viernes, 22 de julio de 2016

PSICOLOGOS, PSICOTERAPEUTAS Y SALUD MENTAL


Los problemas de salud mental, que prevalecen incrementándose, en nuestra población, hoy enfrentan las necesidades de atención basadas en modelos integrales, que eviten los reduccionismos, con sus fragmentaciones del conocimiento, y que desde luego estén sometidos al rigor de su fundamentación científica y de la ética, sean de las ciencias de la conducta y de la neurociencias, pero sobre todo que las personas que ejercen actividades terapéuticas, tengan niveles adecuados en su propia salud mental y en su caso estén siendo responsables, en sus procesos de atención, cuando padecen trastornos o cursan con conflictos que afectan sus emociones en su vida actual.

Una de las estrategias, integradas como requisito en la formación profesional, de algunos de los psicólogos y psicoterapeutas, como los psicoanalistas, consiste en el denominado análisis didáctico de los aspirantes a ejercer estas especialidades, que además de lograr el aprendizaje profesional de la técnica, mediante la transmisión didáctica de los aspectos centrales del modelo teórico, tiene un objetivo terapéutico, donde las personas identifiquen y solucionen sus conflictos conscientes e inconscientes, de modo que estos no actúen, como impedimentos o trabas en el futuro trabajo terapéutico con sus propios pacientes. Lamentablemente, esté requisito, no prevalece, con el rigor necesario, en todas las escuelas e instituciones formadoras de psicólogos, psicoterapeutas y hasta en los cursos de especialidades de  los psiquiatras. Así, sí no logramos ese objetivo, no podemos mejorar la calidad de vida de las personas que acuden, pacientes o clientes, cambiando conductas, actitudes, pensamientos y afectos, los extremos de estas deficiencias son una de las causas de las conductas desviadas y perversas que transgreden la ética y que observamos en “terapeutas”, que cursan con neurosis, trastornos de personalidad, adicciones, violencia familiar, algunos violentan a sus pacientes, otros prevalecen con sus consejerías “morales”, unos más, los usan para sus satisfactores económicos, sexuales y/o afectivos, llegando a los extremos de contraer matrimonio, la mayoria reduciendo su visión existencialista de los mejores niveles de desarrollo humano, a sus modelos precarizados inmersos en el mercantilismo, sus conflictos y los dogmas morales de sus religiones. Muy lejos de respetar los derechos de los pacientes, transgrediendo no sólo su dignidad y la de los pacientes, sino la imagen de nuestras identidades como trabajadores de la salud mental.  

Otro de los problemas es la deficiente integración de la experiencia, durante sus prácticas profesionales en los procesos de atención a los pacientes, por la insuficiente supervisión en sus actos profesionales en las áreas de sus desempeños, sobre todo en el caso de los psicólogos, en las denominadas prácticas y en su servicio social, donde parece ser que la importancia es el cumplimiento con los tiempos establecidos como requisitos en sus programas de estudio, más que en el reforzamiento del aprendizaje y la experiencia clínica que se debe adquirir en esas etapas. El problema se complica en la formación de los psicoterapeutas, lo que en esencia debería ser un profesional de la salud, una vez que ha cursado el nivel de licenciatura, en las áreas de psicología, medicina y trabajo social, resulta que algunos de los programas de formación, ofertados por las instituciones, aceptan y les otorgan diplomas y títulos a personas de cualquier licenciatura y hasta carrera magisterial, afectando las características necesarias para que los candidatos a psicoterapeutas adquieran una formación completa que permita una competencia profesional teórico-práctica, en estas áreas de la salud mental. La habilitación para el desempeño terapéutico en salud mental requiere de un proceso de entrenamiento guiado por profesionales con más capacidad y experiencia, refrendados por sus altos grados de formación en los enfoques y conceptos teóricos del modelo que se trate, en la actualidad existen cientos de psicoterapias, aunque sólo menos de cuarenta modelos son reconocidos por las asociaciones internacionales de psicoterapia, como la European Association of Psychotherapy (EAP)

El problema se ha incrementado en las últimas décadas con la proliferación de escuelas e instituciones universitarias, públicas y privadas, que ofrecen las carreras de psicología y  capacitación en psicoterapia, con deficientes diseños curriculares, donde llegan a ausentarse, objetivos de aprendizaje sobre los conocimientos básicos de las ciencias de la conducta y de las neurociencias, en algunos casos se llega a dar capacitaciones en psicoterapia, acreditando a profesionistas sin formación, ni relación profesional con las áreas de las ciencias, no sólo de la conducta, las neurociencias, sino de la salud. Aunque este tema está a debate en las políticas de regulación de los psicoterapeutas en los países desarrollados, unos, como Suiza, Alemania e Italia, regulan la psicoterapia como actividad a la que pueden acceder sólo psicólogos y médicos; en tanto Austria, Finlandia, Francia y Suecia. Holanda, la  regulan como una actividad multiprofesional, donde simplemente incorporan los objetivos de aprendizaje básicos sobre las ciencias correlacionadas al modelo teórico de psicoterapia que se pretende ejercer.

En fin, tenemos tres grandes pendientes, para mejorar la atención de la salud mental de nuestra sociedad en México, mas en Nuevo León, una es la de actualizar los planes de estudio en la formación de los psicólogos, psicoterapeutas y psiquiatras; otra es, integrar estrategias de regulación de los psicoterapeutas y psicólogos dedicados a la atención de los pacientes con problemas y/o trastornos de salud mental, que desde luego no atenten contra sus libertades y derechos,  y finalmente: legislación nacional y estatal sobre la atención a la salud mental, que defina los derechos y responsabilidades de todos los que nos involucramos en la atención de los pacientes, sobre todo que los dignifique y proteja en el ejercicio de sus derechos humanos y sociales  

1 comentario:

  1. Gracias, me ayudo mucho su artículo para la integración de un trabajo final.

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