En los últimos años ha sido grave el deterioro progresivo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en México, a nivel nacional sus dirigentes se han distinguido por sus conductas patrimonialistas con sus incongruencias y deslealtades ideológicas y programáticas, perdidos en sus pragmatismos electoreros, intereses mezquinos y la depredación de la vida institucional que ha obstaculizado gravemente el fortalecimiento y crecimiento del partido para lograr convertirse en el instrumento de los ciudadanos que reclaman la transformación social y democrática de nuestro patria.
En estados como Nuevo León el incipiente desarrollo organizacional del PRD, en sus mas de 22 años, no sólo no ha mostrado avances sino además retrocesos graves que van desde la perdida de muchos militantes distinguidos, hasta el incremento de la pasividad de activistas en las tareas políticas partidistas generando vacíos que los dirigentes incrustados en el poder han aprovechado para acrecentar su empoderamiento prevaleciendo sus conductas autoritarias, incongruentes y corruptas, con sus lacras del clientelismo, pragmatismo, sectarismo, dogmatismo y patrimonialismo generando una red de intereses familiares, que ni siquiera llegan a corrientes ideológicas y que lo único que siguen disputando son los puestos, las candidaturas y los recursos financieros que recibe el partido como si fuera un botín.
Resulta que las autoridades de nuestro partido presionado por los tiempos legales, enmarcados en las leyes electorales, iniciaron los procesos electorales para nombrar a los presidentes y secretarios generales desde el nivel nacional hasta abarcar todos los estados de la republica. Para evitar los graves problemas (fraudes, clientelismos, violencia, etc..) derivados de los procesos electorales internos que privilegiaban el método mas democrático como es el voto universal, libre y secreto de todos y todas los militantes, el Consejo Nacional del partido decidió que las elecciones se realizaran por método electivo, es decir sólo con el voto de los integrantes de los consejeros nacionales o estatales según sea el caso, y luego conforme al resultado hacer las nominaciones del resto de los integrantes de los órganos de dirección. Según la convocatoria “esto debe hacerse así partiendo del reconocimiento pleno del desafió electoral que representa para la izquierda mexicana el proceso electoral del 2012 por lo que hoy mas que nunca se tienen que privilegiar los acuerdos y consensos que en un marco de compañerismo y de fraternidad partidista se seleccionen los mejores perfiles de hombres y mujeres que dirijan el partido los próximos tres años”.
Por este motivo fui invitado al pleno extraordinario del VII Consejo Estatal del PRD en Nuevo León, en mi carácter de integrante del Comité Político Estatal, el estatuto refiere que este comité político es la autoridad superior del Partido en el estado entre Consejo y Consejo y que se debe reunir por lo menos cada mes, a convocatoria de la Presidencia Estatal del Partido o del Secretariado Nacional, reuniones a las que hacía muchos meses no había sido convocado ni invitado por mi posturas criticas de los estilos de trabajo de los dirigentes actuales, a quienes les había hasta solicitado, desde el 2009, que para el bien del partido renunciaran y otorgaran la oportunidad de servir ha otros militantes mas capaces para lograr el desarrollo y fortalecimiento de nuestro partido en nuestro estado.
