domingo, 11 de diciembre de 2016

CRISIS DE LA PSIQUIATRIA EN MEXICO

Inicie el contacto profesional con la psiquiatría a finales de la decada de los setentas, del siglo pasado, mis maestros de las asignaturas de psicologia médica, psicopatologia, neurologia y psiquiatría en los cursos basicos de mi formacion médica, que desarrollé en la Escuela de Medicina del Instituto de Ciencias de la Salud de nuestro estado, habían despertado mi interes y motivacion por esta area de las ciencias de la salud, a grado tal que, por mis capacidades, me aceptaron desempeñarme como maestro auxiliar en sus cursos, que luego desarrollaron en las generaciones anteriores a la mía. Luego despues de que finalicé mi internado de pregardo hopsitalario, en el marco de mi servicio social, en 1978, fui adscrito al entonces manicomio del estado, denominado pomposamente Casa de Salud Mental, donde su denominacion era una gran contradiccion, ni era ambientalmente un hogar, ni prevalecia su intitulada salud mental, prevalecia el insano ambiente manicomial, carcelario, indiganante y represor sobre los enfermos mentales que estaban internados, algunos de ellos internados, para abusar por sus influyentes familiares en los juicios de interdiccion, para despojarlos de sus patrimonios y derechos; aun mas con  una direccion médica y adminstrativa de lo mas corrupta e impune, que he vivienciado en las instituciones en que he servido como médico. Eso sí, este nosocomio, como casa pertenecia al Desarrollo Integral de la Familia (DIF), luego transitó como Hospital Psiquiatrico Estatal y hoy es denominado Unidad de Rehabilitación Psicosocial (UNIREPSI).

Resulta que en el Instituto de Ciencias de la Salud,  ante la ausencia de alternativas de atención humanizada para las enfermedades mentales, organizamos un centro de atencion a la salud mental, donde un grupo de colegas dirigidos por un especialista en neurologia, psiquiatria y psicoanalisis, fuimos capacitados para la atención psiquiatrica y psicoterapeutica, eran años muy dificiles para nuestra institucion, por enarbolar la la lucha por la reforma academica de la educacion médica, con un plan de estudios que llevabamos, muy diferente a los existentes en todas las escuelas y facultades de medicina de nuestro país, que pretendia la formacion de un médico mas integral, humanista, solidario, preventivo y social, pero sobre todo contra las lacras del ejercicio de la medicina mercantilista, que prevalecia en la medicina privada y que ya asomaba en las instituciones del sector salud y la seguridad social. Los grupos médicos en el poder usaron toda su capacidad represora, no sólo nos expulsaron del seno  de la Universidad Autonoma de Nuevo León, que nos había creado com el apoyo financiero, legal, adminstrativo y academico correspondiente, sino ademas obstaculizando luego, como escuela libre, nuestro reconocimiento a la validez oficial de nuestros estudios por el estado, el cual tardamos en lograr hasta dos años despues de que egresamos la primera generacion, aunque su ira de la barabrie siguio negandonos el derecho a realizar los examenes para seleccion de ingreso a los postgrados en la misma UANL y quienes lograbamos  ingresar, eramos detectados y expulsados fascistoidemente.

Eran los años, donde el modelo de atención psiquiatrica que prevalecia en el mundo enfrentaba una gran crisis, surgiendo las grandes propuestas innovadoras de reformas a la salud mental, que incluían terminar con esas aberrantes institucionales manicomiales y revisar profundamante las bases cientificas de la psiquiatria, con un movimiento denominado antipsiquiatria, que luego influyeron en la integracion de paradigamas de atención integral y humanista de los enfermos mentales, dignificando mediante el respeto incondicional de los derechos humanos y sociales fundamentales de los pacientes. Propuestas que lamentablemente sólo han sido integradas parcialmente, en nuestro país haciendo prevalecer un sistema de atencion a las enfermedades mentales, donde no sólo existe  la falta de acceso a la atención especializada psiquiatrica y psicologica, calculada por la OMS en mas del 75% de las personas que lo necesitan, sino ademas en la casi ausente de la prevencion y fomento de la salud mental, con la existencia de intervenciones reduccionistas, farmacologicas y hospitalarias, que absorben mas del 85% del presupuesto total de la raquitica inversion que los gobiernos destinan a este rubro de salud. 

La psiquiatria en México sigue prevaleciendo en su ejercicio con pocos psiquiatras, que ademas de mal distribuidos en el territorio nacional estas concentrados en las mayores zonas urbana metropolitanas, como en la ciudad  de México, Guadalajara y Nuevo León, casí inexestientes en zonas rurales y con mayor ocupacion laboral en la seguridad social, IMSS, ISSSTE y la SSA, donde cronicamente escazean las plazas para aspirantes de esta especialidad, con un ejercicio limitado a las actividades de consultorio en las clinicas y hospitales, congestionados en las necesidades de los pacientes, donde los tiempos limitados impiden ejercer una adecuada relacion médico-paciente, generalmente 15 minutos a los pacientes subsecuentes y si acaso 30 minutos a los pacientes de primera vez, imposibilitados de ejercer técnicas de psicoterapia y hasta de seguir adecuadamente la vigilancia clinica farmacologica en sus pacientes, dandose el caso oridnario de tener que realizar prescripciones de medicamentos, hasta por periodos de seis meses a un año, que obliga al médico familiar en su funcion de vigilancia y provedor de los farmacos prescritos, sólo recurriendo a la referencia con el psiquiatra, si existe alguna complicacion en el curso de evolucion de los pacientes. Lejos estamos de brindar la atencion con un modelo integral que involucre las acciones de intervenciones psicoterapeuticas y psicosociales fundamentales para lograr la rehabiliatcion de los pacientes. Luego las intervenciones hospitalarias, en las unidades de atencion de urgencias, escacean los psiquiatras, son mayormente requeridos en el caso de intentos suicidas y crisis psicoticas agudas, con deficientes mecanismos de referencia para el seguimiento de estos casos, dandose aberraciones como el de los pacientes suicidas que no son adecuadamente atendidios y logran su proposito al ser dados de alta despues de un intento. 
En tanto los pacientes psiquiátricos  que son internados en unidades hospitalarias, siguen padeciendo las transgresiones a sus derechos fundamentales, con las deficientes informaciones y consentimientos que a derecho le corresponden, algunos sometidos violentamente, aislados, marginados y excluidos de su vida familiar  y comunitaria, muy lejos de las propuestas de los modelos de intervencion de las modernas comunidades terapeuticas, que emergieron para sustituir los nefastos modelos manicomiales y carcelarios que prevalecian el siglo pasado. Ni que decir de los pacientes psiquiatricos internados en los denominados centros pemintenciarios, sujetos a procesos de asilamientos y sometimientos a terapias mayormente farmacologicas, sin ninguna posibilidad de integracion de otras terapias de rehabiliatcion psicosocial; mas critico es el estado que guardan los centros de internados para niños y adolescentes infractores que cursando con necesidades de atención a su salud mental no se les otorga el derecho a la atención psiquiatrica que requieren en su proceso de reahbilitación psicosocial. 

Muy lejos estamos de lograr la integracion de una red nacional de centros de atención a la salud mental donde equipos interdisciplinarios constituidos minimamente por un psiquiatra, psicologo, trabajador social y enfermera, desarrollen el modelo de atencion primaria que ademas de lograr los procesos de atencion a las enfermedades mentales, haga las fundamentales acciones de prevencion y fomento de la salud necesarias para disminuir la alta prevalencia de los trastornos que siguen incrementandose en nuestro pais de forma alarmante.

Además de incrementar los psiquiatras, necesitamos lograr modelos academicos de formacion actualizados que superen la prevaleciente inmersion hospitalaria e integren la psiquiatria comunitaria acorde a nuestras realidades nacionales y regionales de México.







  


No hay comentarios:

Publicar un comentario