Uno de los pilares fundamentales para el bienestar, la felicidad y alcanzar los máximos niveles de desarrollo humano de las personas es sin duda el que se viva con salud, desarrollando nuestras potencialidades, lejos de las enfermedades, mas de las que nos provocan graves discapacidades, demeritando nuestro nivel de vida y acercándonos a la terrible mortalidad de la vida terrenal.
En México hemos vivido, desde el siglo pasado, cuando se promovieron y fortalecieron los derechos humanos y sociales de los ciudadanos, con regimenes de gobierno que sexenio tras sexenio han postergado el disfrute de estos derechos, el de la salud entre ellos, de todos y todas los mexicanos. Los gobiernos neoliberales apoyados con los grupos conservadores han desarrollado estrategias retardatorias dosificando los apoyos financieros y legales necesarios para que se logre un sistema nacional de salud capaz de lograr la anhelada cobertura universal de servicios médicos que mediante un modelo de atención integral logre eficaz y eficientemente solucionar los problemas y necesidades de nuestras poblaciones, en esta materia.
Las políticas de salud de los regimenes prianistas, integradas en sus planes y programas de nacionales de salud sexenales, sólo han servido para fundamentar sus mediocres inversiones y realizar ejercicios intelectuales reproductores de los marcos impositivos de los organismos financieros internacionales Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), así como algunas de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que no afecten su estatus quo. Así sus financiamientos ridículos no han pasado de más del 6% en promedio del PIB nacional, lo que contrasta con los porcentajes de más de dos dígitos de los países más desarrollados (EEUU, Canada, Francia) y las reformas jurídicas sólo han servido para satisfacer los intereses de los problemas sanitarios coyunturales de nuestra nación y de las oligarquías posesionadas del poder económico empresarial.
El resultado ha sido el prevaleciente modelo de atención mercantilizado y deshumanizado en todo el sistema nacional de salud que privilegia la medicina curativa sobre la medicina preventiva y los paradigmas de la salud publica que integran la multifactoridad del proceso salud-enfermedad en nuestras sociedades. Es un modelo que perfectamente reproducen en las escuelas y facultades formadoras de recursos para la salud (médicos, psicólogos, dentistas, enfermeras, trabajadores sociales...etc.) que se resisten a modernizar curricularmente para incidir en la esencia humanista de las ciencias de la salud y sus funciones en el desarrollo social y humano.
Por eso no es ninguna novedad que los políticos, como el actual Secretario de Salud, Salomón Chertorivski, en el Día Mundial de la Salud, para cumplir con esta jornada tradicional de la OMS, nos quieran sensibilizar con sus percepciones reduccionistas de los principales problemas de salud que los mexicanos estamos enfrentando, incrementados por la dirección de las políticas públicas por este secretario de salud no médico, que esta transfiriendo sus modelos administrativos empresariales en el ejercicio de una función gubernamental, que parodia una de las tantas comedias cinematográficas donde ante los graves problemas de salud de un hospital, al requerirse médicos se le solicita al director que actúe como médico, dada la emergencia, y tiene que exponer a los colegas, que su doctorado nada tiene que ver con la medicina hospitalaria sino con la administración. En los últimos sexenios los llamados, de estos funcionarios, han sido para privilegiar la prevención en el marco de los efectos desvastadores que las enfermedades metabólicas como la diabetes, así como las cardiovasculares y los canceres han venido sumando a la carga de la mortalidad y de