Esta navidad del año 2018, debe ser uno de los festejos más
inmersos en la felicidad, de las últimas décadas, que ni en el año 1999, del
fin del milenio anterior, habíamos experimentado la mayoría de los mexicanos y
mexicanos, sobre todo por las crisis económicas recurrentes, que año tras año
nos han legado los gobernantes y oligarcas promotores de las políticas neoliberales,
con sus lacras de desigualdad, injusticia y empobrecimiento sobre la mayoría de
la población.
Son tiempos del cambio revolucionario, no tan radical, como
lo habíamos estado enarbolando desde el siglo pasado, en las luchas de las
izquierdas de todos los espectros, desde socialistas, comunistas y hasta
algunos liberales. Haciendo historia, logramos derrotar contundentemente por la
vía electoral a los partidos (PRI-PAN-PRD y sus satélites PVEM-PANAL)
que detentaban el poder en su régimen de oprobio, con el Movimiento de Regeneración
Nacional (MORENA), que después del 2003
se empezó a gestar en torno al Proyecto Alternativo de Nación, que Andrés
Manuel López Obrador propuso antes de la primera elección, del 2006, donde nos
robaron la victoria a la presidencia y luego del Fraude electoral que repitieron
en el 2012, generando la fortaleza de nuestro movimiento que logramos construir
y organizar hasta lograr su registro como partido político nacional en el 2014,
refrendando su reconocimiento en las elecciones del 2015, con victorias
electorales inéditas que nos catapultaron para lograr la victoria en las
pasadas elecciones de este año, con AMLO en la presidencia y la mayoría de
diputados y senadores en el poder legislativo del Congreso de la Unión.
Hemos iniciado el fin del neoliberalismo, con el
desmantelamiento de las políticas centrales que obstaculizaban y dañaban el
bienestar social básico con sus mal llamadas reformas estructurales sobre
salud, seguridad social, educación, energéticas, procuración de justicia, administrativas,
siguen las fiscales y el resto de sus depredadoras políticas ambientales y económicas,
que sin duda, serán las que lograran extinguir el diabólico daño que han
generado en nuestra sociedad, desde su existencia, inmerso en la violencia
social con sus lacras de asesinatos, desparecidos y delincuencia organizada que
padecemos.
Los vividores de ese neoliberalismo corrupto, siguen y seguirán
obstaculizando las políticas del cambio que nuestro movimiento enarbola, no lo
lograran, en el 2019 se refrendara, luego de que el bienestar, la paz y la
seguridad de la gran mayoría de los mexicanos y mexicanas, se vea incrementada
con una objetividad perceptiva más de alta de la felicidad, más allá del
sentimiento subjetivo que los estrategas del neoliberalismo nos han impuesto,
con sus mediciones absurdas, tratando de hacernos sentir, como uno de los países
con más altos niveles de felicidad en el mundo.
Disfrutemos esta navidad en paz, con el sabor dulce de la
victoria y la estimulante alegría por vivir en este tiempo de cambio histórico,
que desde hace más de un siglo anhelaban nuestros antepasados y que hoy nos
enaltece, a quienes la vida nos sigue nutriendo para seguir luchando, por que
logremos los más altos niveles de desarrollo humano y social en nuestra nación.
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