lunes, 31 de agosto de 2015

CLEPTOCRACIA CONTRA MERITOCRACIA

A mitad de su sexenio como presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha vuelto a mostrar sus habilidades para seguir dañando nuestro país, según él, fortaleciendo su administración gubernamental, haciendo cambios en su gabinete, anunciados la semana pasada, para “consolidar el esfuerzo” llamando a los nuevos funcionarios a “desempeñarse invariablemente con respeto a la ley. Actúen con honestidad, rectitud y ética en el servicio público. Ustedes, al igual que todos los integrantes del gabinete del Gobierno de la República, tienen que ser ejemplo de responsabilidad, profesionalismo y compromiso con México", les dijo Peña Nieto.
 
Son nombramientos, que en su mayoría, se suman a los estilos de dirección de los políticos y los poderes facticos de los empresarios, que medran en el régimen de oprobio, que padecemos los mexicanos, sirviendo sólo al fortalecimiento de su cleptocracia y plutocracia, con la que nos gobiernan en nuestra patria. No aprueban ni siquiera el perfil profesional y los antecedentes de experiencias para lograr sus desempeños técnicos, que rigurosamente saben exigir los plutócratas en sus corporativos, eso sí, se privilegian las lealtades políticas al servicio del poder peñanietista y sus aliados en el ignominioso pacto por México, por eso no importan si han sido del PRD, PAN o del PRI.
Imagine que puede lograr un Secretario de Educación, como el designado Aurelio Nuño, sin el mínimo perfil ni experiencias docentes, pedagógicas, didácticas en su vida, luego con cinismo, declara que su principal objetivo será la “capacitación con excelencia” de los profesores que integran el magisterio público nacional. También está el caso de  José Antonio Meade, que de funcionar como secretario de Relaciones Exteriores, pasa a ser Secretario de Desarrollo Social, sin estar inmerso en el conocimiento y experiencia necesaria de los paradigmas del desarrollo humano y los problemas de la pobreza no sólo del mundo sino de nuestro México; ni hablar de la ausente carrera de Claudia Ruiz Massieu, como experta en ciencias políticas y relaciones internacionales, que ha sido nombrada secretaria de Relaciones Exteriores y cuyo antecedente de mayor peso político, es que su padre José Francisco Ruiz Massieu, fue asesinado  siendo Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional PRI en 1994 durante el régimen salinista.
 
Este gobierno de Peña Nieto sigue distinguiéndose como un gobierno corrupto y ladrón, el y sus secuaces siguen amasando grandes fortunas, nuestra economía sigue subordinada a sus intereses, sus reformas a incrementar el saqueo, la explotación y la depredación de nuestro territorio nacional. 
 
Estos modelos de decisión de los presidentes pripanistas, inmersos en la cleptocracia, una y otra vez se reproducen, integrándose en todos los niveles de gobierno, simplemente desdeñan la meritocracia (capacidad, experiencia, trayectoria), en la selección de los nuevos funcionarios, jerarquizan el interés político de que los nuevos funcionarios garanticen el férreo control de las instituciones, la lealtad a sus intereses corruptos y el blindaje a sus impunidades.
 
Lo más ignominioso es el  silencio de los servidores públicos, integrados en el servicio civil en esas instituciones, que una y otra vez son pisoteados en sus derechos, proclives a declinarse e inclinarse, en esas cadenas de mandos, cuyos cambios impulsan estos testaferros al servicios de las cleptocracias, subestimado sus libertades y derechos laborales que por meritos en sus trayectorias deberían de escalar en sus funciones públicas.

Es un silencio, que sumado al de los políticos progresistas, profesionistas, académicos, científicos e intelectuales, sólo abona a que siga establecido y se fortalezca el ejercicio del poder basado en el robo, la corrupción y sus derivados, como el influyentismo, el clientelismo politico, el corporativismo, el peculado, donde quedan impunes los actos delictivos por la corrupción imperante en todos los sectores del poder judicial, legislativo, ejecutivo y en todo el sistema político y económico.
En Nuevo León, los integrantes para la transición y el próximo gobernante Jaime Rodríguez Calderón  “el Bronco”, se encuentran en el dilema entre seguir fortaleciendo la confabulación de la cleptocracia y la plutocracia o iniciar su desmantelamiento dando paso a la meritocracia, que sin duda es uno de los elementos fundamentales de todo gobierno democrático.

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