la morbilidad crónica acumulada, representando la principal razón del incremento en los costos de la atención médica. Ese día, Chertorivski, insiste “que es fundamental hacer “el viraje” del enfoque curativo al preventivo para enfrentar el “enorme reto”, hoy “preocupados” por el aumenta de la carga de enfermedades en mayores de 60 años en México, donde al menos 2 millones de ese sector de la población presentan una condición de limitación en sus actividades cotidianas. Según el reportaje de Karina Aviles publicado en la Jornada: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/10/sociedad/033n1soc
Paradójicamente, resulta que este tipo de funcionarios y sus paradigmas son los que han privilegiado el enfoque curativo al preventivo como un aspecto fundamental de los servicios de salud, son los que han privilegiado además en su función secretarial, la de sólo administradores institucionales, con sus valores pervertidos por la mala política, con lealtades mal ejercidas, sin un desempeño mas libertario y participativo democráticamente en las políticas de salud, que les permita ejercer un rol trascendental que logre aportar sus pregonadas riquezas humanistas, profesionales, académicas e intelectuales para lograr revolucionar el sistema nacional de salud, traduciéndose en hechos tan simples como la atención medica de calidad sin restricciones para todos los mexicanos y mexicanas, en cualquier unidad de salud que integra las redes de servicios médicos de sus instituciones, cumpliendo cabalmente con el derecho a la salud, establecido en nuestra constitución. Sus instituciones están obstaculizadas para el funcionamiento pleno, con monótonas actividades asistenciales, científicas y técnicas, cerradas a la cultura democrática, con deficiencias operativas crónicas, permeadas por la psicopatología laboral en sus organizaciones, reproduciendo los estilos de trabajo a satisfacción de los feudos que las gobiernan y que en sus políticas de control los regimenes prianistas les concesionan corporativamente, listos a reaccionar con toda su ira contra toda conducta progresista y libertaria amenazante de sus paradigmas e intereses.
Han sido regimenes y administraciones prestos a simular y mentir para satisfacer a sus jefes, donde además de los pocos recursos financieros que destinan, se han integrado las prácticas corruptas que permean en las instituciones del sistema nacional de salud, incrementándose en los sexenios de los gobernantes panistas, como se han reportado en los procesos de licitación de obra pública para la construcción, ampliación o remodelación de unidades clínicas y hospitalarias, en la compra de medicamentos, la adquisición de los insumos, suministros y equipos para las unidades con sobre facturación, licitaciones arregladas, entregadas de calidad inadecuada o en la oportunidad indebida; ni que decir de los fraude en las contrataciones y sub contrataciones con el sector privado, donde aparecen sobreprecios y falsedad en los servicios reportados, la falsedad en el registro de las nóminas y la obtención de recursos ilícitos por la protección a los transgresores de la ley general de salud.
En fin en ese Día Mundial de la Salud del 2012, donde el tema priorizado fue el “Envejecimiento y la Salud”, y el lema, "La Buena Salud Añade Vida a los Años", donde se trata de mostrar cómo gozar de buena salud, durante toda la vida, puede ayudarnos en la vejez a tener una vida plena y productiva, y a desempeñar un papel activo en nuestras familias y en la sociedad, nuevamente emergió el futuro sombrío de las políticas de salud que se pierden en las mentiras de los funcionarios y sus cínicas declaraciones de logros como la cobertura universal de salud que sigue alejada del acceso universal de todos y todas los mexicanos a los servicios de salud.
