A pesar de todos los obstáculos y ataques, que el régimen
pripanperredista nos ha impuesto, en MORENA hemos logrado fortalecernos como un
gran partido-movimiento de oposición en todo México, aun en estados como el
nuestro, Nuevo León, donde logramos resistir la embestida de las deslealtades y
traiciones de políticos, empresarios y “ciudadanos sin partido”, que no cesaron
en sus conductas y posturas políticas, oportunistas, pragmáticas y demagógicas,
solicitando nuestra integración a sus usos del poder, muy lejos de asumir
nuestro imperativo de la ética política, donde la congruencia e integridad con
los principios y valores por los que luchamos, constituyen nuestra máxima
fortaleza.
Hoy somos el único partido de real oposición al régimen de
gobierno, corrupto, autoritario, represor, asesino, criminal y generador de las
grandes desigualdades y sus lacras de pobreza en nuestro pueblo, siguen los
políticos del PRI, PAN Y PRD en su abominable pacto político impulsando sus
políticas reformistas contra México, en tanto sus partidos paleros PANAL, PVEM
y MC, no cesan en vivir de su oportunismo político, dejándose usar conforme a
los intereses de la mafia en el poder que nos gobierna; también hay que señalar
la integración de los políticos autodenominados “independientes”, como el
“Bronco”, que cabalgando con la “ciudadanización del gobierno”, se han
integrado a una de las estrategias de los oligarcas, hijos del salinismo,
contra MORENA y nuestro dirigente Andrés Manuel López Obrador, alarmados por
las encuestas que nos posicionan como la opción más viable para la presidencia
de México en el 2018.
Somos el principal objetivo del gobierno y sus partidos
pactistas y paleros, todos sus funcionarios, testaferros, dirigentes,
militantes, activistas, comunicadores, intelectuales, politólogos, periodistas
y empresarios, a su servicio, seguirán difamando, calumniando, desvirtuando y
en el extremo de sus infamias, reprimiendo y corrompiendo a los militantes de
nuestro partido movimiento, como lo hacen todas las oligarquías, para detener los
movimientos políticos opositores, que como MORENA avanza con un gran apoyo de
la mayoría de la población.
A nivel nacional, ya iniciaron sus estrategias de
infiltración en MORENA, principalmente con perredistas que abandonaron sus
tribus, por ser marginados, sin beneficios de los usos del poder (como candidaturas,
cargos, ni beneficios económicos), de sus grupos clientelares y corporativos,
que han pervertido en ese partido. Ni que decir de los militantes vividores del
Partido del Trabajo, que quedaron desempleados de sus estructuras burocráticas,
una vez que han perdido el registro, algunos de ellos, sacaran sin escrúpulos,
su oportunismo para hacerse del poder al interior de MORENA, como ya ha sido
detectado en diferentes estados (Durango, Chihuahua, Guerrero, Nuevo León) de
nuestra patria, donde aprovechándose de nuestra incipiente y generosa organización
democrática, han logrado incrustarse en cargos ejecutivos, jamás alcanzados en sus partidos de origen, menos en sus
circunstancias, de apenas haber sido afiliados como militantes de MORENA,
semanas antes de las elecciones internas para la renovación de las dirigencias
en todos los niveles de nuestro partido movimiento.
Por fortuna son pocos, siguen identificados por la mayoría de
la población y de quienes militamos en la izquierda, desde hace décadas, y en este
movimiento progresista, desde la lucha contra el desafuero de AMLO, las
campañas presidenciales, el Movimiento
de Regeneración Nacional y luego en la construcción de MORENA para lograr su
registro nacional como partido político, sin faltar las tareas en las luchas
contra las reformas estructurales de Peña Nieto, además de las tareas
político-electorales en las pasadas elecciones, donde estos compañeros infiltradas
hicieron campaña contra MORENA, haciendo gala de sus conductas facciosas,
oportunistas, clientelares y corporativas del quehacer político, muy lejos de
nuestra cultura política, con nuestro imperativo ético.
En MORENA, los infiltrados,
sólo serán una amenaza, porque la mayor fortaleza, que tenemos, es la
férrea convicción, de la mayoría de los que militamos en este movimiento, en
seguir construyendo la organización política más poderosa e incorruptible, en
toda la historia de México. En todos los territorios, desde los distritos,
municipios y estados, enfrentaremos a estos “izquierdistas”, distinguidos por
sus activismos que buscan mantener sus “privilegios” y prebendas con los
gobiernos a los que sirven, llegando a sumarse hasta con las tácticas y
estrategias de la derecha, como algunos lo hicieron sumándose a la campaña
electoral del BRONCO en Nuevo León.