años 1975 a 1979, quise escribir este articulo motivado por este y varios e-mail que he recibido de algunos de los maestros que no encuentran eco solidario a los gritos de protesta contra el autoritarismo despótico en esa escuela que me toco fundar en sus mejores tiempos por los apoyos que les privilegio el gobierno de Carlos Salinas, cuando fui invitado por sus dirigentes, principalmente por “Beto Anaya” (como lo designábamos) para apoyarles en sus proyectos políticos y de gestión que entonces comprendían no sólo la Prepa y los CENDIS, sino además el Hospital de Tierra y Libertad. Políticamente les había apoyado desde la fundación de su colonia en 1973, en el desarrollo del movimiento urbano popular, en la consolidación de sus liderazgos y en la construcción, organización y funcionamiento del Partido del Trabajo, donde participe como fundador y miembro de la Comisión Política Estatal, para “echar a andar” la prepa, según ellos, necesitaban de mi experiencia profesional, académica y administrativa. El caso es que se me encomendó la tarea a principios de 1991 para iniciar el funcionamiento de esta preparatoria, acababa de terminar la función como director del Instituto de Ciencias de la Salud (Escuela de Medicina “Aulas Anexas”) y era el único de esa elite que tenía experiencia directiva y mas de veinte años de experiencia administrativa y docente en los niveles educativos medio superior y superior universitario.
En el mes de marzo de 1991, inicie el proceso de planeación administrativa y académica, el cual esta integrada en un documento denominado “Fundamentos y Bases programáticas para la creación de la Escuela Preparatoria Emiliano Zapata” que incluía los objetivos, principios y valores filosóficos que deberían regir esta nueva institución educativa tratando de colocarla a la vanguardia como opción educativa del nivel medio superior en el estado, en el marco de nuestra lucha ideológica por la transformación revolucionaria evitando las lacras deshumanizantes de la educación neoliberal del capitalismo y en el marco del acotamiento que nos exigía trabajar con el plan de estudios formal vigente en las escuelas preparatorias universitarias para no tener problemas jurídicos en el reconocimiento oficial de los estudios ante las autoridades educativas. El edificio estaba en proceso de construcción en los antiguos terrenos que ocupaba la planta de basura en la zona suburbana conocida como “Topo Chico” de la ciudad de Monterrey, lo cual estimuló más nuestra tarea, por lo simbólico de este hecho. Iniciamos nuestras actividades en las aulas de la escuela de Artes y Oficios, ubicada adjuntamente a esos terrenos, con un proceso de selección de los recursos humanos, técnicos, administrativos y profesionales en los que se buscaba no sólo que cumplieran rigurosamente con los requisitos para el desempeño del puesto sino además de identidad solidaria con nuestra lucha política y una mística de servicio capaz de afrontar los problemas que tendríamos por nuestras circunstancias coyunturales, ya que la única certidumbre existente era el desempeño de las funciones en que estaríamos asignados y la lucha que se iniciaría por el reconocimiento educativo y laboral de los trabajadores de la Preparatoria. El grupo que inicialmente me apoyó para la formación de la Preparatoria Técnica Gral. Emiliano Zapata estuvo integrado por los maestros Alfredo Medina Delgado, Ernesto Martínez López, Rafael López Saucedo, Carlos Sandoval Ramírez, Susana Tellez Mendoza, José Luis Torres Alemán, Rosa Elía Treviño (QEPD) Villarreal, Armando Zurita Viera (QEPD) y como secretaria Josefina Ruiz Sánchez; después se incorporaron Ricardo Cantú, Pedro Vázquez y Guadalupe Rodríguez Martínez, una vez que habían concluido sus actividades políticas electorales el mes de julio de ese año. No faltaron los recomendados a quienes afronte, llegándose a imponer a familiares de los dirigentes (en el inevitable ignominioso nepotismo) y algunos de los activistas destacados que tendrían sus tareas políticas del control; así fue integrado