En los años ochentas del siglo pasado, tuve la gran oportunidad de conocer y convivir intelectualmente con el maestro Humberto Ramos Lozano (Q. E. P. D) creador de la Normal Superior del Estado junto con otros reconocidos maestros como el profesor Oziel Hinojosa y el profesor Plinio D. Ordóñez. Hombre culto, políticamente progresista, liberal, humanista que nunca dejo de cultivar la humildad, la generosidad pero sobre todo la congruencia que distinguía su integridad como persona. Eran los años en que me desempeñaba como director de la Escuela de Medicina del Instituto de Ciencias de la Salud (ex -Aulas Anexas) donde desarrollábamos una lucha por reformar la educación médica intentando cambiar paradigmas educativos desfasados del desarrollo filosófico, social, pedagógico y científico de las ciencias biomédicas que provocaban la deshumanización progresiva de la medicina en nuestra sociedad; participábamos además en la oposición contra el régimen autoritario que obstaculizaba el desarrollo democrático de nuestra sociedad, para algunos éramos los diabólicos comunistas, para otros unos reformistas al servicio de la burguesía y algunos grupos del gobierno en el poder. Estas fueron las circunstancias que enmarcaron nuestro encuentro con el profesor Humberto Ramos a quien en este momento recordé por este día 15 del maestro que se celebra en todo el país y que trata de hacer honor a la noble misión de la enseñanza de los profesores; una de las funciones eminentemente humanista y transformadora, parafraseando a José Martí, y capaz de revolucionar a la sociedad o funcionar como agente alienante de control social como lo señalaba Antonio Gramsci en esa hegemonía cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. Fue esta coincidencia en la misión transformadora, humanista y revolucionaria que en diferentes encuentros y desde las diferentes trincheras compartimos con este gran maestro y luchador por el desarrollo social de nuestro estado que se integro finalmente solidarizándose fraternalmente con nuestra lucha.
Pues bien es en el marco de la celebración del reconocimiento social a su función educativa, de la próxima conmemoración del bicentenario de nuestra independencia y el centenario de nuestra revolución que hacemos un llamado a todos los maestros a rebelarse y organizarse para revolucionar a nuestra sociedad. Los profesores no deben de seguir siendo humillados con remuneraciones económicas que ni siquiera cumplen con la definición que la Ley General de Educación le asigna al salario profesional del magisterio:“Remuneración económica que permita a los docentes una superación permanente y dedicarse de tiempo completo al fortalecimiento de sus conocimientos; estimular su arraigo en su comunidad, desarrollar todo su potencial y profesionalismo a favor de una mayor calidad educativa; que alcancen un nivel de vida decoroso para su familia y que les asegure el disfrute de una vivienda digna y el acceso a los materiales y herramientas didácticas y tecnológicas de punta, así como los aportes culturales que propicien un mayor enriquecimiento de su acervo profesional, haciéndolo sujeto de un desarrollo incluyente y sustentable”.