Esta reunión tenía como tema central aprobar la convocatoria para la elección de presidente y secretario general estatal del PRD en Nuevo León, al iniciar la sesión en segunda convocatoria, como ya es costumbre, puesto que prevalece la impuntualidad de los convocados y este es el recurso que utilizan los dirigentes para legitimizar la asamblea ante la asistencia de minorías, resulta que sólo estaban presentes 33 Consejeros Estatales de un total de 72 electos y sólo 31 presidentes de los comités municipales de los 51 que hay en el estado y que en su mayoría sólo tienen derecho a voz. Por obligación tenía que darse la lectura y aprobación de la sesión anterior, que habían celebrado desde el pasado 3 de febrero el cual incluía tanto los informes financieros del año pasado como la propuesta para de ingresos y egresos para este año 2011 entre otros puntos destacados, estábamos a 29 de mayo y el Pleno del Consejo debería haberse convocado por la Mesa Directiva por lo menos cada tres meses como lo establece el reglamento. Se inicia la reunión y se establece la queja generalizada de que no se habían recibido en tiempo y forma la convocatoria y esta acta para su aprobación, que según el reglamento será expedida antes de los diez días previos a la fecha en que el pleno deba reunirse, debiendo haberse circulado dicha acta para su revisión en tiempo y forma. Observo que el acta anterior incluye quejas porque existían Secretarios que no se presentaban en ninguna manifestación del partido y sí cobraban los $72,000.00 anuales que recibían para sus actividades políticas, se susurran polémicas de incumplimientos generalizados sobre los 17 compañeros que reciben esta misma cantidad sin obligaciones para su justificación que en conjunto representan una erogación de $98,000.00 mensuales para el partido y que sumados a las prerrogativas que se otorgan a los dirigentes de comités municipales que asciende a $137,500.00 pesos mensuales integran una bolsa poco significativa para el buen trabajo político, pero con gran significancia para quienes dependen de este recurso integrado a sus finanzas personales. En síntesis el manejo financiero sigue sin cumplir los objetivos asignados, con desbalances, ausencia del eficiente presupuesto por programas, sin cumplir con las normas establecidas del manejo contable, sin transparencia, manejado discrecionalmente pero lo mas ignominioso usado como estrategia de cooptación para el trabajo político partidista: quienes se alinean todo el apoyo hasta viáticos para hacer grilla en sus corrientes o gestorías en la ciudad de México, para quienes no todo el rigor de la pobreza financiera del partido: no hay recursos. Hay municipios donde los compañeros reciben recursos para la renta de un local que mejor utilizan para su casa para justificar el gasto. Con todo y esto la aplastante mayoría de consejeros y dirigentes de comités municipales hacen caso omiso de estas observaciones y aprueba el acta sin haberla conocido ni analizado previamente.
Se pasa el punto siguiente el informe político del presidente estatal quien al estilo “orwelliano” como en el ensayo de la obra novelesca clásica de George Orwell, “Rebelión en la Granja”, impone sus habilidades y destrezas discursivas de “máximo líder” en el desempeño de sus funciones presidenciales, en su análisis político y en el llamado a la unidad de todos en las tareas partidistas, embriagado en la autocomplacencia se enorgullece del éxito en el desempeño de sus responsabilidades sin critica ni autocrítica, no hay margen para la disidencia, el engaño prevalece, la manipulación burda, si asoma la critica sus testaferros emergen con sus defensas propias de la barbarie donde la razón se excluye y se impone la fuerza del poder, sí, es el totalitarismo a ultranza que defienden con sus visiones doctrinarias. Al fin y acabo su informe no obliga a que sea aprobado por el pleno sino sólo obliga a que lo presente y a los que no estemos de acuerdo ni modo, que con su pan se los coman.
Luego se pasa al punto 5 donde se propone un dictamen de modificación del método electivo para la renovación de la presidencia y la secretaria general estatal del PRD en Nuevo León que en esencia otorga el derecho a votar a los presidentes de los comités municipales, no importa la transgresión a el artículo 9 del reglamento de los órganos de dirección del partido que establece en su inciso g.-“Las presidencias de los comités ejecutivos municipales que no hayan sido electos consejeros o consejeras tendrán derecho a voz” en las reuniones del Consejo; ávidos de darle continuidad a su estilo caciquil de dirección del partido necesitan asegurar la gran mayoría para ser el gran elector de los puestos en disputa, porque sus 26 leales consejeros electos no son suficientes para lograr mayoría absoluta ante la disputa que las otras corrientes les intentaran arrebatar presentando también sus candidaturas en esta elección, con los 51 consejeros presidentes de los comités municipales lograran satisfacer su codicia; a pesar de la argumentación jurídica, ética y políticamente valida de algunos consejeros opositores la barbarie se impone y por mayoría se legitima este acuerdo.
Así con su mayoría aplastante pasaron a aprobar la convocatoria para el cambio de dirección de presidente y secretario general estatal del PRD en el estado de nuevo león donde lo nuevos napoleones “orwellianos” ya están listos para defender ha capa y espada sus míseros intereses acrecentados en la codicia de los recursos económicos que durante la próxima campaña electoral se incrementaran, como algunos de ellos dicen es la ”gran fiesta” por eso hay que participar, además de seguirlos moviendo la ambición de colocarse o colocar a sus familiares en alguna de las candidaturas plurinominales que les pueda ampliar sus ingresos financieros, mejorar cuando menos su patrimonio y ampliar su capacidad de maniobra en las tristes gestorías en los diferentes niveles de gobiernos para alimentar su insaciable clientelismo político que les nutre. Lo más peor es que trascendió durante la asamblea del Consejo que los posibles candidatos a sustituir a la actual dirección del partido son sin duda personajes siniestros, sin integridad ideológica de izquierda, carentes de ética, con negros historiales de corrupción en la política, aduladores del autoritarismo con intolerancias que desbordan en conductas violentas en sus problemas de personalidad, totalmente fuera de considerarse del solicitado mejor perfil de los y las militantes de nuestro partido en Nuevo León y muy lejos del necesario compañerismo fraternal que imponga razones en sus cerebros para privilegiar los acuerdos y consensos necesarios que permitan lograr el anhelado crecimiento y fortalecimiento del partido en nuestro estado.