Guadalupe Rodríguez, hoy erigido como poder fáctico asumiéndose como director vitalicio; sin ningún antecedente de experiencia docente y menos administrativa en escuelas o facultades de educación superior se le asigno una plaza como maestro de tiempo completo y secretario administrativo. Su entonces esposa Laura Peynado fue integrada también como maestra y desde el primer año de su ejercicio fueron inevitables los conflictos por sus incompetencias docentes y sus conductas autoritarias que desbordaba con sus alumnos en el marco de su ignorancia de los elementos básicos de la administración y los fundamentales de la pedagogía. Mi no pertenencia fundamentalista y dogmática a su ideología maoísta, en el circulo dirigente no me permitía acceder a la dirección formal, por lo que les acepte el cargo de Secretaría Académico, puesto que ejercí hasta el año de 1997, cuando solicite licencia sin goce de sueldo para desempeñarme como regidor del municipio de Monterrey; luego al tratar de reintegrarme en mi plaza laboral en el 2000, al termino de esa función, fui cesado por las enfermizas conductas de la dirección que ostentaba estos en ese momento este personaje. No soportaron mis posturas criticas a las graves desviaciones y perversiones que afectaban el desarrollo institucional producto de sus incapacidades y el grave deterioro de los valores humanos básicos que habían concluido en la simulada solidaridad y presunción de responsabilidades de la muerte del compañero Armando Zurita que logre denunciarles y protestarles de frente y en público en el auditorio de la prepa cuando hipócritamente le brindaban honores, después de su fallecimiento, destacando su ausente solidaridad para su rehabilitación después de un accidente automovilistico.
Desde ese momento pase de ser su “distinguido” compañero, amigo y médico hasta de sus familias e integrante de su circulo elitista, beneficiario de sus honores simulados y privilegios que me prodigaban, ha ser una persona nefasta, odiosa y peligroso enemigo de sus intereses que al estilo polpotiano había que desaparecer, borrando cualquier huella de mis contribuciones en todos los niveles del trabajo profesional, medico, docente, administrativo, político en sus instituciones que con gusto había ayudado a construir desde los inicios de su movimiento. Más dolor les provoco el éxito posterior de mi demanda laboral que llevó a las autoridades a evidenciar la injusticia en mi cese de la preparatoria y la obligación de proceder conforme a la ley laboral vigente.
En fin fueron siete años en que tuve el privilegio de participar en la construcción de las bases administrativas y académicas, desde la definición inicial de la planta de maestros, la organización de las academias, la elaboración de los planes y programas de estudios, antologías con contenidos básicos para el alumno, reglamentos, manuales operativos, formatos legales de registros, calendarización de actividades y reglamentos; hasta la organización y capacitación de los maestros así como solucionador de los graves conflictos de las conductas transgresoras de maestros y del personal directivo. Logramos concluir el proceso de gestión del reconocimiento oficial de los estudios y la integración de la escuela a la Secretaría de Educación así como la posterior organización de los maestros en la construcción del sindicato y su reconocimiento legal ante las autoridades correspondientes en 1994. Todas y cada una de las acciones fueron procesadas con un espíritu democrático mediante estrategias participativas autogestionarias que constituyeron fuentes de conflictos, a veces desgastante en el marco de la rigidez dogmática y fundamentalista de algunos aspectos ideológicos de su formación y en algunos casos por sus perversidades, el deficiente manejo de las emociones y sus conflictos relacionales que trascendían la intimidad y desbordaban en el seno de la vida cotidiana institucional y que eran incompatibles en el marco del cumplimiento del desempeño académico y administrativo elemental en cualquier institución educativa.
