viernes, 30 de noviembre de 2018

LAS LUCHAS POR EL DERECHO A LA SALUD EN MEXICO

Un grupo de Médicos, integrantes de la Sectorial de trabajadores de salud de MORENA Nuevo Léon, asistimos al Segundo Congreso Nacional de Salud y Sociedad celebrado los días 23 y 24 del mes de noviembre, en nuestra ciudad de Monterrey, organizado para ser “un espacio de intercambio reflexivo, para continuar contribuyendo a la propuesta general del Proyecto de Nación 2018-2024 del nuevo gobierno de la República encabezado por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, en materia de salud, con la finalidad de fortalecer el Sistema Nacional de Salud Pública, a través de propuestas colectivas y estrategias especificas, realizando mesas de trabajo para establecer un consenso profesional de solución e innovación”.
Previamente, una semana antes, habíamos recibido en nuestra sesión ordinaria, a dos de sus organizadores, la Dra. Helen Nery Llanos y al Dr. Job Cortez, también militantes de MORENA, que nos distinguieron con la más amplia información y los objetivos, que convergían con contenidos y propuestas que nuestra sectorial trata de promover y difundir,  desde sus inicios, cuando en el 2003, nos organizamos e integramos a apoyar el Proyecto Alternativo de Nación que Andrés Manuel López Obrador,  proponía para México y que luego fue actualizado e integrado en sus propuestas electorales durante las campañas presidenciales del 2006, 2012 y la que acaba de finalizar con nuestra victoria del 2018.

El eje central de estas propuestas, es sin duda, el lograr el derecho a la salud de nuestras poblaciones, con la integración de un Sistema de Salud, donde el estado garantice la cobertura universal, el acceso gratuito a la atención médica,  en cualquier nivel de atención,  con sus servicios de apoyo, como medicamentos, exámenes de laboratorio y de gabinete, sin costos para los usuarios. La política de salud enfocada más en la medicina preventiva, que en la curativa, donde prevalezca el modelo de atención primaria a la salud, que los gobiernos neoliberales, han desdeñado desde que fue impulsada en los años setentas del siglo pasado, en el contexto de la necesaria medicina social que los especialistas de la Organización Mundial de la Salud refrendaron en su resolutivo de Alma Ata de 1978.
Eran los tiempos, cuando las izquierdas y movimientos progresistas impulsábamos la lucha contra las bárbaras tragedias de las injusticias del régimen de oprobio que padecíamos, donde las generadas en salud, con sus enfermedades infecciosos y la desnutrición, absurdas, incrementadas por la pobreza generalizada de la población, prevalecían obstaculizando del desarrollo social y humano de nuestras sociedades.

Eran los tiempos también, donde enarbolábamos la lucha por eliminar los exámenes de admisión en las universidades públicas, para garantizar el derecho constitucional a la educación del pueblo y donde las elites de las escuelas y facultades de medicina eran las más feroces opositoras, no sólo impedían el acceso, sino además se negaban a reformar sus planes de estudio, para que se formaran los médicos que se necesitaban, más capacitados en la medicina social, preventiva que en la prevaleciente medicina curativa hospitalaria, muy alejada de la medicina comunitaria, con sus excesos deshumanizantes que cotidianamente nutrían las notas rojas de la prensa amarillista. Ahí estuvo nuestra lucha en Nuevo León, la de Aulas Anexas de Medicina (1971-1987) que logro imponer una reforma de la educación de sus médicos, promoviendo además la lucha contra la deshumanización y el mercantilismo medico, que lamentablemente fue aniquilada por los oligarcas y gobernantes, en el marco de sus estrategias de exterminio, que realizaron en su guerra sucia contra los opositores del régimen, en el siglo pasado.
Han sido luchas por generaciones, recordemos el movimiento médico de la década de los sesentas, cuando en 1964, cuando miles de médicos, enfermeras y estudiantes impulsaron la Revolución de las Batas Blancas, enarbolaron este tipo de demandas, además de las injusticias laborales que padecían, donde dos de sus participantes, el Dr. Alfredo Rustrian Azamar  y el Dr. Juan Antonio Limón, compañeros de nuestra sectorial, les fue otorgado, por este Congreso Nacional de Salud y Sociedad, el merecido reconocimiento por su trayectoria en esta larga lucha por lograr los cambios necesarios que garanticen el derecho a la salud y la prevalencia de la medicina social y preventiva en las politicas públicas del sistema nacional de salud.

Coincidimos con las conclusiones de la mayoría de los ponentes de este congreso, la prioridad es defender e impulsar la Cuarta Transformación de nuestra patria, donde el derecho a la salud se convierta en realidad en el próximo gobierno que encabezara nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador.

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