Para acabar con este estado de cosas del PRD en Nuevo León debería de desalentarse las motivaciones financieras y puesteriles de todos los militantes que han integrado estos malos hábitos, acabar con todo forma de conducta corrupta y que nos sometamos incondicionalmente a respetar nuestros documentos básicos, iniciando por el estatuto, pero sobre todo asumiendo la ética en nuestras conductas políticas. Para esto es necesario que todos los cargos sean honorarios y que los recursos económicos se destinen a las actividades políticas en forma transparente, responsable y honesta, sin discrecionalidades ni transgresiones contables y a los militantes que aspiren a ocupar puestos como funcionarios y candidaturas sean producto de un proceso ejemplar democrático donde dejen de transgredirse perfiles y sigan siendo reparto de cuotas de las denominadas corrientes; desde luego que esto es rechazado en automático por los dirigentes y activistas anquilosados en los estilos y formas de hacer política en el partido. La máxima tragedia del PRD en Nuevo León es que militantes, grupos o corrientes estén en pleito permanente por las prerrogativas y las dadivas, incluyendo las posiciones plurinominales, algunos justificándose en posturas doctrinarias; para el gobierno y sus oligarcas este es el tipo de partido de izquierda perfecto para sus intereses: desfondado ideológicamente, sin la mística de la izquierda, sin ética, sin capacidad de organizarse, disfuncional, sin unidad, con gran dispersión de grupos y militantes, con sus principales lideres y activistas peleando caciquilmente y constantemente los puestos, reducido al mínimo en sus actividades políticas con los problemas sociales, con los movimientos sociales y sin resultados electorales trascendentes que lo mantenga muy lejos de lograr el poder transformador revolucionario que la izquierda tiene al gobernar las sociedades.
En su el informe político, su dirigente actual Eduardo Arguijo demandaba al gobernador del estado por su política de corrupción, derroches y frivolidades y denunciaba como ejemplo de dispendio o derroches el gasto que Rodrigo Medina hacía de mas de 1, 800, 000.00 de pesos diarios en su publicidad e imagen y viajes de avión, lo paradójico es que bastan 4 días derivadas de ese gasto para cubrirle los gastos operativos del PRD que maneja un presupuesto anual aproximado de 4 millones doscientos mil pesos anuales, eso es lo que le cuesta al gobierno el PRD en Nuevo León, lo lamentable es que ese misero presupuesto tenga también un marco de corrupción y ejercicio frívolo de la política donde dolorosamente la mayoría de los integrantes de los órganos de dirección están entrampados en esa disputa de las posiciones y los recursos, han abandonando el proyecto político vigente que dio origen a la Partido de la Revolución Democrática y mancillando el honor de los compañeros militantes y activistas de izquierda que han sido reprimidos y asesinados por los gobiernos derechistas del PRI y el PAN. Sin procesos democraticos plenos ni el compañerismo y la fraternidad partidista necesaria se seguirán seleccionando los peores perfiles de hombres y mujeres que dirigirán el partido los próximos tres años, extendiendo la tragedia del partido en nuestra sociedad.
En estados como Nuevo León el incipiente desarrollo organizacional del PRD, en sus mas de 22 años, no sólo no ha mostrado avances sino además retrocesos graves que van desde la perdida de muchos militantes distinguidos, hasta el incremento de la pasividad de activistas en las tareas políticas partidistas generando vacíos que los dirigentes incrustados en el poder han aprovechado para acrecentar su empoderamiento prevaleciendo sus conductas autoritarias, incongruentes y corruptas, con sus lacras del clientelismo, pragmatismo, sectarismo, dogmatismo y patrimonialismo generando una red de intereses familiares, que ni siquiera llegan a corrientes ideológicas y que lo único que siguen disputando son los puestos, las candidaturas y los recursos financieros que recibe el partido como si fuera un botín.
