sábado, 13 de junio de 2015

LAS ELECCIONES VIVENCIADAS EN NUEVO LEÓN – 2015

Empiezo por el final, la conclusión, de que una vez más las elecciones de los candidatos mejor posicionados ante el electorado y perfilados para ganar desde el puesto de gobernador, alcaldías, diputados federales y diputados locales, por nuestro estado han sido producto del gran dinero que invirtieron, abusando de la falta de transparencia, en el origen y uso de los recursos, superando los topes establecidos por la ley, abusando del marketing y sus lacras de publicidad, directa e indirecta, en todos los medios, que victimizaron a sus seguidores, mintiendo y engañando nuevamente a la gran mayoría de la población donde prevalece la desinformación y niveles educativos mínimos incapaces de lograr el uso adecuado del cerebro racional, sumando su uso bestial de la pobreza económica y patrimonial, en que tienen sumida a la mayor parte de nuestra población, mediante otorgamiento de dadivas, dinero, promesas de empleos, servicios públicos, becas educativas, etc., etc., practicando la cooptación y la más ignominiosa compra del voto. Por un lado el PRI, ha evidenciado una vez más su capacidad de realizar una elección de Estado, donde su aparato de gobierno, contribuyo trascendentemente a las campañas, a veces torpemente, fue exhibido, usando recursos humanos y económicos de dependencias públicas y programas sociales, no sólo desde el gobierno del estado sino en las alcaldías que gobierna, que son la mayoría en todo el territorio del estado. Sin faltar desde luego los usos efectivos de sus vicios de la política que bien han nutrido sus regímenes de gobierno, me refiero al corporativismo, el clientelismo y el asistencialismo benefactor simulador de solidaridades en el seno de las comunidades. Ahí estuvieron bien puestas las principales centrales sindicales, creadas, desarrolladas y fortalecidas por el régimen priísta: CTM y CROC, beneficiarias de la gran corrupción existente en el sistema de transporte estatal y del control de los trabajadores con sus prácticas antidemocráticas y gangsteriles, sin faltar los líderes y burócratas del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado y la denominada central de la Federación de Sindicatos Independientes (FNSI). Complementado ese corporativismo no podía faltar la CNOP, con sus controles en los usos y abusos de sus comerciantes organizados y algunos trabajadores del IMSS y del menoscabado SNTE. Todos arropando los eventos centrales, que requerían asistencias magnas, principalmente de su candidata a la gubernatura Ivonne Álvarez, donde sus grandes recursos financieros se hacían visibles desde escenarios, equipos de sonidos, multimedia, música, videos hasta el personal de seguridad y brigadistas asalariados. Sus grupos empresariales visibles van desde los consorcios dominantes de la radio y televisión, Televisa, Multimedios, Tv. Azteca, Radio Alegría, hasta los de prensa, Milenio, ABC, Horizonte, Porvenir; Sin faltar los holdings del grupo CEMEX, del grupo Alfa, y los empresarios de las grandes constructoras de obra pública y de las inmobiliarias usufructuarias de las riquezas terrenales del estado. El PAN por su parte reproduciendo ese clientelismo, corporativismo y el uso asistencialista de los programas sociales inmersos en sus principales gobiernos municipales de la ciudad de Monterrey, San Nicolás de los Garza, Santa Catarina y San Pedro Garza García, también con el apoyo de los recursos económicos privados de grupos empresariales, algunos de los mismo que apoyaban a los candidatos del PRI, principalmente a la candidata a la gubernatura, sin faltar sus financieros ligados a las redes delincuenciales de los giros negros, principalmente de los casinos, que mucho beneficiaron en sus gobiernos municipales. Su esencia democrática, libertaria y la dignidad humana que enarbolaban en sus principios políticos fue reducida grotescamente a los estilos caciquiles del priísmo, con sus lacras de oportunismo y corrupción del que quehacer político con su demagogia inmersas en las mentira, el engaño integradas en sus promesas difundidas y sus estrategias de la guerra sucia contra sus adversarios. En tanto el candidato "independiente" Jaime Rodríguez Calderón “el Bronco”, aprovechándose de la victimización de que