Según cifras de la UNESCO un maestro del nivel básico de educación primaria en México alcanza un salario promedio de 659 dólares mensuales, en tanto la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en el informe final del "Estudio Internacional de la OCDE sobre Docencia y el Aprendizaje, denominado TALIS del año 2009, al tratar de establecer una clasificación por los ingresos que obtienen los maestros en 32 países el organismo internacional establece dos ejemplos. En el primero considera a los maestros de secundaria con los más bajos ingresos y ahí los profesores del SNTE están en el lugar 28 con ingresos de 20 mil dólares al año, es decir 23 mil pesos al mes. Sólo que los coreanos, alemanes, japoneses e irlandeses ganan 1.5 veces más, es decir 57 mil 500 pesos al mes. Tan sólo en España el sueldo de un maestro de la enseñanza pública se sitúa en torno a los 25.000 € al año. En el segundo ejercicio la comparación de las 32 naciones es por ingreso per capita después de 15 años de trabajo, y ahí es donde los maestros mexicanos alcanzan el segundo lugar de ingresos tan sólo después de Corea que ocupa el primer lugar. Esto se debe, entre otros, a que los docentes del SNTE logran acumular una serie de ingresos a través de estímulos salariales y bonos. Según este cuestionable estudio, desde el tamaño de la muestra que consistió en una encuesta entre maestros y directores de 200 escuelas de México, los maestros mexicanos ha recibido los "aumentos más grandes" en su salario, al nivel de Finlandia y Hungría, en la última década. Además, gozan de incentivos que según ellos "teóricamente" debieran atraer a los profesores a la alta calidad, satisfacción profesional y funcionamiento del sistema. Con estos salarios es dificil alcanzar el nivel de vida decoroso con su familia, tener una vivienda digna, el acceso a la tecnología de punta que le permita el mayor profesionalismo y el despliegue de sus potencialidades en sus tareas de la enseñanza, por eso una gran cantidad de maestros tradicionalmente ha buscado tener otra plaza laboral, algunos obteniendo ingresos integrándose al ejercito de profesionistas subempleados o del comercio informal.
Peor que los ingresos económicos indignos, los maestros deben de superar el autoritarismo institucional prevaleciente rompiendo las cadenas del ejercicio vertical no sólo de las instituciones en las que laboran sino el derivado de la afiliación sindical corporativa donde prevalecen los dirigentes corrompidos que conforman cacicazgos en la mayoría de los niveles por el sindicalismo mas nefasto y corrupto que ejercen y que aliados con el gobierno ha sido el factor principal del deterioro del nivel educativo que por décadas en el marco de las simuladas políticas educativas transformadoras han ido de sus propuestas reformistas hasta las mas revolucionarias con la complacencia de los gobernantes. Los maestros deben de lograr la democracia plena de sus instituciones para integrarse plenamente a las políticas educativas, priorizar las acciones sindicales e institucionales para mejorar las condiciones de enseñanza y así poder impartir sus clases que se traduzcan en un mejor desempeño y no sólo dedicarse a proteger las estructuras corporativas sindicales como actualmente sucede; sólo así se lograra ascender en la escala laboral y en la asignación de las nuevas plazas a personal que demuestre capacidad y óptimo desempeño profesional y dejar el viejo esquema de otorgar esas vacantes por afiliación política-sindical, compadrazgo o pago de favores. La integración horizontal de los maestros en los procesos educativos, desde la planeación hasta la construcción curricular y de los planes y programas es lo que marca la diferencia con los sindicatos de otros países como los que menciona la OCDE, donde el maestro no sólo imparte clases sino que es el principal actor para tener una mejor educación. Sólo así es posible lograr la alta calidad, un buen nivel de satisfacción profesional y funcionamiento del sistema educativo que se proyecte en el desempeño de sus alumnos logrando los primeros lugares al evaluar matemáticas, lectura y ciencias en las evoluciones internacionales como lo han demostrado los maestros de Finlandia, Nueva Zelandia, Suecia, Corea y Japón.
Han sido los liderazgos escolares y del proceso de enseñanza- aprendizaje autoritarios imperantes en las instituciones educativas que no sólo han deteriorado la función educativa del docente sino además su salud física, emocional y psíquica, diversos estudios dan cuenta de un prevaleciente 70% de alguna forma de afectación en la salud (Hipertensión Arterial, Diabetes, Obesidad, Dolencias físicas crónicas, ansiedad, depresión) de los docentes derivado del ambiente estresar escolar donde se desempeñan, sin que esta situación represente el mínimo interés de las autoridades, otra de las condiciones que afectan el desempeño escolar y la salud del docente en la educación básica está la proporción de alumnos atendidos por maestro. México ahí también se ubica en el primer lugar, pero de concentración de alumnos en el aula, debido a que en preescolar, primaria y secundaria cada profesor atiende entre 26 y 32 estudiantes. Mientras que países como Finlandia, con los mejores desempeños en las evaluaciones internacionales, cada maestro es responsable de la enseñanza de entre 10 y 15 alumnos por salón.
