sábado, 24 de septiembre de 2016

DIVERSIDAD SEXUAL, MATRIMONIOS y SALUD MENTAL


A propósito de la flagrante embestida que el conservadurismo cristiano, encabezado por sus dirigentes  de las comunidades religiosas, desde obispos, sacerdotes y ministros,  sigue haciendo contra el derecho a formar un matrimonio civil por parejas homosexuales, denominado también como matrimonio igualitario o matrimonio gay, y con ello construir una familia en el seno de nuestras sociedades, resulta abominable que en sus discursos sigan vulnerando sus derechos humanos, incrementando el estigma y con ello conductas violentas, que sólo contribuyen a incrementar el riesgo sobre la salud integral de estas personas. Algunos como los de la Iglesia católica sin coincidencia con su máximo dirigente el Papa Juan Francisco, que sobre este tema ha llegado a cuestionarse, ¿quién soy yo para juzgar a los homosexuales?

Estamos sin duda, ante posturas inmersas en un odio homofóbico, siguen sus insistencias retrogradas de considerar como “enfermos, antinaturales y perversos” a quienes sus conductas sexuales no son heterosexuales o no se ciñen a sus postulados primitivos de naturaleza humana, conforme a sus creencias religiosas. Son conductas que incrementan el estigma social contribuyendo a que prevalezca la inequidad sanitaria, que padecen las personas con una identidad no heterosexual (lesbianas, gay, transexuales y bisexuales) donde han aumentado las tasas de prevalencia en violencia, infecciones de transmisión sexual, VIH, abuso de sustancias, depresión, ansiedad, y conducta suicida. Sólo los estudios realizados en el mundo sobre la comunidad específica de lesbianas, gays y bisexuales sugieren que un 20% de ellos, tuvieron algún intento de suicidio en el transcurso de su vida según la investigación efectuada por Travis Salway Hottes, MSc, Laura Bogaert, MSc y colaboradores intitulada “Lifetime Prevalence of Suicide Attempts Among Sexual Minority Adults by Study Sampling Strategies: A Systematic Review and Meta-Analysis, disponible en internet:  http://medline.rima.org/Sinopsis.aspx?Id=15274. Finalmente para nada les avergüenza que México ocupe el segundo lugar en asesinatos contra la comunidad LGBTI, sobre todo en contra de las personas transexuales.

Desde la perspectiva de la salud mental volvemos a referir que no existe ningún estudio científico en las neurociencias, las ciencias sociales y de la conducta que evidencie cabalmente que las familias integradas por parejas homosexuales no son aptas para la crianza y el desarrollo saludable de sus integrantes, menos que son generadoras a ultranza de trastornos en la salud sexual y mental en sus miembros. Los estudios existentes muestran factores de riesgo, como en las familias de núcleo conyugal heterosexual, que reuniendo criterios de disfuncionalidad pueden provocar problemas en el desarrollo de sus roles y en su caso reacciones en los procesos de adaptación, con sus emociones y conductas desviadas que pueden afectar la salud mental de sus integrantes.

Así lo han refrendado, desde la primera década de este siglo XXI, La American Psychological Association, American Psychiatric Association, National Association of Social Workers y la American Academy of Pediatrics, quienes han afirmado, según artículo de Wikipedia sobre este tema, https://es.wikipedia.org/wiki/Matrimonio_entre_personas_del_mismo_sexo.“ en términos psicológicos esenciales, estas relaciones son el equivalente de las relaciones heterosexuales”; “La investigación empírica ha mostrado de manera consistente que los progenitores homosexuales no se diferencian de los heterosexuales en cuanto a habilidades parentales, y que sus hijos no muestran ningún déficit comparados con hijos criados por progenitores heterosexuales”; “No hay base científica para distinguir entre parejas del mismo sexo y parejas de distinto sexo con respecto a sus derechos legales, obligaciones, beneficios, y deberes otorgados por el matrimonio civil”; “Hay numerosas pruebas que demuestran que los niños criados por padres del mismo sexo evolución tan bien como aquellos criados por padres heterosexuales”; “Más de 25 años de investigación documentan que no existe una relación entre la orientación sexual de los padres y cualquier medida de adaptación emocional, psicosocial y conductual del niño”
Rematando la American Anthropological Association: “Los resultados de más de un siglo de investigación antropológica sobre los hogares, las relaciones de parentesco, y las familias, en todas las culturas y en todas las épocas, no acreditan la idea de que la civilización o los órdenes sociales viables dependen del matrimonio como una institución exclusivamente heterosexual. Al contrario, la investigación antropológica apoya la conclusión de que una amplia gama de tipos de familia, incluyendo a las familias construidas entre parejas del mismo sexo, puede contribuir a las sociedades estables y humanas.”

Es muy legítimo que las minorías sexuales luchen y sean apoyadas en el respeto a sus derechos humanos y civiles, como en este asunto donde simple y llanamente solicitan se les respete el derecho de ser reconocidos legal y socialmente un matrimonio formado por sus contrayentes del mismo sexo biológico o identidad de género. Es un asunto, donde la mayor parte de las posturas, lamentablemente deriva de prejuicios, en pensamientos prepensados, construidos con insuficiente información y conocimiento científico, algunos construidos en el fundamentalismo moral de sus creencias religiosas, que se  conservan y repiten porque satisfacen tendencias emocionales, llegando al fanatismo en sus posturas ente este tipo de temas relacionados con la salud sexual y mental de nuestra sociedad.

El conservadurismo con su ultraderecha católica seguirá embistiendo con sus moralismos no sólo la legalización de los matrimonios igualitarios sino sus pretensiones de derogar el artículo 4º Constitucional imponiendo su “tipo de familia “natural”, conformada por un hombre y mujer que puedan procrear”, además de que los “padres tengan el derecho a escoger el tipo de educación de sus hijos, en aspectos como lo sexual o el religioso y en la ideología de género”, según lo establecen en su documento propuesta de reforma que entregaron en el senado de la republica de nuestro país.

Sin duda sus barbaries de violencia, con sus transgresiones de los derechos humanos y civiles, seguirán obstaculizando la evolución de nuestra sociedad hacía los mejores niveles de desarrollo humano y social que nos merecemos los mexicanos.

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