A propósito de la flagrante embestida que el conservadurismo
cristiano, encabezado por sus dirigentes
de las comunidades religiosas, desde obispos, sacerdotes y
ministros, sigue haciendo contra el
derecho a formar un matrimonio civil por parejas homosexuales, denominado también
como matrimonio igualitario o matrimonio gay, y con ello construir una familia
en el seno de nuestras sociedades, resulta abominable que en sus discursos sigan
vulnerando sus derechos humanos, incrementando el estigma y con ello conductas
violentas, que sólo contribuyen a incrementar el riesgo sobre la salud integral
de estas personas. Algunos como los de la Iglesia católica sin coincidencia con
su máximo dirigente el Papa Juan Francisco, que sobre este tema ha llegado a
cuestionarse, ¿quién soy yo para juzgar a los homosexuales?
Estamos sin duda, ante posturas inmersas en un odio
homofóbico, siguen sus insistencias retrogradas de considerar como “enfermos,
antinaturales y perversos” a quienes sus conductas sexuales no son
heterosexuales o no se ciñen a sus postulados primitivos de naturaleza humana,
conforme a sus creencias religiosas. Son conductas que incrementan el estigma
social contribuyendo a que prevalezca la inequidad sanitaria, que padecen las
personas con una identidad no heterosexual (lesbianas, gay, transexuales y
bisexuales) donde han aumentado las tasas de prevalencia en violencia,
infecciones de transmisión sexual, VIH, abuso de sustancias, depresión,
ansiedad, y conducta suicida. Sólo los estudios realizados en el mundo sobre la
comunidad específica de lesbianas, gays y bisexuales sugieren que un 20% de
ellos, tuvieron algún intento de suicidio en el transcurso de su vida según la
investigación efectuada por Travis Salway Hottes, MSc, Laura Bogaert, MSc y
colaboradores intitulada “Lifetime Prevalence of Suicide
Attempts Among Sexual Minority Adults by Study Sampling Strategies: A Systematic
Review and Meta-Analysis, disponible en internet: http://medline.rima.org/Sinopsis.aspx?Id=15274. Finalmente para nada les avergüenza
que México ocupe el segundo lugar en asesinatos contra la comunidad LGBTI,
sobre todo en contra de las personas transexuales.
Desde la perspectiva de la salud mental volvemos a referir
que no existe ningún estudio científico en las neurociencias, las ciencias
sociales y de la conducta que evidencie cabalmente que las familias integradas
por parejas homosexuales no son aptas para la crianza y el desarrollo saludable
de sus integrantes, menos que son generadoras a ultranza de trastornos en la
salud sexual y mental en sus miembros. Los estudios existentes muestran
factores de riesgo, como en las familias de núcleo conyugal heterosexual, que
reuniendo criterios de disfuncionalidad pueden provocar problemas en el
desarrollo de sus roles y en su caso reacciones en los procesos de adaptación,
con sus emociones y conductas desviadas que pueden afectar la salud mental de
sus integrantes.
Así lo han refrendado, desde la primera década de este siglo
XXI, La American Psychological Association, American Psychiatric Association,
National Association of Social Workers y la American Academy of Pediatrics,
quienes han afirmado, según artículo de Wikipedia sobre
este tema, https://es.wikipedia.org/wiki/Matrimonio_entre_personas_del_mismo_sexo.“ en términos psicológicos
esenciales, estas relaciones son el equivalente de las relaciones
heterosexuales”; “La investigación empírica ha mostrado de manera consistente
que los progenitores homosexuales no se diferencian de los heterosexuales en
cuanto a habilidades parentales, y que sus hijos no muestran ningún déficit
comparados con hijos criados por progenitores heterosexuales”; “No hay base
científica para distinguir entre parejas del mismo sexo y parejas de distinto
sexo con respecto a sus derechos legales, obligaciones, beneficios, y deberes
otorgados por el matrimonio civil”; “Hay numerosas pruebas que demuestran que
los niños criados por padres del mismo sexo evolución tan bien como aquellos
criados por padres heterosexuales”; “Más de 25 años de investigación documentan
que no existe una relación entre la orientación sexual de los padres y
cualquier medida de adaptación emocional, psicosocial y conductual del niño”
Rematando la American Anthropological Association: “Los
resultados de más de un siglo de investigación antropológica sobre los hogares,
las relaciones de parentesco, y las familias, en todas las culturas y en todas
las épocas, no acreditan la idea de que la civilización o los órdenes sociales
viables dependen del matrimonio como una institución exclusivamente
heterosexual. Al contrario, la investigación antropológica apoya la conclusión
de que una amplia gama de tipos de familia, incluyendo a las familias
construidas entre parejas del mismo sexo, puede contribuir a las sociedades
estables y humanas.”
Es muy legítimo que las minorías sexuales luchen y sean
apoyadas en el respeto a sus derechos humanos y civiles, como en este asunto
donde simple y llanamente solicitan se les respete el derecho de ser
reconocidos legal y socialmente un matrimonio formado por sus contrayentes del
mismo sexo biológico o identidad de género. Es un asunto, donde la mayor parte
de las posturas, lamentablemente deriva de prejuicios, en pensamientos
prepensados, construidos con insuficiente información y conocimiento
científico, algunos construidos en el fundamentalismo moral de sus creencias
religiosas, que se conservan y repiten
porque satisfacen tendencias emocionales, llegando al fanatismo en sus posturas
ente este tipo de temas relacionados con la salud sexual y mental de nuestra
sociedad.
El conservadurismo con su ultraderecha católica seguirá
embistiendo con sus moralismos no sólo la legalización de los matrimonios
igualitarios sino sus pretensiones de derogar el artículo 4º Constitucional imponiendo
su “tipo de familia “natural”, conformada por un hombre y mujer que puedan
procrear”, además de que los “padres tengan el derecho a escoger el tipo de
educación de sus hijos, en aspectos como lo sexual o el religioso y en la ideología
de género”, según lo establecen en su documento propuesta de reforma que
entregaron en el senado de la republica de nuestro país.
Sin duda sus barbaries de violencia, con sus transgresiones
de los derechos humanos y civiles, seguirán obstaculizando la evolución de
nuestra sociedad hacía los mejores niveles de desarrollo humano y social que
nos merecemos los mexicanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario