sábado, 8 de diciembre de 2018

ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, PRESIDENTE DE MÉXICO Y EL FIN DEL NEOLIBERALISMO.


Durante más de 50 años, las y los activistas opositores en Méxcio, a los regímenes gobernantes, primero del PRI y luego del PAN, que se distinguieron por su autoritarismo despótico, represor y corrupto, hemos mantenido la lucha por la anhelada libertad, justicia y democracia, inmersos  en los más altos niveles de desarrollo social y humano de nuestra patria, que sus testaferros han obstaculizado, beneficiándose, enriqueciéndose e integrándose a las oligarquías dominantes y explotadoras de nuestra sociedad.  Ha sido un largo y sinuoso camino, con las tragedias de los movimientos estudiantiles del 1968, del 1971 y las guerras sucias, con las decenas de masacres a los movimientos urbanos, campesinos, indígenas y sindicales, con sus miles de víctimas de compañeros y compañeras, unos encarcelados, otros desparecidos, asesinados, torturados,  unos más víctimas de la represión infame con sus marginaciones, exclusiones y expulsiones de las instituciones laborales, académicas, públicas y privadas, por sus disidencias opositoras que nos estigmatizaba, como indeseables, en esas dirigencias serviles al régimen de oprobio en turno.

Ha sido una lucha política e ideológica, que se incrementó a principios de los ochentas del siglo pasado, cuando los gobernantes se aliaron al neoliberalismo con sus modelos económicos que aumento la pobreza y las desigualdades económicas, obstaculizando el desarrollo de la democracia, la justicia y las libertades, pero sobre todo obligando a los estados, a disminuir sus responsabilidades en la generación del bienestar de sus poblaciones, fomentando la explotación, el individualismo y el mercantilismo deshumanizante como ideales del ser exitoso, incrementando la precarización del desarrollo humano de nuestra población.

Los activistas progresistas y de izquierda, que decidimos seguir luchando por el derrocamiento del régimen de oprobio, por la vía electoral, de forma pacífica y no violenta, logramos sacudir a los oligarcas gobernantes, con sus estrategias electorales inmersas en la corrupción, con victorias contundentes, primero en 1988, con el FDN y Cuauhtémoc Cárdenas, luego con las Alianzas históricas encabezadas por el PRD, en el 2006 y en el 2012, con Andrés Manuel López Obrador, victimas del fraude electoral, protestamos y decidimos contener la ira de nuestro enojo, evitando la integración de estrategias violentas, que dañaran más a nuestras poblaciones, más vulnerables y que sin duda, servirían de pretexto para incrementar más la represión policiaca y militarizada contra nuestros activismos.

Fue en el 2003, cuando AMLO al presentar su libro un Proyecto Alternativo de Nación y convocarnos a organizarnos contra las políticas neoliberales, nos motivó para participar en el incipiente movimiento, que se iniciaba a organizar en todo el país, buscando lograr el cambio verdadero, del régimen político, que el foxismo panista, llegado al poder en el 2000, había frustrado, junto con presuntos demócratas, personajes progresistas y algunos de izquierda, ilusionados en las demagógicas posturas políticas, con sus peroratas libertarias y demócratas, que Fox ofreció durante su activismo electoral y al inicio de su gobierno, resultando su régimen, un fiasco, no sólo por no desmantelar al priismo, que siguió cohabitando con él y el panismo, sino además por fortalecer más las políticas neoliberales imperantes en nuestra patria, se fortaleció así el pripanismo, como instrumento del poder de la oligarquía empresarial dominante, que AMLO empezó a denominar como una mafia.

Luego en el 2012, después de la elección presidencial, al incrementarse las desviaciones y perversiones de los partidos políticos, que en alianza nos habían apoyado, apoyando su ignominioso pacto con esos oligarcas, principalmente del Partido de la Revolución Democrática, decidimos organizarnos y formar nuestro Movimiento de Regeneración Nacional, constituyéndose en partido político nacional en el 2014, con tres ejes fundamentales de lucha integrados en su programa político: Contra el Neoliberalismo y todas sus políticas económicas, sociales y culturales, por la Democracia Participativa integrada a la cultura política en todos los ámbitos  e impulsar la Ética en la política para la renovación moral de la sociedad.

El hartazgo de nuestro pueblo, por los gobernantes corruptos, impunes, simuladores, ineficaces y demagógicos que nos ha llevado a mas desigualdad económica, con mayor empobrecimiento de la población y una prevaleciente violencia social atroz, con sus cientos de miles de víctimas, les llevo a darnos su voto para nuestro partido, el pasado 1 de julio, logrando la victoria en la presidencia con AMLO y la mayoría en el Congreso de la Unión, para así lograr los cambios políticos y jurídicos que se necesitan, primero para desmantelar el régimen de oprobio, segundo para lograr la instauración de el régimen responsables de construir la Cuarta Transformación en la Historia de México.

Hoy que AMLO, protestó como presidente ante el Congreso Nacional, ha iniciado su función, con un mensaje muy congruente que permita rescatar nuestra Independencia, la soberanía nacional, la justicia, las libertades y la democracia de nuestra patria, anunciando cambios, profundos y radicales señalando, no sólo la Ineficiencia del modelo neoliberal, que provocó privatizaciones depredadoras no sólo de las riquezas naturales, sino hasta de funciones del estado, generando una economía con crecimiento en 2% anual 1983 a la fecha con desigualdad y empobrecimiento de la mayoría de la población, sino además señalando: “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción, se convirtió en la principal función de los gobernantes. Acabar con la Corrupción y la Impunidad es la principal línea política del gobierno”. “Convertir la honestidad y la fraternidad en forma de gobierno sustentada en la convicción del fracaso del modelo neoliberal y el predominio de la corrupción”. Refiere que retomar la principal responsabilidad del estado, garantizando los mínimos de bienestar de la población, ofreciendo “Garantizar el derecho del pueblo a la salud, el bienestar y la seguridad social. Combatir la desigualdad, todos los seres humanos tienen derecho a vivir y ser felices.” Lograr la regeneración verdadera y radical de México, exigiendo la honestidad y austeridad en la administración pública, el respeto a las leyes y el estado de derecho, así como integrar y fortalecer todas las formas de participación democrática, convirtiendo en delitos graves la corrupción y los delitos electorales, con cárcel sin derecho a fianza a los políticos transgresores.

Ha iniciado el fin del neoliberalismo y el desarrollo de la cuarta transformación de nuestro México, después de 50 años, la lucha sigue, como si apenas estamos iniciando, debemos enaltecer el honor de los compañeros y compañeras caídos en esta larga lucha, con los que siempre expresábamos, a los que se nos adelantaban: no un minuto de silencio sino toda nuestra vida de lucha. Hoy más que nunca el recuerdo de su activismo heroico, nos debe fortalecer para continuar en la lucha por lograr que impere el respeto a las libertades, la justicia, la democracia, el bienestar y la felicidad en nuestro pueblo.

Como dijo AMLO, en su toma de protesta: Llegamos sin dejar la dignidad en el camino, manteniendo  ideales principios y la honestidad que debe ser lo más importante en nuestras vidas.

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