En una ceremonia religiosa matrimonial de una sobrina, desarrollada en un iglesia de la ciudad de Saltillo, Coah., un sacerdote, desde el pùlpito, nos sermonea sobre el matrimonio conforme al significado sacramental de las responsabilidades que los novios están contrayendo y articula los valores cristianos para hacer un llamado a que los asistentes sean mas consistentes en su defensa arengando contra los partidos “como el PRD” que hacen leyes contra la vida y las familias, refiriéndose a sus posturas sobre el aborto y los matrimonios entre homosexuales, por respeto a los asistentes no irrumpo con mis pensamientos libertarios señalando el abuso intrusivo del poder que este personaje, como muchos más de las diferentes iglesias que no saben respetar nuestro estado laico y que forman parte de las redes del poder de las oligarquías que no aceptan cambios. En estos momentos de campañas electorales algunos religiosos, como este, incrementan sus actividades proselitistas en contra de los partidos progresistas y de izquierda, como el PRD que forma parte de la Coaliciòn Movimiento Progresista que postula a Andres Manuel Lòpez Obrador a la Presidencia de Mèxico y a todos los candidatos al Congreso de la Union. Las actividades de proselitismo político de los sacerdotes o ministros de culto, durante las campañas electorales están prohibidas en sus recintos de culto, y ademas estan sancionadas por las leyes electorales de nuestro país.
En otros escenarios políticos como los de Josefina Vazquez Mota, Candidata del PAN a la presidencia Mèxico y el de las candidatas al Senado por el PRI en Nuevo Leòn, Marcela Guerra e Ivonne Alvarez no dudan en usar los rituales de los católicos para tratar de benficiar sus campañas políticas. En el caso de Josefina Vazquez fue notorio su protagonosmo en la misa que ofreció el Papa Benedicto XV en Gunajuato donde su equipo de campaña arengaba su apoyo electoral. En tanto, las candidatas a senadoras por el Partido Revolucionario Institucional "visitaron también los siete templos como miles de regiomontanos, pero no lo hicieron a pie, más bien fue en vasos, pegotes y volantes que se estuvieron repartiendo afuera de varias iglesias de la zona centro de Monterrey. Aprovechando la gran cantidad de personas que año con año llevan a cabo esta tradición católica del Jueves Santo, jóvenes vestidos con playeras blancas y con el logotipo de PRI repartieron propaganda cerca de los principales templos ubicados en el primer cuadro de la ciudad", según información del periódico Milenio del dìa viernes 6 de abril publicado en su pagina: http://impreso.milenio.com/node/9142009. Asì repartieron propoganda, entregaron volantes, pegotes y vasos impresos con sus imganes y mensajes proselitistas buscando el voto de los feligreses adentro de diferentes iglesias que comprendieron hasta la catedral Metropolitana de Monterrey
Son claras transgresiones al estado laico y a la pregonada libertad religiosa que defienden en sus posturas políticas, sus conductas están muy alejadas de estar inmersas en el respeto a la pluralidad ideológica inmersas en el paradigma de sus filosofías políticas integradas en los programas de sus partidos que suponen el objetivo de lograr el desarrollo humano integral de nuestra sociedad. Son hechos que si sòlo son reducidos a justificarse en la mercadotecnia política donde las acciones políticas, al hacerse religiosas, ganan una dimensión muy notable, tanto en profundidad como en extensión y que hoy invaden las campañas electorales en todo el mundo envileciendo a los políticos y a la politica, nos proyectan un futuro sombrío de quienes se proponen para gobernarnos con sus propias miserias ideológicas, insensibles a las necesidades que se requieren para retomar los valores del humanismo como determinantes del desarrollo social que anhelamos muchos mexicanos.
En principio, por el bien de la política y de la religòn, los líderes políticos debería guardarse para si sus creencias y rituales religiosos y los ministros de culto deberían de guardarse para si sus ideologías políticas, pero si los religiosos y los políticos quieren desarrollar actos de proselitismo ideologico relacionados con los programas de los partidos estos minimamente deberían estar abiertos a todos y no sòlo al conveniente reduccionismo de quienes son afines a sus visiones y misiones sobre nuestro mundo. Como dice José María Castillo en su artículo publicado en http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=31686 “No soñemos ingenuamente con el día en que religión y política se separen de forma que la una no tenga nada que ver con la otra. Soñemos más bien con el día en que religión y política se organicen de forma que ambas colaboren para defender lo que más necesitan los ciudadanos. Yo entiendo que a los obispos les preocupe el aborto y el matrimonio de los homosexuales. Lo que no entiendo es que sus preocupaciones confesionales por estos problemas se las quieran imponer a toda la sociedad mediante leyes obligatorias para todos por igual. Y menos aún entiendo que a los obispos nos les preocupen en igual medida los problemas económicos, laborales y de vivienda que tienen los jóvenes. Los problemas que más están dañando a las familias”.
