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conmocionado he estado observando como
el mentir se ha convertido en la conducta más recurrente de quienes tienen el
poder económico, político y social en nuestra sociedad, desde el presidente, hasta
los gobernadores, alcaldes no se diga de sus funcionarios y los integrantes de
los poderes legislativos y judicial.No sólo es el hecho de mentir, sino de
afrontar sus mentiras, cuando son descubiertos, con cinismo y desvergüenza, así
lo han ejemplificado las declaraciones públicas sobre sus casos más recientes
sobre sus mentiras.
Por
ejemplo, nuestro presidente, Enrique Peña Nieto, dice que se ha magnificado el
problema de la corrupción, que se abusa de ese concepto, en tanto el organismo
Transparencia Internacional nos coloca como uno de los países más corruptos en
el mundo y la Auditoria Superior de la Federación,
año tras año, informa de los actos corruptos que incurren los funcionarios, con
impunidad y sin acciones reparadoras de los ilícitos, del caso Odebrechet ni
siquiera se atreven a hablar, en tanto en muchos países, presidentes y ex presidentes,
así como funcionarios de sus gabinetes han sido procesados y encarcelados, con
mentiras a modo han estado obstaculizando el ejercicio de la procuración de
justicia sobre este y muchos otros casos donde la responsabilidad cae en
personajes, que de hablar sin mentiras, exhibiría las redes delincuenciales del poder que nos
ha venido gobernando
En tanto nuestro patético gobernante de Nuevo León, Jaime Rodríguez
Calderón, no sólo acepta responsabilidad sobre sus compromisos que adquirió
durante su campaña electoral, desde el combate a la corrupción y acabar con la
mentira y la simulación que hoy le enaltece supremamente, con cinismo trata de
justificar, el no cumplir con su férrea
postura de que los políticos deben cumplir yno buscar otros cargos públicos,
siendo congruentes, lo que manda el carajo con su intento chapulinesco de
convertirse en candidato independiente para la presidencia de México, y ni que
decir de sus decires de que en su administración no habría corrupción, hoy
ignominiosamente ejemplificado en su persona al ser denunciado por su “palacio
rosa” en su tierra natal, con dudosas inversiones económicas que no se
corresponden con sus ingresos lícitos
Por si fuera poco los más ricos potentados de nuestro país
esta semana han sido descubiertos en sus grandes inversiones financieras of
shore de los paraísos fiscales, para evadir sus responsabilidades fiscales en
nuestro país, tienen el descaro de argumentar que si bien no es ético, tampoco
no es ilegal y el encargado de aplicarles la ley, El titular de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio MeadeKuribreña, al hablar
sobre los resultados de la investigación de los Papeles del Paraíso, que
involucra a empresarios, empresarios, políticos, artistas y empresas, declara tajantemente que no son presuntos
actos criminales, simulando que serán investigados y se aplicara la ley.
Pareciera que mentir, robar y engañar siguen siendo las
virtudes de los exitosos en lograr sus riquezas económicas y patrimoniales, en
tanto para el desarrollo social y humano siguen siendo las lacras de la
deshumanización que impera en nuestras sociedades al borde de la desintegración
social.
Así las acciones anheladas de la justicia que por décadas, no
se han sido el eje rector de los estados y al que debemos de subordinar
nuestros comportamientos, más de los que están obligados a que impere la
legalidad, como son los integrantes de los poderes ejecutivos, legislativos y
judiciales, siguen esperando para acabar con la impunidad de los mentirosos que
se han convertido en uno de los lastres de nuestras sociedades.
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