Los problemas emergentes de la salud pública, sobre todo los relacionados a la salud mental, son sin duda una de las consecuencias del desinterés de los funcionarios y gobernantes, no podemos concluir si es por su ignorancia, por su reiterada predisposición a no integrar el conocimiento de las ciencias, con sus avances y retrocesos, en sus planes de desarrollo, en sus programas específicos y/o en sus actos de autoridad, o por la prevaleciente conducta delincuencial al conceder licencias o concesiones en sus corruptas decisiones de los juegos de azar que se han venido dando en los últimos lustros. Esto tendrían que definirlo las investigaciones periodísticas, criminológicas y sociales sobre el tema, que al parecer a nadie de los investigadores que pertenecen al sistema nacional, les interesa, ni mucho menos a los profesionistas inmersos en estas áreas, ni siquiera para debatir, por las aristas que representa este problema y que puede afectar su estatus quo en las instituciones de las que dependen laboralmente.
No solamente, los juegos de azar han dado origen a incrementar las ludopatías, sino estos negocios prósperos han estado inmersas en actividades delincuentiles que van desde el lavado de dinero y la evasión fiscal hasta la de criminales homicidios como la que se suscitó en le Casino Royale hace casi un año, con sus mas de cincuenta victimas, convirtiéndose en una conmoción no sólo nacional sino mundial, que a la fecha no a estado esclarecida plenamente con la consecuente injusticia para las victimas y sus familiares, tragedia que ya habíamos abordado en el artículo que publicamos en este mismo blog: http://drricardoaguilar.blogspot.mx/2011_08_01_archive.html.
Por eso la declaración de Benjamín González Roaro, director general de la Lotería Nacional (Lotenal), expresadas al periódico la Jornada, publicadas el pasado 31 de julio, (http://www.jornada.unam.mx/2012/07/31/sociedad/035n1soc) de “atacar las ludopatias antes de que se convierta en un grave problema de salud pública”, tomando las medidas preventivas contra la ludopatía, ya que según él dicha enfermedad va en ascenso a consecuencia de la proliferación de casinos y juegos de azar en México (360 autorizados, un número indeterminado de clandestinos y en Internet), luego acoto “si no actuamos a tiempo lo vamos a lamentar”, se suma a la de esos funcionarios federales cínicos y desvergonzados que piden actuar en los problemas que ellos mismos generan siendo participes en su generación. Esta también el presidente de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), Carlos Tena que también alerta sobre el boom de los casinos y la ludopatía con el incremento de casos en estados como el nuestro, Nuevo León, donde según él ya se tienen registro de 173 casos “con problemas serios”, se conducen como en la metáfora del incendio que se suscita en un edificio de bomberos y estos mismos se alertan y acuden pidiendo auxilio a otros, olvidando actuar con sus grandes herramientas y equipos contraincendios.
Que bien, que estén interesados en atender las ludopatía, que desarrollen estrategias y actividades de atención y prevención a este problema, que mal que sus destacadas posiciones no van mas allá de apagar el fuego sin tratar de acabar con el combustible que lo genera. Es comprensible que ellos no tienen la autoridad en el proceso de tramitación y operación de los casinos y los juegos de azar en los medios electrónicos como la televisión, mucho menos en el Internet, lo que no es comprensible como desde sus posiciones no tratan de trascender mas para limitar las acciones de las redes delincuenciales, integradas por funcionarios públicos y privados, como generadores de estos problemas emergentes de salud pública, que ya hemos referido en este blog, http://drricardoaguilar.blogspot.mx/2011/02/ludopatia-y-politicas-de-salud-mental.html y que sólo se lograran solucionar cuando el estado logre el ejercicio pleno de sus funciones en materia de justicia, educación y salud.
Atajar los problemas de salud pública, como ellos pretenden, requiere de la aplicación del paradigma de la ciencia de la salud pública, que con su modelo holístico diagnóstica y propone estrategias y acciones integrales, interdisciplinarias, evitando reduccionismos que sólo sirven para el protagonismo de los funcionarios y gobernantes, incrementando los problemas, como en este caso el de las ludopatías que desde hace años, cuando iniciaba la proliferación ilegal de los casinos y casas de apuesta en Monterrey ya nos preocupaba y lo percibíamos como un emergente problema de salud pública y que se convertiría en lo que hoy es, un grave problema.
Mas trascendente sería acabar con la corrupción y la ilegalidad que generan este tipo de negocios y lograr una política nacional de salud mental, donde las adicciones, incluyendo las ludopatías, sean objeto de un modelo de atención integral que proporcione acciones concretas no sólo para su atención sino la prevención y el fomento de la salud mental en todos los niveles de la población. Los estudios epidemiológicos psiquiátricos siguen destacando las asociaciones existentes entre ludopatía, consumo de drogas, alcohol, tabaco, conductas antisociales, ansiedad, depresión, trastorno bipolar y trastornos de personalidad como el borderline. Sin duda el fondo sobre el que subyacen las conductas saludables y enfermizas, en el ser humano, esta en la calidad del desarrollo biopsicosocial que recibimos desde nuestra gestación y nuestra infancia y que crónicamente en nuestra sociedad desdeñamos sobre todo la satisfacción de las necesidades afectivas, emocionales, caracterológicas, existenciales e intelectuales que son vitales para el buen desarrollo humano.
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