El cinismo y la desvergüenza debería de afrontarse con estos responsables de la catástrofe educativa que vivimos derivada de las evaluaciones nacionales e internacionales que nos proyectan negativamente, como la de el desempeño de México que ha aplicado la misma OCDE a través del examen PISA, en las tres pruebas, ocupando el último lugar del ranking mundial en aprovechamiento escolar, comprensión de lectura, ciencias y matemáticas.; o el rendimiento de los Maestros al presentar el Examen Nacional de Habilidades y Competencias para obtener una plaza en el sistema público de educación básica con un nivel reprobatorio de 70 por ciento en aptitudes para impartir conocimientos, En esta prueba de evaluación para ocupar una plaza docente realizada en noviembre de 2009, sólo tres de cada 10 maestros con experiencia profesional de al menos una década obtuvieron un resultado mayor a 25 aciertos de una prueba de 80 preguntas, en tanto que para escalar al rango de carrera magisterial únicamente uno de cada 10 obtuvieron resultado aprobatorio. El mayor daño ha sido que las políticas educativas del SNTE- gobierno han generado el bajo grado de escolaridad de la población general de 9 años con sus secuelas de analfabetismo escolar y funcional que crean una gran masa de población con problemas cognoscitivos y fácilmente manipulable por las estrategias mediáticas prevalecientes de los oligarcas en el poder que impiden avanzar en el desarrollo humano y social de nuestro país.
Las políticas del estado sobre la educación deben ser el resultado de la aplicación del conocimiento científico, técnico y racional a la organización de la sociedad donde el principal actor debe ser el maestro quien debe asumir su compromiso histórico para la transformación revolucionaria de nuestra patria superando los intereses mezquinos de los funcionarios y caciques sindicales que han estado medrando con sus necesidades laborales, económicas y académicas manteniendo estructuras y funciones obsoletas en complicidad con los oligarcas que por décadas se han negado a invertir financieramente lo deseable para alcanzar el 8% del Producto Interno Bruto establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para cumplir las metas indispensables en el logro de la cobertura plena y la calidad de la enseñanza, hoy apenas llega al 7 %, sumando los cuantiosos recursos de las instituciones privadas. El problema se complica cuando los funcionarios burócratas con la complicidad de los dirigentes del SNTE deciden que del total del presupuesto el 97.2 por ciento se canalice al gasto corriente; y sólo el 2.8 por ciento va para infraestructura, equipamiento, investigación y material didáctico. De los 210 mil millones de pesos en este año, se suman millonarias aportaciones gubernamentales al poderoso sindicato magisterial para capacitación, carrera magisterial, becas y fondo de vivienda, éste último acumula ya más de 15 mil millones de pesos, que la dirigencia sindical maneja discrecionalmente, al igual que las cuotas sindicales de sus 55 secciones que se estima superan los mil 200 millones de pesos anuales. Con estos manejos financieros la infraestructura física del sistema educativo estatal padece crónicamente limitaciones que permitan lograr no solo un ambiente sanitario saludable (como ha quedado demostrado en las contingencias epidemiológicas como la de la Influenza humana provocada por el virus AH1N1); sino además dignificar los espacios educativos y hacer posible la formación multidimensional de las y los educandos. Estos intereses nefastos constituyen el principal obstáculo para lograr completar la descentralización del sistema educativo que paralela a una reforma del sistema fiscal de la federación, cuidando mediante fondos y programas federales, logren la anhelada cobertura plena desde el nivel preescolar hasta el bachillerato reduciendo radicalmente la