sábado, 3 de diciembre de 2016

CUBA y FIDEL CASTRO EN MI EXISTENCIA

Como la mayoría de los jóvenes opositores al régimen de oprobio que nos ha gobernado en México, de la generación nacida en la década de los cincuentas del siglo pasado, crecí y me desarrolle bajo la influencia del movimiento revolucionario que en Cuba terminó, con uno de los regímenes dictatoriales que agobiaban a nuestra América y el Caribe, derrocando a la familia batista y sus testaferros, con sus aliados del imperio estadounidense, que había contribuido al mantenimiento de la injusticia, explotación y autoritarismo militar criminal que estilaban en todos sus colonizaciones del mundo.

Ser joven y no identificarse con los jóvenes revolucionarios como el Che Guevara y  Fidel Castro, resultaba contradictorio en la formación de nuestras identidades políticas militantes opositoras a las oligarquías y gobernantes de nuestro país, mas en nuestros estados donde bregábamos en las diferentes trincheras de los movimientos y organizaciones sociales, cuando el trabajo político partidista de izquierda socialista o comunista, sólo era posible en la clandestinidad, protegiéndonos de la represión infame del régimen priísta, que padecimos en ese periodo obscuro de su guerra sucia contra los opositores en México.

El triunfo de los revolucionarios cubanos nos catapulto la fortaleza de nuestra motivación, nuestra conciencia e identidad política de izquierda y no sólo nos ejemplifico que nuestra utopías eran posibles, nos ofreció además un espacio para vivenciar los cambios revolucionarios en la construcción de una sociedad socialista, en un territorio concreto y cercano de México, con su eje dimensional del hombre nuevo, con el imperativo ético, libertario, democrático, solidario y justo, en una sociedad sin clases sociales dominantes y explotadoras que la filosofía marxista-leninista nos proponía en sus contenidos teóricos.

Algunos compañeros y compañeras se integraron a las tácticas y estrategias de la guerra de guerrillas, contra el régimen dictatorial del priísmo gobernante, tratando de lograr los mismos objetivos que los revolucionarios cubanos, con una respuesta represora feroz del régimen, que asesino, encarcelo y desapareció a miles de compañeros; otros optamos por integrarnos a la estrategia no violenta, que significaba bregar en las luchas de los movimientos, organizaciones y partidos políticos opositores, que tuvo su primer momento cumbre en el año 1988, cuando el Frente Democrático Nacional gano las elecciones nacionales con Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia, arrebatándonos el triunfo con una gran fraude, que incluyeron sus estrategias electorales mas ruines desde la compra del voto, la coacción a los votantes, el robo de urnas, el relleno de votos, la falsificación de actas y el fraude cibernético, que incorporaban con el uso de las nuevas tecnologías de la informática, el priísmo y sus testaferros lograron posesionar como presidente de México, al personaje ignominioso de Carlos Salinas de Gortari, quien integró sus políticas a los intereses del neoliberalismo fortaleciendo la globalización del capitalismo deshumanizante, que no hemos logrado desterrar de nuestra patria.  Fue en ese contexto que inicie mi participación en las luchas político-electorales, por mis antecedentes activistas, me buscaron ex compañeros militantes de izquierda y lograron mi integración al Frente Popular Tierra y Libertad, para iniciar a su vez la construcción de una organización partidista nacional que sería el Partido del Trabajo, eran los tiempos en que se iniciaba el colapso de la Unión Soviética que finalizó en 1991, con la desaparición de esa unión que constituía la nación mas ejemplificante de la construcción del socialismo en el mundo occidental.

Fue en ese año que por primera vez visite a Cuba, en calidad de integrante activista de esas organizaciones, en un viaje oficial donde conjuntamente con otros compañeros, fuimos a solidarizarnos con el pueblo cubano, siendo atendidos por compañeros dirigentes del Partido Comunista Cubano y los Comités de Defensa de la Revolución, que nos llevó a convivir con su pueblo, con sus familias, en sus barrios en diferentes territorios de la Habana, quienes compartieron sus experiencias y vivencias en el proceso revolucionario, que vivieron y vivían por las limitaciones impuestas, en este periodo especial donde al infame y criminal bloqueo impuesto por los Estados Unidos, se sumaba el alejamiento del apoyo de las políticas económicas y de asistencia de la Unión Soviética, llegando a los extremos de escasear medicamentos, racionar los alimentos y los energéticos como la electricidad, el petróleo y las gasolinas; eran situaciones que no lograban menoscabar la fortaleza política, menos el estado de ánimo con el que nos enaltecían, en sus relaciones con el amor fraternal y la bondad de los compañeros cubanos que nos daban; además no dejaban de expresarnos, el inmenso reconocimiento y gratitud hacia nuestra patria por la solidaridad que siempre les hemos proporcionado, desde que se inicio su revolución a la fecha. Fueron los tiempos que empezó a prevalecer el denominado turismo sexual, donde con el afán de  ganarse algunos beneficios, algunos cubanas y cubanos, se desempeñaban como acompañantes de los extranjeros, compartiendo su belleza y su sexualidad en los centros de diversión y entretenimiento a los que habitualmente no tenían acceso. 

