lunes, 23 de marzo de 2015

DEMOCRACIA Y ELECCIONES DEL 2015


Vivimos en México, un proceso de elecciones para renovar los diputados federales el Congreso de la Unión, diputados locales en todas las legislaturas de los estados, alcaldes en todos los municipios del país y gobernantes en nueve estados, la elección será el próximo 7 de junio del presente año. Constituye un proceso electoral inédito por la gran cantidad de partidos políticos participantes, 10 a nivel federal y 12 en las elecciones locales, además de la integración de candidatos independientes, por primera vez en la legislación electoral vigente.
Nuestra democracia imperfecta, sigue siendo obstaculizada por los políticos y gobernantes, que hacen de estos procesos una reproducción de sus conductas autoritarias, simuladoras, deshonestas, prevalecientes en la mentira, el engaño, la manipulación, con las lacras del uso clientelar y corporativo de la política, donde asoman el poder de sus dineros para lograr la compra y la cooptación del voto. Son conductas proyectivas de sus bajos niveles de desarrollo humano, en lo que debiera ser una de sus opciones básicas, que insisten integrar en sus peroratas, de propuestas transformadoras o revolucionarias, desde la búsqueda elemental del bien común hasta el logró de alcanzar los máximos niveles de ese desarrollo humano y social de nuestras sociedades.
En todos los partidos, los procesos internos que deberían ser un ejemplo de procesos democráticos, siguen sin consolidar la ejemplar democracia participativa, a la que según todos ellos aspiran integrar en nuestra sociedad, una vez en el poder por el que compiten. Los tres principales partidos gobernantes, que integraron el ignominioso pacto por México, PRI, PAN y PRD siguieron reproduciendo las decisiones verticales, cupulares, antidemocráticas, centralistas de sus oligarcas partidistas para satisfacer a sus intereses sectarios y hasta familiares, en tanto los pequeños partidos, unos como el partido verde ecologista (PVEM), Nueva Alianza (PANAL), siguieron los ejemplos, como satélites del partido en el gobierno (PRI); luego en el Partido del Trabajo (PT) y  Movimiento Ciudadano (MC), no sólo reprodujeron las conductas de los partidos gobernantes sino además formaron alianzas con el PRI o el PAN, mostrando el perverso pragmatismo y  una gran incongruencia con sus ideologías y principios, como “una gran promiscuidad”, como lo refirió Andrés Manuel López Obrador, en referencia a la alianza del PT con el PAN en las elecciones del estado de México. Los partidos de reciente registro como el Partido Humanista (PH) y Encuentro Social (PES), ni siquiera desarrollaron procesos internos democráticos, integrando decisiones centralistas “por designación”, dirían ellos, en la búsqueda de refrendar su registro con el mínimo porcentaje que la ley electoral exige.
Nuestro partido MORENA, en tanto, desarrolló los procesos democráticos que contemplan en su estatuto, mediante la realización de asambleas electivas,  donde el voto directo, universal y secreto de sus militantes determinó sus candidatos; las denominadas postulaciones de representación proporcional en todos los niveles, desarrollamos el novedoso método de la insaculación, con un sorteo público de los candidatos propuestos, para así combatir, uno de las principales lacras de los políticos oportunistas de las campañas electorales, que en estos tiempos abundan en México, buscando estas posiciones plurinominales, desde luego que no fue fácil, el proceso fue generador de conflictos, por políticos acostumbrados a los males de la cultura política prevaleciente de los partidos de donde provienen, en una gran mayoría del PRD.
Las irregularidades sustanciales de las elecciones en México que las alejan de ser libres, justas, equitativas y serias, con sus debilidades institucionales permeadas por sus dependencias al poder económico y político de las oligarquías empresariales y partidistas han iniciado una vez más obstaculizando nuestra integración plena a ser parte de las sociedades democráticas más avanzadas del mundo.
Seguirán manteniendo el uso de su poder, buscando perpetuarse de manera indefinida, satisfaciendo a sus familias, a sus negocios, aumentando sus fortunas, empobreciendo  más a las mayorías, utilizando la retórica revolucionaria del cambio, para no cambiar nada, el peso económico y mediático definirán otra vez a quien pondrán en el poder servil a sus intereses, la democracia y el desarrollo humano sólo seguirán en sus discursos.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario