Durante más de 50 años, las y los activistas opositores en Méxcio, a
los regímenes gobernantes, primero del PRI y luego del PAN, que se
distinguieron por su autoritarismo despótico, represor y corrupto, hemos
mantenido la lucha por la anhelada libertad, justicia y democracia,
inmersos en los más altos niveles de
desarrollo social y humano de nuestra patria, que sus testaferros han
obstaculizado, beneficiándose, enriqueciéndose e integrándose a las oligarquías
dominantes y explotadoras de nuestra sociedad.
Ha sido un largo y sinuoso camino, con las tragedias de los movimientos
estudiantiles del 1968, del 1971 y las guerras sucias, con las decenas de
masacres a los movimientos urbanos, campesinos, indígenas y sindicales, con sus
miles de víctimas de compañeros y compañeras, unos encarcelados, otros
desparecidos, asesinados, torturados,
unos más víctimas de la represión infame con sus marginaciones,
exclusiones y expulsiones de las instituciones laborales, académicas, públicas
y privadas, por sus disidencias opositoras que nos estigmatizaba, como
indeseables, en esas dirigencias serviles al régimen de oprobio en turno.
Ha sido una lucha política e ideológica, que se incrementó a
principios de los ochentas del siglo pasado, cuando los gobernantes se aliaron
al neoliberalismo con sus modelos económicos que aumento la pobreza y las
desigualdades económicas, obstaculizando el desarrollo de la democracia, la
justicia y las libertades, pero sobre todo obligando a los estados, a disminuir
sus responsabilidades en la generación del bienestar de sus poblaciones,
fomentando la explotación, el individualismo y el mercantilismo deshumanizante
como ideales del ser exitoso, incrementando la precarización del desarrollo
humano de nuestra población.
Los activistas progresistas y de izquierda, que decidimos
seguir luchando por el derrocamiento del régimen de oprobio, por la vía
electoral, de forma pacífica y no violenta, logramos sacudir a los oligarcas
gobernantes, con sus estrategias electorales inmersas en la corrupción, con
victorias contundentes, primero en 1988, con el FDN y Cuauhtémoc Cárdenas,
luego con las Alianzas históricas encabezadas por el PRD, en el 2006 y en el
2012, con Andrés Manuel López Obrador, victimas del fraude electoral,
protestamos y decidimos contener la ira de nuestro enojo, evitando la
integración de estrategias violentas, que dañaran más a nuestras poblaciones, más
vulnerables y que sin duda, servirían de pretexto para incrementar más la
represión policiaca y militarizada contra nuestros activismos.
Fue en el 2003, cuando AMLO al presentar su libro un Proyecto
Alternativo de Nación y convocarnos a organizarnos contra las políticas
neoliberales, nos motivó para participar en el incipiente movimiento, que se
iniciaba a organizar en todo el país, buscando lograr el cambio verdadero, del
régimen político, que el foxismo panista, llegado al poder en el 2000, había
frustrado, junto con presuntos demócratas, personajes progresistas y algunos de
izquierda, ilusionados en las demagógicas posturas políticas, con sus peroratas
libertarias y demócratas, que Fox ofreció durante su activismo electoral y al
inicio de su gobierno, resultando su régimen, un fiasco, no sólo por no
desmantelar al priismo, que siguió cohabitando con él y el panismo, sino además
por fortalecer más las políticas neoliberales imperantes en nuestra patria, se
fortaleció así el pripanismo, como instrumento del poder de la oligarquía
empresarial dominante, que AMLO empezó a denominar como una mafia.
Luego en el 2012, después de la elección presidencial, al
incrementarse las desviaciones y perversiones de los partidos políticos, que en
alianza nos habían apoyado, apoyando su ignominioso pacto con esos oligarcas,
principalmente del Partido de la Revolución Democrática, decidimos organizarnos
y formar nuestro Movimiento de Regeneración Nacional, constituyéndose en
partido político nacional en el 2014, con tres ejes fundamentales de lucha
integrados en su programa político: Contra el Neoliberalismo y todas sus
políticas económicas, sociales y culturales, por la Democracia Participativa
integrada a la cultura política en todos los ámbitos e impulsar la Ética en la política para la
renovación moral de la sociedad.
El hartazgo de nuestro pueblo, por los gobernantes corruptos,
impunes, simuladores, ineficaces y demagógicos que nos ha llevado a mas
desigualdad económica, con mayor empobrecimiento de la población y una
prevaleciente violencia social atroz, con sus cientos de miles de víctimas, les
llevo a darnos su voto para nuestro partido, el pasado 1 de julio, logrando la
victoria en la presidencia con AMLO y la mayoría en el Congreso de la Unión,
para así lograr los cambios políticos y jurídicos que se necesitan, primero
para desmantelar el régimen de oprobio, segundo para lograr la instauración de
el régimen responsables de construir la Cuarta Transformación en la Historia de
México.
Hoy que AMLO, protestó como presidente ante el Congreso
Nacional, ha iniciado su función, con un mensaje muy congruente que permita
rescatar nuestra Independencia, la soberanía nacional, la justicia, las
libertades y la democracia de nuestra patria, anunciando cambios, profundos y
radicales señalando, no sólo la Ineficiencia del modelo neoliberal, que provocó
privatizaciones depredadoras no sólo de las riquezas naturales, sino hasta de
funciones del estado, generando una economía con crecimiento en 2% anual 1983 a
la fecha con desigualdad y empobrecimiento de la mayoría de la población, sino
además señalando: “El distintivo del neoliberalismo es la corrupción, se
convirtió en la principal función de los gobernantes. Acabar con la Corrupción
y la Impunidad es la principal línea política del gobierno”. “Convertir la
honestidad y la fraternidad en forma de gobierno sustentada en la convicción
del fracaso del modelo neoliberal y el predominio de la corrupción”. Refiere
que retomar la principal responsabilidad del estado, garantizando los mínimos
de bienestar de la población, ofreciendo “Garantizar el derecho del pueblo a la
salud, el bienestar y la seguridad social. Combatir la desigualdad, todos los
seres humanos tienen derecho a vivir y ser felices.” Lograr la regeneración
verdadera y radical de México, exigiendo la honestidad y austeridad en la administración
pública, el respeto a las leyes y el estado de derecho, así como integrar y
fortalecer todas las formas de participación democrática, convirtiendo en
delitos graves la corrupción y los delitos electorales, con cárcel sin derecho
a fianza a los políticos transgresores.
Ha iniciado el fin del neoliberalismo y el desarrollo de la
cuarta transformación de nuestro México, después de 50 años, la lucha sigue, como
si apenas estamos iniciando, debemos enaltecer el honor de los compañeros y
compañeras caídos en esta larga lucha, con los que siempre expresábamos, a los
que se nos adelantaban: no un minuto de silencio sino toda nuestra vida de
lucha. Hoy más que nunca el recuerdo de su activismo heroico, nos debe fortalecer
para continuar en la lucha por lograr que impere el respeto a las libertades,
la justicia, la democracia, el bienestar y la felicidad en nuestro pueblo.
Como dijo AMLO, en su toma de protesta: Llegamos sin dejar la
dignidad en el camino, manteniendo
ideales principios y la honestidad que debe ser lo más importante en
nuestras vidas.
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