En el marco de la solicitud de compañeros activistas ecologistas de Nuevo León para que hiciera un artículo que incluyera los posibles efectos en la salud mental de proyectos que afectan las áreas verdes en zonas urbanas como el de la construcción de un estadio deportivo para un club profesional de fútbol me permito compartir lo que les elabore.
El manejo sostenible de las áreas verdes urbanas contribuye al bienestar ambiental, social y económico de las sociedades urbanas y debe ser una parte indispensable de cualquier estrategia ambiental del desarrollo sostenible de las ciudades que los gobiernos deben hacer priorizando el interés público sobre el privado. Desde mediados del siglo pasado se han acumulado múltiples evidencias científicas irrefutables que fundamentan la importancia de las áreas verdes en las sociedades urbanas: contribuyen en la asimilación de los contaminantes atmosféricos, facilitan la infiltración de lluvias, atenúan las corrientes de aire, regulan el régimen térmico, brindan abrigo ante diferentes inclemencias, amortiguan los efectos del ruido, mejoran el paisaje, suavizan el impacto visual de las edificaciones masivas; en pocas palabras influyen en la salud y mejoran la calidad de vida de la población.
La urbanización acelerada del área metropolitana de Monterrey en las últimas décadas plantea un gran desafío para mejorar la salud de la población. Diversos factores actúan sobre su entorno urbano actual y afectan la salud y la calidad de vida de sus habitantes, entre otros con las insuficientes vialidades, el crecimiento irregular de los fraccionamientos y desarrollos de viviendas de interés social asociado al desarrollo industrial desordenado y las altas tasas de migración rural-urbana que han contribuido a la formación de zonas marginales, así como a la proliferación de viviendas precarias, el aumento de la pobreza, insuficiencia en áreas verdes, la contaminación ambiental, el incremento de la delincuencia, el pandillerismo, la drogadicción y demás indicadores de violencia social prevalecientes en nuestra sociedad.
La temporalidad de los criterios de desarrollo urbano no ha permitido consolidar lineamientos articuladores que orienten el crecimiento ordenado y el funcionamiento óptimo de nuestra área metropolitana. El mercado inmobiliario responde más a los vaivenes de la oferta y la demanda del mercantilismo deshumanizante cuya lógica es ajena a los impactos y requerimientos del entorno social y ambiental. En la gobernabilidad no existe el principio de sustentabilidad integrado de manera transversal, en todas sus acciones, en las políticas públicas y en las decisiones de gasto e inversión, la política sustentable tiene que ser integral e interinstitucional. Integral, en el sentido de considerar el impacto de cada tema ambiental sobre los otros. Interinstitucional, para poder evaluar los problemas y diseñar las políticas públicas tomando en consideración todos los ámbitos asociados a la gestión ambiental: imagen urbana, salubridad, prevención de accidentes y desastres, impacto sobre la economía y las condiciones sociales de la población, entre otros.
En el desarrollo urbano las políticas públicas de los gobiernos en turno han estado y siguen privilegiando los beneficios de verdaderas mafias en la industria de la construcción y de inmobiliarias favoritas apoyando proyectos dizque modernizante para el desarrollo urbano en las zonas consideradas como reserva ecológica como el Huajuco, Parque Cumbres, Chipinque, Huasteca, Valle de Reyes o de centros históricos como el de los municipios de García, Santiago y Montemorelos tratando de esconder su mercantilismo voraz y depredador del medio ambiente, poco les ha interesado la sustentabilidad, sus alteraciones al medio ambiente continúan deteriorando la calidad de vida de los nuevoleoneses.
En el marco de la salud ambiental son visibles las desigualdades no solo en los efectos sobre la salud o el acceso a los servicios, sino también en la exposición a riesgos ambientales en cada territorio y grupo de población. Se estima por la OMS, que en sociedades como la nuestra el 24% de la carga global de morbilidad y 23% de todas las defunciones pueden atribuirse a factores relacionados con el ambiente. La importancia para la salud de las áreas verdes ha provocado que la Organización Mundial de la Salud recomiende un mínimo de 12.5 m² de estas áreas por habitante dentro de la ciudad, para contribuir en la calidad de vida de las personas y en su bienestar social, psicológico y físico.