asimetría entre las distintas regiones del país y sectores de la sociedad. Tan sólo si termináramos en este momento, con toda forma de burocratismo y corrupción y con la relación viciada de la Secretaría de Educación con el sindicato de maestros (SNTE) se lograría combatir la nefasta asimetría en la educación básica que existe entre escuelas urbanas y rurales y garantizar las condiciones mínimas aceptables de estudio, asegurando la calidad, permanencia, responsabilidad y profesionalismo de los docentes conjuntamente con un programa de formación y actualización magisterial de cobertura universal y permanente, en esto coinciden no sólo quienes militamos en la izquierda sino los voceros de los organismo internacionales de la UNESCO y la OCDE, quien con la mayoría de los intelectuales, académicos e investigadores de México de izquierdas y paradójicamente algunos de la derecha, coinciden en el grave obstáculo que representa para el desarrollo de le educación los comportamientos políticos de los dirigentes sindicales del SNTE anclados al corporativismo autoritario y oportunista de su pragmatismo político, pragmatismo que facilmente pervierte hasta a los politicos de la izquierda cuando asumen responsabilidades directivas y síndicales en las instituciones educativas que gestionan como sucedio rapidamente en la escuela Preparatoria Técnica Emiliano Zapata en nuestro estado donde los activistas y dirigentes del Partido del Trabajo, solicitaron mi intervencion en el proceso de planeacion y direccion academica-adminstrativa a principios de los años noventa del siglo pasado. Inicie el funcionamiento educativo tratando de cumplir con las leyes y el minimo de condiciones tecnicas-cientificas vigentes para lograr un digno funcionamiento docente, tuve que afrontar las transgresiones grotescas administrativas, pedagogicas y didacticas apoyadas en el influyentismo, el nepotismo, la corrupcion, el autoritarismo y un sindicalismo caciquil que lamentablemente se impuso en la lucha que por mas de siete años participe. Termine renunciando ante la imposibilidad de lograr cambiar estos estilos de trabajo que gozaban de la impunidad de la autoridad en turno al estilo del contubernio SNTE-gobierno. Hoy puedo estar satisfecho de haber afrontado a estos perversos y demostrar con el tiempo que siguen equivocados en sus estilos de trabajo que podran darles los satisfactores hedonistas de los bienes financieros y materiales, con los que se han enriquecido, y que sustituyeron a su enarbolada pobreza franciscana que esgrimian pero no obtendran la trascendencia que la libertad y la democracia logra cuando se cultiva en las instituciones. Hoy esta prepa es una mas de las que funcionan en el fracasado sistema educativo oficial.
Pues bien es en el marco de la celebración del reconocimiento social a su función educativa, de la próxima conmemoración del bicentenario de nuestra independencia y el centenario de nuestra revolución que hacemos un llamado a todos los maestros a rebelarse y organizarse para revolucionar a nuestra sociedad. Los profesores no deben de seguir siendo humillados con remuneraciones económicas que ni siquiera cumplen con la definición que la Ley General de Educación le asigna al salario profesional del magisterio:“Remuneración económica que permita a los docentes una superación permanente y dedicarse de tiempo completo al fortalecimiento de sus conocimientos; estimular su arraigo en su comunidad, desarrollar todo su potencial y profesionalismo a favor de una mayor calidad educativa; que alcancen un nivel de vida decoroso para su familia y que les asegure el disfrute de una vivienda digna y el acceso a los materiales y herramientas didácticas y tecnológicas de punta, así como los aportes culturales que propicien un mayor enriquecimiento de su acervo profesional, haciéndolo sujeto de un desarrollo incluyente y sustentable”.
