lunes, 11 de enero de 2016

AGUAS CON EL DESPEÑADERO EN ESTE 2016


Iniciamos hace unos días, el 2016, y las conductas perversas del gobierno de Peña Nieto, no tardaron en reproducirse, mintiendo, manipulando y engañando, usando sus agentes mediáticos de los principales medios nacionales, tanto de la prensa escrita como de la televisión; para muestra basta un botón, como sus publicitadas inauguraciones de hospitales en el estado de México y Tamaulipas, vanagloriándose de las grandes inversiones en este rubro para beneficiar a la población, mejorando su salud, con atención médica de calidad y con equipamiento moderno, resultando que eran obras incompletas y en el caso de la de Tamaulipas, ubicado en Reynosa, tiene ya casi un año, operando parcialmente, por falta de personal y equipo. Más atroz ha sido la reiterada despreocupación por la devaluación del peso, frente al dólar estadounidense y el euro, y que sus corifeos se estén ufanando de los bajos niveles históricos de inflación de las últimas décadas, en el marco de un crecimiento económico que no ha superado el 3% del PIB y de los bajísimos niveles del costo del petróleo, menos de treinta dólares el barril.

Luego sus fanfarreas triunfalistas, con su gabinete de seguridad sobre la captura del delincuente el “Chapo Guzmán”, que de inmediato fue obscurecida por la difusión de una entrevista periodística, que el actor estadounidense Sean Penn, le hizo a ese delincuente, el pasado mes de octubre, en plena fuga de las autoridades mexicanas, que según ellos afanosamente lo buscaban, y que ejemplifica el absurdo profesionalismo de los servicios de inteligencia al servicio de la seguridad nacional del estado mexicano, donde un extranjero logra ubicar y entrevistar a uno de los delincuentes mas buscados en México y en el mundo, antes que las autoridades nacionales e internacionales.

Resulta que en estos días las graves realidades, que amenazan nuestra economía dependiente de los capitales neoliberales, como el incremento de las tasas de interés de los EU, así como la crisis de la economía china, que hicieron temblar los principales mercados bursátiles del mundo, sumándose el grave descenso de los precios internacionales del petróleo y la depreciación de nuestra moneda, no fueron tan trascendentes para los políticos en el poder, persistiendo sus posturas despreciativas de que nos vallan a afectar en nuestra economía nacional, menos en nuestra cotidianidad del gasto de nuestras vidas, ya de por si inmersas en los deberes de la gran deuda nacional externa que tenemos los mexicanos con los acreedores del Banco Mundial.

Menos importante, ha sido también el repunte de los homicidios violentos del crimen organizado, en sus disputas de los territorios, que tan sólo en Nuevo León ha sumado más de treinta defunciones, siguen además los grandes pendientes de lograr solucionar el grave problema de los miles de desparecidos en las últimas décadas y lustros, ni que hablar de lograr la verdad de lo sucedido con los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, que en estos días deberán de enfrentar las autoridades ante el informe de la comisión especial de investigación que se ha impuesto a la verdad histórica de los hechos elaborada ignominiosamente por las autoridades de procuración de justicia de nuestra nación.

Tanta mentira y engaño con la evidente complicidad de los medios y los poderes facticos, hacen temer por la seguridad personal, económica y patrimonial de nuestras familias y me recuerdan los hechos previos asociados a la crisis  del salinato en 1994, cuando se rompió el espejismo de nuestra modernización económica por nuestro ingreso al neoliberalismo, y las reformas económicas estructurales de los salinistas, que nos recetaron mas devaluación del peso, incremento en las tasas de interés, sobre todo a quienes teníamos un crédito hipotecario, precarizando nuestra economía familiar y nacional, llevándonos a uno más de los despeñaderos de los gobiernos priistas.

Con Enrique Peña Nieto, el despeñadero no tiene fin, seguirá haciendo honra a su apellido y a los regímenes de oprobio del pripanismo, no caigamos victimas de sus mentiras y manipulaciones mediáticas.   

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