domingo, 15 de diciembre de 2013

MATANDO LA REVOLUCION MEXICANA


Por primera vez el régimen priísta, que fue engendrado y mantenido por los ideales del movimiento revolucionario de 1910, suspendió la ceremonia oficial conmemorativa del pasado 20 de noviembre, día en que se inicio este movimiento armado contra las injusticias de la dictadura del gobierno de Porfirio Díaz y que, año tras año, les ha servido para celebrar y festejarlo como el aniversario de la Revolución Mexicana
 
Cuando menos hay que reconocer la congruencia del régimen priísta, con sus fines, que nos gobierna en contubernio con las fuerzas contrarrevolucionarias de los poderes políticos y económicos, que han logrado ir desmantelando los ideales de los próceres revolucionarios, desde los ideales democráticos de Francisco I. Madero, hasta los principios demandantes de tierra y libertad de Emiliano Zapata y Francisco Villa, sin olvidar las luchas por la defensa de los trabajadores de Ricardo Flores Magon, que conjuntamente con muchos intelectuales influidos por los ideales del liberalismo y el socialismo enriquecieron la lucha revolucionaria, ideales que luego influyeron en las políticas públicas del estado nacionalista y de bienestar concretadas por el presidente Lázaro Cárdenas durante su sexenio presidencial en 1934-1940 y que fueron vigentes hasta el desmantelentamiento  que el capitalismo neoliberal inicio en la década de los setentas, del siglo pasado imponiendo sus políticas económicas depredadoras a nuestros países con sus títeres gobernantes.

Fueron muchos años de combates, millones de muertos, con sus múltiples tragedias, que incluyeron el asesinato desde estos héroes de la revolución, hasta las luchas intestinas por el poder con sus lacras de represión sangrienta que también incluyeron el asesinato político de presidentes y personajes amenazantes de los oligarcas contrarrevolucionarios, renuentes en la construcción de una sociedad democrática con mejores niveles de desarrollo social, económico y político que dejara atrás las lacras de injusticia, explotación y pobreza en la que estaba inmersa la gran mayoría de la población, mayormente la del zona rural.
 
Hoy en el sexenio actual, con su presidente Enrique Peña Nieto, pretenden concretar el final de la lucha por la construcción de ese estado soberano, nacionalista y de bienestar en complicidad con los oligarcas partidistas y empresariales, imponiendo sus reformas políticas, económicas, hacendarias, educativas, laborales, energéticas a satisfacción de los intereses  del los lideres del capitalismo neoliberal que domina el mundo desde los países imperialistas. Han logrado acabar con el estado laico en contubernio con los poderes eclesiásticos, quienes se han fortalecido en sus influencias sobre el ejercicio del poder por los gobernantes.
 
Sus reformas economicas, una y otra vez, han sido generadoras de infimos niveles de desarrollo economico, que hoy estupidamente nos hacen tener menos crecimiento con paises como Haiti, sus soluciones hacía mas empleos con mejoras en la productividad sólo han logrado mas desempleo, empobrecimento y hambre en la mayoría de los mexicanos. 

Han desmantelado la reforma ejidal que genero en justicia la tierra para que los campesinos, explotados por los caciques y terratenientes, pudieran trabajarla libremente y en colectividad lograran los mas altos niveles de productividad y bienestar no sólo para sus familias sino coadyuvando con ese fin con nuestra sociedad; hoy son estas zonas donde prevalecen los mas ínfimos niveles de desarrollo humano y social con sus lacras de pobreza y marginación social.

Sus reformas educativas han logrado coadyuvar con las estrategias de dominación y explotación de los depredadores lideres del capitalismo neoliberal mundial sumiendo a las poblaciones en el analfabetismo y la ignorancia, alimentando la pasividad, la proclividad a la manipulación y subsumiendo a nuestra sociedad a niveles ínfimos de desarrollo social y humano

Las reformas laborales han empobrecido los ingresos económicos de los trabajadores, con sus miserias salariales y la pérdida de prestaciones vitales de la seguridad social, como el acceso a un sistema de jubilación y pensiones dignas, así como el acceso oportuno y de calidad a los servicios de salud.

Las reformas energéticas no sólo han generado los costos mas elevados de sus servicios públicos, sino han menoscabado sus capacidades productivas generando en las empresas del estado burocracias institucionales inmersas en la corrupción y pésimas administraciones, coludidas con los sindicatos corporativizados por los gobiernos del régimen priísta y los panistas empoderados. Hoy que en esta semana, han logrado imponer su reforma privatizadora de PEMEX, apoyados por los panistas y la abominable izquierda de los chuchos que dirige el perredismo, que se vendieron en el ignominioso pacto por México, para legitimar a Enrique Peña Nieto y sus reformas espurias, simulando actualmente su oposición,  y con toda una campaña mediática de mentiras no debemos dejar que logren concluir la muerte de los principios e ideales revolucionarios que constituyen la esencia de nuestras aspiraciones en la construcción de una nación democrática con los más altos niveles de desarrollo humano y social de sus habitantes.

Los políticos partidistas que con sus diputados y senadores lograron imponer estas reformas más que traidores, son unos simples criminales asesinos,  dispuestos a matar cualquier ideal vigente revolucionario, da vergüenza su cinismo festivo sobre lo que hicieron y que no dudamos en lograr el desmantelamiento de sus reformas espurias y anacrónicas.  

 

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