Según cifras de la UNESCO un maestro del nivel básico de educación primaria en México alcanza un salario promedio de 659 dólares mensuales, en tanto la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en el informe final del "Estudio Internacional de la OCDE sobre Docencia y el Aprendizaje, denominado TALIS del año 2009, al tratar de establecer una clasificación por los ingresos que obtienen los maestros en 32 países el organismo internacional establece dos ejemplos. En el primero considera a los maestros de secundaria con los más bajos ingresos y ahí los profesores del SNTE están en el lugar 28 con ingresos de 20 mil dólares al año, es decir 23 mil pesos al mes. Sólo que los coreanos, alemanes, japoneses e irlandeses ganan 1.5 veces más, es decir 57 mil 500 pesos al mes. Tan sólo en España el sueldo de un maestro de la enseñanza pública se sitúa en torno a los 25.000 € al año. En el segundo ejercicio la comparación de las 32 naciones es por ingreso per capita después de 15 años de trabajo, y ahí es donde los maestros mexicanos alcanzan el segundo lugar de ingresos tan sólo después de Corea que ocupa el primer lugar. Esto se debe, entre otros, a que los docentes del SNTE logran acumular una serie de ingresos a través de estímulos salariales y bonos. Según este cuestionable estudio, desde el tamaño de la muestra que consistió en una encuesta entre maestros y directores de 200 escuelas de México, los maestros mexicanos ha recibido los "aumentos más grandes" en su salario, al nivel de Finlandia y Hungría, en la última década. Además, gozan de incentivos que según ellos "teóricamente" debieran atraer a los profesores a la alta calidad, satisfacción profesional y funcionamiento del sistema. Con estos salarios es dificil alcanzar el nivel de vida decoroso con su familia, tener una vivienda digna, el acceso a la tecnología de punta que le permita el mayor profesionalismo y el despliegue de sus potencialidades en sus tareas de la enseñanza, por eso una gran cantidad de maestros tradicionalmente ha buscado tener otra plaza laboral, algunos obteniendo ingresos integrándose al ejercito de profesionistas subempleados o del comercio informal.
Peor que los ingresos económicos indignos, los maestros deben de superar el autoritarismo institucional prevaleciente rompiendo las cadenas del ejercicio vertical no sólo de las instituciones en las que laboran sino el derivado de la afiliación sindical corporativa donde prevalecen los dirigentes corrompidos que conforman cacicazgos en la mayoría de los niveles por el sindicalismo mas nefasto y corrupto que ejercen y que aliados con el gobierno ha sido el factor principal del deterioro del nivel educativo que por décadas en el marco de las simuladas políticas educativas transformadoras han ido de sus propuestas reformistas hasta las mas revolucionarias con la complacencia de los gobernantes. Los maestros deben de lograr la democracia plena de sus instituciones para integrarse plenamente a las políticas educativas, priorizar las acciones sindicales e institucionales para mejorar las condiciones de enseñanza y así poder impartir sus clases que se traduzcan en un mejor desempeño y no sólo dedicarse a proteger las estructuras corporativas sindicales como actualmente sucede; sólo así se lograra ascender en la escala laboral y en la asignación de las nuevas plazas a personal que demuestre capacidad y óptimo desempeño profesional y dejar el viejo esquema de otorgar esas vacantes por afiliación política-sindical, compadrazgo o pago de favores. La integración horizontal de los maestros en los procesos educativos, desde la planeación hasta la construcción curricular y de los planes y programas es lo que marca la diferencia con los sindicatos de otros países como los que menciona la OCDE, donde el maestro no sólo imparte clases sino que es el principal actor para tener una mejor educación. Sólo así es posible lograr la alta calidad, un buen nivel de satisfacción profesional y funcionamiento del sistema educativo que se proyecte en el desempeño de sus alumnos logrando los primeros lugares al evaluar matemáticas, lectura y ciencias en las evoluciones internacionales como lo han demostrado los maestros de Finlandia, Nueva Zelandia, Suecia, Corea y Japón.
Han sido los liderazgos escolares y del proceso de enseñanza- aprendizaje autoritarios imperantes en las instituciones educativas que no sólo han deteriorado la función educativa del docente sino además su salud física, emocional y psíquica, diversos estudios dan cuenta de un prevaleciente 70% de alguna forma de afectación en la salud (Hipertensión Arterial, Diabetes, Obesidad, Dolencias físicas crónicas, ansiedad, depresión) de los docentes derivado del ambiente estresar escolar donde se desempeñan, sin que esta situación represente el mínimo interés de las autoridades, otra de las condiciones que afectan el desempeño escolar y la salud del docente en la educación básica está la proporción de alumnos atendidos por maestro. México ahí también se ubica en el primer lugar, pero de concentración de alumnos en el aula, debido a que en preescolar, primaria y secundaria cada profesor atiende entre 26 y 32 estudiantes. Mientras que países como Finlandia, con los mejores desempeños en las evaluaciones internacionales, cada maestro es responsable de la enseñanza de entre 10 y 15 alumnos por salón.
