Tienes el valor o te vale?, así cuestionaba un spot de los empresarios de los medios de la comunicación en México, el año pasado, para promover valores en el comportamiento de las y los mexicanos, cada vez más permeado por los antivalores que ellos mismos generan y fomentan en sus publicidades y programas, aun en sus propios medios, a tono con sus intereses mercantilistas, subyugadas por las ganancias de su endiosado dinero.
En este mes de la patria, donde recordamos la valentía asociada al heroísmo, la gallardía y el valor de nuestros conquistadores de la independencia como nación, desde Miguel Hidalgo hasta José María Morelos y Pavón, que lograron vencer sus temores, miedos y actuaron con decisión y firmeza en sus luchas ideológicas, demostrado con sus grandes actos en esa guerra, no importándoles el sacrificio de sus propias vidas, vale la pena hacernos el llamado por recuperar y expresar esa valentía contra los gobernantes despóticos y oligarcas que persisten en mantener el régimen de oprobio y explotación con sus lacras de injusticia, pobreza y miserias en la mayoría de los mexicanos.
No debemos de caer en el juego de las conductas patrioteras, que nuestros oligarcas imponen y que desde hace décadas reproducen en sus medios e instituciones, como las educativas, fortaleciendo ese amor a la patria sólo en sus símbolos y reconocimientos, sin enaltecer ese valor de la valentía de nuestros héroes y revolucionarios, menos de estimular la integración de este valor para promover y fomentar la rebelión contra todas las injusticias, haciendo acciones esforzadas, cosas extraordinarias contra todo forma de autoritarismo, explotación o injusticia en todas las instituciones que se den en nuestras sociedades. En Nuevo Leòn, donde seguimos siendo caracterizados como una sociedad donde predomina el conservadurismo y donde prevalecen las conductas discriminatorias que transgreden los derechos humanos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas, los oligarcas siguen fomentando estos valores que la sociedad integra en las relaciones sociales, donde se ausentan las relaciones de respeto con el prójimo.
La valentía es una virtud del ser humano para llevar adelante una iniciativa a pesar de las dificultades y los impedimentos, se inicia con el tener el valor o la motivación para superar las dificultades, superando esas trabas que generan miedos, gracias a la valentía y el coraje de las personas en el amplio espectro de los problemas existentes de las interacciones humanas desde las familiares hasta las institucionales, desde las pequeñas acciones cotidianas, como asumir el riesgo de cultivar la verdad y sinceridad en nuestras familias hasta enarbolar la verdad como estrategia revolucionaria para lograr cambios en los regímenes explotadores, imperialistas y colonialistas, como nuestros héroes de la independencia los hicieron hace mas de cien años.
La valentía es un valor universal que se define como la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una acción a pesar de los impedimentos, se dice que es lo que nos ayuda a dominar nuestros miedos y a sobreponernos en la adversidad. La historia de nuestra humanidad la han definido los valientes, ha forjado y distinguido a naciones, comunidades, empresas, culturas y familias, es más que una virtud una necesidad humana, sin la cual las sociedades no logran los desarrollos sociales y humanos necesarios para su bienestar y prosperidad. Cierto es que ser valiente genera riesgos, desde la perdida de las zonas de confort como nuestras libertades y el pleno uso de los satisfactores ordinarios de nuestros placeres cotidianos, hasta nuestras vidas, por los intereses amenazados en nuestras acciones opositoras en los oligarcas y gobernantes déspotas, así lo vivenciaron desde Mahatma Gandhi hasta Nelson Mandela, en la historia contemporánea de los virtuosos de la valentía.
Los dictadores y gobernantes, con sus cleptocracias y plutocracias en el mundo, han sido virtuosos en sus estrategias de menoscabar la valentía de los habitantes, si antes usaban el valor de la fuerza de la violencia de las guerras barbaries, para someter la valentía de los pueblos, hoy, además de sus violentas fuerzas militares, mas modernizados recurren a someternos manteniendo bajos niveles educativos, donde se enaltecen las contra virtudes de la valentía, fomentando la rigurosa obediencia disciplinaria, contra toda manifestación libertaria de sus educandos, persistiendo la ignorancia de las ciencias, con sus ciudadanos infestados de problemas económicos, endeudados, manipulados por sus medios de comunicación, desinformados y entretenidos con sus idiotizantes contenidos.
Lo contrario a la valentía es la cobardía. El cobarde, por lo tanto, no tiene valor o ánimo para superar las dificultades, es conformista, pasivo no enfrenta riesgos, su vida transcurre servilmente con los demás, mas con las figuras de autoridad, sobre todo de las que dependen sus satisfactores económicos, los abusos hacía el y los que observa sobre los demás, son justificados como elementos naturales de los sistemas en que se desarrollan.
Uno de los grandes pendientes de nuestra sociedad es incrementar, sobre todo en las regiones del norte de nuestro país, la virtud de la valentía para protestar ante la injusticia que hacen sobre todo las personalidades autoritarias en el seno de las estructuras de los sistemas familiares, laborales, educativos, religiosos y desde luego los gobiernos.
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