miércoles, 10 de febrero de 2010

MAS ALLÁ DEL DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD

El 14 de febrero se celebra en México el Día de San Valentín, que se ha convertido en una celebración tradicional en la que se promueve y fomenta que los novios, amigos, enamorados o esposos se expresan su amor, cariño y afecto generalmente intercambiando regalos que expresan este sentimiento hacia los amigos y los seres queridos. Este día es una celebración tradicional de países anglosajones que se ha ido implantando en otros países a lo largo del siglo XX, en algunos países se conoce como Día de los Enamorados y en otros como Día del Amor y la Amistad. El Día de San Valentín es típicamente occidental, pues se remonta a la Europa germánica desde donde pasaría a los Estado Unidos y desde allí a gran parte del mundo, pero actualmente se ha extendido a otros países, como China, Japón y Taiwán. La fiesta se introdujo en España y la mayor parte de nuestros países de habla hispana desde mediados del siglo XX, con el motivo de incentivar la compra de regalos con manifestaciones de amor o amistad el Día de San Valentín.

El nombre San Valentín se apoya en varios mártires perseguidos y ejecutados en la antigua Roma por profesar la fe cristiana. Este nombre era común en aquel entonces (Valentinus en latín) pero sin demasiados datos históricos precisos se cree que se populariza por un santo ejecutado y enterrado en Vía Flaminia al norte de Roma un 14 de Febrero. Este sacerdote Valentín se ubica durante el tercer siglo en la Antigua Roma del Emperador Claudius II; Roma sufría de continuas e impopulares guerras y el emperador tenía problemas en reclutar soldados para su ejército. Convencido que esto era consecuencia del arraigo a la familia y amantes regulo los matrimonios en Roma, prohibiendo a los jóvenes soldados y aspirantes a militares a casarse, con la idea que un hombre casado no era buen soldado. Sin embargo, el sacerdote cristiano Valentín, desafió esta injusta ley y al mismo emperador, realizando secretamente casamientos entre los jóvenes soldados.

Otros autores consideran El día de San Valentín no sólo como un invento comercial ligado a los enamorados y a los regalos y remontan sus antecedentes históricos a las fiestas paganas que datan de la época de los romanos y asociadas a la fertilidad sus antecedentes el día 15 de febrero y tras una prohibición papal, pasó a a celebrarse el día 14 en la mayor parte de los países de habla hispana. Países como Colombia no lo celebra el 14 de febrero sino en septiembre, pues comercialmente febrero es el mes de la temporada escolar en la mayor parte del país. El hecho es que originado en el marco de los valores humanistas se le ha articulado al mercantilismo consumista desvalorizando la esencia misma del amor que debiera hacernos reflexionar y llevarnos a promover y fomentar este sentimiento humano que cada día esta mas ausente en nuestras formas de relación con los familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y de estudio.

Más que un sentimiento el amor es uno de los grandes valores cuya capacidad de integrarse y enriquecerse se da durante todo el proceso de desarrollo humano desde el embarazo hasta la última etapa del ciclo vital aunque son determinantes las experiencias y vivencias infantiles cuya presencia en calidad y cantidad definirán el destino que le espera a la persona, porque el amor es uno de los nutrientes esenciales para el desarrollo afectivo, de las emociones y de la personalidad del ser humano.

Erich Fromm, psicoanalista famoso, en su obra el Arte de Amar, que constituye uno de los textos básicos de quienes estamos interesados en el estudio de los sentimientos humanos, contribuyo a promover y fomentar este valor del amor, desmitificando, desprejuiciando y logrando clasificar los diferentes tipos de amor que los humanos integramos y debemos expresar en aras de una salud emocional, mental y social adecuada que contribuya al desarrollo integral de nuestra sociedad. Fromm postuló que el amor puede ser producto de un estudio teórico puesto que es un arte, "así como es un arte el vivir" y, para el dominio de cualquier arte es imperiosamente necesario que se llegue a un dominio profundo, tanto de la teoría como de la práctica. Asimismo estudia la naturaleza del amor en sus diversas formas: amor de padre y de madre, amor a uno mismo, amor erótico y amor a Dios. El autor postula que los elementos necesarios para el desarrollo de un amor maduro son el cuidado, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento.