Nuevo León tiene una situación sanitaria que ha sido denominada de transición epidemiológica donde coexisten como causas principales de mortalidad y morbilidad general en toda la población enfermedades que tradicionalmente habían sido las de mayor prevalencia en los países industrializados y de mayor desarrollo económico y enfermedades asociadas tradicionalmente a la pobreza de los países como él nuestro en vías de desarrollo. Así las enfermedades del corazón, los tumores, la diabetes mellitus y los accidentes constituyen las cuatro principales causas de muerte en Nuevo León, en tanto las infecciones respiratorias e intestinales son la principal causa de consulta y constituyen junto con los accidentes las principales causas de muerte en la población infantil de nuestro estado; seguimos teniendo problemas de salud pública como el de la tuberculosis que sigue siendo uno de los problemas prioritarios de nuestro estado ya que existen 38.8 casos por cien mil habitantes, la caries dental persiste con una prevalencia en mas del 80 % de la población, el SIDA sigue constituyendo la segunda causa de muerte entre los 25 y 45 años de edad, los accidentes, homicidios y suicidios son la principal causa de perdida de años productivos, el cáncer de glándulas mamarias y el cervico-uterino son las principales causas de muerte en la mujer, el 10.3% de la población mayor de 20 años cursa con diabetes mellitus, mas del 70% de los adultos padecen obesidad y el 35 % de los embarazos en nuestro estado se presentan en adolescentes.
En lo que respecta los problemas de salud mental y violencia en Nuevo León se han estado incrementando, de acuerdo con datos oficiales de las autoridades de el 25 al 30% de los habitantes tienen algún padecimiento mental, los trastornos de ansiedad y depresión son los problemas más frecuentes constituyendo el 18% de los trastornos mentales y constituyen el 55% de los motivos de consulta en los diferentes centros de atención a la salud mental, el 17% de estos trastornos está representado por algún trastorno del carácter o de personalidad, el 7% está representado por trastornos de conducta en la infancia, se estima la existencia de más de 50,000 personas con subnormalidad mental, del 1 al 2% por trastornos psicóticos prevaleciendo la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Se ha detectado el incremento grave en las adicciones: 4 personas de cada 100 han consumido alguna droga ilegal, más del 50% de la población adulta consume bebidas alcohólicas todos los fines de semana y de estos el 24% sufre trastornos por el abuso de alcohol y ha sido obvio la asociación del alcoholismo con el desarrollo de accidentes automovilísticos, violencia familiar, conductas delictivas y el suicidio. En los últimos años el suicidio se ha venido incrementando llegando a configurar situaciones atípicas como en 1998 cuando el promedio mensual de 14 suicidios superó a los homicidios que se presentaron en promedio de 12 casos, por mes; la mayor parte de los que se suicidan son entre 15 y 34 años, la insensibilidad e ignorancia de algunas autoridades los llevó a declarar que el incremento trágico del suicidio se debía a los problemas económicos de estas personas. Desde la perspectiva de la salud mental el suicidio y el homicidio tienen un origen común: son conductas violentas autodestructivas. El caso es que los suicidios, homicidios, las defunciones por accidentes automovilísticos y el alcoholismo con su repercusión en las enfermedades hepáticas constituyen las principales causas de muerte en la edad más productiva del ser humano de los 15 a los 44 años, estos accidentes, homicidios y suicidios son la principal causa de perdida de años productivos.
El problema de la violencia en el estado se ha complicado además por el trágico incremento de la violencia familiar, que en muchos casos ha terminado en verdaderas tragedias conyugales que han conmocionado a la opinión publica, tenemos uno de los primeros lugares en prevalencia de este problema según estadísticas nacionales. Existen estudios que han detectado que más del 46% de las mujeres en Nuevo León son victimas de violencia familiar, padeciendo las secuelas que afectan su salud física, mental y sexual y los consecuentes efectos en su vida familiar, laboral y social.
El caso es que los proyectos depredadores de áreas verdes como el que afectaría el Bosque de la Pastora con la construcción de un estadio de football vendría a incrementar los problemas de salud física, mental y psicosocial en nuestra sociedad porque la evidencia del impacto positivo de las áreas verdes sobre la salud y el bienestar de las poblaciones ha sido muy concluyente: vivir en espacios con áreas verdes contribuye en la salud y la calidad de vida de las personas.
Las áreas verdes suministran numerosos beneficios directos como las alternativas para la recreación e indirectos que impactan en la salud física y mental de la población quienes, en consecuencia disminuyen los riesgos de los daños a la salud tales como el cáncer de la piel y cataratas, la obesidad, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes y cardiopatías,. Las áreas verdes ayudan a mejorar la calidad del aire, al tener una mejor calidad de aire contribuimos a disminuir enfermedades respiratorias crónicas producidas por la inhalación y exposición a largo plazo de la materia particulada. Las enfermedades crónicas son aquellas que duran para toda la vida, de ahí la importancia de prevenirlas ya que no tienen cura y producen daños pulmonares causantes de enfermedades respiratorias, principalmente en los niños y ancianos. Los contaminantes generados, además de su toxicidad directa sobre los individuos, provocan alteraciones en la atmósfera, el clima y el ecosistema (como son el efecto invernadero, la disminución de la capa de ozono y la lluvia ácida).
Los expertos han coincidido en que los bosques, parques o jardines urbanos, tienen un efecto ‘muy positivo’ sobre la psicología y la salud de quienes habitan cerca de ellos; en contraste, se observó que las personas que realizan la mayor parte de sus actividades en paisajes áridos, saturados tráfico, concreto y escasos de vegetación, experimentan frecuentemente emociones adversas para la salud, como lo son la angustia, la irritación, la tristeza y el estrés. La agresión y la violencia doméstica son menos frecuentes en las familias de bajos ingresos que viven en pisos rodeados de árboles y la vegetación en comparación con idéntico pisos rodeados de espacio abierto sin vegetación. El medio ambiente natural evoca tranquilidad, equilibrio y favorece las reacciones estables e invita a la espiritualidad. Las variaciones del carácter en el hombre, también se relacionan con el color ya que a medida que éste cambia también lo hace el carácter favoreciendo la salud mental de los adultos.
La doctora Janice F. Bell, de la Universidad de Washington en Seattle (EEUU), explica que investigaciones previas han probado, por ejemplo, que entre los niños y los jóvenes, los efectos positivos sobre la salud incluyen una mejor función cognitiva y una reducción de los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad y refiere otros beneficios en el ámbito de la salud mental, ya que permite a las personas sentirse mejor, practicar deportes al aire libre, lo cual es beneficioso para el cuerpo tanto como para el alma. En otro estudio, los investigadores examinaron las funciones cognitivas de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) para determinar el efecto que los alrededores de los niños había en el aprendizaje y su habilidad para concentrarse. Los investigadores encontraron que la exposición a los parques y otros espacios verdes ha mejorado la capacidad de los niños a enfocarse y concentrarse. Hay otros estudios que demuestran que vivir rodeados en áreas verdes disminuye además la obesidad infantil, creando una mejora inmediata de la autoestima.