Resulta que las autoridades de nuestro partido presionado por los tiempos legales, enmarcados en las leyes electorales, iniciaron los procesos electorales para nombrar a los presidentes y secretarios generales desde el nivel nacional hasta abarcar todos los estados de la republica. Para evitar los graves problemas (fraudes, clientelismos, violencia, etc..) derivados de los procesos electorales internos que privilegiaban el método mas democrático como es el voto universal, libre y secreto de todos y todas los militantes, el Consejo Nacional del partido decidió que las elecciones se realizaran por método electivo, es decir sólo con el voto de los integrantes de los consejeros nacionales o estatales según sea el caso, y luego conforme al resultado hacer las nominaciones del resto de los integrantes de los órganos de dirección. Según la convocatoria “esto debe hacerse así partiendo del reconocimiento pleno del desafió electoral que representa para la izquierda mexicana el proceso electoral del 2012 por lo que hoy mas que nunca se tienen que privilegiar los acuerdos y consensos que en un marco de compañerismo y de fraternidad partidista se seleccionen los mejores perfiles de hombres y mujeres que dirijan el partido los próximos tres años”.
Por este motivo fui invitado al pleno extraordinario del VII Consejo Estatal del PRD en Nuevo León, en mi carácter de integrante del Comité Político Estatal, el estatuto refiere que este comité político es la autoridad superior del Partido en el estado entre Consejo y Consejo y que se debe reunir por lo menos cada mes, a convocatoria de la Presidencia Estatal del Partido o del Secretariado Nacional, reuniones a las que hacía muchos meses no había sido convocado ni invitado por mi posturas criticas de los estilos de trabajo de los dirigentes actuales, a quienes les había hasta solicitado, desde el 2009, que para el bien del partido renunciaran y otorgaran la oportunidad de servir ha otros militantes mas capaces para lograr el desarrollo y fortalecimiento de nuestro partido en nuestro estado.
Esta reunión tenía como tema central aprobar la convocatoria para la elección de presidente y secretario general estatal del PRD en Nuevo León, al iniciar la sesión en segunda convocatoria, como ya es costumbre, puesto que prevalece la impuntualidad de los convocados y este es el recurso que utilizan los dirigentes para legitimizar la asamblea ante la asistencia de minorías, resulta que sólo estaban presentes 33 Consejeros Estatales de un total de 72 electos y sólo 31 presidentes de los comités municipales de los 51 que hay en el estado y que en su mayoría sólo tienen derecho a voz. Por obligación tenía que darse la lectura y aprobación de la sesión anterior, que habían celebrado desde el pasado 3 de febrero el cual incluía tanto los informes financieros del año pasado como la propuesta para de ingresos y egresos para este año 2011 entre otros puntos destacados, estábamos a 29 de mayo y el Pleno del Consejo debería haberse convocado por la Mesa Directiva por lo menos cada tres meses como lo establece el reglamento. Se inicia la reunión y se establece la queja generalizada de que no se habían recibido en tiempo y forma la convocatoria y esta acta para su aprobación, que según el reglamento será expedida antes de los diez días previos a la fecha en que el pleno deba reunirse, debiendo haberse circulado dicha acta para su revisión en tiempo y forma. Observo que el acta anterior incluye quejas porque existían Secretarios que no se presentaban en ninguna manifestación del partido y sí cobraban los $72,000.00 anuales que recibían para sus actividades políticas, se susurran polémicas de incumplimientos generalizados sobre los 17 compañeros que reciben esta misma cantidad sin obligaciones para su justificación que en conjunto representan una erogación de $98,000.00 mensuales para el partido y que sumados a las prerrogativas que se otorgan a los dirigentes de comités municipales que asciende a $137,500.00 pesos mensuales integran una bolsa poco significativa para el buen trabajo político, pero con gran significancia para quienes dependen de este recurso integrado a sus finanzas personales. En síntesis el manejo financiero sigue sin cumplir los objetivos asignados, con desbalances, ausencia del eficiente presupuesto por programas, sin cumplir con las normas establecidas del manejo contable, sin transparencia, manejado discrecionalmente pero lo mas ignominioso usado como estrategia de cooptación para el trabajo político partidista: quienes se alinean todo el apoyo hasta viáticos para hacer grilla en sus corrientes o gestorías en la ciudad de México, para quienes no todo el rigor de la pobreza financiera del partido: no hay recursos. Hay municipios donde los compañeros reciben recursos para la renta de un local que mejor utilizan para su casa para justificar el gasto. Con todo y esto la aplastante mayoría de consejeros y dirigentes de comités municipales hacen caso omiso de estas observaciones y aprueba el acta sin haberla conocido ni analizado previamente.