fue objeto en su militancia de 33 años en el PRI, al ser excluido del proceso de selección interna para la elección del candidato a gobernador, sumo a los priístas inconformes, sobre todo los mayores beneficiarios del poder económico y político en sus regímenes, así como empresarios, algunos de ellos que habían apoyado en la campaña anterior a AMLO, conformando una capacidad financiera para posicionar su estrategia mediática de hartazgo de la población, contra los partidos políticos y cabalgando con la bandera de independiente no tuvo necesidad de usar los recursos asignados por a los candidatos por el estado, su poder financiero fue tal, que sus principales contrincantes llegaron a denunciar que rebasó el tope de campaña asignado para usar en esa candidatura. El pragmatismo y oportunismo político del candidato por el Partido Movimiento Ciudadano, Fernando Elizondo, le llevo declinar en las últimas semanas de la campaña y sumarse a este candidato. Sus intenciones de sumar a nuestro candidato de MORENA, Rogelio Gonzáles, no prosperaron, simplemente por elemental congruencia con nuestros principios yalores que enarbolamos. Los partidos satélites del PRI, PVEM, PANAL, Cruzada Ciudadana, usaron su alianza política para seguir medrando con las migajas del poder político y los recursos financieros que les otorgan los gobernantes del partido en el poder, sus estrategias de campaña integraron a pequeña escala las mismas del PRI, destacando el uso mediático del PVEM con sus transgresiones persistentes a las leyes, que llevo a exigir a las autoridades del INE y de todos los partidos políticos que acabara con sus conductas ilícitas e inmorales. Los partidos de reciente registro, el partido Humanista, Encuentro Social, Demócrata y el nuestro MORENA, con escaso desarrollo institucional, desorganizados, con ínfimos recursos financieros, dependientes del apoyo centralizado por sus dirigentes, con candidatos muy motivados, sin experiencia en estas tareas, sin recursos propios para invertir en sus actividades proselitistas, muy lejos de inversiones trascendentes para su propaganda, para su estrategia de posicionamiento, más lejos para la integración de una estructura electoral sólida para la defensa del voto y con la sombra de las candidaturas independientes, generando lo que denomino campañas electorales testimoniales, de mínimos impactos y efectos en la productividad de los votos que se requieren para ganar una elección. Finalmente los partidos tradicionales de izquierda PRD y PT, reproduciendo lo que ya en el pasado he denominado, sus imbecilidades de la izquierda en nuestro estado, inmersos en la voracidad ambiciosa por los cargos públicos, desde el posicionamiento de sus militantes en las mejores candidaturas, es decir las de mayor posibilidades de lograr victorias, sobre todo en las dichosas plurinominales, así iniciaron una proclamada alianza victoriosa para lograr la victoria en las candidaturas estatales, que finalmente no se realizó, los llevo a la ruptura, cada uno hizo sus campañas inmersas en sus desviaciones y perversiones de sus intereses políticos, de sus tribus o de sus familias, apostando más a sus clientelas y sus pragmatismos oportunistas que les ha integrado a las practicas más corruptas del quehacer político, sobre todo el PT con su clientelismo y corporativismo integrado en sus colonias, gremios de comerciantes, taxistas, y las instituciones públicas, desde los CENDIS, su UNIVERSIDAD, LA PREPA EZ, ARTES OFICIOS y primarias y secundarias que en sus territorios gozan del apoyo del gobernante en turno. Así al terminar las campañas electorales, el pasado 4 de junio, observo que lamentablemente siguieron prevaleciendo las lacras del populismo, donde el propagandismo sigue manipulando las emociones de los votantes, lejos de lograr el desarrollo racional del votante, donde es el poder del dinero el que se usa para ganar las elecciones, dándole continuidad al ciclo pernicioso de los regímenes de oprobio del PAN y el PRI que hemos tenido, que no desisten de seguir usando el dinero público, sobre todo de sus políticas sociales, alimentando el ignominioso clientelismo, el infame corporativismo y a contentillo de las oligarquías financieras dominantes de nuestro país.

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