Dicen que las derrotas o fracasos hacen crecer más que las victorias a las personas y a las organizaciones y en el caso del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), en Nuevo León, parece ser que el fracaso en las tareas políticas electorales que tuvimos no ha generado el crecimiento sino la regresión a los niveles mas ínfimos de organización, con desempeños limitados de las tareas postelectorales, en el marco de la lucha contra la imposición de EPN, el fraude electoral y el Plan Nacional de Defensa de la Democracia y la Dignidad de México.
Se repiten conductas, sobre todo en el marco de reuniones de los dirigentes o coordinadores, exentas de afrontar responsabilidades, con ausente autocrítica, autocomplacientes, sin faltar la lambisconería dirigida sobre todo a quienes son sus proveedores de apoyos, para mantenerse como beneficiarios para seguir extendiendo su simulada eficiencia del trabajo político, que a mes y medio del trágico 1 de julio parecen seguir noqueados, obnubilados en su conciencia, desorientados en el quehacer político.
Resulta que en toda la estructura organizativa de MORENA en Nuevo León, desde los coordinadores operativos distritales, comités seccionales, integrantes de la estructura electoral y hasta los simpatizantes y votantes a favor de AMLO sigue prevaleciendo la pregunta ¿Que sigue?, ¿Que vamos a hacer? . En tanto los partidos de izquierda, principalmente el PT y el PRD, se reparten sus pirricas victorias en las posiciones plurinominales de senadores, diputados federales, diputados locales y hasta regidores, a contentillo de sus familiares y dependientes económicos de sus cacicazgos políticos, sus lideres además, aprovechan las conferencias de prensa para arroparse con el avance electoral obtenido por AMLO. Por su parte los responsables de la coordinación estatal de MORENA siguen con sus estilos de trabajo autoritarios, ignominiosos, alejados de los principios y valores y brillando por su ineficiencia en las tareas, perdidos entre el protagonismo, la simulación y espejeados, también, por el voto electoral que históricamente logro AMLO, con sus mas de 430,000 mil votos, y conjuntamente con los lideres partidistas de la coalición se atreven a intentar apropiarse de ese capital político y pretenden disponer de el para sus intereses mezquinos en las próximas elecciones que en tres años renovaran todos los poderes en el gobierno del estado; otra vez su pernicioso pragmatismo oportunista asoma. Su mal desempeño, una vez mas, como ya lo habían hecho en el 2006, cuando se ausentaron la mayoría de los representantes de casilla y hoy, en esta elección del 2012 que sólo les llevo a cubrir el 43% de las casillas, a pesar de haber tenido los recursos necesarios y a su disposición miles de protagonistas de MORENA y algunos de los militantes de los partidos de izquierda, nos les lleva ni siquiera a la reflexión que les permita modificar estilos y estrategias para superar este fracaso en las tareas básicas que deberían de corresponderse con la disposición valerosa de los miles de protagonistas de la organización de MORENA que habíamos integrado en Nuevo León.
La crisis es tal que ni siquiera se ha sido capaz de lograr un diagnostico integral, objetivo y certero sobre el estado actual del movimiento y las causas de los resultados negativos en las tareas político en los tiempos previos al proceso electoral y durante la campaña. Los responsables estatales no sólo evaden los escenarios de análisis y reflexión sobre el tema sino además descalifican estos métodos saludables del quehacer político donde en libertad, con tolerancia y respeto a la dignidad de las personas se logren consensos necesarios capaces de mantener el activismo fortalecedor de nuestro movimiento en unidad subsumiendo los valores y principios básicos de nuestra organización. Luego, los grupos que intentan desarrollar estos escenarios son objeto inmediato de grilla facciosa o sectaria, descalificando y vislumbrando fantasmas de ambiciones y vulgaridades políticas en los participantes, muy proyectivos de sus formaciones políticas vivenciadas con los pripanistas.
El coordinador designado por AMLO, en el mes de mayo, Fernando Turner, primero renuncio a sus funciones, una vez que terminaron las elecciones, dejó luego la tarea sólo en Mario Fernández, quien anuncio, ante los coordinadores distritales, que él sólo desempeñaría esta función hasta el 5 de agosto, ahora ha anunciado que seguirá hasta el mes de noviembre, cuando deberá celebrarse la Asamblea Nacional de MORENA, por una supuesta solicitud de Octavio Romero, uno de los coordinadores nacionales del movimiento.
El problema como ya lo he referido, en otros artículos, no es con la persona que verticalmente designan, sino con los estilos de dirección que se ejercen y que están muy alejados de los principios y valores que cultivamos en MORENA y que busca distinguirnos de los liderazgos perversos que prevalecen en los partidos políticos inmersos en la podredumbre de la clase política corrupta y delincuencial que nos gobierna.
Por eso MORENA requiere para fortalecer su organización y el funcionamiento eficaz y eficiente en sus tareas políticas en el estado en Nuevo León integrar plenamente la cultura democrática en el seno de su organización, su coordinación estatal debe transitar de la verticalidad, en que esta inmersa, a la integración de una coordinación colegiada que subsuma la ideología, la ética y nuestro programa político en la operatividad de MORENA.
Esta colegiación de la coordinación estatal deberá estar integrada por los coordinadores operativos de cada uno de los distritos electorales federales, donde los coordinadores que sean designados por los dirigentes nacionales sean los agentes de cambio y supervisores responsables de la operatividad plena democrática de la organización desterrando los antivalores de la simulación, la mentira y el engaño que tenemos que aceptar daña letalmente en todas las organizaciones.