Las áreas verdes complementan su papel oxigenante con el mejoramiento del ánimo de las personas. Los niveles de concentración en los ancianos mejoran de forma significativa después de descansar en un jardín frente a permanecer en casa, restaura la naturaleza del área del cerebro que lidia con la atención directa (concentración). Esto se realiza a través de atención indirecta (fascinación) que permite a las vías inhibitorias que bloquear las distracciones a la "recarga". La recuperación de la fatiga mental es mayor a través de ver la naturaleza que por mirar televisión, leer revistas o caminar en un entorno urbano. Los signos de reducción del estrés, como una caída en la presión arterial y la tensión muscular y cambios en la actividad de ondas alfa EEG se reducen después de la exposición con la naturaleza prevaleciente en las áreas verdes. Los efectos sobre la salud mental puede incluir tanto un aumento del estrés y el deterioro cognitivo, que a su vez puede tener consecuencias para la salud física y los emergentes trastornos psicosociales como el Síndrome de Bournout y los trastornos de adaptación.
El trabajo científico aporta pruebas claras de que entre muchos sectores de la sociedad hay beneficios positivos para la salud mental y el bienestar que pueden obtenerse tanto de la participación activa y pasiva con los espacios naturales en pueblos y ciudades. Los entornos naturales pueden detener o demorar los procesos que afectan negativamente a la salud mental y física de los individuos. Los paseos en las áreas naturales ofrecen oportunidades para. la interacción social que son particularmente beneficiosas para los ancianos y los niños. Los árboles desempeñan un papel social importante en el alivio de las tensiones y mejorar la salud psicológica. La gente se siente mejor nivel de vida alrededor de los árboles, rodeados por la naturaleza ayudan a aumentar las capacidades de los niños la atención. Así que vivir en zonas con árboles ayuda a reducir la ira y la violencia y mejorar la capacidad de concentrarse y trabajar con eficacia. La evidencia científica confirma en líneas generales los comentarios de otros acerca de que el contacto con la naturaleza, disminuye el estrés, reducen las enfermedades respiratorias y generan mayor salud mental y productividad de los trabajadores.
No debemos permitir que se afecte el Bosque de la Pastora construyendo un Estadio donde prevalecerían las conductas criminales, si porque es un crimen atentar contra la naturaleza y el bienestar público en aras de enriquecerse y todos los responsables ya sea por corrupción, ineptitud, cobardía o limitaciones intelectuales serán cómplices de estos hechos que tarde o temprano deberían serán juzgados.
El manejo sostenible de las áreas verdes urbanas contribuye al bienestar ambiental, social y económico de las sociedades urbanas y debe ser una parte indispensable de cualquier estrategia ambiental del desarrollo sostenible de las ciudades que los gobiernos deben hacer priorizando el interés público sobre el privado. Desde mediados del siglo pasado se han acumulado múltiples evidencias científicas irrefutables que fundamentan la importancia de las áreas verdes en las sociedades urbanas: contribuyen en la asimilación de los contaminantes atmosféricos, facilitan la infiltración de lluvias, atenúan las corrientes de aire, regulan el régimen térmico, brindan abrigo ante diferentes inclemencias, amortiguan los efectos del ruido, mejoran el paisaje, suavizan el impacto visual de las edificaciones masivas; en pocas palabras influyen en la salud y mejoran la calidad de vida de la población.
La urbanización acelerada del área metropolitana de Monterrey en las últimas décadas plantea un gran desafío para mejorar la salud de la población. Diversos factores actúan sobre su entorno urbano actual y afectan la salud y la calidad de vida de sus habitantes, entre otros con las insuficientes vialidades, el crecimiento irregular de los fraccionamientos y desarrollos de viviendas de interés social asociado al desarrollo industrial desordenado y las altas tasas de migración rural-urbana que han contribuido a la formación de zonas marginales, así como a la proliferación de viviendas precarias, el aumento de la pobreza, insuficiencia en áreas verdes, la contaminación ambiental, el incremento de la delincuencia, el pandillerismo, la drogadicción y demás indicadores de violencia social prevalecientes en nuestra sociedad.
La temporalidad de los criterios de desarrollo urbano no ha permitido consolidar lineamientos articuladores que orienten el crecimiento ordenado y el funcionamiento óptimo de nuestra área metropolitana. El mercado inmobiliario responde más a los vaivenes de la oferta y la demanda del mercantilismo deshumanizante cuya lógica es ajena a los impactos y requerimientos del entorno social y ambiental. En la gobernabilidad no existe el principio de sustentabilidad integrado de manera transversal, en todas sus acciones, en las políticas públicas y en las decisiones de gasto e inversión, la política sustentable tiene que ser integral e interinstitucional. Integral, en el sentido de considerar el impacto de cada tema ambiental sobre los otros. Interinstitucional, para poder evaluar los problemas y diseñar las políticas públicas tomando en consideración todos los ámbitos asociados a la gestión ambiental: imagen urbana, salubridad, prevención de accidentes y desastres, impacto sobre la economía y las condiciones sociales de la población, entre otros.
En el desarrollo urbano las políticas públicas de los gobiernos en turno han estado y siguen privilegiando los beneficios de verdaderas mafias en la industria de la construcción y de inmobiliarias favoritas apoyando proyectos dizque modernizante para el desarrollo urbano en las zonas consideradas como reserva ecológica como el Huajuco, Parque Cumbres, Chipinque, Huasteca, Valle de Reyes o de centros históricos como el de los municipios de García, Santiago y Montemorelos tratando de esconder su mercantilismo voraz y depredador del medio ambiente, poco les ha interesado la sustentabilidad, sus alteraciones al medio ambiente continúan deteriorando la calidad de vida de los nuevoleoneses.
En el marco de la salud ambiental son visibles las desigualdades no solo en los efectos sobre la salud o el acceso a los servicios, sino también en la exposición a riesgos ambientales en cada territorio y grupo de población. Se estima por la OMS, que en sociedades como la nuestra el 24% de la carga global de morbilidad y 23% de todas las defunciones pueden atribuirse a factores relacionados con el ambiente. La importancia para la salud de las áreas verdes ha provocado que la Organización Mundial de la Salud recomiende un mínimo de 12.5 m² de estas áreas por habitante dentro de la ciudad, para contribuir en la calidad de vida de las personas y en su bienestar social, psicológico y físico.
Nuevo León tiene una situación sanitaria que ha sido denominada de transición epidemiológica donde coexisten como causas principales de mortalidad y morbilidad general en toda la población enfermedades que tradicionalmente habían sido las de mayor prevalencia en los países industrializados y de mayor desarrollo económico y enfermedades asociadas tradicionalmente a la pobreza de los países como él nuestro en vías de desarrollo. Así las enfermedades del corazón, los tumores, la diabetes mellitus y los accidentes constituyen las cuatro principales causas de muerte en Nuevo León, en tanto las infecciones respiratorias e intestinales son la principal causa de consulta y constituyen junto con los accidentes las principales causas de muerte en la población infantil de nuestro estado; seguimos teniendo problemas de salud pública como el de la tuberculosis que sigue siendo uno de los problemas prioritarios de nuestro estado ya que existen 38.8 casos por cien mil habitantes, la caries dental persiste con una prevalencia en mas del 80 % de la población, el SIDA sigue constituyendo la segunda causa de muerte entre los 25 y 45 años de edad, los accidentes, homicidios y suicidios son la principal causa de perdida de años productivos, el cáncer de glándulas mamarias y el cervico-uterino son las principales causas de muerte en la mujer, el 10.3% de la población mayor de 20 años cursa con diabetes mellitus, mas del 70% de los adultos padecen obesidad y el 35 % de los embarazos en nuestro estado se presentan en adolescentes.