Así cuando se formo el STEPEZ se aspiraba a lograr una organización autónoma y democrática capaz de defender cabalmente los derechos de los trabajadores fortaleciendo su desempeño con eficiencia y eficacia en las diferentes labores para lograr la trascendencia de nuestra institución, rechazando el espurio charrismo que caracterizaba el sindicalismo oficial del SNTE, esta aspiración que compartíamos un grupo de maestros fue truncada por la muerte de Armando Zurita el 3 de julio de 1999 en condiciones sospechosas inmersas en un deficiente apoyo en la atención hospitalaria que necesitaba y en el marco del antecedente de haber celebrado la primera elección democrática del sindicato de la prepa, 3 semanas antes, donde logramos ganarle a la propuesta del grupo autoritario que dirigía el entonces director Guadalupe Rodríguez, para quien fue un duro golpe que provoco graves conflictos que desbordaron el encono hasta con amenazas de muerte que en su momento tuvimos que tratar con el mismo “Beto” sin lograr una solución adecuada. El hecho es que la muerte posterior de Armando atemorizo y desmotivo el activismo hasta de sus compañeros mas leales en la lucha sindical y provocaron una gran cerrazón de los directivos a cualquier otro intento de funcionar en el marco de la libertad, la democracia y la justicia inherentes al sindicalismo. Desde entonces no han existido procesos de elección democrática de los dirigentes, se ha reprimido y cooptado toda iniciativa de organización y de comportamientos libertarios, los dirigentes sindicales han sido impuestos por los mismos directivos, el cinismo ha sido cuando a los propios directivos los colocan como dirigentes de el sindicato (como el referido Dr. Tapia, ex secretario académico) que indignamente aceptan para no ser afectados en sus satisfactores económicos y como pago a los favores recibidos. No sólo el voto libre y secreto es una quimera, también lo ha sido la transparencia y la rendición de cuentas de los manejos administrativos que han gozado de la discrecionalidad y el manejo impune; la lucha contra la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones se ha constituido en una grave transgresión que amerita expulsión inmediata de los denunciantes, las perversidades de algunos directivos que transgreden los valores y principios básicos de la ética han sido encubiertas evitando los daños en sus intereses personales. En síntesis el ambiente laboral ha sido autoritario, ignominioso, represor, persecutorio pretendiendo mantener ese poder despótico que permite la ausente transparencia, la impunidad de los perversos, el ilegal nepotismo, la desviación de los recursos y el manejo caciquil, corporativo y clientelar de este gran proyecto que ha sido frustrado para alcanzar los objetivos que la hicieran trascender a sus educandos en la ciencia, la cultura y el humanismo para contribuir al ideal zapatista de la libertad que les propuse hasta en el diseño vigente del logotipo y que no pretendíamos que se convirtieran solo en eso “un orgullo grafico de la escuela”.
Sin libertad, democracia ni justicia para los trabajadores de la Prepa Emiliano Zapata las protestas de las victimas continuaran cual gritos del silencio perdidos en la complicidad de la ausente solidaridad de los ciudadanos libertarios, progresistas y/o de la izquierda en este estado donde prevalece el silencio cómplice ante la amenaza de enfrentar los riesgos y perder la comodidad de los beneficios inherentes de la pasividad conformista ante las injusticias, mas cuando los responsables son personajes empoderados de la izquierda.
URGE LA SOLIDARIDAD CONTRA LA INJUSTICIA QUE VIVEN LOS TRABAJADORES DE LA PREPA EMILIANO ZAPATA .
Resulta que los maestros de la Preparatoria “Gral. Emiliano Zapata” desde hace años están viviendo las injusticias laborales derivadas de las conductas autoritarias de sus directivos integrantes de la elite dirigente del Partido del Trabajo, organización que paradójicamente enarbola la lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores pregonando la libertad sindical que en esencia debe garantizar a los trabajadores el derecho a elegir libremente a sus representantes a través del voto secreto y universal, la plena transparencia, rendición de cuentas, la sanción a los actos de corrupción por parte de los líderes gremiales y la lucha contra toda forma de autoritarismo; y no se diga de la feroz lucha perseverante de antaño, contra los sindicatos charros de nuestra sociedad inmersos en el caciquil corporativismo clientelar y pragmático para sus beneficios políticos.