De tal forma que el amor en las relaciones humanas debe caracterizarse por la prevalencia del respeto, la capacidad de adaptarse, comprender, perdonar, aceptar, comunicarse, acogerse, dialogar, ser solidario, ser generoso, bondadoso, leal y fiel. Nada tiene que ver con la violencia, con el abuso del poder y la explotación del otro que lamentablemente obscurece la mayor parte de las relaciones amorosas generando desamor y manteniendo la sociedad violenta que anestesiada por los anhelos persistentes de obtener mas y mas satisfactores materiales, no importa como, evade los satisfactores afectivos donde el amor constituye el nutriente mas esencial que fortalece el resto de los valores humanos.

El amor es un sentimiento fundamental de la existencia humana y que debe manifestarse cotidianamente en el cuidado y la preocupación por las necesidades de la persona amada, donde el amor es la preocupación activa por la vida y la realización de la persona que amamos, donde la ayuda desinteresada por el otro se llama amor; responsabilidad que significa que el cuidado y la preocupación por la persona amada implica responsabilidad, se esta dispuesto a responder a las necesidades del que amo y su vida me preocupa tanto como la mía. No existe el amor cuando no hay respeto, el cual significa preocuparse por que la persona que amamos crezca y se desarrolle como es, de este modo.

¿Quien nos ama?, ¿A quienes son los que amamos?, ¿Como esta el amor con mis amigos? ¿Con mis familiares?, son preguntas que nos debe llevar a reflexionar en nuestra existencia para enriquecer el amor en nuestras vidas. No dejemos que el amor siga siendo pervertido por la presencia del abuso mediante la explotación y el uso de las personas que amamos donde ya de por si los que conocemos el sistema capitalista sabemos que su modo de producción tiende a enajenar al hombre y a imposibilitarlo, al menos socialmente, para amar.

El mundo globalizado esta sufriendo las consecuencias de las carencias afectivas en el desarrollo de sus sociedades, las graves crisis económicas generadas por la insaciabilidad de los intereses económicos de los voraces empresarios del neoliberalismo deshumanizante que nos ha dominado las últimas décadas ha provocado que en países como el nuestro los índices de desintegración social dentro del marco de la salud social están siendo proyectados por el creciente incremento de los problemas relacionados con la inseguridad pública, la delincuencia organizada, el narcotráfico, la drogadicción, el alcoholismo, la violencia intrafamiliar, el incremento de los trastornos depresivos, ansiosos, el suicidio, el homicidio y la prevalencia mayor de trastornos psicosomáticos entre otros. Es visible que en el marco de las relaciones humanas permea el pesimismo, el conformismo, la desorganización, la desintegración de la pequeña comunidad y la familia que son antecedentes en la aparición de un extrañamiento moral y aislamiento del hombre. Emerge así, la tendencia individualista que lleva a la desintegración cultural y al aislamiento individual. En la conducta social estos procesos se evidencian en los fenómenos de alienación como estado de extrañamiento del hombre respecto a sí mismo; y que se expresa en la disposición al egocentrismo, desconfianza, pesimismo, ansiedad y resentimiento. Las consecuencias de la alineación en la vida cotidiana son la pasividad política, repulsión al trabajo, hostilidad de grupos, desorden mental y la disminución de la capacidad de aprendizaje en las experiencias de la vida misma lo que lleva a la ignominiosa violencia social que padecemos.

Superemos el mercantilismo imperante en estos días, todos los días debieran ser celebrados y cultivados por el amor, antídoto contra esa venenosa violencia que como sociedad padecemos, hagamos del amor una virtud pública que no nos avergüence sino que nos enorgullezca por haber logrado integrar este valor que ha muchos les hace falta y sin duda es el principio de la felicidad y el bienestar que debemos gozar y al mismo tiempo convertirla en escudo contra la desintegración social y la alta prevalencia que nos esta invadiendo de los trastornos psiquiátricos como la depresión y las psicopatías.

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