Por eso no es ninguna novedad que los políticos, como el actual Secretario de Salud, Salomón Chertorivski, en el Día Mundial de la Salud, para cumplir con esta jornada tradicional de la OMS, nos quieran sensibilizar con sus percepciones reduccionistas de los principales problemas de salud que los mexicanos estamos enfrentando, incrementados por la dirección de las políticas públicas por este secretario de salud no médico, que esta transfiriendo sus modelos administrativos empresariales en el ejercicio de una función gubernamental, que parodia una de las tantas comedias cinematográficas donde ante los graves problemas de salud de un hospital, al requerirse médicos se le solicita al director que actúe como médico, dada la emergencia, y tiene que exponer a los colegas, que su doctorado nada tiene que ver con la medicina hospitalaria sino con la administración. En los últimos sexenios los llamados, de estos funcionarios, han sido para privilegiar la prevención en el marco de los efectos desvastadores que las enfermedades metabólicas como la diabetes, así como las cardiovasculares y los canceres han venido sumando a la carga de la mortalidad y de la morbilidad crónica acumulada, representando la principal razón del incremento en los costos de la atención médica. Ese día, Chertorivski, insiste “que es fundamental hacer “el viraje” del enfoque curativo al preventivo para enfrentar el “enorme reto”, hoy “preocupados” por el aumenta de la carga de enfermedades en mayores de 60 años en México, donde al menos 2 millones de ese sector de la población presentan una condición de limitación en sus actividades cotidianas. Según el reportaje de Karina Aviles publicado en la Jornada: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/10/sociedad/033n1soc
Paradójicamente, resulta que este tipo de funcionarios y sus paradigmas son los que han privilegiado el enfoque curativo al preventivo como un aspecto fundamental de los servicios de salud, son los que han privilegiado además en su función secretarial, la de sólo administradores institucionales, con sus valores pervertidos por la mala política, con lealtades mal ejercidas, sin un desempeño mas libertario y participativo democráticamente en las políticas de salud, que les permita ejercer un rol trascendental que logre aportar sus pregonadas riquezas humanistas, profesionales, académicas e intelectuales para lograr revolucionar el sistema nacional de salud, traduciéndose en hechos tan simples como la atención medica de calidad sin restricciones para todos los mexicanos y mexicanas, en cualquier unidad de salud que integra las redes de servicios médicos de sus instituciones, cumpliendo cabalmente con el derecho a la salud, establecido en nuestra constitución. Sus instituciones están obstaculizadas para el funcionamiento pleno, con monótonas actividades asistenciales, científicas y técnicas, cerradas a la cultura democrática, con deficiencias operativas crónicas, permeadas por la psicopatología laboral en sus organizaciones, reproduciendo los estilos de trabajo a satisfacción de los feudos que las gobiernan y que en sus políticas de control los regimenes prianistas les concesionan corporativamente, listos a reaccionar con toda su ira contra toda conducta progresista y libertaria amenazante de sus paradigmas e intereses.
Han sido regimenes y administraciones prestos a simular y mentir para satisfacer a sus jefes, donde además de los pocos recursos financieros que destinan, se han integrado las prácticas corruptas que permean en las instituciones del sistema nacional de salud, incrementándose en los sexenios de los gobernantes panistas, como se han reportado en los procesos de licitación de obra pública para la construcción, ampliación o remodelación de unidades clínicas y hospitalarias, en la compra de medicamentos, la adquisición de los insumos, suministros y equipos para las unidades con sobre facturación, licitaciones arregladas, entregadas de calidad inadecuada o en la oportunidad indebida; ni que decir de los fraude en las contrataciones y sub contrataciones con el sector privado, donde aparecen sobreprecios y falsedad en los servicios reportados, la falsedad en el registro de las nóminas y la obtención de recursos ilícitos por la protección a los transgresores de la ley general de salud.
En fin en ese Día Mundial de la Salud del 2012, donde el tema priorizado fue el “Envejecimiento y la Salud”, y el lema, "La Buena Salud Añade Vida a los Años", donde se trata de mostrar cómo gozar de buena salud, durante toda la vida, puede ayudarnos en la vejez a tener una vida plena y productiva, y a desempeñar un papel activo en nuestras familias y en la sociedad, nuevamente emergió el futuro sombrío de las políticas de salud que se pierden en las mentiras de los funcionarios y sus cínicas declaraciones de logros como la cobertura universal de salud que sigue alejada del acceso universal de todos y todas los mexicanos a los servicios de salud.
Así la salud de todos seguirá postergada, esperando el cambio verdadero que sólo con el cambio de régimen es posible, donde Andrés Manuel López Obrador y todos los hombres y mujeres libres podremos contribuir a hacer realidad este pilar fundamental de la felicidad y prosperidad humana.
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