Pues bien parodiando la pelicula de “Los Gritos del Silencio”, titulo en español de “The Killing Fields”, hecha en1984 basada en las experiencias de tres periodistas durante el régimen de los Jemeres Rojos de Camboya protagonizada por Sam Waterston, Haing S. Ngor y John Malkovich, cuya producción logro ganar tres Oscars y con un guión basado en la fuerza del vinculo de los valores inherentes a la amistad y que nos muestra las conductas fanáticas derivadas de los fundamentalismos ideológicos de la revolución camboyana con sus lacras genocidas bajo el gobierno de Pol Pot (Saloth Sar) en los años 1975 a 1979, quise escribir este articulo motivado por este y varios e-mail que he recibido de algunos de los maestros que no encuentran eco solidario a los gritos de protesta contra el autoritarismo despótico en esa escuela que me toco fundar en sus mejores tiempos por los apoyos que les privilegio el gobierno de Carlos Salinas, cuando fui invitado por sus dirigentes, principalmente por “Beto Anaya” (como lo designábamos) para apoyarles en sus proyectos políticos y de gestión que entonces comprendían no sólo la Prepa y los CENDIS, sino además el Hospital de Tierra y Libertad. Políticamente les había apoyado desde la fundación de su colonia en 1973, en el desarrollo del movimiento urbano popular, en la consolidación de sus liderazgos y en la construcción, organización y funcionamiento del Partido del Trabajo, donde participe como fundador y miembro de la Comisión Política Estatal, para “echar a andar” la prepa, según ellos, necesitaban de mi experiencia profesional, académica y administrativa. El caso es que se me encomendó la tarea a principios de 1991 para iniciar el funcionamiento de esta preparatoria, acababa de terminar la función como director del Instituto de Ciencias de la Salud (Escuela de Medicina “Aulas Anexas”) y era el único de esa elite que tenía experiencia directiva y mas de veinte años de experiencia administrativa y docente en los niveles educativos medio superior y superior universitario.
En el mes de marzo de 1991, inicie el proceso de planeación administrativa y académica, el cual esta integrada en un documento denominado “Fundamentos y Bases programáticas para la creación de la Escuela Preparatoria Emiliano Zapata” que incluía los objetivos, principios y valores filosóficos que deberían regir esta nueva institución educativa tratando de colocarla a la vanguardia como opción educativa del nivel medio superior en el estado, en el marco de nuestra lucha ideológica por la transformación revolucionaria evitando las lacras deshumanizantes de la educación neoliberal del capitalismo y en el marco del acotamiento que nos exigía trabajar con el plan de estudios formal vigente en las escuelas preparatorias universitarias para no tener problemas jurídicos en el reconocimiento oficial de los estudios ante las autoridades educativas. El edificio estaba en proceso de construcción en los antiguos terrenos que ocupaba la planta de basura en la zona suburbana conocida como “Topo Chico” de la ciudad de Monterrey, lo cual estimuló más nuestra tarea, por lo simbólico de este hecho. Iniciamos nuestras actividades en las aulas de la escuela de Artes y Oficios, ubicada adjuntamente a esos terrenos, con un proceso de selección de los recursos humanos, técnicos, administrativos y profesionales en los que se buscaba no sólo que cumplieran rigurosamente con los requisitos para el desempeño del puesto sino además de identidad solidaria con nuestra lucha política y una mística de servicio capaz de afrontar los problemas que tendríamos por nuestras circunstancias coyunturales, ya que la única certidumbre existente era el desempeño de las funciones en que estaríamos asignados y la lucha que se iniciaría por el reconocimiento educativo y laboral de los trabajadores de la Preparatoria. El grupo que inicialmente me apoyó para la formación de la Preparatoria Técnica Gral. Emiliano Zapata estuvo integrado por los maestros Alfredo Medina Delgado, Ernesto Martínez López, Rafael López Saucedo, Carlos Sandoval Ramírez, Susana Tellez Mendoza, José Luis Torres Alemán, Rosa Elía Treviño (QEPD) Villarreal, Armando Zurita Viera (QEPD) y como secretaria Josefina Ruiz Sánchez; después se incorporaron Ricardo Cantú, Pedro Vázquez y Guadalupe Rodríguez Martínez, una vez que habían concluido sus actividades políticas electorales el mes de julio de ese año. No faltaron los recomendados a quienes afronte, llegándose a imponer a familiares de los dirigentes (en el inevitable ignominioso nepotismo) y algunos de los activistas destacados que tendrían sus tareas políticas del control; así fue integrado Guadalupe Rodríguez, hoy erigido como poder fáctico asumiéndose como director vitalicio; sin ningún antecedente de experiencia docente y menos administrativa en escuelas o facultades de educación superior se le asigno una plaza como maestro de tiempo completo y secretario administrativo. Su entonces esposa Laura Peynado fue integrada también como maestra y desde el primer año de su ejercicio fueron inevitables los conflictos por sus incompetencias docentes y sus conductas autoritarias que desbordaba con sus alumnos en el marco de su ignorancia de los elementos básicos de la administración y los fundamentales de la pedagogía. Mi no pertenencia fundamentalista y dogmática a su ideología maoísta, en el circulo dirigente no me permitía acceder a la dirección formal, por lo que les acepte el cargo de Secretaría Académico, puesto que ejercí hasta el año de 1997, cuando solicite licencia sin goce de sueldo para desempeñarme como regidor del municipio de Monterrey; luego al tratar de reintegrarme en mi plaza laboral en el 2000, al termino de esa función, fui cesado por las enfermizas conductas de la dirección que ostentaba estos en ese momento este personaje. No soportaron mis posturas criticas a las graves desviaciones y perversiones que afectaban el desarrollo institucional producto de sus incapacidades y el grave deterioro de los valores humanos básicos que habían concluido en la simulada solidaridad y presunción de responsabilidades de la muerte del compañero Armando Zurita que logre denunciarles y protestarles de frente y en público en el auditorio de la prepa cuando hipócritamente le brindaban honores, después de su fallecimiento, destacando su ausente solidaridad para su rehabilitación después de un accidente automovilistico.
Desde ese momento pase de ser su “distinguido” compañero, amigo y médico hasta de sus familias e integrante de su circulo elitista, beneficiario de sus honores simulados y privilegios que me prodigaban, ha ser una persona nefasta, odiosa y peligroso enemigo de sus intereses que al estilo polpotiano había que desaparecer, borrando cualquier huella de mis contribuciones en todos los niveles del trabajo profesional, medico, docente, administrativo, político en sus instituciones que con gusto había ayudado a construir desde los inicios de su movimiento. Más dolor les provoco el éxito posterior de mi demanda laboral que llevó a las autoridades a evidenciar la injusticia en mi cese de la preparatoria y la obligación de proceder conforme a la ley laboral vigente.
En fin fueron siete años en que tuve el privilegio de participar en la construcción de las bases administrativas y académicas, desde la definición inicial de la planta de maestros, la organización de las academias, la elaboración de los planes y programas de estudios, antologías con contenidos básicos para el alumno, reglamentos, manuales operativos, formatos legales de registros, calendarización de actividades y reglamentos; hasta la organización y capacitación de los maestros así como solucionador de los graves conflictos de las conductas transgresoras de maestros y del personal directivo. Logramos concluir el proceso de gestión del reconocimiento oficial de los estudios y la integración de la escuela a la Secretaría de Educación así como la posterior organización de los maestros en la construcción del sindicato y su reconocimiento legal ante las autoridades correspondientes en 1994. Todas y cada una de las acciones fueron procesadas con un espíritu democrático mediante estrategias participativas autogestionarias que constituyeron fuentes de conflictos, a veces desgastante en el marco de la rigidez dogmática y fundamentalista de algunos aspectos ideológicos de su formación y en algunos casos por sus perversidades, el deficiente manejo de las emociones y sus conflictos relacionales que trascendían la intimidad y desbordaban en el seno de la vida cotidiana institucional y que eran incompatibles en el marco del cumplimiento del desempeño académico y administrativo elemental en cualquier institución educativa.
