viernes, 12 de agosto de 2011

GENERANDO BURBUJAS PARA EVITAR LA REBELION

Dos movimientos, uno nacional, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia integrado a partir de la trágica vivencia del asesinato de uno de sus hijos, en el marco de la atroz guerra contra la delincuencia que Fecal mantiene en nuestro país; el otro local, de nuestro estado, el del Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora que se inicia cuando empresarios locales del poderoso grupo FEMSA en contubernio con el gobernador anterior y actual de Nuevo León deciden depredar esta reserva natural, expropiando un gran superficie para la construcción de un nuevo estadio de football y que esta semana han logrado los permisos de la secretaría del medio ambiente y recursos naturales (SEMARNAT), nos sirven como marco de esta reflexión sobre las limitaciones y el papel que juegan al enarbolar sus legitimas demandas entrampados en las estrategias que los propios regimenes apoyan y fomentan para que los anhelados cambios políticos, económicos y sociales que la sociedad requiere no sean el fondo que generalice la rebelión de toda la sociedad y acabe así con sus poderes corruptos generadores de tantas tragedias cotidianas.
Cada vez que una tragedia social trasciende tratamos de saciar nuestra sed de justicia ubicando responsabilidades en personajes secundarios que sólo cumplen con su papel de testaferros de los oligarcas gobernantes que detentan el poder político y económico en nuestro estado delincuencial que padecemos. Nos indigna a todos los que no hemos perdido la sensibilidad por los problemas sociales y que no hemos sucumbido a la dolorosa indiferencia que genera el individualismo atroz donde el sistema ha inoculado los gérmenes destructores de los sentimientos fraternales y solidarios productores de conductas revolucionarias que logren la transformación real de las condiciones económicas, políticas y sociales en sociedades como la nuestra donde prevalecen el autoritarismo, la injusticia y la desigualdad extrema con sus lacras de pobreza e ignorancia. De nada sirve enarbolar demandas de renuncias y despidos de sus testaferros dejando impunes a los oligarcas verdaderos responsables de los abusos del implacable poder económico empresarial asociado con el poder político; es ingenuo pensar que la apertura de dialogo con funcionarios de “alto nivel” concluirá en la anhelada aplicación de la justicia transgredida y vilipendiada por sus actos; mas inútil es pensar que podemos condicionar sus tiempos de respuesta a nuestras demandas.

Generamos movimientos en la defensa genuina de nuestra dignidad como victimas de la ausente justicia de los asesinados y desparecidos que por miles han producido las conductas políticas irresponsables de los políticos que nos gobiernan, con el presidente espurio a la cabeza y la complicidad de los gobernadores, alcaldes, procuradores de justicia, secretarios de seguridad pública y los integrantes del poder legislativo y judicial que con sus mayorías partidistas (PRI-PAN) sólo se dedican a dar prioridad a sus altos intereses; los gobiernos inteligentemente asumen las demandas de los movimientos mientras estén alejados de objetivos políticos que atenten contra el gran poder político y económico que detentan, les proporcionan estratégicos apoyos con líneas de insumos, recursos financieros y materiales y escenarios para sus foros con aperturas mediáticas que logren proyectar su sensibilidad en las demandas que se le plantean, todo se vale con el afán de opacar las organizaciones y movimientos opositores que se plantean de fondo transformaciones sociales como los planteados por las organizaciones insurgentes como del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, el Ejercito Popular Revolucionario o la de los movimientos comunistas y socialistas libertarios así como el movimiento de regeneración nacional (MORENA) con el rebelde odioso, peligroso para sus intereses: Andrés Manuel López Obrador. Toda la maquinaria se pone a desempeñar sus funciones para neutralizar trascendencias que pongan en riesgo las estructuras que mantienen su poder, así los políticos, funcionarios, gobernantes, periodistas y editorialistas sincronizan conductas dirigidas a enaltecer a las victimas y a los lideres del movimiento, que desde luego deben ser ciudadanos que cursen con partidofobias y desdeñen a los políticos y sus politiquerías, para así rimar con la estrategia permanente de desprestigio de las vidas en los partidos y la militancia política que en el pasado generó amenazas serias por el poder revolucionario que generaban las convicciones ideológicas que hoy ha sucumbido a las zanahorias del poder en sus luchas intestinas electorales que les han atrapado.

