Una vez que se ha reconocido al Movimiento de Regeneración Nacional
como partido político nacional se potencializa nuestro compromiso para
transformar la cultura política envilecida que ha prevalecido en todos los
partidos políticos, generando en nuestra sociedad el rechazo a los políticos y
la política como algo nefasto.
La tarea inmediata que tenemos como partido político es la selección
de los mejores candidatos y candidatas para las elecciones del próximo mes de
junio del 2015, el proceso democrático, inherente a esta tarea, será determinante
para consolidar nuestra voluntad de acabar con los tradicionales
comportamientos que pervierten y corrompen el quehacer político en todos los
partidos. Ahí estarán las tentaciones del clientelismo político, las decisiones
cupulares, los intereses de los grupos facciosos, la voracidad ambiciosa, el influyentísimo
y el autoritarismo de los empoderados económica o políticamente buscando su
posicionamiento.
Afortunadamente en MORENA,
hemos decidido y logrado integrar en nuestras normas, en el estatuto y
la declaración de principios, condiciones que cuando menos nos blinden de los
oportunistas y vividores de la política, como
por ejemplo, esta la obligación de que quien ocupe un cargo de elección popular
en cualquier nivel, además de estar claro que lo ocupa es para servir al pueblo,
en la gran tarea de transformación con nuestro programa político, deberá aportar
el 50% de todos los ingresos que reciba durante el tiempo que desempeñe el
cargo, desde gobernador, alcalde, diputado o regidor, recursos además que serán
rigurosamente destinados a las tareas políticas de nuestro movimiento, en todos
los ámbitos territoriales, desde las colonias, ejidos, municipios, como han
sido las luchas incesantes que seguiremos realizando contra las decisiones retrogradas
de los gobernantes como la infame reforma energética, fiscal, educativa y de
las telecomunicaciones que nos han impuesto. Como partido político no existen
ni existirán salarios para el desempeño de los integrantes de los órganos de dirección,
se trata de eliminar la fuente principal de corrupción de los dirigentes en los
partidos políticos.
Otro de los grandes valores, es la consideración como faltas
graves en las conductas políticas de los militantes y funcionarios de MORENA, el
influyentísimo, el nepotismo, el amiguismo, el faccionismo, la corrupción y el
desempeño irresponsable y deshonesto en
sus funciones públicas. La lucha contra la corrupción y por el manejo austero,
eficaz y transparente de las finanzas públicas ha sido una de las demandas más
enarboladas por nuestro movimiento y ahora como partido tenemos que
fortalecerla para acabar con una de las lacras de los políticos que los ha
llevado al enriquecimiento ilícito.
Con estas condiciones, sabemos que batallaremos para que se
incorporen los y las ciudadanas distinguidas con liderazgos y luchadores
sociales de nuestra sociedad, no sòlo como militantes a nuestro partido sino
como candidatos externos, menos los que han manifestado su hartazgo con los
partidos políticos, algunos de ellos incluyéndonos en esa podredumbre que
infesta sus organizaciones y forma parte de la nefasta cultura política que con
convicción dicen rechazar. En morena estamos listos para lograr sacar esta
tarea, electoral, contamos con militantes que sobradamente cumplen con los
perfiles para avanzar exitosamente hacia la lucha por la presidencia de la república
en el 2018.
MORENA sin duda está sembrando las bases solidas de lo que
debe ser la nueva cultura en el ser y
quehacer de la política en toda nuestra sociedad mexicana, donde se superen las
formas de pensar y los sistemas de creencias, con los malos hábitos y
costumbres que caracterizan a los políticos exitosos, inmersos y generadores de
corrupción que hoy nos gobiernan integrados en redes delincuenciales
impunemente.
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