El cinismo y la desvergüenza debería de afrontarse con estos responsables de la catástrofe educativa que vivimos derivada de las evaluaciones nacionales e internacionales que nos proyectan negativamente, como la de el desempeño de México que ha aplicado la misma OCDE a través del examen PISA, en las tres pruebas, ocupando el último lugar del ranking mundial en aprovechamiento escolar, comprensión de lectura, ciencias y matemáticas.; o el rendimiento de los Maestros al presentar el Examen Nacional de Habilidades y Competencias para obtener una plaza en el sistema público de educación básica con un nivel reprobatorio de 70 por ciento en aptitudes para impartir conocimientos, En esta prueba de evaluación para ocupar una plaza docente realizada en noviembre de 2009, sólo tres de cada 10 maestros con experiencia profesional de al menos una década obtuvieron un resultado mayor a 25 aciertos de una prueba de 80 preguntas, en tanto que para escalar al rango de carrera magisterial únicamente uno de cada 10 obtuvieron resultado aprobatorio. El mayor daño ha sido que las políticas educativas del SNTE- gobierno han generado el bajo grado de escolaridad de la población general de 9 años con sus secuelas de analfabetismo escolar y funcional que crean una gran masa de población con problemas cognoscitivos y fácilmente manipulable por las estrategias mediáticas prevalecientes de los oligarcas en el poder que impiden avanzar en el desarrollo humano y social de nuestro país.
Las políticas del estado sobre la educación deben ser el resultado de la aplicación del conocimiento científico, técnico y racional a la organización de la sociedad donde el principal actor debe ser el maestro quien debe asumir su compromiso histórico para la transformación revolucionaria de nuestra patria superando los intereses mezquinos de los funcionarios y caciques sindicales que han estado medrando con sus necesidades laborales, económicas y académicas manteniendo estructuras y funciones obsoletas en complicidad con los oligarcas que por décadas se han negado a invertir financieramente lo deseable para alcanzar el 8% del Producto Interno Bruto establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para cumplir las metas indispensables en el logro de la cobertura plena y la calidad de la enseñanza, hoy apenas llega al 7 %, sumando los cuantiosos recursos de las instituciones privadas. El problema se complica cuando los funcionarios burócratas con la complicidad de los dirigentes del SNTE deciden que del total del presupuesto el 97.2 por ciento se canalice al gasto corriente; y sólo el 2.8 por ciento va para infraestructura, equipamiento, investigación y material didáctico. De los 210 mil millones de pesos en este año, se suman millonarias aportaciones gubernamentales al poderoso sindicato magisterial para capacitación, carrera magisterial, becas y fondo de vivienda, éste último acumula ya más de 15 mil millones de pesos, que la dirigencia sindical maneja discrecionalmente, al igual que las cuotas sindicales de sus 55 secciones que se estima superan los mil 200 millones de pesos anuales. Con estos manejos financieros la infraestructura física del sistema educativo estatal padece crónicamente limitaciones que permitan lograr no solo un ambiente sanitario saludable (como ha quedado demostrado en las contingencias epidemiológicas como la de la Influenza humana provocada por el virus AH1N1); sino además dignificar los espacios educativos y hacer posible la formación multidimensional de las y los educandos. Estos intereses nefastos constituyen el principal obstáculo para lograr completar la descentralización del sistema educativo que paralela a una reforma del sistema fiscal de la federación, cuidando mediante fondos y programas federales, logren la anhelada cobertura plena desde el nivel preescolar hasta el bachillerato reduciendo radicalmente la asimetría entre las distintas regiones del país y sectores de la sociedad. Tan sólo si termináramos en este momento, con toda forma de burocratismo y corrupción y con la relación viciada de la Secretaría de Educación con el sindicato de maestros (SNTE) se lograría combatir la nefasta