En lo que respecta los problemas de salud mental y violencia en Nuevo León se han estado incrementando, de acuerdo con datos oficiales de las autoridades de el 25 al 30% de los habitantes tienen algún padecimiento mental, los trastornos de ansiedad y depresión son los problemas más frecuentes constituyendo el 18% de los trastornos mentales y constituyen el 55% de los motivos de consulta en los diferentes centros de atención a la salud mental, el 17% de estos trastornos está representado por algún trastorno del carácter o de personalidad, el 7% está representado por trastornos de conducta en la infancia, se estima la existencia de más de 50,000 personas con subnormalidad mental, del 1 al 2% por trastornos psicóticos prevaleciendo la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Se ha detectado el incremento grave en las adicciones: 4 personas de cada 100 han consumido alguna droga ilegal, más del 50% de la población adulta consume bebidas alcohólicas todos los fines de semana y de estos el 24% sufre trastornos por el abuso de alcohol y ha sido obvio la asociación del alcoholismo con el desarrollo de accidentes automovilísticos, violencia familiar, conductas delictivas y el suicidio. En los últimos años el suicidio se ha venido incrementando llegando a configurar situaciones atípicas como en 1998 cuando el promedio mensual de 14 suicidios superó a los homicidios que se presentaron en promedio de 12 casos, por mes; la mayor parte de los que se suicidan son entre 15 y 34 años, la insensibilidad e ignorancia de algunas autoridades los llevó a declarar que el incremento trágico del suicidio se debía a los problemas económicos de estas personas. Desde la perspectiva de la salud mental el suicidio y el homicidio tienen un origen común: son conductas violentas autodestructivas. El caso es que los suicidios, homicidios, las defunciones por accidentes automovilísticos y el alcoholismo con su repercusión en las enfermedades hepáticas constituyen las principales causas de muerte en la edad más productiva del ser humano de los 15 a los 44 años, estos accidentes, homicidios y suicidios son la principal causa de perdida de años productivos.
El problema de la violencia en el estado se ha complicado además por el trágico incremento de la violencia familiar, que en muchos casos ha terminado en verdaderas tragedias conyugales que han conmocionado a la opinión publica, tenemos uno de los primeros lugares en prevalencia de este problema según estadísticas nacionales. Existen estudios que han detectado que más del 46% de las mujeres en Nuevo León son victimas de violencia familiar, padeciendo las secuelas que afectan su salud física, mental y sexual y los consecuentes efectos en su vida familiar, laboral y social.
El caso es que los proyectos depredadores de áreas verdes como el que afectaría el Bosque de la Pastora con la construcción de un estadio de football vendría a incrementar los problemas de salud física, mental y psicosocial en nuestra sociedad porque la evidencia del impacto positivo de las áreas verdes sobre la salud y el bienestar de las poblaciones ha sido muy concluyente: vivir en espacios con áreas verdes contribuye en la salud y la calidad de vida de las personas.
Las áreas verdes suministran numerosos beneficios directos como las alternativas para la recreación e indirectos que impactan en la salud física y mental de la población quienes, en consecuencia disminuyen los riesgos de los daños a la salud tales como el cáncer de la piel y cataratas, la obesidad, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, la diabetes y cardiopatías,. Las áreas verdes ayudan a mejorar la calidad del aire, al tener una mejor calidad de aire contribuimos a disminuir enfermedades respiratorias crónicas producidas por la inhalación y exposición a largo plazo de la materia particulada. Las enfermedades crónicas son aquellas que duran para toda la vida, de ahí la importancia de prevenirlas ya que no tienen cura y producen daños pulmonares causantes de enfermedades respiratorias, principalmente en los niños y ancianos. Los contaminantes generados, además de su toxicidad directa sobre los individuos, provocan alteraciones en la atmósfera, el clima y el ecosistema (como son el efecto invernadero, la disminución de la capa de ozono y la lluvia ácida).
Los expertos han coincidido en que los bosques, parques o jardines urbanos, tienen un efecto ‘muy positivo’ sobre la psicología y la salud de quienes habitan cerca de ellos; en contraste, se observó que las personas que realizan la mayor parte de sus actividades en paisajes áridos, saturados tráfico, concreto y escasos de vegetación, experimentan frecuentemente emociones adversas para la salud, como lo son la angustia, la irritación, la tristeza y el estrés. La agresión y la violencia doméstica son menos frecuentes en las familias de bajos ingresos que viven en pisos rodeados de árboles y la vegetación en comparación con idéntico pisos rodeados de espacio abierto sin vegetación. El medio ambiente natural evoca tranquilidad, equilibrio y favorece las reacciones estables e invita a la espiritualidad. Las variaciones del carácter en el hombre, también se relacionan con el color ya que a medida que éste cambia también lo hace el carácter favoreciendo la salud mental de los adultos.