Los coordinadores políticos distritales, aun con los que se han ausentado o fueron “corridos”, como se ufana el coordinador actual, deberán ser objeto de una evaluación objetiva, imparcial y certera sobre sus funciones, se requiere por lo tanto elaborar diagnóstico en sus desempeños operativos, evaluación de perfiles, ratificación de roles y en su caso realizar los cambios necesarios, ratificando, reasignando funciones, evitando conflictos desgastantes, se trata de no excluir activistas sino de lograr mejores condiciones de su integración, de acuerdo con sus capacidades, por la coordinación colegiada. Será vital además, para fortalecer la estructura organizacional, conformar o reactivar en su caso los comités municipales de MORENA en los 51 municipios del estado, mediante un proceso semejante al propuesto para evaluar a los coordinadores distritales. Más vital será un proceso de capacitación que integre cabalmente la democracia en sus conductas políticas, además de fortalecer su conciencia política con nuestros ideales, principios, valores y nuestra propuesta política, para evitar las perversiones y desviaciones que prevalecen en los políticos corruptos.
Para lograr la capacitación de los dirigentes de MORENA que permita fortalecer no sólo su identidad ideológica sino lograr la eficacia y eficiencia política-administrativa en sus tareas, no existe mejor estrategia que fomentar los escenarios de capacitación con la participación de expertos y mediante técnicas didácticas participativas dirigidas a la solución especifica de problemas. Se requiere acciones básicas como: elaborar un diagnostico de necesidades, desarrollar un programa anual e integrar un equipo de capacitadores conforme a las necesidades del programa.
La cultura democrática inmersa en el liderazgo y la organización de MORENA en Nuevo León así nos llevaría de inmediato a la elaboración de un Plan de Trabajo que defina con claridad estrategias y acciones, flexible, conforme a la coyuntura y a los tiempos, el que vivimos en el marco del Plan Nacional, de la próxima asamblea de MORENA en Noviembre, o en la lucha contra la imposición de EPN y sus funcionarios corruptos a partir de diciembre y sus dirigentes lograran estilos de trabajo inmersos en la democracia, la libertad, sin opacidad y con una férrea lealtad a los principios y convicciones que nos enaltecen, muy lejos de las nefastas ambiciones y vulgaridades que prevalecen en los políticos tradicionales.
El plan de trabajo deberá lograr la participación coordinada, armónica y en equidad de todos los integrantes del movimiento y el conjunto de organizaciones ciudadanas y partidos políticos en las actividades contra la imposición de EPN y las políticas públicas contrarias al Proyecto Alternativo de Nación.
El reto fundamental será desterrar la simulación, la mentira y el engaño en el desempeño de las actividades políticas de MORENA en Nuevo León, por lo que será necesario transparentar su funcionamiento, con estrategias de información que den cobertura a todos los dirigentes, protagonistas y simpatizantes del movimiento evitando desinformaciones, opacidades y manejos, incluyendo los recursos financieros disponibles, donde se tienen que acabar con el manejo faccioso, discrecional y patrimonialista que prevalece en organizaciones y partidos políticos.
Para lograr mantener informados a todos los integrantes y simpatizantes del movimiento en todo el estado de Nuevo León deberán desarrollarse 2 estrategias básicas:
1. Difusión expedita de los documentos básicos e informativos que fluyan durante las tareas coyunturales.
2. Fomento de escenarios de reflexión y análisis ideológico en torno a las tareas y problemas políticos, económicos y sociales trascendentes.
Donde deben ser prioritarias las siguientes acciones:
1. Expresar agradecimientos a la mayoría de los, ciudadanos que colaboraron en la campaña, representantes electorales y votantes de AMLO en Nuevo León.
2. Operar permanentemente un equipo de comunicación que genere soluciones informativas para todos los integrantes de MORENA (Call Center y redes sociales).
3. Desarrollar reuniones periódicas distritales y municipales con la asistencia minima de los coordinadores políticos, ex – responsables de la estructura electoral y activistas destacados.
4. Fomentar a la operatividad de los comités integrados por los protagonistas del cambio a nivel seccional en cada distrito o nivel municipal.
5. Conferencias de prensa cada semana sobre la temática coyuntural nacional o local trascendente.
Estas reflexiones y propuestas han sido generadas en reuniones grupales, donde han llegado a estar más del 70% de coordinadores operativos de MORENA en Nuevo León, sí en mi consultorio, reuniones que se realizan desde la primera semana de julio y continúan, ante la ausencia de este tipo de escenarios, surgieron por ese vacío en las funciones de los responsables estatales y nacionales, lo informo porque no tenemos nada que ocultar, no somos políticos perdidos en la inmundicia de liderazgos políticos perdidos en la perversión.
En MORENA no caben los grupos facciosos ni sectarios, MORENA no engendra nada de eso, como los partidos y otras organizaciones políticas, al contrario nos ha inmunizado para no caer en esas vulgaridades que han pervertido el quehacer político que hoy combatimos, quienes apoyamos la lucha por el Proyecto Alternativo de Nación estamos y estaremos a disposición para las tareas necesarias que sean producto de la dirección democrática y que logren trascender nuestro movimiento en el seno de la sociedad con integridad y congruencia a nuestro ideario político y la ética que lo enmarca.
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