No basta con el aderezo purificado de movimiento ciudadano, sino hay que integrar su ejemplar organización y funcionamiento democrático, sí ese que los políticos y sus partidos han sido incapaces de lograr en el seno de la sociedad y sus instituciones, se trata además de aprovechar ese espacio para expresarse libremente y que a la vez sirva de catarsis capaz de conmover sin trascender hacia la rebelión que sería nefasta para los gobernantes; agreguemos el aderezo de la paz y la no violencia e integremos los valores cristianos del amor inmanente y sus afluentes solidarios y fraternales para así imantar a la mayoría de los ciudadanos de nuestra sociedad en estos movimientos lejos de los nefastos políticos. Luego hay que atraparlos en el discurso reformista, sí de las reformas que los nefastos partidos y políticos no han querido hacer, insistir en denigrar la imagen de la política, los políticos y los partidos, hay que llegarle hasta a los niños inoculando el germen de la despolitización, no se diga en los adolescentes y jóvenes; luego asociar sus demandas con la lucha por la democracia que se entienda bien como demanda ciudadana no de los partidos, cuyas letras no dejan de adornar su principal objetivo de lucha en nuestra sociedad, en todos los partidos hasta de los de la derecha. Para inhibir la rebelión se fomenta los llamados a la ciudadanía a demostrar, de manera pacífica y respetuosa, el justificado enojo cívico, así logramos la civilidad que los políticos revolucionarios han mal ejemplificado.
Escuchaba a un joven de 24 años, uno de los lideres del movimiento ciudadano de Egipto que logro la destitución del dictador presidente Mubarak, decir “lo que los jóvenes necesitamos es aprender política, durante mucho tiempo se nos ha ocultado lo vasto del conocimiento de la política, siempre se nos alejaba de ella y hoy lo único que hacemos son burbujas con las grandes manifestaciones, que al terminar nada cambia las cosas siguen igual, son los mismos políticos que siguen en el poder”; desde luego hacia referencia a lo que esta sucediendo en su patria, pero si analizamos lo que ha sucedido y esta sucediendo con esas grandes manifestaciones de protesta por los problemas del desempleo, el empobrecimiento, la falta de oportunidades, la mala educación lo mismo en Francia, Gran Bretaña, España, Italia, Grecia que en Chile, no son sino mas burbujas de lo mismo que no trasciende en las sociedades para lograr acabar con los políticos en el poder que mantienen secuestrado a las naciones con sus modelos neoliberales del capitalismo depredador deshumanizante.
La estrategia fundamental de todos los que nos indigna el estado que guarda nuestra sociedad debe ser dirigida a retomar la politización de los despolitizados y de las nuevas generaciones, despertar de los espejismos del poder que nos presenta como estrategias dispersoras de la unidad de los ciudadanos libres y progresistas y destructoras de las visiones integrales de los problemas sociales. El régimen de estado ha fomentado la despolitización desde los niveles educativos básicos, donde desdeñan la elemental educación democrática y humanista, luego en los niveles superiores no sólo desarticulan las áreas filosóficas y sociales en sus curriculums reduccionistas y alienantes sino además prevalecen como virtudes sus autoritarismos despóticos donde no tienen cabida las ideologías progresistas o democráticas, ya ni siquiera las diferentes concepciones ideológicas que enmarcan la diversidad y pluralidad necesaria de este mundo globalizado. Politizar no es partidizar, los partidos políticos representan un obstáculo para la politización de la sociedad y lograr su democratizaron plena, son partidocracias que alojan émulos de los oligarcas, convertidos en centros de poder para sus intereses personales, quienes aun militamos tenemos la obligación de contribuir a que cumplan ese papel histórico y necesario en la construcción de una nueva sociedad. Los graves problemas de la ecología, el respeto a los derechos humanos, civiles y sociales, la lucha por la equidad de género, el respeto a la diversidad sexual, la pobreza, el desempleo, la mala educación, la falta de oportunidades para los jóvenes, la prevaleciente violencia social no pueden seguir siendo demandas integradas como visiones reduccionistas alejadas del necesario holismo del sistema social que padecemos y que sin duda no cambiara en tanto estemos atrapados en las redes de los intereses y estrategias que mantienen este sistema caduco que impide el pleno desarrollo humano y social de nuestra patria.
Dejemos de generar burbujas, hagamos la revolución, retomemos las tareas de la politización de nuestras sociedades.

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