Luego en 1993 fui invitado, en el marco de mis tareas de planeación y desarrollo de la Prepa Emiliano Zapata, que les brindaba a los compañeros del FPTYL, a conocer sus experiencias en la educación del nivel medio superior, que me permitieron conocer con amplitud y profundidad los grandes cambios generado en todos los niveles educativos por las políticas prioritarias de inversión de sus gobernantes, que mantenían en sus instituciones desde la educación inicial hasta la universitaria con sus postgrados. En sus instituciones predominaba una gran austeridad en sus inmuebles, equipos e insumos para la enseñanza, que contrastaba con sus riquezas ideológicas, motivacionales y existenciales, que les generaba una excepcional mística de servicio, no sólo a los maestros sino también a sus educandos, haciéndolos brillar en sus inteligencias, destacando desde entonces en los escenarios competitivos internacionales. Los alumnos  jóvenes de la prepa, destacaban además por sus conocimientos sobre política, economía, historia y sobre las diferentes artes y culturas del mundo, en el contexto del origen heleno centrista y desde luego, el análisis desde los paradigmas de la filosofía marxista leninista. Curiosamente la figura de Fidel Castro se ausentaba en todos los espacios que ordinariamente debería uno de esperar, como aulas, salas, oficinas, calles, avenidas, en tanto el culto a su persona, estaba presente en la mayoría de los cubanos y cubanas, siempre magnificada como figura paternal y su máximo líder revolucionario. Invitado a una recepción oficial en una de las residencias del gobierno cubano, me presentaron a Roberto Robaina, entonces ministro de relaciones exteriores, donde estaban además una gran cantidad de compañeros de los países de Europa, incluyendo de la ex Unión Soviética, todos esperábamos a Fidel Castro, cuya aparición desbordo nuestras emociones, sobre todo a los lideres de los países ex-socialistas, quienes entonaron el himno de la internacional socialista, con tal emotividad, que algunos desbordaron en llanto, ahí estaba Fidel, imponente, sonriente dispuesto a interaccionar, expresándonos su saludo solidario, sin sus abundancias discursivas, sólo ahí, conviviendo y enalteciéndonos con su presencia, orgulloso de haber tenido esta vivencia por primera vez en mi vida. 

Después en 1994 y1995, acudí nuevamente en el desempeño de tareas políticas del FPTYL, en el marco de la organización del Frente Continental de Organizaciones Comunales, donde los tiempos transcurrieron en reuniones, donde se dialogaba y se buscaban consenso con todos los representantes de los países, sobre las estrategias y acciones para el crecimiento y fortalecimiento de este organismo, no sólo en Latinoamérica sino en el Caribe. Fue hasta 1997 que necesitado de un gran descanso, acudí sin ningún objetivo político, sólo para turistear, en lo que fue uno de mis viajes mas placenteros en el extranjero, acompañado por cuatro amigos uno de ellos fue el actor mexicano don Jesús González "Chis Chas", comediante (QEPD), desde que abordamos el avión, no dejaba de estimular nuestra alegría, por sus chistes, ocurrencias y anécdotas,   todos disfrutamos los tiempos en la Habana y Varadero, con sus atractivos turísticos y desde luego las grandes atenciones del pueblo cubano, tuve oportunidad hasta de sumergirme en sus rituales santeros, donde me quedé con la anécdota de que años después, sólo sobrevivimos dos de los compañeros, que vivenciamos uno de sus ritos de limpieza contra la maldad, los otros dos, que no lo hicieron, han muerto.  Un año después en 1998, acudí con los compañeros regidores  de la comisión de salud del H. Ayuntamiento de Monterrey, con el objetivo de que conocieran el sistema de salud cubano, las autoridades cubanas nos integraron una amplia agenda que nos permitió constatar sus grandes avances en el funcionamiento de sus instituciones de atención clínica, hospitalaria, investigación y académicas a pesar de las carencias que seguían por el periodo especial en que transitaban, aun así el gobierno se distinguía por ser uno de los países que mayor inversión de su producto interno bruto destinaba, llegando a ser hasta del 10%, en el mundo, destacando de conformidad con la OMS por su reconocimiento a su sistema nacional de salud como uno de los mas grandes en cobertura universal a toda la población, con un modelo de atención integral con calidad, que enfatizaba en la prevención y que ha logrado las tasas mas bajas de mortalidad en los niños y mujeres con una expectativa de vida de las mas altas en América.

