sábado, 17 de septiembre de 2016

FORTALECER LA INDEPENDENCIA Y NUESTRA SOBERANIA NACIONAL MEXICANA


Hace 206 años iniciamos en México, la lucha por nuestra independencia para acabar con el colonialismo español que nos gobernaba usando las mas ignominiosas estrategias de dominación, explotación, el saqueo de nuestras riquezas naturales y el trato deshumanizante y cruel de nuestros habitantes, que incluía la esclavitud y las más feroces formas de servidumbre de los habitantes, más en los indígenas y mestizos que llegaban a ser objeto de torturas ante sus posturas de oposición a la injusticia de los mandones de las castas, que se habían posesionado de las grandes extensiones de territorios, construyendo sus feudos y reproduciendo las conductas monárquicas, cual señores feudales.

Esta fue la primera revolución social que nos legó el México independiente, generada por militares y sacerdotes católicos, encabezados por don Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón, la mayoría de la orden de los jesuitas y dominicos, todos inmersos en la ideología liberal, influidos por los políticos y filósofos de la Ilustración francesa, que décadas atrás habrían logrado en su revolución el establecimiento del poder republicano sobre el poder de las monarquías, además de su histórica legislación que garantizaba los derechos fundamentales de los ciudadanos, sentando las bases de su transformación social para la construcción del Estado Laico. 

Obtenida la independencia, en 1821, después de millones de muertos, con la constitución de un gobierno independiente imperial mexicano, de carácter monárquico republicano, fue hasta 1824, cuando se inicia el sistema republicano federal, dando inicio de la Primera República Federal de los Estados Unidos Mexicanos amparada en la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, que abolió la figura monárquica y luego dio origen al sistema presidencialista con Guadalupe Victoria, como primer presidente de México, quedando pendiente los derechos de igualdad de los ciudadanos y el laicismo del estado. 

El conservadurismo prevaleciente, persistió con sus aspiraciones monárquicas, busco apoyos de la monarquía francesa y de los más fundamentalistas jerarcas de la iglesia católica, cuando, otro grupo de liberales, encabezado por el presidente Benito Juárez, dirige la segunda gran revolución de nuestra patria, luchando por la reformas a las leyes que seguían obstaculizando no sólo nuestra independencia y soberanía, sino además nuestra organización republicana y federal, oprimiendo y negando libertades y derechos humanos y sociales fundamentales de nuestra población iniciando así la construcción del estado laico en nuestra patria. Así se consolido en la nueva constitución de 1857, donde se le dio fin a las aspiraciones monárquicas, prohibiendo los títulos de nobleza y estableció las garantías individuales a los ciudadanos mexicanos, la libertad de expresión, la libertad de asamblea, fortaleció los derechos civiles, prohibió la enajenación de bienes de la iglesia católica y la enseñanza laica, pero sobre todo se fortaleció nuestra independencia y soberanía, ubicándola en el pueblo; así el imperialismo, sobre todo del francés, fue eliminado de nuestra patria.

La incipiente soberanía e independencia de nuestra patria continuó tratando de fortalecer la democracia y legalidad del estado mexicano para mejorar el desarrollo económico, social y político, lamentablemente siguió siendo acosada por el conservadurismo y los usos del poder de políticos incongruentes, otrora liberales, sin escrúpulos,  ambiciosos como Porfirio Díaz que llego a la presidencia, conformando una dictadura sangrienta que gobernó del año 1884 a 1911, coopto  e integró a su gabinete hasta académicos e intelectuales, formando el llamado grupo de los científicos, quienes así se convirtieron en cómplices de la violencia, represión y asesinatos de millones de campesinos, indígenas y obreros que luchaban contra la explotación e injusticia de los emergentes empresarios del capital internacional, los hacendados y terratenientes protegidos del régimen, así la mayoría de los derechos alcanzados por la constitución de 1857 fueron letra muerta, creando las condiciones para que emergiera el movimiento revolucionario en 1910.

Luego, nuevamente los políticos liberales, donde destacaban los hermanos Ricardo y Jesús Flores Magon así como Francisco I Madero, promovieron la lucha contra esa dictadura, enarbolando la no reelección y así terminar con el régimen dictatorial que prevalecía,  inician la tercera gran revolución mexicana mediante un movimiento armado destacando las tropas encabezadas por Emiliano Zapata, Pascual Orozco y Francisco Villa, además de las Maderistas y los Carrancistas, proceso revolucionario que culmino con la proclamación de la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos de 1917, que nos lego la primera constitución en la historia con muchos de los derechos humanos y  sociales de nuestros ciudadanos, además de prohibir la reelección, estableció además las bases jurídicas del funcionamiento de las instituciones y el ejercicio de los poderes ejecutivo, judicial y legislativo. Las pugnas por el poder continuaron, con traiciones, asesinatos y hasta golpes militares por la presidencia, por lo que algunos historiadores ubican el fin de este periodo hasta 1940 con la presidencia del General Lázaro Cárdenas.

Han pasado 14 presidentes sexenales, 70 años de régimen priísta, 12 años con presidentes panistas, y seguimos sin garantizar cabalmente no sólo nuestra soberanía e independencia, hoy seriamente amenazada por los gobernantes y capitalistas dominantes del neoliberalismo mundial y sus organismos financieros: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, nos esclavizan con el endeudamiento y sus políticas financieras; sus cómplices siguen siendo los integrantes del conservadurismo en México, que se han enriquecido mediante la corrupción con los gobiernos pripanistas, son el poder factico, esos que Andrés Manuel López Obrador ha denominado como la “Mafia del Poder”. Hoy, al igual que en el porfiriato, usufructúan la explotación de la tierra, sobre todo en las minas, casi la cuarta parte de nuestro territorio nacional, nos están despojando de nuestro petróleo, nuestras fuentes energéticas, dominan las comunicaciones, el transporte público, sus banqueros siguen siendo los protegidos por el gobernante, usando las finanzas del estado en sus rescates y el fomento de sus actividades bancarias, en tanto el estado ayuda con migajas a la inmensa mayoría que vive en alguna condición de pobreza y persiste en negar el cabal cumplimiento de los derechos sociales y humanos, garantes en nuestra constitución, sobre todo a la salud, la educación, alimentación, vivienda, y no se diga de la procuración de justicia donde los privilegiados de la elites, siguen siendo gala de su influyentismo, gozando de impunidades y los mas grave formando parte de las redes delincuenciales de los criminales que nos tienen victimizados por la inseguridad, los miles de asesinados, desaparecidos y secuestrados, incrementados desde que inicio este milenio.

México necesita otra gran revolución, la cuarta transformación que le permita lograr cabalmente su soberanía e independencia, donde logremos el pleno goce de las virtudes de la democracia y el ejercicio pleno de los derechos humanos y sociales, en MORENA ya estamos preparados.

 VIVA MEXICO!     

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