asimetría en la educación básica que existe entre escuelas urbanas y rurales y garantizar las condiciones mínimas aceptables de estudio, asegurando la calidad, permanencia, responsabilidad y profesionalismo de los docentes conjuntamente con un programa de formación y actualización magisterial de cobertura universal y permanente, en esto coinciden no sólo quienes militamos en la izquierda sino los voceros de los organismo internacionales de la UNESCO y la OCDE, quien con la mayoría de los intelectuales, académicos e investigadores de México de izquierdas y paradójicamente algunos de la derecha, coinciden en el grave obstáculo que representa para el desarrollo de le educación los comportamientos políticos de los dirigentes sindicales del SNTE anclados al corporativismo autoritario y oportunista de su pragmatismo político, pragmatismo que facilmente pervierte hasta a los politicos de la izquierda cuando asumen responsabilidades directivas y síndicales en las instituciones educativas que gestionan como sucedio rapidamente en la escuela Preparatoria Técnica Emiliano Zapata en nuestro estado donde los activistas y dirigentes del Partido del Trabajo, solicitaron mi intervencion en el proceso de planeacion y direccion academica-adminstrativa a principios de los años noventa del siglo pasado. Inicie el funcionamiento educativo tratando de cumplir con las leyes y el minimo de condiciones tecnicas-cientificas vigentes para lograr un digno funcionamiento docente, tuve que afrontar las transgresiones grotescas administrativas, pedagogicas y didacticas apoyadas en el influyentismo, el nepotismo, la corrupcion, el autoritarismo y un sindicalismo caciquil que lamentablemente se impuso en la lucha que por mas de siete años participe. Termine renunciando ante la imposibilidad de lograr cambiar estos estilos de trabajo que gozaban de la impunidad de la autoridad en turno al estilo del contubernio SNTE-gobierno. Hoy puedo estar satisfecho de haber afrontado a estos perversos y demostrar con el tiempo que siguen equivocados en sus estilos de trabajo que podran darles los satisfactores hedonistas de los bienes financieros y materiales, con los que se han enriquecido, y que sustituyeron a su enarbolada pobreza franciscana que esgrimian pero no obtendran la trascendencia que la libertad y la democracia logra cuando se cultiva en las instituciones. Hoy esta prepa es una mas de las que funcionan en el fracasado sistema educativo oficial.
La rebelion de los maestros no sólo les dignificara su función social, mejorando sus competencias profesionales con eficiencia y eficacia para lograr la anhelada calidad de la educación, permitirá lograr además el nivel de vida decoroso que les corresponde con mejores indicadores de salud, inmersos en la enseñanza que promueva la protección del medio ambiente, la democracia participativa, la tolerancia, el respeto a la diversidad, el pluralismo, la equidad entre los géneros, la paz y la solidaridad internacional; y promoviendo la libertad en materia educativa rechazando con toda determinación la intervención en el sistema educativo nacional por cualquier grupo sin compromiso con los principios que deben regir la política educativa, tales como su calidad y su laicidad, sin importar si se trata de sindicatos, iglesias o cualquier otro tipo de organizaciones sociales, gremiales o religiosas. Los maestros deben fomentar y promover las riquezas de la cultura democrática en su organización sindical y la vida institucional que le permita coadyuvar en el cumplimiento cabal del derecho constitucional a la educación de todos los mexicanos y mexicanas logrando la meta en corto plazo de que la educación preescolar, primaria y la secundaria que conforman la educación básica obligatoria sea brindada sin exclusiones ni marginaciones para luego lograr la cobertura universal de la educación de nivel medio superior y la superior a quien así lo decida realizar en sus metas educativas, lo cual nos permitiría fortalecer nuestro perfil cultural mejorando nuestro desarrollo humano y social, abatiendo los niveles de violencia social que padecemos.
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