Se pasa el punto siguiente el informe político del presidente estatal quien al estilo “orwelliano” como en el ensayo de la obra novelesca clásica de George Orwell, “Rebelión en la Granja”, impone sus habilidades y destrezas discursivas de “máximo líder” en el desempeño de sus funciones presidenciales, en su análisis político y en el llamado a la unidad de todos en las tareas partidistas, embriagado en la autocomplacencia se enorgullece del éxito en el desempeño de sus responsabilidades sin critica ni autocrítica, no hay margen para la disidencia, el engaño prevalece, la manipulación burda, si asoma la critica sus testaferros emergen con sus defensas propias de la barbarie donde la razón se excluye y se impone la fuerza del poder, sí, es el totalitarismo a ultranza que defienden con sus visiones doctrinarias. Al fin y acabo su informe no obliga a que sea aprobado por el pleno sino sólo obliga a que lo presente y a los que no estemos de acuerdo ni modo, que con su pan se los coman.
Luego se pasa al punto 5 donde se propone un dictamen de modificación del método electivo para la renovación de la presidencia y la secretaria general estatal del PRD en Nuevo León que en esencia otorga el derecho a votar a los presidentes de los comités municipales, no importa la transgresión a el artículo 9 del reglamento de los órganos de dirección del partido que establece en su inciso g.-“Las presidencias de los comités ejecutivos municipales que no hayan sido electos consejeros o consejeras tendrán derecho a voz” en las reuniones del Consejo; ávidos de darle continuidad a su estilo caciquil de dirección del partido necesitan asegurar la gran mayoría para ser el gran elector de los puestos en disputa, porque sus 26 leales consejeros electos no son suficientes para lograr mayoría absoluta ante la disputa que las otras corrientes les intentaran arrebatar presentando también sus candidaturas en esta elección, con los 51 consejeros presidentes de los comités municipales lograran satisfacer su codicia; a pesar de la argumentación jurídica, ética y políticamente valida de algunos consejeros opositores la barbarie se impone y por mayoría se legitima este acuerdo.
Así con su mayoría aplastante pasaron a aprobar la convocatoria para el cambio de dirección de presidente y secretario general estatal del PRD en el estado de nuevo león donde lo nuevos napoleones “orwellianos” ya están listos para defender ha capa y espada sus míseros intereses acrecentados en la codicia de los recursos económicos que durante la próxima campaña electoral se incrementaran, como algunos de ellos dicen es la ”gran fiesta” por eso hay que participar, además de seguirlos moviendo la ambición de colocarse o colocar a sus familiares en alguna de las candidaturas plurinominales que les pueda ampliar sus ingresos financieros, mejorar cuando menos su patrimonio y ampliar su capacidad de maniobra en las tristes gestorías en los diferentes niveles de gobiernos para alimentar su insaciable clientelismo político que les nutre. Lo más peor es que trascendió durante la asamblea del Consejo que los posibles candidatos a sustituir a la actual dirección del partido son sin duda personajes siniestros, sin integridad ideológica de izquierda, carentes de ética, con negros historiales de corrupción en la política, aduladores del autoritarismo con intolerancias que desbordan en conductas violentas en sus problemas de personalidad, totalmente fuera de considerarse del solicitado mejor perfil de los y las militantes de nuestro partido en Nuevo León y muy lejos del necesario compañerismo fraternal que imponga razones en sus cerebros para privilegiar los acuerdos y consensos necesarios que permitan lograr el anhelado crecimiento y fortalecimiento del partido en nuestro estado.