Quienes exigimos el respeto incondicional de nuestra nación mexicana como estado laico también promovemos y fomentamos la libertad religiosa, de conciencia, creencias y de pensamientos porque son el sustento de las sociedades mas libres, democráticas, humanistas y de mayor desarrollo social en elmundo.
En otros escenarios políticos como los de Josefina Vazquez Mota, Candidata del PAN a la presidencia Mèxico y el de las candidatas al Senado por el PRI en Nuevo Leòn, Marcela Guerra e Ivonne Alvarez no dudan en usar los rituales de los católicos para tratar de benficiar sus campañas políticas. En el caso de Josefina Vazquez fue notorio su protagonosmo en la misa que ofreció el Papa Benedicto XV en Gunajuato donde su equipo de campaña arengaba su apoyo electoral. En tanto, las candidatas a senadoras por el Partido Revolucionario Institucional "visitaron también los siete templos como miles de regiomontanos, pero no lo hicieron a pie, más bien fue en vasos, pegotes y volantes que se estuvieron repartiendo afuera de varias iglesias de la zona centro de Monterrey. Aprovechando la gran cantidad de personas que año con año llevan a cabo esta tradición católica del Jueves Santo, jóvenes vestidos con playeras blancas y con el logotipo de PRI repartieron propaganda cerca de los principales templos ubicados en el primer cuadro de la ciudad", según información del periódico Milenio del dìa viernes 6 de abril publicado en su pagina: http://impreso.milenio.com/node/9142009. Asì repartieron propoganda, entregaron volantes, pegotes y vasos impresos con sus imganes y mensajes proselitistas buscando el voto de los feligreses adentro de diferentes iglesias que comprendieron hasta la catedral Metropolitana de Monterrey
Son claras transgresiones al estado laico y a la pregonada libertad religiosa que defienden en sus posturas políticas, sus conductas están muy alejadas de estar inmersas en el respeto a la pluralidad ideológica inmersas en el paradigma de sus filosofías políticas integradas en los programas de sus partidos que suponen el objetivo de lograr el desarrollo humano integral de nuestra sociedad. Son hechos que si sòlo son reducidos a justificarse en la mercadotecnia política donde las acciones políticas, al hacerse religiosas, ganan una dimensión muy notable, tanto en profundidad como en extensión y que hoy invaden las campañas electorales en todo el mundo envileciendo a los políticos y a la politica, nos proyectan un futuro sombrío de quienes se proponen para gobernarnos con sus propias miserias ideológicas, insensibles a las necesidades que se requieren para retomar los valores del humanismo como determinantes del desarrollo social que anhelamos muchos mexicanos.
En principio, por el bien de la política y de la religòn, los líderes políticos debería guardarse para si sus creencias y rituales religiosos y los ministros de culto deberían de guardarse para si sus ideologías políticas, pero si los religiosos y los políticos quieren desarrollar actos de proselitismo ideologico relacionados con los programas de los partidos estos minimamente deberían estar abiertos a todos y no sòlo al conveniente reduccionismo de quienes son afines a sus visiones y misiones sobre nuestro mundo. Como dice José María Castillo en su artículo publicado en http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=31686 “No soñemos ingenuamente con el día en que religión y política se separen de forma que la una no tenga nada que ver con la otra. Soñemos más bien con el día en que religión y política se organicen de forma que ambas colaboren para defender lo que más necesitan los ciudadanos. Yo entiendo que a los obispos les preocupe el aborto y el matrimonio de los homosexuales. Lo que no entiendo es que sus preocupaciones confesionales por estos problemas se las quieran imponer a toda la sociedad mediante leyes obligatorias para todos por igual. Y menos aún entiendo que a los obispos nos les preocupen en igual medida los problemas económicos, laborales y de vivienda que tienen los jóvenes. Los problemas que más están dañando a las familias”.
Quienes exigimos el respeto incondicional de nuestra nación mexicana como estado laico también promovemos y fomentamos la libertad religiosa, de conciencia, creencias y de pensamientos porque son el sustento de las sociedades mas libres, democráticas, humanistas y de mayor desarrollo social en elmundo.
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