La doctora Janice F. Bell, de la Universidad de Washington en Seattle (EEUU), explica que investigaciones previas han probado, por ejemplo, que entre los niños y los jóvenes, los efectos positivos sobre la salud incluyen una mejor función cognitiva y una reducción de los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad y refiere otros beneficios en el ámbito de la salud mental, ya que permite a las personas sentirse mejor, practicar deportes al aire libre, lo cual es beneficioso para el cuerpo tanto como para el alma. En otro estudio, los investigadores examinaron las funciones cognitivas de los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) para determinar el efecto que los alrededores de los niños había en el aprendizaje y su habilidad para concentrarse. Los investigadores encontraron que la exposición a los parques y otros espacios verdes ha mejorado la capacidad de los niños a enfocarse y concentrarse. Hay otros estudios que demuestran que vivir rodeados en áreas verdes disminuye además la obesidad infantil, creando una mejora inmediata de la autoestima.
Las áreas verdes complementan su papel oxigenante con el mejoramiento del ánimo de las personas. Los niveles de concentración en los ancianos mejoran de forma significativa después de descansar en un jardín frente a permanecer en casa, restaura la naturaleza del área del cerebro que lidia con la atención directa (concentración). Esto se realiza a través de atención indirecta (fascinación) que permite a las vías inhibitorias que bloquear las distracciones a la "recarga". La recuperación de la fatiga mental es mayor a través de ver la naturaleza que por mirar televisión, leer revistas o caminar en un entorno urbano. Los signos de reducción del estrés, como una caída en la presión arterial y la tensión muscular y cambios en la actividad de ondas alfa EEG se reducen después de la exposición con la naturaleza prevaleciente en las áreas verdes. Los efectos sobre la salud mental puede incluir tanto un aumento del estrés y el deterioro cognitivo, que a su vez puede tener consecuencias para la salud física y los emergentes trastornos psicosociales como el Síndrome de Bournout y los trastornos de adaptación.
El trabajo científico aporta pruebas claras de que entre muchos sectores de la sociedad hay beneficios positivos para la salud mental y el bienestar que pueden obtenerse tanto de la participación activa y pasiva con los espacios naturales en pueblos y ciudades. Los entornos naturales pueden detener o demorar los procesos que afectan negativamente a la salud mental y física de los individuos. Los paseos en las áreas naturales ofrecen oportunidades para. la interacción social que son particularmente beneficiosas para los ancianos y los niños. Los árboles desempeñan un papel social importante en el alivio de las tensiones y mejorar la salud psicológica. La gente se siente mejor nivel de vida alrededor de los árboles, rodeados por la naturaleza ayudan a aumentar las capacidades de los niños la atención. Así que vivir en zonas con árboles ayuda a reducir la ira y la violencia y mejorar la capacidad de concentrarse y trabajar con eficacia. La evidencia científica confirma en líneas generales los comentarios de otros acerca de que el contacto con la naturaleza, disminuye el estrés, reducen las enfermedades respiratorias y generan mayor salud mental y productividad de los trabajadores.
No debemos permitir que se afecte el Bosque de la Pastora construyendo un Estadio donde prevalecerían las conductas criminales, si porque es un crimen atentar contra la naturaleza y el bienestar público en aras de enriquecerse y todos los responsables ya sea por corrupción, ineptitud, cobardía o limitaciones intelectuales serán cómplices de estos hechos que tarde o temprano deberían serán juzgados.
Dr Cardenas, excelente articulo, lo felicito muy completo y muy interesante, lo he tomado como argumento de la teoria que sustenta mi tesis.
ResponderEliminarAna Yanez. Universidad Pedagogica Experimental Libertador. Venezuela- Barinas.