Para acabar con este estado de cosas del PRD en Nuevo León debería de desalentarse las motivaciones financieras y puesteriles de todos los militantes que han integrado estos malos hábitos, acabar con todo forma de conducta corrupta y que nos sometamos incondicionalmente a respetar nuestros documentos básicos, iniciando por el estatuto, pero sobre todo asumiendo la ética en nuestras conductas políticas. Para esto es necesario que todos los cargos sean honorarios y que los recursos económicos se destinen a las actividades políticas en forma transparente, responsable y honesta, sin discrecionalidades ni transgresiones contables y a los militantes que aspiren a ocupar puestos como funcionarios y candidaturas sean producto de un proceso ejemplar democrático donde dejen de transgredirse perfiles y sigan siendo reparto de cuotas de las denominadas corrientes; desde luego que esto es rechazado en automático por los dirigentes y activistas anquilosados en los estilos y formas de hacer política en el partido. La máxima tragedia del PRD en Nuevo León es que militantes, grupos o corrientes estén en pleito permanente por las prerrogativas y las dadivas, incluyendo las posiciones plurinominales, algunos justificándose en posturas doctrinarias; para el gobierno y sus oligarcas este es el tipo de partido de izquierda perfecto para sus intereses: desfondado ideológicamente, sin la mística de la izquierda, sin ética, sin capacidad de organizarse, disfuncional, sin unidad, con gran dispersión de grupos y militantes, con sus principales lideres y activistas peleando caciquilmente y constantemente los puestos, reducido al mínimo en sus actividades políticas con los problemas sociales, con los movimientos sociales y sin resultados electorales trascendentes que lo mantenga muy lejos de lograr el poder transformador revolucionario que la izquierda tiene al gobernar las sociedades.
En su el informe político, su dirigente actual Eduardo Arguijo demandaba al gobernador del estado por su política de corrupción, derroches y frivolidades y denunciaba como ejemplo de dispendio o derroches el gasto que Rodrigo Medina hacía de mas de 1, 800, 000.00 de pesos diarios en su publicidad e imagen y viajes de avión, lo paradójico es que bastan 4 días derivadas de ese gasto para cubrirle los gastos operativos del PRD que maneja un presupuesto anual aproximado de 4 millones doscientos mil pesos anuales, eso es lo que le cuesta al gobierno el PRD en Nuevo León, lo lamentable es que ese misero presupuesto tenga también un marco de corrupción y ejercicio frívolo de la política donde dolorosamente la mayoría de los integrantes de los órganos de dirección están entrampados en esa disputa de las posiciones y los recursos, han abandonando el proyecto político vigente que dio origen a la Partido de la Revolución Democrática y mancillando el honor de los compañeros militantes y activistas de izquierda que han sido reprimidos y asesinados por los gobiernos derechistas del PRI y el PAN. Sin procesos democraticos plenos ni el compañerismo y la fraternidad partidista necesaria se seguirán seleccionando los peores perfiles de hombres y mujeres que dirigirán el partido los próximos tres años, extendiendo la tragedia del partido en nuestra sociedad.
Es imperativo acabar con la simulación, la mentira y el engaño que prevalece en el vida partidista del PRD en Nuevo León si siguen prevaleciendo estas conductas en sus militantes y dirigentes seguirá siendo muy lejano lograr que nuestro partido este plenamente organizado, funcione democráticamente, con respeto incondicional al estatuto y a los documentos básicos, con estricto respeto a libertad de expresión, rechazo a toda forma de corrupción, promotor de la equidad y en contra de toda forma de discriminación.
Como decía George Orwell: "En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario".
Como decía George Orwell: "En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario".
Excelente exposición, y más aún tiene valor el hecho de que se digan las cosas o comprotamiento real de los firigentes del PRD en Nuevo León, lástima, ya que creí que era diferente a los otos más pequeños que andan por ahí, en dónde pasa lo mismo, siempre hay uno o varios personajes que se adueñan del partido y alejan violentamente a los que les estorban, para ellos seguir recibiéndo esas prerrogativas y claro hacerlo una forma de vida permanente. El caso es Doctor Ricardo, sicon su prepraración y basta experiencia se puede proponer desde México destruir estos comprotamientos de apropiación, o escuhar denuncias con protección de México a los militantes que lo hagan,porque luego está que vienen las represalias y estos mismos autoritarios los hechan y ya no hacen carrera por esos idelales del partido. Creo que se tiene que crear un sistema para ordenar a estos dirigentes y si no, que ellos sean efectivamente los que se vayan. Si no, de que sirve tener partidos de izquierda cuando practican la misma corrupción como fué el caso en BCS y en Zacatecas que quedo el PRD bien quemado. En cuanto a participación activista, si había notado que en toda la problemática social, ninguno de estos partidos se revela públicamente a protestar en protección de los intereses del pueblo, ni tampoco en aras de sus principios. Me gustaría saber que fin va a tener o hasta cuando se va a corregir éste autoritarmismo de los consejos y apropiación. felicidades Doctor.
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