jueves, 6 de enero de 2011

LIDERAZGOS CINICOS E HIPOCRITAS

Por cinismo no me refiero a la corriente filosófica fundada en Grecia en la segunda mitad del siglo IV A.c., de la cual Diógenes de Sinope es uno de sus personajes más destacados y conocidos en el mundo, quienes pretendían alcanzar la felicidad mediante la sabiduría, la liberación del espíritu y el logro de la virtud. Los filósofos cínicos se desprendían de sus bienes para no sentir apego por ellos y eran ajenos a los placeres mundanos para no ser sus esclavos. Me refiero al cinismo en su uso moderno que sugiere su definición como la de una disposición a no creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones y acciones, así como a su tendencia a expresar esta actitud mediante desvergüenza en el mentir o en la defensa y practicas de acciones o practicas vituperables generalmente acompañado con burla y el sarcasmo que los políticos integran fácilmente sin resistencias, aunque escondiendo para sus relaciones intimas esa burla o ese sarcasmo, con algunas excepciones que trascienden como las fotografías famosas de los políticos priístas que hacían la denominada “roque señal” al aumentar el IVA en los impuestos.

Por hipocresía nos referimos a ese acto de pretender constantemente tener creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, o estándares que la persona en realidad no tiene. Es una conducta donde se miente, al esconder los motivos reales por conveniencia para satisfacer otro tipo de necesidades, escondiendo las verdaderas realidades de su ser, aparentando ser así como persona., constituye un autoengaño donde simular y disimular son operaciones fundamentales para lograr el acto. El cinismo y la hipocresía son rasgos de personalidades inmaduras, narcisistas, deshonestas, irresponsables, incapaces de reconocer sus desperfectos, mantener la congruencia y la integridad y poco tolerantes a la critica; sin la mentira no pueden lograr sus metas ambiciosas, lamentablemente han sido cualidades que como virtudes se ufanan de poseer la mayoría de los “empoderados” (en el sentido de quienes se perciben con poder ya sea derivado de situaciones económicas, políticas, religiosas o intelectuales).

Pues bien el cinismo y la hipocresía han sido de los mayores rasgos destructores de los elementales valores del humanismo y que los mas grandes influyentes modeladores de conductas promueven e instrumentan en sus estrategias mediáticas para incrementar el poder del individualismo, materialista, consumista y utilitario que constituye la esencia del mercantilismo que alimenta el capitalismo atroz y deshumanizante que por muchas décadas ha obstaculizado la prosperidad y el bienestar humano de la mayoría de nuestra humanidad. Muchos líderes políticos, empresariales y religiosos lo han integrado como su sistema de vida tratando de convertirlo como si fuera un conjunto de reglas necesarias no solo para moverse sino para triunfar y lograr el anhelado éxito en el mundo, en los hechos lo único que han logrado son los altos niveles de desintegración social y familiar que hoy padecemos en nuestras sociedades permeadas por la disminución del bienestar y la prosperidad, la pobreza, inseguridad y la cruenta violencia social en todas sus expresiones.

Así el cinismo y la hipocresía no tiene límites desde el presidente espurio y los gobernantes de los estados que en el marco de su mensaje de año nuevo siguen ocultando las realidades y sus verdaderas motivaciones que les llevan a mentir otra vez de que este año 2011 será de prosperidad y avances en el desarrollo humano, la seguridad social y de nuestras familias. Lo mas lamentable es la emergencia de personajes políticos que tenían o tuvieron el poder que les otorgaba una función que no sólo les empoderaba perceptivamente sino que virtualmente le proveía la ley en el marco de su función como gobernante, funcionario o simplemente como trabajador o dirigente de alguna de las institituciones, publicas o privadas y que hoy sin vergüenza se asumen como demócratas, progresistas, pacificadores, anticorruptos, honestos, íntegros, leales a nuestra patria y sobre todo agentes promotores de valores desinteresados que sólo buscan el desarrollo de nuestra sociedad. Es tan descarada su creciente prevalencia en sus afanes de posicionamiento poltitico que han estado pululando en los diferentes escenarios oportunistas de la política, los medios de comunicación, foros públicos, seminarios dirigidos a trascender los valores que como cinicos ellos contribuyeron a destruir desdeñándolos y haciéndose cómplices serviles de sus amos en los feudos que les dejaban gobernar impunemente.

Los hay de todo, ex – secretarios de gobernación (Manuel Bartlett, Emilio Chuayffet, Esteban Moctezuma Francisco Labastida, Diódoro Carrasco Altamirano Santiago Creel, Francisco Javier Ramírez Acuña) transgresores de derechos civiles y humanos, instrumentos de represión y responsables de asesinatos genocidas impunes de nuestros hermanos indígenas, lideres de oposición, periodistas, corruptores de grupos políticos en los partidos, organizaciones sociales y medios de comunicación, que con su poder despótico frenaron el desarrollo democrático de nuestra nación y que hoy tratan de proyectarse ante nosotros como demócratas, humanistas y críticos del sistema autoritario y corrupto del cual fueron constructores en complicidad con sus jefes en turno. Ex – secretarios de educación (Fernando Solana, Miguel Limón Rojas, Reyes Tamez Guerra, Josefina Vázquez Mota) que prefirieron hacer genuflexión a los intereses caciquiles del presidente en turno con los lideres sindicales para la comodidad de sus negocios y prebendas posponiendo los cambios trascendentes necesarios que lograran la tan trillada revolución educativa, hoy enarbolan sus trascendentes propuestas de cambio en la educación para nuestra patria. Ex secretarios de seguridad pública (Alejandro Gertz Manero y Eduardo Tomás Medina-Mora) que en su momento sucumbieron a las redes de corrupción del poder delincuentil del presidente en turno, que simularon combatir y que hoy desde su perspectiva dicen tener la formula ideal de acabar con delincuencia y lograr la anhelada paz y seguridad en nuestra sociedad. Ex secretarios de la función pública (Francisco Rojas Gutiérrez, Francisco Barrio Terrazas Eduardo Romero Ramos Germán Martínez Cazares) que en su responsabilidad de coordinar, evaluar y vigilar el ejercicio público del gobierno federal encubrieron no sólo la ineficiencia de las dependencias sino las redes mayores de corrupción en su ejercicio publico haciéndonos destacar en honrosos primeros lugares en corrupción y falta de transparencia en el mundo y que hoy se nos presentan como luchadores y críticos de la ineficiencia y corrupción galopante de la administración pública. Ex – procuradores (como Sergio García Ramírez Ignacio Morales Lechuga Jorge Carpizo McGregor Antonio Lozano Gracia Rafael Macedo de la Concha) que trascienden en sus actividades intelectuales y académicas en el marco del derecho y que en el marco de su ejercicio como procuradores de justicia no brillaron por lograr que prevaleciera el estado de derecho y que sus áreas fueran de mayor transparencia y probada solvencia ética y moral. Procurar justicia es, a final de cuentas, la última instancia dar a los gobernados certidumbre y orden, paz y concordia, condiciones que hagan posible alcanzar, mediante el trabajo y el respeto al derecho ajeno.

Ex secretarios de Salud (como Guillermo Soberón Acevedo, Jesús Kumate Rodríguez Juan Ramón de la Fuente y Julio Frenk Mora) que ahora según sus aduladores magistralmente hacen sus propuestas y criticas para resolver los graves problemas de salud y que fueron incapaces de realizar en su desempeño para solucionar de fondo las enraizadas problemáticas de salud de nuestro país, han tenido el poder en el ejercicio no sólo de las políticas públicas de salud sino en el poder prevaleciente del modelo de ejercicio de la medicina en México, obstaculizando las reformas necesarias para sus transformaciones. Ex secretarios de desarrollo social (Manuel Camacho Esteban Moctezuma, Ernesto Cordero Arroyo, Carlos Rojas Gutiérrez y Josefina Vázquez Mota) que nos quieren dar sus cátedras sobre políticas para el desarrollo humano y social que durante sus mandatos no pasaron de ser instrumentos del clientelismos y asistencialismo al servicio del gobierno despótico de sus jefes. Ni que decir de los Ex – gobernadores de los estados, que una vez que terminan su mandato, el que no huye despavorido ocultándose de la acción legal de su predecesor, se obsesiona en mantenerse impune de sus irregularidades y transgresiones administrativas durante su gobierno y trata de seguir influyendo con sus redes de complicidades en la gobernabilidad de su estado reforzando el cinismo y al hipocresía en el desempeño de los funcionarios.

Los lideres religiosos no se quedan atrás, en su cruzada por la moral católica Norberto Rivera hizo un llamado a los católicos:, les pidió pasar de las tinieblas del pecado a la luz de los auténticos valores. Suena hipócrita, sin duda, que lo diga un cura que encubrió a un pederasta. Marcial Maciel como lo relata en el libro “Historia de un Criminal” de Carmen Aristegui, donde además magistralmente desnuda la hipocresía moral y degradante de los poderosos empresarios regiomontanos que ingenuamente fueron engañados sacándoles millones de dólares para su organización por este sacerdote que pretendió ser beatificado por sus idolatras secuestrados religiosas, espiritual y emocionalmente por su doloroso fanatismo con este personaje. En las altas esferas de la jerarquía eclesiástica prevalece la intolerancia a la critica, el fundamentalismo en sus principios inmorales y la incapacidad de aceptar el reto del dialogo con racionalidad y el ejercicio del derecho público y lo mas lamentable la perversión de los valores cristianos que han sucumbido a la corrupción que proporcionan los recursos financieros y los regalos definiendo los cargos eclesiásticos de la jerarquía católica.

En este año 2011 consolidaremos la organización para lograr la victoria en el 2012, en nuestra lucha por el renacimiento de nuestro país, que es irreversible, digamos no al cinismo y a la hipocresía, despojemos del disfraz a los simuladores y mentirosos que prevalecen en todos los niveles relacionales de los diferentes ámbitos institucionales de nuestra patria para que afronten su responsabilidad y nos permita detener la deshumanización atroz de nuestra sociedad que obstaculiza el desarrollo humano integral de nuestros ciudadanos.


1 comentario:

  1. Como siempre maestro excelente, pero ahora con
    una diferencia, más coraje y más entrega en sus
    palabras y convicciones, como ser humano leal e
    integro, felicidades.

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