Sigo observando que prevalecen, principalmente de los empoderados, política y económicamente, los comportamientos que no abonan a nuestra salud mental, obstaculizando la evolución, que nos merecemos del desarrollo humano y social de nuestra sociedad. Lo mismo de gobernantes, como el de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, que del presidente Enrique Peña Nieto, así como de los empresarios con sus organismos patronales; sus contenidos y posicionamientos ante los grandes problemas sociales y económicos, además de trascender por su negación de realidades, son triviales, además se empecinan en tratarnos como si fuéramos unos ciudadanos imbéciles.
Ante el fracaso económico, siguen mintiendo, engañando, justificando imbécilmente el incremento de los costos de los energéticos, con sus gasolinazos, el aumento de los costos de la electricidad, el gas y los servicios de sus telecomunicaciones; para ocultar el crecimiento de la pobreza, manipulan metodologías y estadísticas de evaluación; siguen con sus justificaciones pedantes de culpar el estado de la economía mundial y sus peroratas de la necesidad de que nos adaptemos a sus realidades, esperanzadoras de un mejor futuro para nuestras familias, en tanto se incrementan las desigualdades económicas donde prevalecen los bajos ingresos económicos y el menguado poder adquisitivo para sobrevivir en las necesidades mínimas, desde la alimentación hasta cubrir los gastos de salud, educación y de la vivienda. Lo mas ignominioso han sido las reducciones del financiamiento público en los sectores de salud y educación, que perversamente han justificado como necesarios ante sus malas administraciones económicas.
Todos dirigidos a imponer autoritariamente su falsa reforma educativa a contentillo de las plutocracias nacionales y mundiales, que en este momento se transforma en acciones mas represoras de los maestros opositores, principalmente a los compañeros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), que estoicamente han mantenido la lucha contra el despotismo presidencial, en sus objetivos no sólo de imponer su reforma sino en la destrucción de su organización, que por décadas han mantenido en la defensa del derecho a la educación y sus libertades gremiales. No sólo niegan los espacios de dialogo y comunicación necesaria que permita el posicionamiento racional con sus argumentaciones de todos los actores, sino utilizan todo su poder mediático para mentir, calumniar y estimular la aversión emocional contra los maestros y ciudadanos que apoyamos esta lucha contra la imposición de su reforma educativa.
Esta semana, que se inició el año escolar, su discurso contra la CNTE, ha seguido abonando al desarrollo de condiciones para justificar el uso de todo el aparato represor, que puede incluir el uso de las fuerzas militares contra este movimiento, lo cual sin duda sería uno de las mas grandes tragedias que podría acrecentar el clima de violencia y descomposición social que hemos venido padeciendo desde el inicio de este milenio, espero estar equivocado.
En salud, sus pretensiones de lograr una sistema universal de salud, se ha reducido a mantener el sistema de protección social a la salud, con su seguro popular, donde siguen limitadas las intervenciones a sus derechohabientes, que junto con las instituciones de seguridad social, como el IMSS y el ISSSTE, siguen padeciendo las penurias económicas con sus procesos de atención médica inmersos en sus precarias condiciones de equipamiento, desabasto de medicamentos, grandes tiempos de espera en sus consultas generales, especializadas y no se diga en el acceso a las intervenciones quirúrgicas y otras técnicas de rehabilitación de las enfermedades; ni que hablar de sus sistemas de pensión y jubilación con sus precarias aportaciones económicas a sus usuarios.
En tanto, todos ellos son beneficiarios de nuestro gran mal, la corrupción, que siguen simulando combatir, pero en los hechos todos los días siguen enalteciéndose como corruptos, mienten, solapan a sus funcionarios corruptos, premian a sus corruptores; lo mas abominable gobernadores corruptos que están por terminar su periodo, denunciando a los que están por entrar, por delincuentes a sus sucesores. Cientos de casos denunciados y evidenciados por la investigación criminal y periodística que en los últimos años se han informado en estos medios, han pasado a integrarse al monstruo de la impunidad que amenaza destruirnos como sociedad de los valores.
Es imperativo abonar para mejorar el desarrollo humano, este es uno de los principales objetivos en los usos del poder, que los gobernantes y plutócratas deberían de ejercer.
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