Finalmente tuve la máxima experiencia de convivencia en tiempo, con la presencia de Fidel Castro, asistí al Encuentro Internacional de Economistas con el tema central de globalización y problemas del desarrollo, celebrada en el Palacio de las Convenciones  de la Habana, del 18 al 22 de enero del 1999, fueron cinco días con sus largas jornadas que iniciaban a las nueve de la mañana y llegaban a terminar  hasta altas horas de la medianoche. Fidel estuvo permanente en el presídium, el día de su discurso inaugural vivenciamos sus grandes dotes de orador con su lenguaje docto, fortalecido por sus facies gestuales, posturas corporales, el control emocional y una memoria reciente y remota extraordinaria, que nos hacía sorprendernos y embelesarnos sin importarnos la duración de sus discursos, que le caracterizaban por sus excesos, de uso del tiempo. Luego ya en el desarrollo de las exposiciones orales de los economistas expertos, estaba atento, algunas veces con cortesía, interrumpiendo al expositor, cuestionando, aclarando, ampliando, dándole ese toque magistral a este evento académico que reunía a los mas altos economistas de la izquierda socialista de los países de nuestro mundo. En los recesos ahí a unos pasos, de nosotros, siempre estaba Fidel Castro con su uniforme militar verde oliva, algunas veces parado, otras sentado, afable, bondadoso, conversando, de buen humor, atento, transpirando ese amor fraternal que irradiaba, muy lejos de esos estereotipos  de los enemigos que le calumniaban como un personaje militar dictador sanguinario. En ocasiones, durante el evento, nos engañaba su visible cansancio, parecía que dormitaba, con el demerito de su atención, algunos ponentes se sorprendían, al ser interrumpidos por Fidel, por sus grandes cualidades cognoscitivas, ese hombre que al parecer dormitaba, les corregía en sus errores al discursar sus ponencias, con un sentido del humor saludable, inofensivo, que nos sorprendía a todos. Cansados, casi exhaustos, los cientos de asistentes a este evento,  en la última hora del quinto día, en el que finalizaba la intervención de los expositores, resulta que ya era la medianoche, se concluyo la última intervención, quedando sólo el acto final de clausura con el discurso del comandante Fidel Castro, proliferaron los rumores de que terminaríamos en la madrugada, a la expectativa de sus largas intervenciones, entonces Fidel,  haciendo gala de su humor, ironiza y nos dice "ya se que estamos muy cansados, por lo tanto seré breve", reímos con él y entonces escuchamos su discurso mas breve, que además de durar unos minutos fue muy sabio, al sintetizar con una frase el estado de los economistas en el mundo: "Los economistas y sus modelos imperantes en el mundo hasta hoy, nos han mostrado que no saben sumar, menos multiplicar, sólo dividir y restar, tenemos un gran reto", váyanse a descansar, concluyó.

La Cuba que yo he vivido, es una patria donde su pueblo es libertario, goza sus libertades con el respeto a sus derechos humanos y sociales, a pesar del bloqueo económico y político de Estados Unidos, con sus ciudadanos inmersos en la alegría, felices, con un modelo democrático participativo, donde los principios y valores les enaltece su humanismo, que les ha distinguido con sus altos niveles de desarrollo humano y social en el mundo, pero sobre todo por su solidaridad con los pueblos en la lucha digna internacionalista contra todas las formas de imperialismo y su salvaje sistema capitalista. 

Fidel, no ha muerto, ha renacido para seguir iluminando la esperanza de los pueblos en sus luchas contra la explotación, la injusticia y las desigualdades con sus lacras de miserias y pobreza.




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