Así cuando se formo el STEPEZ se aspiraba a lograr una organización autónoma y democrática capaz de defender cabalmente los derechos de los trabajadores fortaleciendo su desempeño con eficiencia y eficacia en las diferentes labores para lograr la trascendencia de nuestra institución, rechazando el espurio charrismo que caracterizaba el sindicalismo oficial del SNTE, esta aspiración que compartíamos un grupo de maestros fue truncada por la muerte de Armando Zurita el 3 de julio de 1999 en condiciones sospechosas inmersas en un deficiente apoyo en la atención hospitalaria que necesitaba y en el marco del antecedente de haber celebrado la primera elección democrática del sindicato de la prepa, 3 semanas antes, donde logramos ganarle a la propuesta del grupo autoritario que dirigía el entonces director Guadalupe Rodríguez, para quien fue un duro golpe que provoco graves conflictos que desbordaron el encono hasta con amenazas de muerte que en su momento tuvimos que tratar con el mismo “Beto” sin lograr una solución adecuada. El hecho es que la muerte posterior de Armando atemorizo y desmotivo el activismo hasta de sus compañeros mas leales en la lucha sindical y provocaron una gran cerrazón de los directivos a cualquier otro intento de funcionar en el marco de la libertad, la democracia y la justicia inherentes al sindicalismo. Desde entonces no han existido procesos de elección democrática de los dirigentes, se ha reprimido y cooptado toda iniciativa de organización y de comportamientos libertarios, los dirigentes sindicales han sido impuestos por los mismos directivos, el cinismo ha sido cuando a los propios directivos los colocan como dirigentes de el sindicato (como el referido Dr. Tapia, ex secretario académico) que indignamente aceptan para no ser afectados en sus satisfactores económicos y como pago a los favores recibidos. No sólo el voto libre y secreto es una quimera, también lo ha sido la transparencia y la rendición de cuentas de los manejos administrativos que han gozado de la discrecionalidad y el manejo impune; la lucha contra la corrupción en cualquiera de sus manifestaciones se ha constituido en una grave transgresión que amerita expulsión inmediata de los denunciantes, las perversidades de algunos directivos que transgreden los valores y principios básicos de la ética han sido encubiertas evitando los daños en sus intereses personales. En síntesis el ambiente laboral ha sido autoritario, ignominioso, represor, persecutorio pretendiendo mantener ese poder despótico que permite la ausente transparencia, la impunidad de los perversos, el ilegal nepotismo, la desviación de los recursos y el manejo caciquil, corporativo y clientelar de este gran proyecto que ha sido frustrado para alcanzar los objetivos que la hicieran trascender a sus educandos en la ciencia, la cultura y el humanismo para contribuir al ideal zapatista de la libertad que les propuse hasta en el diseño vigente del logotipo y que no pretendíamos que se convirtieran solo en eso “un orgullo grafico de la escuela”.
Sin libertad, democracia ni justicia para los trabajadores de la Prepa Emiliano Zapata las protestas de las victimas continuaran cual gritos del silencio perdidos en la complicidad de la ausente solidaridad de los ciudadanos libertarios, progresistas y/o de la izquierda en este estado donde prevalece el silencio cómplice ante la amenaza de enfrentar los riesgos y perder la comodidad de los beneficios inherentes de la pasividad conformista ante las injusticias, mas cuando los responsables son personajes empoderados de la izquierda.
URGE LA SOLIDARIDAD CONTRA LA INJUSTICIA QUE VIVEN LOS TRABAJADORES DE LA PREPA EMILIANO ZAPATA .
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